—¿Por qué tienes que ir?

Mi voz salió totalmente infantil al hacerle aquella pregunta a mi novio, quien estaba ordenando su maleta con total tranquilidad mientras yo estaba con trauma por desapego.

Totalmente exagerada.

—Porque debo cerrar contratos. Créeme que no me hace feliz dejarte aquí, si quieres puedes ir conmigo...

—¿Y que me despidan? Tendrás a una novia sin dinero. — expliqué de manera obvia. Jungkook me observó escéptico y terminó por encogerse de hombros.

—¿Y a mi qué? Yo te puedo mantener.

—Tú siempre con tus cosas de niño rico, pero sabes que...

—Puedes ser autosuficiente y ganar tu propio dinero. — me interrumpió soltando una pequeña risa.

Me conocía a la perfección ahora.

—Exacto, amorcito. — me levanté para darle un pequeño beso en su mejilla, acto que lo hizo cerrar los ojos de forma instantánea.

Jungkook, con su habitual seriedad y compostura, se transformaba en un ser completamente meloso con tan solo un beso en cualquier parte de su rostro. Podía ver cómo su gesto adquiría una dulzura inesperada, como si el roce de mis labios desencadenara una ola de ternura dentro de él.

Cada vez que le daba un beso en la mejilla, su expresión se suavizaba instantáneamente, y sus ojos brillaban con un destello de amor y afecto. Era como si ese pequeño gesto de cariño tuviera el poder de derretir su corazón de acero y revelar al Jungkook más tierno y afectuoso que se escondía dentro de él.

Era como si el simple acto de recibir mi amor lo hiciera sentir seguro y amado en un mundo a menudo complicado y difícil.

—Ah, no me gusta estar alejado de ti. — me abrazó tan fuerte que sentí que no podía respirar, pero a pesar de todo, me quedé ahí, envuelta en sus brazos, sintiendo su calor, sintiendo que mientras estuviera así, no necesitaba nada más. — ven conmigo, tómalo como unas vacaciones para ti.

—No puedo dejar el trabajo, Jungkook.

Pataleó como niño pequeño, pero dejó de insistir al momento en que lo besé. Cierro los ojos y me dejo llevar por la suavidad del beso, permitiendo que su ternura me envuelva como una manta cálida en una noche fría. Cada roce de sus labios contra los míos es como una caricia en mi alma, reconfortante y tranquilizadora.

Estoy completamente enamorada y que bonito se sentía. Se siente bonito ser amado sanamente, de una manera que nos eleva y nos hace mejores personas cada día.

Cada día era una aventura nueva, llena de posibilidades y oportunidades para crecer y aprender juntos. Su amor y compañía me inspiraron a ser una mejor versión de mí misma y puedo asegurar que me siento muy feliz.

Pero no puedo negar que a veces, en medio de la felicidad y la alegría, se cuela una sombra de preocupación, una sensación incómoda de que algo malo está por venir. Es como si la mente humana estuviera condicionada para creer que la felicidad intensa debe ser equilibrada por el dolor o la tristeza en algún momento.

¿Tan masoquista es uno?

Esta sensación surge cuando todo parece estar en su lugar, cuando las estrellas se alinean y todo parece ir perfectamente bien. Puede ser difícil disfrutar plenamente de esos momentos de felicidad porque una voz interior es como si nos susurrara que esta felicidad no durará para siempre.

—¿En que piensas?

Salí de mi pequeño trance y angustia momentánea, para observar su rostro. Sus ojos demostraban preocupación y yo no sabia muy bien que decir.

—¿A veces no sientes miedo de que todo marche tan bien?

Él ladeó su cabeza totalmente confundido y soltó una risa nasal. Su mano subió hasta mi mejilla para acariciarla con suavidad, como si yo fuera a romperme en cualquier momento.

—No siento miedo. Seremos muy felices porque es lo que nos merecemos. A veces siento como si mamá te hubiera mandado para que hicieras mi vida mas llevadera, es extraño, pero desde que estoy contigo he reído más que en mis veintiséis años. — sus ojos brillaron intensamente, como si contuvieran la esencia misma de una galaxia entera. — no pienses negativamente, solo merecemos felicidad. Que tu mente no boicotee lo nuestro, porque Soohyun, nunca he estado tan seguro de que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.

