
021 | Estrellas
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Llegaron se vuelta a la casa de Papi Joe, quien los esperaba aún en el pórtico.
-¿Has estado ahí todo el tiempo?-Le preguntó su nieto.
-Oh, después de tanto correr, descubrirás que una cómoda silla en el pórtico de tu casa es tu lugar favorito. Oh, por cierto...-Se levantó de la silla y tocó en la ventana-cartas de Lord Chesterfield para su hijo.
-¿Qué?-Preguntó Thea.
-Lor Chesterfield tenía un hijo que viajo por el mundo.
-¿Qué es eso? ¿Qué está haciendo?-Cuestionó Riley.
-Es una pizarra-Dijo Papi Joe.
-Papi lo obligó a hacer esto.
-Es buena persona.
-No lo es.
-Chesterfield le escribe cartas sobre como debe comportaste porque un padre sabe que la única forma en que un chico aprenda algo es saliendo al mundo y descubrir quien es.
-Papi trata de enseñarnos desde más allá de la tumba.
-Riles, tu padre no está muerto-Se acercó Thea a la morocha.
-Ah, cierto...
-Matthews nos escribió, ¿no es así?-Preguntó la rubia.
-Así es.-Sacó una carta de su bolsillo-Mis queridos chicos favoritos, cuídense unos a otros, y disfruten el mundo.-Le entregó la carta a Riley.
-No quiero que termine esta noche-Reconoció Farkle.
-¿Qué hacen aquí cuando quieren mirarse a la cara durante otro rato?-Cuestionó Thea.
[...]
Estaban frente a una fogata.
—Les suplico que me hagan el gran favor de apagar bien estas brazas cuando terminen. La casa y yo podemos ser viejos, pero todavía no estamos listos para quemarnos.
—Jamás creí que diría algo como esto pero, me entristece no tener a mi propio Papi Joe.
—Gracias Maya, desearía que me consideraras tuyo hasta el momento en el que, yo, ya sabes... bleh–Se toco el pecho.
Todos sonrieron.
—Okay...–Dijo Maya.
Thea y Farkle estaban juntos en un tronco, ella apoyaba su cabeza en el hombro de él, se sentía segura, al igual que el chico.
-Fueron afortunados-Soltó Farkle.
-¿Por qué?-Preguntó el vaquero.
-Al crecer aquí, tener este cielo, y las estrellas. Ha sido el mejor fin de semana de toda mi vida, gracias.
-Prometan que seguiremos siendo amigos-Pidió Riley.
-Riley...-Empezó la rubia.
-Prometido-Intervino Thea.
-Sin importar que pase, les aseguro que siempre seremos mejores amigas, lo saben-Les dijo Riley a Maya y a Thea.
-No hay nada que pudiera hacer...
-No, no hay nada que pudieras hacer Maya, ¿Entiendes? Somos nosotras tres hasta el momento que ya saben...
-Bleh-Las tres pusieron su mano sobre su pecho al mismo tiempo, justo como lo había hecho Papi Joe hace unos momentos.
—Zay...
—Vanessa–Él se levantó del asiento al ver a la chica.
—Papi Joe me dijo que estabas aquí.
—¿Estabas buscándome.
—Yo quería decirte que lo siento.
—¿Qué hiciste?
—Jamás te di una oportunidad. Y ya es tarde porque jamás pude alejarte de tus nuevos amigos, ¿o si?
El moreno volteó a ver a sus amigos detrás de él.
—¿Alejarme de esas personas? Hm, no, no podías–Volteó a verla de nuevo.
—¿Y si te comprara un helado?
—¿Sabes Vanessa? En realidad, no son mis novias, Thea, Maya y Riley. Ni ninguna de ellas–Admitió avergonzado.
—Ya sabía eso, eso no es lo que me impresionó, son tus amigos que te apoyan, entonces debí perderme de algo, o tal vez cambiaste.
—Bueno... eh aprendido que las personas cambian a las personas.
—Secreto de la vida–Recordó Thea.
—Desde más allá de la tumba nos enseña–Dijo Riley.
—Terminamos contigo, cariñito. Dejala que te compre helado–Habló la rubia.
—Vanessa, cometiste un error con él. Es estupendo–Admitió Thea.
—Bueno, eso ya lo veré–Tomó su mano y se lo empezó a llevar. Zay volteó a verlos, obviamente emocionado de poder estar a solas con la chica que le gustaba.
Lo cuál hizo a Farkle reaccionar de que él debía hacer algo con la chica que a él le gustaba.
