Esperaban a los Vulturi, el lugar estaba repleto de nieve. Rosanna tomó la mano de Carlisle y la apretó con fuerza. El la miró pero ella no le devolvió la mirada.

Sabía lo que se venía. Sabía que, había una probabilidad de luchar, y si la había, sabía que haría hasta lo imposible para asesinar a Aro.

De la niebla empezaron a aparecer un montón de ellos, demasiados como para pelear y ganar, pero no lo suficientes para que Rosanna no pudiera matar a Aro.

Los pies hundiéndose en la nieve era el único sonido que se escuchaba en el enorme claro. Rosanna notó la mirada de Aro, buscando algo, estaba buscando a Alice, incluso así, al mirar a la que en algún momento fue su amiga, el no pudo evitar sonreír, más al verla con Carlisle, su sonrisa se desvaneció por completo, siendo remplazada con una mueca.

No esperaba que se reconciliaran, nunca fue su plan.

Una persona resaltaba de entre los tantos que estaban encapuchados; Irina, la hermana Denali que había causado todo esto.

Un aullido se escuchó en la lejanía y los lobos empezaron a aparecer de entre los árboles, todos acercándose a ellos.

Aro se quitó la capucha y todos lo siguieron. Carlisle soltó la mano de Rosanna y se acercó un poco.

—Aro. Hablemos como solíamos hacerlo, de una manera civilizada.

—Palabras justas Carlisle... y veo que lograste tener a Rosanna de tu lado. ¿Cómo lograste eso? Lo he intentado por siglos.–Rosanna se acercó a Carlisle y levantó su mano, la mano que tenía su impresionante anillo nuevo. Aro soltó una risa.–Ahora lo entiendo. Siempre fuiste una perra, pero una perra sentimental al final de cuentas.–Emmett tuvo que detener a Rosalie para que no se acercara demás.–Pero bueno, es un... batallón el que escogiste para estar en contra nuestra.

—Te doy mi palabra, esa nunca fue mi intención.

—No se ha roto ninguna ley.–Asegure.

—Vemos a la niña.–Insistió Caius.–No se burlen de nosotros.

—No es una niña inmortal. Todos ellos lo atestiguan. Mírala tú, Aro.

—Vean el color de la sangre en sus mejillas.–Insistió Carlisle.

—Artificios.–Proclamó Caius, pero Aro lo hizo callar con el movimiento de su mano.

—Yo encontraré cada faceta de la verdad. Pero de alguien más central a la historia. Edward. Viendo a la niña colgada de tu nueva compañera, asumo que estás involucrado.–Elevo su brazo y empezó a acercarse poco. Rosanna se tensó al verlo, estaba casi segura de que Aro no le haría daño a Edward. Casi.

Edward acarició la cabeza de Renesmee y miró a Bella antes de ir con Aro.

Edward tomó la mano del vampiro mayor y este lo miró a los ojos antes de mirar al cielo y sonreír.

Dejó caer la mano de Edward y su vista se posó en la niña.

—Quisiera conocerla.al–Edward volteó a regañadientes. Bella, Renesmee y Jacob se acercaron. Bella miró an Emmett y a Rosanna, quienes no dudaron en acercarse para protegerla también.–Ja... linda, Bella... te sienta la inmortalidad.–Hizo un gesto de risa al mirar a la niña y extendió la mano.–Escucho su extraño corazón. Renesmee miró a sus padres y luego a su abuela. Rosanna asintió y ella se acercó al mayor.

—Hola Aro.–Ella miró su mano, pero decidió mejor poner su mano en el rostro de él para comunicarse.

—Magnífico.–El se movió y Rosanna tomó a Renesmee del hombro para alejarla de él.–Mitad mortal. Mitad inmortal. Concebida y llevada por esta... neófita. Cuando aún era humana.

—Imposible.–Exclamó Caius. Aro lo miró.

—¿Cress que me engañaron, hermano?–Bella, Edward, Renesmee y Emmett se alejaron. Jacob empezó a gruñir hasta que Rosanna lo jalo del lomo cuál cachorro.

