𝟎𝟎𝟖. 𝐞𝐥𝐢𝐣𝐚𝐡
alexitimia ━ ━ vol i
008. elijah
Mia despertó en lo que supo que era un asiento trasero de un automóvil. No sabía dónde estaba su hermana Elena pero no le tomó importancia. Se sentó en el asiento y estiró sus brazos.
Las dos personas que venían en el asiento delantero se dieron una mirada y vieron los movimientos de la chica.
—Buenos días. —se frotó sus ojos. —¿Ya llegamos? —preguntó mirándolos.
—¿No tienes miedo? —preguntó la chica de cabello corto.
Mia negó con la cabeza.
—Nop. —remarcó la letra «P» .
—Te secuestramos. —le recordó el hombre.
—No es la primera vez. —se encoge de hombros. —Soy Mia, un gustó señor.. —estrecha su mano para que la tomé.
—Soy Trevor. —la toma con desconcierto. —Ella es Rose. —señala a ala chica que manejaba.
Mia se acerca hacia ella y le da unas palmaditas en el hombro en forma de saludo.
—Hola Rose. —la saluda.
Rose sonríe por la actitud de la chica.
—Hola Mia. —le sonríe.
—¿Donde está mi hermana? Por cierto. —les pregunta.
Ellos se miran antes de que Trevor contestara.
—En el maletero. —murmura.
—De acuerdo,—asiente ella. Los dos se miran, pero no dicen nada. —¿Creen que podamos llegar por algo de comer? Tengo hambre. —pide.
❍❍❍
Mia le dio una mordida a su Nugget de pollo.
—Me salió este carrito. —les enseñó ella a los dos pasajeros. Era un pequeño juguete de color azul con rojo.
Trevor y Rose le habían comprado una cajita feliz a Mia de McDonalds. También compraron una para ellos.
—Yo tengo el carro rosa. —comentó Rose. Mia asintió conforme con el juguete de ella.
La chica dirigió su mirada a él hombre que estaba haciendo pucheros.
—Mi cajita no trae juguete. —suspira desepcionado.
Rose le da una mirada divertida a su amigo mientras Mia lo mira. Luego miró su carro y se lo tendió al hombre.
Trevor le sonrió a la chica y tomó el carro.
—Entonces ¿eres un tipo de bruja? —pregunto Rose.
Mia se pasó el bocado de su hamburguesa para poder contestar.
—Así es. Soy una bruja pero tengo que absorber magia. Bonnie dice que las brujas me coincidieran una abominación. —contestó tomando un sorbo de su refresco.
—No eres una abominación. —exclamaron los dos al mismo tiempo.
—Yo dije lo mismo. —ella les dio la razón.
Ellos rieron por lo dicho, les agradaba Mia.
Unos segundos después llegaron a lo que era una casa y estacionaron.
—Bien, es hora. —exclama Trevor saliendo del auto ayudando a Mia.
❍❍❍
Elena empezó a despertar con un dolor de cabeza muy fuerte y confundida. Sus pensamientos fueron rápido a su hermana. Se levantó rápido y la buscó, encontró a Mia dormida en el sillón, tapada con una pequeña manta.
Tenía una pegatina de estrella en su frente.
Se acercó a ella para poder revisar si se encontraba bien pero uno voz llamó su atención.
—No la tocamos, —la chica se dio la vuelta y vio a una mujer de cabello corto y ojos de color. –Ella solo tenía sueño y se durmió.
—¿Quienes son? Y ¿por qué estamos aquí? —preguntó mientras pasaba su mano por el pelo de su hermana.
—Te pareces a ella. —murmuró.
—Si, pero no soy ella. Soy Elena Gilbert y ella es mi hermana. —habló firmemente.
—Lo sabemos, Mia ya nos lo dijo, ahora no te vamos a lastimar quedate callada o duérmete como tu hermana. —se fue dejando a la chica sola con su hermana.
Elena suspiró y acostó aún lado de su hermana y la abrazó. Tenía miedo.
Pero no de que algo le pasara a ella, tenía miedo que algo le sucediera a Mia.
Sin darse cuenta cayó dormida junto a su hermana, las dos abrazadas.
