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27

Celos

Alessia estaba en la sala de entrenamientos con su mejor amigo. Aún que era ella quien entrenaba mientras el leía un libro en silencio, haciéndole apoyo moral.

Alec se había vuelto bastante unido a la híbrida, el mismo la había apodado su mejor amiga, cuando ninguno de los dos estaba con sus hermanos, estaban con el otro.

- ¿Ya me vas a decir por qué golpeaste a tú hermano? - Volvió a preguntar con rostro neutro como es costumbre pero las cejas levemente fruncidas.

- No. - Volvió a hacer un abdominal.

- ¿Por qué no?

Nadie sabía el motivo de su pelea además de Jane. La vampiro le había entregado el preciado objeto ya reparado, cuando recibió aquel gesto no pudo evitar que el cariño hacía la chica crezca, volviéndose también su mejor amiga. Aún así no sabía que su hermano era quien había ayudado en su reconstrucción.

- Porque ya paso.

Y era cierto, cuando el objeto estuvo en sus manos, ya reparado, le pidió disculpas a su hermano, haciendo las pases.

- Casi lo matas, si fuera por mi te hubiera dejado, pero eso no es lo importante. - Se sinceró.

La híbrida soltó una risa, su amigo no ocultaba lo disgustado que aveces estaba con su hermano, no le gustaba la idea de que el chico este cazando a su hermana como un rompecorazones.

- ¿Por qué tanto odio? ¿Sólo por qué quiere estar con Jane?

- Si. - Admitió haciendo que vuelva a sonar la risa de su amiga.

- Celoso. - Murmuró para ella misma a pesar de que el la escuchó perfectamente.

- No puedes quejarte, tú hermano era peor con los celos de niño, al menos yo no uso mi don con el. - También seguía resentido por aquella única vez en la que utilizó su don en el.

- Además rencoroso. - Volvió a murmurar.

Alec bufó volviendo a su lectura dando por cerrado el tema al ver que ninguno de los dos coperaba en contestar las acusaciones del otro.

La sala fue abierta por Félix quien entraba con un grupo detrás de el para entrenar. Alec tomó eso como señal de dejar a su amiga para que entrene con el resto.

- Te veo luego, Alex. - Se despidió sin mirarla, empezando a caminar por la salida.

- Adiós. - Despidió mirando la espalda de su vampiro amigo.

Volvió a su actividad esperando a su hermano quien se acercaba con una radiante sonrisa como en los últimos tres días, nadie sabía porque estaba tan de buen humor el híbrido, no le había contado ni si quiera a su hermana del encuentro con Jane.

- ¿Lista?

- Yes.

Se puso en pose de defensa empezando a pelear con su hermano, ambos eran iguales en estadísticas. Lo que Amadeo tenía de fuerza, su hermana de agilidad, haciéndolos un gran dúo.

Ambos golpeaban a diestra y siniestra, concentrados en poder derribar al otro, hasta que como la mayoría de veces, Alessia lo derribó.

- Gran movimiento. - Felicitaron a sus espaldas.

Se giró sorprendida al ver que un vampiro que no era del cuarteto le hablaba. Tambien sorprendida por encontrar aquel vampiro que la cuidó alguna vez en Londres.

- Lucius. - Dijó a modo de saludo sorprendida.

- Alessia. - Miro por su costado viendo al híbrido en el suelo, mirándolo con una sonrisa divertida al ver al hombre que alguna vez burló por rechazar a una camarera. - Amadeo.

- Hurón. - Saludó con humor.

Su hermana se rió por el apodo idiota, mucho Harry Potter para su hermano. Se giró para tenderle la mano ayudándolo a reincorporarse.

- Tanto tiempo. - Dijeron al unísono provocando una risa en el vampiro.

- Están bastante cambiados. - Alagó.

Antes de que pudieran contestar, Félix llamó al híbrido para que vaya con el a entrenar, con una disculpa al vampiro, se despidió dejándolos solos.

- ¿Me permitiría tener un entrenamiento? - Le ofreció con una sonrisa que para los híbridos, era más que notorio que era coqueta.

- Claro. -

Su hermano quien estaba hablando con su grandote amigo, pudo ver como ambos se alejaban para tener una pelea amigable entre ambos. Estaba más que consciente de los movimientos de segundas intenciones que tenían ambos.

- ¿Amadeo? - Pasó la mano por su rostro logrando llamar su atención. Siguió su mirada al verlo con ese brillo que tenía cuando veía algo que le divertía.

Encontrándose con la escena de ambos chicos entrenando con sonrisas para nada amistosas, más bien de puro coqueteo. De un segundo a otro su mirada destalló el mismo brillo que su pequeño hermanito.