-Thea...
-¿Farkle?
Él no le respondió, solo tomó su mano y los llevó a alguna parte, ella no preguntó.
Llegaron hasta el lugar vacío cerca de la casa de Papi Joe.
—Las estrellas son muy lindas aquí–Fue lo primero que dijo el genio.
—Lo son... en Nueva York es difícil verlas, estamos tan ocupados, hay tanto ruido y luces saliendo de las casas que las estrellas desaparecen.
—Es lindo verlas, más en persona, hay veces que solo vemos un cielo así en la televisión, en una proyección y nos perdemos de lo hermoso que puede ser en la vida real, nos perdemos de lo hermoso que puede ser solo ver las estrellas junto a las personas que te importan.
—Tu amas las estrellas.
—Amo el espacio en general, los planetas, me hace sentir que estoy menos solo.
—No estas solo Farkle, yo siempre estaré junto a ti.–Thea tomó su mano.
—Lo dices ahora, pero este tipo de amor por lo general es pasajero, es solo un amor de niños.
—Pues a Cory y Topanga les funcionó, según Riley, ellos están juntos desde que eran pequeños, y a pesar de todo siguieron juntos; son la pareja de América.
—América es muy pequeña, yo preferiría ser la pareja de las estrellas, del universo.
Dejaron un corto silencio, no sabiendo como responder al último comentario del genio.
-¿Me dirás que pasa?
-Cuando me preguntaste que eramos...
-Oh...-Ella se puso seria-si no sabes aún sobre lo que sientes, puedo esperar, no es necesario que me lo digas en este momento, no quería incomodarte, yo solo...
Él la cayó con un beso.
Tomó su rostro entre sus manos y la besó, fue un beso apasionado, pero tierno al mismo tiempo, eran ellos dos, siempre habían sido ellos dos.
Se separaron un poco, tratando de recuperar el aliento.
—Esto es lo que más me distingue de mi padre.
—¿El qué?
—Que yo si me quedé con la chica de mis sueños.
Ambos sonrieron.
—¿Entonces?
—Thea, quiero darte lo que mereces, todo ese amor, quiero darte el cielo, las estrellas, y más, porque sé que eres especial para mí, y quiero estar contigo y ser tan duraderos como los señores Matthews, quiero contar nuestra historia y que la gente pregunte el como podemos seguir juntos a pesar de todo.
—Farkle...
—¿Puedo ser tu novio?
Su sonrisa no pudo ser más grande. Ella se lanzó a abrazar a el genio, no era necesario las palabras en este momento, ambos sabían lo que ese abrazo significaba; era un para siempre, un abrazo de amor y cariño.
Él había logrado conquistar a la chica de sus sueños, a aquella chica que hace sólo pocos meses admiraba a lo lejos, aquella chica que estaba "fuera de su liga".
Y ahora aquí estaban, abrazados, y eran felices.
[...]
—¿Entonces ahora son novios?–Preguntó Riley cuando ambas estaban solas en el compartimento del tren. Thea asintió entusiasmada.
—Lo somos, él es el chico más perfecto que pudiera conocer, fue muy lindo conmigo.
—Si, Farkle es un buen chico, cuídalo mucho.
—Créeme, lo haré.
Ambas rieron un poco, hasta que Thea decidió ponerse un poco más seria.
—¿Y qué pasa con tu vaquero?
—Somos hermanos.
—Tu sabes que no lo ves como un hermano Riles, si tanto te molesta que Maya sienta... lo que sea que siente por él, debes decírselo, no debes quedarte con esos sentimientos.
—No puedo hacerlo, todo será muy raro si lo hago, no quiero que sea raro.
—Quedaras resentida.
—Ya dije que Maya, tu y yo seremos...
—No me refiero a estar resentida con Maya. Estarás resentida contigo misma por no haber hecho nada cuando aún podías.
—Tal vez, pero quiero que Maya sea feliz, quiero que todos ustedes sean felices.
—Prometeme algo.
—Lo que sea.
—Quiero que le digas a Lucas lo que sientes.
—Todo menos eso.
—Riles...
—No puedo hacerlo.
—Él también debería tener voz en esto y saber que tu también lo quieres, mira, solo piénsalo, ¿okay?
—Okay...
—Bien, ahora quiero comer algo, ¿vamos a buscar el carrito de dulces?–La morocha asintió y juntas salieron, era obvio que tendrían dolor de estómago después por tantos dulces, pero no les importaba ahora.
Con tantas cosas en la cabeza, el dolor de estómago era lo menos importante.
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