❍❍❍
—Entonces recapitulando todo. Rose y Trevor ayudaron a escapar a Katherine de Klaus y ellos se enojaron con ellos y los estuvieron cazando y ahora ellos quieren entregarme a Elijah por que soy el doppelganger de Katherine y yo soy la clave para romper la maldición del Sol y la Luna. —resumió Elena lo que le había contado su hermana.
Mia asintio.
—Es un mal día para tener tu cara. —las dos hermanas estaban comiendo nuggets.
Elena asintió estando de acuerdo con ella. Su vista se desvío a un papel que apareció en el suelo.
Stefan y Damon van por ustedes.
-B
Se lo mostró a su hermana quien sonrió un poco.
En otra parte de la casa, Rose baja las escaleras para ver a Elijah de pie en la puerta.
—Rose-Marie. ¿Hay alguien con quien podamos hablar?.
—Sí. Aquí. Tienes que perdonar a la casa.
—Oh, no. ¿Qué es un poco de suciedad? Lo entiendo completamente—. Elijah comienza a caminar hacia otra habitación. —Entonces dime, ¿qué es lo que te da el valor de llamarme?
—Quería mi libertad, estoy cansado de correr. Tú estás en condiciones de concederme eso.
—Tengo completa autoridad para concederte el perdón a ti ya tu pequeña mascota. ¿Cómo se llama estos días? Trevor. Si así lo creo.—se burló.
—Katerina Petrova.
Elijah se da vuelta ahora intrigado. —Estoy escuchando.
—Ella no se quemó en la iglesia en 1864.
Se sienta y cruza la pierna sobre la otra.
—Continúa.—indica. —¿Donde esta ella?
—No parece sorprendido por esto.
—Oh, cuando me llamaste y me invitaste a esta axila de la civilización, que está a solo 3 horas de la ciudad que conocemos como Mystic Falls, supuse que tenía todo que ver con Katerina. ¿La tienes en tu poder?—se inclina curioso.
—No. Tengo algo mejor. Tengo a su doppelganger.
—Eso es imposible. Su línea familiar terminó con ella. —afirma.
—Los hechos están equivocados. —réplica ella.—Ella estaba con el doppelganger. No le hicimos daño de ninguna manera.
—Bueno, enséñamelo.—ordena.
—Elijah, eres un hombre de honor. Se puede confiar en ti, pero quiero oírte decirlo de nuevo—su desesperación era notable en su voz.
—Tienes mi palabra de que te perdonaré—promete.
—Sígueme.
Elena y Mia vieron a Rose y a un hombre de traje entrar. Vio como el se acercó a Elena de pie frente a ella.
Se movió lentamente hacia su cuello sin importarle la incomodidad de Elena.
—Humana—responde un poco sorprendido— Es imposible.
—No es imposible. —habla rose.
Mia que no estaba al tanto de su platica sorbo del poco refresco que le quedaba, haciendo ruido y así llamando la atención del hombre.
El hombre se acercó con curiosidad a la chica que no se movió ni un poco. No demostró ni un signo de miedo ni otra emoción. Eso lo intrigó mucho.
—¿Quién eres tú? —le pregunta, observó a la chica y no pudo negar que ella era hermosa.
Mia dejó su vaso de un lado y se paro del sillón.
—Soy Mia Gilbert señor.. —tiende su mano y el la toma dándole un casto beso.
Espero ver algún tipo de reacción en ella pero no obtuvo nada. Eso lo extraño
—Elijah, señorita Mia. —ella asiente y vuelve a sentarse.
—Tenemos un largo viaje por delante es mejor irnos ya —murmura—. Pero antes..—voltea hacia Trevor.
—He estado esperando mucho para este día, Elijah—dice Trevor—. En verdad lo lamento.
—Tu disculpa ya no es necesaria— le asegura Elijah.
—Si, es necesaria. Confiaste en mi con Katerina y te falle.
—Si, eres culpable y Rose te ayudo porque ella fue leal a ti— Elijah camina alrededor de el hasta detenerse frente a el—. ¿Donde esta tu lealtad?
—Pido tu perdón— le suplica
—Lo tienes— murmura.
Elijah va a golpear a Trevor en la cabeza cuando se encuentra con una barrera invisible.
—¿Qué es esto?—parece confundido y enojado
—No vas a matarlo. —llama su atención Mia. Elena miró alarmada a su hermana.
