ℂ𝔸ℙ 𝟙𝟡 > 𝕾𝖊𝖈𝖗𝖊𝖙
UNA HABITACIÓN BASTANTE BLANCA era donde se encontraba Mills. La intensa luz del sol entraba por las persianas que se encontraban a su derecha. La joven estaba tumbada, vestida con un camisón de hospital, y un gotero enganchado a su brazo.
—Dentro de un rato volvemos, ¿sí?— escuchó la rubia como su madre le hablaba a alguien.
Su vista se dirigió hacia su izquierda, donde estaba la puerta y tres personas, dos saliendo por ella.
—¿Ash?— lo llamó una vez que su madre y Jose salieron, no quería hablar con ella.
—¡Rubia!— exclamó emocionado acercándose a ella rápidamente. —¿Cómo te encuentras?
—Creo que bien.— respondió mientras se frotaba los ojos.
—Me alegro. Los médicos no saben que te pasó, estabas baja de alimentos. Millie, sé que los nervios antes de una competición son horrorosos, pero tienes que comer, ¿vale?— se preocupó el pelinegro mientras le apartaba un mechón de la frente. La rubia solo asintió en respuesta.
Alguien llamó a la puerta varías veces antes de entrar.
—Perdón por interrumpir, solo vengo a comunicar que Millie ya puede marcharse a casa.— anunció una enfermera bastante amable. —¿Necesitas que te ayude a vestirte, cielo?
—Eh... no, no, gracias.— Mills sentía una gran vergüenza cuando pensó
—Claro, sin problema.— la mujer salió de la habitación dejando a los dos jóvenes allí.
—En ese caso, también me voy.— dijo el joven levantándose de la silla, cuando un pequeño brazo lo aguantó.
—No, ayúdame tú, Ash, porfa.— pidió la rubia mientras se incorporaba de la cama.
Aún sentía algo de mareo y dolor de cabeza pero sentía la necesidad de salir cuanto antes del hospital.
—Está bien.
Una joven de rulos apareció por la tienda de Fezco. Agarro una bolsa de papas junto a una redbull.
—Ey, Rue. ¿Cómo va esa "dejada de drogas"?— preguntó Fez mientras la joven se acercaba al mostrador.
—La verdad es que bastante bien, aunque... echo de menos lo que consumía y lo que sentía luego de eso...— contestó melancólica pero algo indiferente.
—Te entiendo, pero sabes que es lo mejor que has hecho, Rue. Algún día te lo agradecerás a ti misma.
—Suena gracioso que lo diga un drug dealer.— rió levemente.
—¿Drug, qué?
—Drug delaer. Mills me dijo que era un narcotraficante de drogas, o algo así... creo, ahora me pones en duda.— contestó la morena haciendo que el pelirrojo riese. —Hablando de ella, ¿está aquí?
—Ajá, está allí dentro con Ash.— respondió el hombre apartando su vista, la morena se sorprendió.
—Vaya, ¿cómo que...?
—Entra y ya verás.
La de rulos hizo caso y se adentró por los pasillos de la casa, hasta llegar a la puerta de la habitación del pelinegro. Sin apuros, entró, y se quedó sorprendida con lo que vio. La joven tenía el brazo con un cabestrillo negro, y estaba medio sentada y tumbada encima del joven. Su cabeza estaba entre el cuello y hombro de aquel, mientras estaba dormida. Él sin embargo, estaba jugando al Fortnite desde la cama, había acercado la mesa con el ordenador a ellos.
—¿Qué cojo...? ¡Rue, llama antes de entrar!— la regañó el pelinegro cabreado susurrando.
—Ay, perdón. Esto...— decía mientras asimilaba la imagen que tenía delante, ¿aquel era Ashtray? —¿eres Ashtray?
—¿Qué? Que va, soy Fezco, lo que pasa es que soy su gemelo.— contestó Ashtray tratando de ser gracioso e irónico.
—Dios, eres más seco que una mojama para hacer una broma, es que ni para eso...— saltó la rubia riendo suavemente poniendo su mano izquierda, la cual no tenía lastimada, en el hombro del joven para apoyarse en él.
