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Finally🐾

JeongGuk salió temprano de casa, encontrándose - como ya era de costumbre- con HoSeok. Sin embargo, ahora había curiosidad que se vio creciendo en el cuando notó lo que el alfa traía consigo.

— ¿Y eso

— Descúbrelo por ti mismo. – se encogió de hombros y le contestó suavemente, entregándole con cuidado la caja decorada que traía en las manos.

Resulta que el pelirrojo se había quedado hasta altas horas de la noche envolviendo el regalo por si mismo, para que de esa manera se sintiera más especial de su parte. No era muy bueno combinando colores o eligiendo un buen diseño porque hasta cierto punto, le daba mucha pereza. Sin embargo, el obsequio era para el Omega del que estaba profundamente enamorado y valía toda la pena del mundo el intentar hacer un buen trabajo.

JeongGuk miró con cierta duda, pero al notar la emoción genuina en la sonrisa de HoSeok, se permitió confiar. Tomándolo, deshaciéndose del lazo rojo con paciencia y sacando la tapa. Sus ojos de bambi brillaron ante la pequeña sorpresa, ahí adentro se encontraba un tierno oso, y no cualquier, si no el que el Omega adoraba desde que tenía uso de razón. Una pequeña conmoción se resolvió en su pecho al notar que era de la edición ilimitada de Cooky que tantas veces vio expuesta detrás de la vitrina de una tienda de accesorios.

— ¿Y? — el pelirrojo carraspeó tan solo un poco, intentando llamar la atención del Omega que ahora dejaba la caja en el suelo, sin despegar en algún momento su vista del oso. — ¿Te gusta? – rasco su cuello con cierto nerviosismo. — Haz hablado mucho sobre Cooky y hemos pasado tantas veces por ese lugar que no era tan difícil notar el cómo tu mirada cambiaba a una llena de adoración. – elevó una de sus comisuras, recordando lo malditamente adorable que se veía el Omega viendo al oso de peluche como si fuera lo más esencial en la vida humana. — Quería que fuera mi primer regalo. – arrastró lentamente cada una de sus palabras, ahora con más dificultad debido a que JeongGuk lo miro con fineza.

— HoSeok, me encanta. – murmuró con cierto ápice de cohibición, acariciando con ambos pulgares las mejillas del peluche. — Muchas veces los alfas siempre intentan llenarme de obsequios con lo primero que se les ocurría, más ninguno de ellos se tomaba el tiempo de escuchar mis gustos e intereses, o al menos ver mis actitudes. – negó ante la decepción de esos recuerdo, dejándole muy en claro que ellos no tenían las mejores intenciones con él. — Pero tú... – nos hicieron contacto visual al instante, JeongGuk le sonrió dulcemente y el alfa se sintió desfallecer. —... Tú me demostraste en apenas unas semanas lo tan dedicado y sincero que eres conmigo. Te expresaste tal como eras, sin pretender ser el alfa más codicioso o él más narcisista capaz de conquistar a miles de omegas. Sólo eres tú tratando de obtener una respuesta mía. – bromeó sutilmente, observando como las mejillas del pelirrojo se ruborizaba mínimamente.

— Y seguiré esperando y esforzando todo el tiempo que sea necesario. Incluso hasta empezaré a rezarle a todos los Dioses. – dijo con diversión, juntando las palmas de ambas manos y resintiendo un suave golpe en el hombro.

— Bobo.

Ambos se sintieron con complicidad, el alfa termino acercándose aún más y extendió levemente sus brazos. — Yo, uh... ¿Puedo? – hasta en su mirada había inseguridad, pero el Omega sonrió al escucharlo pedir permiso, eso era muy encantador y tierno a la vez.

— Puedes. – susurro mientras daba un corto asentimiento.

HoSeok se asombró en demasía, sumado a que su lobo empezó a correr de un lado al otro, feliz de poder avanzar un poco con el Omega que quería que sea su pareja. Lo rodeó con sutileza, como si lo que estuviera sucediendo sólo fuera parte de uno de sus mejores sueños, a la vez, siendo consiente que entre sus brazos al sentir más especial que albergaba en su enamorado corazón.

El pelinegro se dejó hacer, apegándose al pecho de HoSeok, reposando su cabeza en el hombro izquierdo de este. Alzando levemente el rostro para sentir como si nariz rozaba la sensible piel del cuello del Alfa que estaba lleno de su reconfortante aroma. El momento era cálido y una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de JeongGuk al sentirse tan extrañamente cómodo y tranquilo. Se sentía como estar en la calidez de su hogar, solo que en los brazos de HoSeok.

— ¿Entonces, ¿Estas dispuesto a seguir? – cuestionó el Omega, cerrando sus ojos un par de segundos ante lo bien que se sentía estar en esa posición.

— Por supuesto que sí. – el alfa bajó la mirada, ambos pares de orbes encontrándose nuevamente mientras sus respiraciones se fundían con escasez. — Haré que construyamos algo entre nosotros.