Demetri iba entrando para poder trabajar con sus dos compañeros, cuando llegó a su lado, siguió la mirada con sonrisas traviesas que tenían sus amigos hasta toparse con aquella escena.

Alessia golpeó al vampiro, pero en un rápido movimiento ambos cayeron logrando que la estrategia de quedar cerca del otro se cumpla. El vampiro estaba en el suelo con la chica sobre su cuerpo.

- Si estas son tus estrategias de lucha en una batalla, más que pelear con el enemigo, le estarías coqueteando. - Murmuró cerca de sus labios.

- Creo que fui descubierto. - Respondió de misma manera.

Amadeo y Félix estaban esperando a ver que sucedía al ver a Demetri acercarse, como deseaban tener palomitas en ese momento.

Justo cuando ambos estaban por besarse, un carraspeo los hizo levantar su mirada. Un vampiro con un rostro de pocos amigos los estaba mirando con una ceja enarcada.

- ¿Así entrenas, Lucius? - Reprendió.

La híbrida con un ligero rubor se levantó, le tendió la mano al vampiro quien la aceptó gustoso, empujandola un poco cerca de el cuando ya estuvo de pie.

- Veinte dólares a que se pelean por mi hermana.

- Treinta a que Demetri gana.

- Trato.

Ambos miraban ese duelo de miradas que tenían aquellos vampiros. La híbrida levantó una ceja al ver la actitud desafiante de ambos.

- Bueno, los veo luego. - Se despidió queriendo salir de ese momento incómodo.

Se acercó hasta donde estaban los otros dos con caras de decepción al ver que por su lejanía ambos vampiros habían dejado su pelea.

- Tenías que quedarte. - Regaño su hermano al perder el momento de drama.

- ¿Que? - Preguntó confusa.


En los lados de el aquelarre se recorrían rumores de como los hermanos híbridos de no ser vistos por nadie pasaban a ser vistos por todos, e incluso coquetear con medio clan.

Dos vampiros en especial largaban humos por las orejas al escuchar los comentarios de como los mellizos eran los mejores coqueteando o como se lanzaban ante otras personas.

Aro estaba con el cuarteto de vampiros, sus compañeros, y varios vampiros para un almuerzo, pero lo que tenía de especial este era que sus hijos iban a participar.

A los mellizos no les gustaba la idea de cazar a personas inocentes pero tenían sed de volver a probar ese líquido rojo que habían tenido como dieta varios meses.

- Aquí está la sala del trono. - Como siempre, Chealse entraba con una manada de turistas fingiendo ser una guía.

- Por favor. - indicó a sus hijos que eligan dos personas en especiales para ellos.

Las puertas del lugar se cerraron dejando confundidos a los turistas. Los hermanos se acercaron para recorrer con la mirada a sus presas. Encontraron a dos hombres que no les agradaban para nada, así que se acercaron para indicarle a su padre que querían a esos dos hombres para ellos.

- Ya saben.

Con esa orden, el resto de vampiros atacó a los humanos dejando que la sala nuevamente se llene de gritos, sollozos, llantos de súplica mientras los dos hombres que habían elegido eran alejados para ser almorzados por los jóvenes.

Los hombres estaban aterrados. De un segundo a otro, los ojos de los híbridos dejaron ese color chocolate para mostrar unos bellos ojos color carmesí, demostrando ese rojo intenso que era por la sangre de víctimas que los recorría.

A diferencia de los vampiros, cuando ellos estaban con sed no tenían ojos negros, tenían los ojos que demostraría si serían vampiros.

- Primero las damas. - Indicó su hermano con una sonrisa aterradora.

- Gracias. - Sonrió de misma manera para atacar a uno de los dos hombres.

El resto de vampiros estaba mirando a los dos hermanos, admiraban por primera vez aquellos ojos de color del mismo infierno, disfrutaban el sonido de los hombres rogando a gritos que parasen. Luego pudieron ver como a ambos hermanos les recorría una gota de sangre por sus labios, que iba a juego con sus ojos hambrientos.

Jane y Demetri tenían aún sus ojos de color negro, pero ya no era por el deseo de sangre humana, era por la lujuria que sentían al ver esa imagen.

- Provecho - Dijeron al unísono limpiando los hilos de sangre

- Me enorgullecen - Felicitó su padre

Los hermanos sonrieron contentos dejando que sus ojos vuelvan a sus colores chocolate mientras se retiraban de la sala para que limpien el lugar acompañados de algunos vampiros.