Aunque mi mente a veces intentaba sabotear nuestra felicidad con pensamientos negativos y auto-dudas, me recordaba a mí misma que merecía ser feliz, que merecía encontrar la alegría y la plenitud en mi vida. Y esa felicidad estaba justo delante de mí, en los brazos de Jungkook.

Y eso es lo único que importaba.

—¡Soohyun!

Un grito con unos pulmones muy potentes fácilmente se pudo escuchar en cinco cuadras más. Giré mi cabeza intentando encontrar al dueño de esa potente voz, viendo a un chico alto caminar en mi dirección, para abrazarme de manera fuerte.

Quedé congelada y creo que hasta tensa por su atrevimiento, que cuando me alejé dispuesta a pegarle un puñetazo por ser un confianzudo de primera, abrí mi boca con sorpresa absoluta.

—¿Jin?

Su sonrisa era brillante, incluso más desde la primera vez que lo conocí.

Desde que dejé las juntas con los chicos, no volví a tener comunicación alguna con él y eso me decepcionó un poco. Al fin y al cabo, Seokjin fue la única amistad verdadera en medio de tanta falsedad.

—¿Cómo estás? Perdí tu contacto y el de todos, la verdad. Pero los demás no me interesan, no pensé volver a encontrarte. — se oía muy emocionado y eso me hizo sentir feliz. — seguía yendo al café esperando un día encontrarte y ponernos al día, pero es como si la tierra te hubiera tragado.

—Pues... mi vida se basa en trabajar y... estar con mi novio.

Abrió su boca y desordenó mis cabellos con diversión.

—Mira la pequeña Soohyun, ahora está de novia. ¿Qué tal? ¿Te hace feliz?

—Muy feliz.

Una sonrisa se formaba de manera espontánea en mis labios, inundando mi rostro con un brillo radiante que reflejaba la felicidad que sentía en mi interior cuando pensaba en él.

—Ow, estás enamorada. — hizo un pequeño puchero. — yo también lo estoy, ¿recuerdas la chica con la que siempre estaba emocionado?

—Claro, dejaste de juntarte con nosotros cuando ella aceptó tus citas.

—Había comenzado mi faceta de conquistador. — se encogió de hombros, sonriendo abiertamente. — bueno, al final se nos dio el ser novios, me fui a vivir un corto tiempo a Suecia, que es su país natal y me enamoré de todo allá. Así que... ¡Me caso! — mostró felizmente su anillo de compromiso y yo abrí mi boca totalmente sorprendida. — la boda será aquí, porque será la despedida definitiva de mi familia amigos y cercanos. Así que estás cordialmente invitada a mi boda, pequeña Soohyun.

—No sabes lo feliz que me hace escuchar eso, Jin. De verdad te mereces felicidad y puedo notar que ella es la indicada al ver tu semblante. Estás reluciente.

—Estoy muy enamorado.

—Y es bonito estar enamorado, ¿no lo encuentras así?

—Definitivamente. Nos convierte en una mejor versión de nosotros mismos.

Me gustaba verlo de esa manera, tan emocionado, tan feliz. Y es que ñas personas buenas se merecen cosas buenas, él se merecía vivir éstas experiencias.

Seguimos hablando un pequeño momento más para despedirnos y quedar en tomar un café otro día para seguir con la charla. Me dijo que me presentaría a Alice, su prometida y yo debía presentarle a Jungkook.

Un encuentro totalmente inesperado, pero que sin duda alguna fue grato. Siempre le deseé lo mejor a Seokjin, porque fue la única persona que jamás habló mal de mí y hasta me defendía de todos.

Se merece todo lo bueno que le está pasando.

—Llegas tarde, Park.

Suspiré al escuchar la voz de mi jefe apenas puse un pie en el edificio. Se oía que no estaba de humor y que en esas circunstancias era mejor seguir órdenes y aceptar todo lo que dijera.

—Lo siento. No volverá a suceder.

