- No me puedo creer que vaya a haber una premier en la ciudad. ¡Y que los fans puedan acercarse gratis! ¡Podremos ver a los famosos!

- Cálmate, Rachel. Todavía no sabemos con seguridad si nos dejarán ir - respondí

Hace poco nos enteramos de que la premier de una nueva película que todavía no se ha estrenado tendrá lugar en nuestra ciudad, y mi prima Rachel, mi mejor amiga Diane y yo estamos muy ilusionadas por ir. Coincidiendo con el fin de curso, habíamos pensado en acercarnos, pero nuestros padres están hablando entre ellos para decidir si nos dejan ir o no.
Sin embargo, hace tiempo que les dijimos lo de la premier, que es en seis días, y todavía no teníamos respuesta. Así que, Rachel y Diane están muy nerviosas tanto por la premier en sí como por el poco tiempo para planear lo que se pondrán que tendrán.

- Amber tiene razón. - dijo Diane - Hay que calmarse. Seguro que nos dejan ir.

- ¿Y qué nos pondremos?

- Pues ropa arreglada, como si fuésemos a quedar - respondió Diane

- Exacto - agregué - Nosotras ni siquiera entraremos dentro, así que algo cómodo pero arreglado será perfecto.

- ¡Tendré que ir a comprar! - exclamó Rachel, con aire dramático

- Si metes algo más en tu armario, explotará

- Que graciosa, Amber...

Seguimos toda la tarde charlando sobre la premier y sobre otros temas como los cotilleos que habíamos oído o sobre el último partido del equipo de mi hermano (que habían ganado por goleada).
Cuando dieron las nueve de la noche, nuestros padres nos llamaron para que fuésemos a cenar. Bajamos las escaleras de mi casa y entramos en el comedor a la vez que mi hermano Anthony, con el cual me llevo un año. Los cuatro nos sentamos a la mesa y empezamos a comer lo que habían preparado mientras conversábamos animadamente.

- Oye, Tony. - le dije a mi hermano - ¿Cómo vais en la liga después del partido del fin de semana pasado?

- Pues vamos segundos, pero si ganamos el siguiente, nos ponemos primeros.

- ¡Genial! - respondí

Cuando todos acabamos de cenar, los padres nos reunieron a todos en el salón. Nos sentamos en el sofá y dirigimos una mirada de curiosidad a los adultos.

- Bueno, chicas. - dijo el padre de Rachel, es decir, mi tío - Hemos estado pensando bastante lo de dejaros ir a ese sitio que queríais ir... ¿cómo era...?

- La premier - le ayudó mi tía, riéndose.

- Ah! Si! Eso, eso.

- Al final, después de pensarlo mucho, y viendo vuestras buenas notas, hemos decidido dejaros ir. - acabó diciendo mi madre

- ¿¡En serio!? ¡Gracias! - exclamé, feliz

- ¡Que guay! - añadió Diane

- ¡Que ilusión! AAAAAAAAAHHHHH!!!! - gritó Rachel, incapaz de contenerse.

Subimos corriendo a mi habitación y Diane y Rachel cogieron su móvil y empezaron a buscar ropa en internet diciendo:

- ¡Que bonito!

- ¿Crees que me quedará bien?

- ¡Amber, tienes que ponerte esto sí o sí!

- ¡Diane, mira!

- Madre, que alteradas estáis... - dijo riendo - Podéis tomároslo con calma, que todavía quedan seis días para la premier.

- ¡Tenemos que encontrar el outfit perfecto!

- La película está basada en hechos reales porque el Titanic se hundió de verdad. Podemos buscar cómo se vestía la gente en esa época y basar nuestro outfit en eso. - propuso Diane

- ¡Que gran idea! - respondió Rachel

- ¿Sabéis que solo vamos para intentar ver a los famosos, verdad? ¡Ni siquiera podremos entrar a ver la peli! - les recordé

- Nunca se sabe, Amber. Hay que estar preparadas. - dijo Rachel

Siguieron buscando ropa y poco después me uní a ellas mirando tanto en internet como en mi armario.

Buscando en esto último encontré una camiseta que mi madre usaba cuando era joven, en los noventa. Era negra, semitransparente y con pequeñas perlas plateadas. El escote era recto y tenía unas mangas qué quedaban por debajo de los hombros y casi no llegaban al codo, creando una especie de volante. Combinada con un pantalón corto vaquero que tengo y unas sandalias negras de cuña, formarán el outfit que me pondré ese día.

Les enseñé mi idea a Rachel y Diane y a ambas les gustó, así que lo aparté a un lado y lo quede listo para ponérmelo cuando llegase el día.

Los siguientes tres días los pasamos llenos de aquí para allá de compras, ayudando a Rachel a cogerse un vestido bonito. Fue divertido, no te voy a negar. Era muy gracioso probarse todo tipo de cosas, de las cuales la mayoría nos quedaban mal, y reírnos de cómo nos sentaban.

Y los tres días restantes antes de la premier estuvimos ideando nuestro plan para pillar buen sitio en la alfombra roja y así poder conocer a los actores y actrices.

Diane y yo teníamos muchas ganas de conocer a Kate Winslet y de decirle lo mucho que nos gustaba su personaje, Rose. Estábamos fascinadas con ella únicamente viendo los trailers.
Rachel quería ver a los chicos, en especial, al que hacía a Jack Dawson. Aunque todas sabemos que lo quiere ver porque es guapo.

Y así, entre ropa, peinados, risas y planes para empujar a gente si nos quitan el sitio, pasamos los seis días antes de la premier.