—Traigan a la informante.–Pidió Caius. Irina se acercó con la cabeza baja, sabiendo que había cometido un error imperdonable.–¿Es esa la niña que viste?–Caius señaló a Renesmee.

—...No estoy segura.–Admitió después de verla y bajar la cabeza de nuevo.

—Jane..

—Ha cambiado. Esta niña es más grande.

—Tus acusaciones son falsas.

—Los Cullen son inocentes. Me equivoqué y asumo mi responsabilidad.–Irina miró a Bella, murmurando un "perdóname" que todos lograron escuchar.

Uno de los vampiros encendió el fuego para quemarla.

—¡Aro detente!–Gritó Rosanna, su ex amigo la miró sonriente antes de levantar la mano y lograr que se detuvieran.

—¿Quieres decir algo para defenderla? Después de que... por su culpa, empezáramos a perseguir a tu... nuevo clan.

—Déjala. Admitió su error, se disculpó, estoy segura de que Edward y Bella la perdonan.

—Oh pero... verás, eso no importa. El pedir perdón no importa cuando se ha cometido un crimen... se tiene que castigar.

—No con la muerte.

—La muerte es el único verdadero castigo para nosotros.

—Claro que no. Enciérrala, déjala sin comer un mes. Pero no la mates.

—Vaya Rosanna... te has vuelto muy blanda.

—O quizás nunca me conociste bien como para saber cómo era yo.–La sonrisa de el se desvaneció y con crudeza bajo la mano para que siguieran.

—¡Caius, no!–Suplico Edward, pero no fue escuchado. Le arrancaron los brazos a la rubia sin dudar. Sus hermanas soltaron un grito, llorando su nombre. Arrancaron su cabeza y después dejaron caer la antorcha que terminó por quemarla. Bella subió a Renesmee a la espalda de Jacob.

Todos trataron de detener a las hermanas, buscaban poder evitar que cometieran un error.

—Ciégalas.–Le ordenó Edward a Zafrina.

—Devuélveme la vista.–Pidió Tanya.

—Es lo que quiere, si atacas ahora todos moriremos.–Le explico Rosanna. Se detuvo, por lo que Zafrina detuvo la ceguera también. Rosanna se devolvió a con Carlisle. Edward se estaba acercando a Bella cuando cayó al piso por el dolor que le infringía Jane. Bella salió sin dudar y lo protegió con su escudo mental. A todos ellos.

Todos miraron a Jane y ella les devolvió la mirada, intentando que sus poderes causaran algún efecto en ellos. Incluso, al ver que no funcionaba, estuvo a punto de acercarse a ellos, pero su hermano, Alec, la detuvo.

Los Vulturi empezaron a compartir miradas. Alec se preparó para atacar, pero Aro lo detuvo.

—Aro, no se a quebrantado ninguna ley.–Le recordó Carlisle.

—De acuerdo. ¿Pero eso significa que ya no existe el peligro?–Se acercó un poco.–Por primera vez en nuestra historia, los humanos son una amenaza para nosotros.–Miró a su séquito.–Con su tecnología moderna han fabricado armas que podrían destruirnos. Proteger nuestro secreto nunca ha sido más imperativo. En tan... peligrosos tiempos, solo lo conocido es seguro. Solo lo conocido es tolerable y no tenemos ninguna idea de lo que esta... niña, podría provocar. ¿Viviremos con tal... incertidumbre? ¿Evitamos una pelea hoy para dejar de existir mañana?–Aro miró sorprendido hacia un lado.

—Alice...–Murmuró Edward antes de que todos voltearan.

—¡Alice!–Ella se empezó a acercar junto a Jasper hacia Aro. Unos vampiros los detuvieron con fuerza.–Mi querida Alice, que gusto me da verte aquí después de todo.

—Tengo evidencia de que la niña no será un riesgo para nosotros. Te mostrare.–Saco su mano para que el la tomara.

—Hermano...–Caius intentó decirle, pero Aro dejó que se acercara. Uno de los vampiros golpeó a Jasper en el rostro.

—¡Hey! Tranquilo.–Le gritó Rosanna. El hombre retrocedió con ligereza, pero no se disculpó.

Aro tomó la mano de Alice.

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