—¡Ah, Millie! ¡Ay!— se quejó fuertemente cuando la rubia se apoyó en él.
—Cállate, ni te estoy tocando. Exagerado.— contestó apoyando su mano más fuerte a propósito con una sonrisa mientras el joven volvía a quejarse. —Ay ya paro, perdón.
—Burra...— susurró volviendo su vista al ordenador que tenía enfrente.
—¡Mills! ¿Cómo te encuentras?— preguntó Rue animada mientras la rubia se acercaba a ella.
—De puta madre.— contestó riéndose y haciendo gestos raros.
—Dios, Millie diciendo palabrotas, que suceso tan estrambótico.— aquello que dijo Ashtray fue un tanto extraño.
Quiso picar a Millie insinuándole que era una niña buena debido a su vocabulario, le encantaba picar a la joven; pero a la misma vez, hizo uso de una palabra algo inusual en el vocabulario de las personas ya que sabía cuán la joven amaba las palabras extrañas. Aparte, ella leía la mayor parte de su tiempo, por eso estaba seguro que la joven lo había entendido.
—Calla y sigue jugando, no vaya a ser que te maten, crack.— respondió ganándose que el joven le sacase el dedo de en medio.
—Me alegro que te encuentres mejor. Bueno... yo debería marcharme ya.— se empezó a despedir la de rulos algo cansada.
—Espérame, voy contigo. Tengo que ir a mi casa, aprovecho y vamos juntas.— dijo la rubia levantándose y recogiendo su bolso.
—Okay, te espero afuera.
La joven asintió y siguió recogiendo sus cosas. Ashtray no despegaba ojo de la pantalla, pero cuando Mills se acercó a él no dudó en levantarse para despedirse.
—Me voy, luego nos vemos, ¿no?— preguntó Millie sonriendo suavemente para acercar su rostro al del joven y besarlo cortamente.
—Sí, claro. Pero, ten cuidado. Deberías descansar un día más...— decía serio.
La joven sonrió al ver al pelinegro preocuparse por ella. —Tranquilo... no te preocupes.
Ashtray elevó una comisura de sus labios, pero cuando la joven marchó, quedó algo preocupado, ¿de verdad se encontraba bien?
—¡Millie! ¿A dónde vas, cariño?— la llamó su madre mientras Millie salía con el pequeño Michael en brazos. —¿Y adónde vas con Michael?
La joven suspiró pesadamente. —Voy a la tienda de Ash y Fez, pero antes voy a ver a Maddy.
—¿Otra vez a la tienda? Te vas a quedar a vivir allí.— comentó Jose divertido haciendo reír a Noelia; sin embargo, Mills no movió ni un solo músculo para reírse.
—Bueno, me voy.— escucho como su madre le gritaba su nombre repetidas veces mientras salía de la casa con el pequeño, pero se hizo la sorda y la ignoro completamente.
Varias cuadras recorrió hasta que llegó a la puerta de la casa de Maddy, pensaba darle una sorpresa, ya que la pelinegra no tenía noticias recientes de la rubia. A pesar de que solo tenía un brazo "operativo" , hizo el esfuerzo de seguir andando con su hermano en brazos. Cuando por fin llegó, llamó a la puerta un par de veces.
—¡Voy!— escuchó la voz de su pelinegra gritar y aproximarse hasta la puerta y luego abrirla. Una expresión de euforia y emoción se hicieron presentes en su rostro. —¡Mills, mi amor!
—¡Maddy!— exclamó mientras ambas se abrazaban largamente, conscientes de que el pequeño estaba entre ellas.
—¿Cómo te encuentras?— preguntó Maddy conduciéndola a un sofá que se encontraba en el salón de su casa. —Después de aquello...
—Estoy bien, solo un poco trastocada...— explicó carraspeando. —¿Cómo reaccionó la gente?
La pelinegra apartó su vista hacia un punto indiferente. —Bueno... hubo un momento en el que creo que conectaste con Ashtray, él se puso muy nervioso diciendo que te ocurría algo. Rue y yo no entendíamos nada... hasta que caíste de rodillas... ahí fue donde Ashtray empezó a saltar las barras de las gradas bastante angustiado. Le daba igual todo, iba a una velocidad que juré que iba a caer y abrirse la cabeza...