JeongGuk no pudo evitar sonreír, su lobo se sentía gustoso con la respuesta y la seguridad con aquel alfa se planteaba, dispuesto a tener su aprobación.

— Pero... – agregó. —... debemos seguir con nuestras responsabilidades por más que lo único que quiera es quedarte así contigo.

— Si, tienes razón. -–el Omega se alejó lo suficiente para caminar a la misma distancia que HoSeok.

Intento dar el primer paso, pero se vio interrumpido cuando la mano del Alfa tomo la suya. Él rápidamente lo miro con confusión e incredulidad, pero aquella sonrisa que obtuvo como respuesta fue lo único que necesito para permitir el sirve toque.

— Vamos. – le avisó el alfa, está vez atreviéndose a dejarle un casto beso en la frente, tan dulce y profundo que logró que JeongGuk cerrará sus párpados por unos instantes.

— Vamos. – repitió, asegurando el agarre de ambas manos y sosteniendo con la otra a su pequeño oso japonés.

HoSeok sonrió con absoluto orgullo, casi no pudieron creer la forma en cómo se encontraban. Todo lo sucedido estaba siendo demasiado para su débil corazón. Sin embargo, no retrocedería porque lo único que sabía que anhelaba era que el omega lo afirmara como suyo a tiempo completo. Y así, mientras empezaba su amena caminata hacia la universidad, hablan de diferentes temas sin temor a confundirse. Cada ves era más agradable el sentirse comprendidos el uno sobre el otro a pesar de no tener las mismas opiniones. Sólo eran un par de jóvenes experimentado la gracia de corresponder el mismo sentimiento a través de pequeños pero significantes momentos.

No se detuvieron ni cuando cruzaron por el portón principal y HoSeok no sabía cómo tomar aquello debido a que antes, el Omega se rehusaba a que hicieran algún tipo de interacción cerca de la universidad desde aquel receso en la cafetería.

No se soltaron en ningún momento y solo se detuvieron cuando al fin llegaron al salón del Omega.

HoSeok podia sentir las miradas que todos seguramente le dedicaban y estaba esforzándose mucho en no sacar a flote su lado naturalmente posesivo y territorial. Era claro que la mayoría estaba siendo conformada por alfa que fueron rechazados a primera por JeongGuk.

— Está mañana fue más bonita que las otras. — le comentó, sacándolo de sus pensamientos. Sonriendo al escuchar la sirve risita que el Omega soltó. — Y yo quería decirte que-

Su comentario se vio terriblemente interrumpido cuando la campana resonó por todos los pasillo.

El alfa lo miro con intriga, JeongGuk solo se mordió inferior.

— Oh, yo... Yo creo que tienes que irte, Hyung.

— P-pero ¿Que me ibas a decir?

— Ahora no puedo, llegarás tarde a tu clase y es en el tercer piso.

— Pero...

— Te lo diré luego.

El alfa suspiro y asintió con cierta decepción. — Está bien. Te esperaré en la hora de salida como tú dijiste.

El pelinegro no respondió, y es que no le gustaba como sonaba aquello en la tersa voz de HoSeok. A veces se arrepentía el haber empezado siendo arisco con el alfa, pero primero quería asegurarse si es que el sería capaz de aceptarlo así, sin nada a cbio como muchas veces otros le insinuaron.

HoSeok era diferente y lo comprendió con el transcurso de los días y las semanas, casi dos meses. Un tiempo que quizás aún era corto pero fue diferente desde que dejó que el alfa tomara cierto lugar. Y no había por qué darle más vueltas al asunto, solo decidió que era un buen momento, no podía esperar.

Así que al darse cuenta de que el maestro aún no llegaba y la figura del Alfa aún estaba en su campo visual, gritando su nombre.

HoSeok dio media vuelta rápidamente, asombrando ser llamado. Su mirada estaba perdida en el escepticismo.

Las mejillas del Omega se colorearon de un tono carmín con anticipación. — Yo quería decirte que – poco a poco sus labios se curvaron en una linda sonrisa. —, acepto tu cortejo.

El rubio agrando los ojos desmesurada e increíblemente. El fruto de JeongGuk y el significado de ello había sido un gran impacto emocional. Todo él se sentía inmensamente feliz que su amplia sonrisa de corazon mostraba aquella característica de hizo denotar. ¿Y cómo no hacerlo? El Omega de sus sueños acaba de concederle el permiso de enamorarlo y conquistarlo.

Jung HoSeok haría todo lo posible por ser su alfa. Uno completamente digno de llamarse suyo.

Fin.♡


Autora original: -bxngtxnbiased

Bueno, está bonita obra a llegado a su fin. 🤧 Pero espero que le hayan gustado mucho, como a mí. :3

Tal vez este subiendo otro más, o quién sabe cuántos. 7v7 Lo que si, esto lo subía desde el celular(:v) -porque soy pobre-, por lo que solo subiré historias cortas u O.S a Three Shots e historias cortas; las historias bien largas las subiré desde la computadora(cuando deje de estar en coma :'v), para mayor comodidad. uwu

Bueno, sin más, me despierto, hasta la próxima. uwu💜

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