—¿Eres una bruja? —su rostro pasó de enojado a confundido. No quería tocar a la chica, lo intrigaba demasiado. —Por qué no puedo tocarlo.
—Trevor me compró una hamburguesa. —contesta simplemente.
Elijah esconde una sonrisa y asiente.
—Deberías agradecerle. —mira a Trevor que estaba llorando de felicidad.
Artículo un «gracias» mirando a Mia, quien le resto importancia.
Toma a Elena del brazo y le tiende su mano a Mia, quien la toma y entrelaza sus dedos.
No podía evitarlo ya era una costumbre suya lo hacía con todas las personas que tomaban su mano.
Elijah se sorprendió por el gesto pero lo oculto bien.
—No, ¿qué pasa con la piedra lunar?—pregunta queriendo ganar tiempo Elena.
—¿Qué sabes sobre la piedra lunar?—Elijah detiene sus pasos y la mira atentamente.
—Sé que lo necesita y sé dónde está.
—Sí.—indica que siga.
—Puedo ayudarte a conseguirlo—propone.
—Dime dónde está.—exige.
—No funciona de esa manera.
—¿Estás negociando conmigo?— Vuelve a mirar a Rose.
—Es la primera vez que escucho eso.
Elijah va a obligarla y ve que no funciona. Él mira su cuello y luego vuelve a mirarla a la cara.
—¿Qué está haciendo esta verbena alrededor de tu cuello?—Él se lo quita y lo arroja y va a obligarla.—Dime dónde está la piedra lunar.
—Se encuentra en la.. —pero se queda callada y sonríe. —No pensaste realmente que podrías obligarme cierto. —se burla Elena de él.
—Tomás verbena. —dirigió su mirada a Mia que estaba jugando en su celular. Soltó un suspiro.
Elijah nos obliga a caminar para salir de la casa, pero antes de que salgamos vemos una sombra.
Empuja a ala hermanas hacia Rose.
—¿Rose?
—No se quien es— le asegura.
Elena mira a su hermana y toma su mano.
Ven de nuevo la sombra y a los segundos otra.
—Acá arriba— Mia reconoció la voz de Damon.
Elijah sube rápidamente, pero se detiene al no ver nada.
—Aquí abajo— dice Damon.
Se escucha como un disparo y ven una estaca de madera atravesar la mano de Elijah.
El no se inmuta por el dolor y se la saca como si nada.
Mia siente como alguien la toma del brazo y en un segundo tiene a Damon frente a ella y ve que están en otra habitación.
El pone su dedo sobre sus labios para que no haga ruido y Mia lo ve aburrida. Fulmina a Rose y Trevor con la mirada y les pide también no hagan ruido.
—Están cometiendo un grave error si piensan que pueden detenerme— grita Elijah.
Damon se asoma un poco para ver a Elijah. Regresa con la chica y la acorrala mas contra la pared. Sintió su brazo rodear su cintura y acercarla a su pecho.
—Denme a la doblé y a Mia. Y me iré sin lastimar a nadie— escuchan a Elijah muy cerca de ellos.
—Déjalos en paz, me iré contigo si no los lastimas— Mia escucho la voz de Elena.
—¿A que están jugando?— pregunta.
Elena saca una granada y se la tira a Elijah. Estas explotan y el cae al suelo.
Stefan sale y empieza a dispararle estacas de madera. Damon empuja a un lado a Mia y regresa para ayudar a Stefan.
Los dos golpean a Elijah y este se centra en golpear a Stefan. Damon rompe una silla y tomo una punta puntiaguda.
Se acerca a Elijah y se la encaja en el pecho y lo estampa contra la pared.
Mia bajo las escaleras tranquila cuando ve a su hermana.
—¡Mia!— escucho a Elena llamarme. Ella la abraza con fuerza.
Cuando la suelta y Mia asegura que está bien ella se acerca a Stefan. Damon se acerca a la chica.
—¿Cómo estás? —pregunta el acariciando su brazo.
—Estoy bien solo que alguien piso el restó de mis papas. —señala las papas fritas que están aplastadas en el suelo.
Damon se ríe y sin evitarlo la abraza. Solo ella podría decir cosas en situaciones como esas.
Pero después de todo quien sería Mia Gilbert si no está comiendo algo.
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