La rubia apartó su vista tratando de no imaginarse la escena. —Dios mío.
—Sí... cuando caíste definitivamente sentí como el estómago se me iba a salir por la boca junto a mi corazón. Ashtray empezó a gritar tu nombre tratando de que despertases, mientras llamaba a una ambulancia con las manos temblorosas. Todo el mundo empezó a correr en tu ayuda...
—Dios mío. —volvió a decir.
La pelinegra asintió triste, odiaba recordar cómo su mejor amiga se había desmayado. —¿Solo te hiciste eso?
—Sí, solo tengo un esguince algo grave en el codo, y no se que más en el hombro... al menos no fue un golpe en la cabeza...
Maddy asintió de acuerdo.
—Oye, Maddy... debo contarte algo. —empezó a decir la rubia algo miedosa por la futura reacción de aquella.
—Sí, dime.
—Probablemente me vayas a odiar o algo... tiene que ver con Cassie, Maddy. —sentía como su voz temblaba.
La joven pelinegra se tensó un poco pero trató de disimularlo. —Cuéntame.
—¿Te acuerdas de la fiesta en la casa de McKay? Donde había piscina...— decía cuando la contraria asintió. —Bien, pues... esa noche me encontré a Cassie llorando en un baño. Estaba bastante mal... quiero aclarar que yo jamás estuve de su parte, Maddy. Imagínate como tenía que estar para ayudarla.
—Mills... tú eres así de empática con todos, a pesar de lo que hayan hecho.
—Sí... entonces, me contó que estaba embarazada... y no sabía si era de Nate o de McKay.
El aura de la pelinegra cambió a uno tenso, agitándosele la respiración sin poder creer lo que estaba escuchando de su amiga.
—Sigue.
—Le compré una prueba de la tienda de Ashtray y salió...— decía cuando fue interrumpida.
—Espera, ¿le compraste una prueba de embarazo?— preguntó sorprendida.
—Si...— afirmó temblorosa la rubia.
—Oh... eso es... genial.
—Salió negativo. Maddy te juro que solo quería ayudar... además, todo te lo iba a contar.
—Ya... realmente te entiendo, Mills. Solo quisiste ayudarla... igualmente, pudiste haberlo ocultado y sin embargo, me lo has contado. Eso dice mucho de ti.— halagó la pelinegra comprensiva, haciendo que Millie se sintiese más aliviada.
—No sé, Ash... la vi rara. A pesar de que me dijo eso, la vi bastante mal.— le contaba la rubia a su novio, quien se encontraba practicando boxeo enfrente de ella.
En ese caso ella no pudo hacerlo, puesto que solo podía mover un brazo. El pequeño Michael se encontraba con Fezco en el mostrador "ayudándole".
—Es normal, rubia. Debes darle tiempo para que lo asimile más o menos, supongo.— decís mientras golpeaba el saco fuertemente.
—No sé yo... no quiero que se enfade conmigo.— volvió a decir con la voz entrecortada.
—No lo hará, y lo sabes. Deja de torturarte tú misma.— aconsejó concentrado.
—¿Estas usando mis propios consejos para mí?— preguntó algo divertida.
El joven sonrió ladeadamente. —Puede ser.
De un momento a otro frenó de golpear, y se giró hacia la rubia. Con la mirada, ella entendió que le estaba pidiendo su botella de agua, así que sin más demora se la lanzó, y luego hizo lo mismo con una toalla.
—Gracias, nena.
"Son como un equipo, se complementan el uno al otro tan bien que parece surrealista a veces."— relataba un cercano a la pareja sobre ellos...
Pues aquí acaba el cap de hoyyy :)
Sinceramente, no me convence mucho, tenía altas expectativas para este capítulo. Pero bueno son las 11 y algo de la noche aquí en España y estoy algo cansada, así que si ven alguna falta ortografía pues lo siento, me costó bastante escribir este cap así que espero que lo disfruten..
Aparte, no se olviden de votar y comentar que les está pareciendo el capi la historia, o si tienen alguna idea... Siguiente renglón.
Ig: @paulamarin_07 (sigo devuelta).
~Pauu👺👺
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