Celina, una vampiro, se acercó a Amadeo con una sonrisa coqueta, era una chica a la cual su hermano intentaba conquistar hace días, cosa que venía logrando bien. A su lado se acercaba Lucius, quien tampoco se había rendido con la híbrida.

- Que tal. - Saludaron al unísono los hermanos logrando sacarles una risa a los vampiros.

Antes de que pudieran responder, dos siluetas poco amistosas se colocaron de manera protectora a sus lados.

- ¿No tienen nada mejor que hacer? - Cuestionó Jane a un lado de su tua cantante.

- ¿Cómo andar por ahí arrastrándose por atención? - Siguió Demetri.

Los hermanos no sabían como sentirse al respecto, si ilusionados, confundidos, enojados, pero no querían hacerse falsas esperanzas, al menos no Alessia, ella ya había dado por cerrado el capítulo de amor por el vampiro.

Alec estaba viendo sa situación de lejos, conocía bien a su hermana, sabía que estaba empezando a desarrollar sentimientos por el híbrido. También pudo distinguir la incomodidad de su mejor amiga así que decidió intervenir.

Se colocó a un lado de la híbrida colocando su mano en su cintura de manera posesiva, sabiendo que los dos vampiros dejarían su duelo de miradas para mirarlo mal a el.

- Alessia, ¿Vamos a la biblioteca? - Ella sabía que la estaba salvando, no era normal que le de afecto en público.

- Claro.

Se retiraron de allí con varios pares de ojos sorprendidos por tal acercamiento de ambos.

- ¿Qué rayos le pasa a Demetri? Es molesto. - Se quejó sentándose en el sofá de la biblioteca con su amigo a su lado.

Apenas doblaron en la esquina del pasillo, Alec, le había quitado la mano de la cintura dejándola respirar ante la escena tensa que habían pasado.

- Le molesta que se te acerqué. - Lo bueno de su amigo era que no tenía pudor alguno para decir lo que quería.

- ¿Molestar? Por favor, esa faceta de hermano protector ya la cumple Amadeo.

Alec quiso reírse en su cara al ver que ella creía que el vampiro la cuidaba como una hermana menor, si tan sólo supiera la sonrisas bobas con la que la mira cuando ella está de espaldas, los suspiros que larga cuando lo ignora por hablar con alguien más, los gruñidos posesivos que suelta cuando algún vampiro se le acerca de manera coqueta.

- No lose, Alex. - Prefirió guardarse aquello, le gustaba ver que su compañero de clan sufría por la atención de su mejor amiga.

Los híbridos estaban en su biblioteca, Amadeo estaba volviendo a tocar el violín después de tanto tiempo. Alessia estaba pintando un cuadro de Huilen para tener algo que le recuerde a cada vampiro que conoció en su viaje.

- Alex. - Llamó su atención dejando el instrumento de lado. Ella hizo un sonido con su garganta en señal de que le estaba prestando atención. - ¿Crees que tengo oportunidad con Jane?

La vampiro había cambiado bastante de actitud, últimamente estaba mostrandose más posesiva con el chico, no dejaba que ninguna mujer se le acerqué bajo la amenaza de que si se atrevían a hacerlo, usaría su don en ellas.

Su hermana estaba por contestar cuando la puerta se abrió dejando ver a Alec con un rostro que demostraba puro enojo.

- ¿Qué le hicieron a mi hermana idiotas? ¡Hoy dijo buenos días!

El vampiro pensaba que los híbridos le habían echo una broma o algo así, nunca en las décadas que estuvo con su hermana había deseado algo bueno.

- ¿Disculpa?

- No se hagan los desentendidos. - Les gruñó.

Los hermanos se miraron confundidos, no le habían echo nada a la rubia, mucho menos estaban al tanto de que era posible de que esa terrorífica mujer sepa la existencia de la palabra "Buenos". Ese tipo de palabras positivas no estaba en su diccionario.

- Alec, te juro por Lucifer que no sabemos de lo que nos hablas. - Miró a su mejor amiga tratando de buscar una pizca de mentira pero nada.

- Algo malo va a pasar, no puede ser que haya dicho "Buenos días, Alec" - Imitó la voz de su hermana.

- Tal vez sólo está de buen humor. - El híbrido se encogió de hombros.

- Jane no sabe lo que es tener buen humor. - Dijo con obviedad.

Se retiró de la sala dejando a los hermanos confundidos ante la molestia de que su hermana este de buen humor, además de estar sorprendidos porque eso sea posible.

Amadeo quería pensar que estaba logrando cambiar a la vampiro. ¿Sería posible de que este de buen humor por el?

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