—Eso espero. — me dedicó una mirada desaprobatoria y me hizo un gesto con la barbilla. — tenemos una reunión en cinco.

Arrugué mi frente intentando recordar que reunión era, pero no tenía memoria de haber agendado alguna para hoy. Menos a esta hora.

—¿Si? Recuerdo que tiene una reunión a las 12:45 junto a Royal Machine...

—Cancela. Lo de ahora es mas importante.

En compañía de él, quien extrañamente mantenía una tenue sonrisa en sus labios, tomamos el elevador. Apreté con fuerza mi planner en mi pecho, sintiéndome levemente incómoda. Mientras nos dirigíamos hacia la reunión, un leve presentimiento de inquietud comenzó a apoderarse de mi mente. No podía poner el dedo en qué era exactamente, pero algo en el aire parecía estar cargado de una energía inquietante, como si el universo estuviera tratando de decirme algo que aún no entendía.

Intenté sacudirme la sensación negativa, diciéndome a mí misma que probablemente solo estaba exagerando las cosas. Pero por más que intentaba convencerme, ese presentimiento persistía, como una sombra que se aferraba a mi conciencia, recordándome que tal vez debería prestar atención a mis instintos.

Porque ellos nunca fallan.

Al momento en que se abrieron las puertas, ella estaba ahí. La presencia femenina que se encontraba justo frente a mí tenía un aura inexplicable que lograba poner los pelos de punta.

Observé a Joongki y a la hermana de Jungkook, quienes se dieron un apretado abrazo lleno de otras intenciones al ver la enorme sonrisa de ella. Me sentía levemente perdida, no sabiendo muy bien que estaba sucediendo, no teniendo idea de absolutamente nada.

—Disculpe, señor, ¿yo debo estar en la reunión? — interrumpí con voz suave.

Cada segundo que pasaba bajo su mirada intensa era como una eternidad, mientras me debatía entre el deseo de desviar la mirada y la necesidad de enfrentarla con valentía. Sabía que no podía escapar de su juicio, como si estuviera siendo evaluada en cada aspecto de mi ser.

Finalmente, cuando pareció estar satisfecha, sus labios se curvaron en una sonrisa apenas perceptible, como si hubiera encontrado algo en mí que le llamara la atención. Aunque no podía estar segura de qué pensaba, sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras me preguntaba qué significaba esa mirada.

—Por supuesto, eres la novia de Jungkook, ¿no? Él estará contentísimo con esta noticia. — no había que ser muy inteligente para captar el tono sarcástico en su voz. Me abracé a mi misma sintiéndome vulnerable ante ella sin encontrar la razón del porqué.

—Disculpe, señorita Jihee, es solo que yo nunca he ingresado a una reunión y...

—Pues ahora lo harás. — sus palabras resonaron en la habitación con una autoridad que me dejó momentáneamente desconcertada. Su expresión también se volvió seria, sus cejas fruncidas y su mirada intensa reflejaban determinación y seriedad.  Sin embargo, justo cuando pensé que la situación no podía volverse mas incómoda, ella cambió su semblante, su suavizó por completo y soltó una pequeña risa. — lo siento, a veces pienso que soy la jefa.

Le di una pequeña sonrisa como respuesta, que fue mas bien una mueca.

No entendía absolutamente nada.

Poco a poco comenzó a llegar más gente. Desde directivos y altos ejecutivos, hasta los representantes de ventas y marketing. Ésta era la sala de reuniones mas grande y que solo ocupaba cuando debía dar alguna noticia importante.

—Bueno, como muchos sabrán, siempre fui muy reacio a querer ayuda de otras personas en mi empresa, a gente externa a nuestro círculo. — Joongki se paseaba con total tranquilidad y miraba un punto en especifico. — sentía que podían robar ideas, que podían perjudicarnos, siendo totalmente ignorante a que si dos de las empresas mas grandes que hay en Corea en el ámbito alimenticio se unen, podrían lograr grandes cosas. Así que hoy, vengo a exponer que la empresa Jeon's Foods y Dolce Italia, se fusionan para un mayor crecimiento y expansión, para unir sinergias operativas, financieras y de recursos humanos para mejorar la eficiencia, reducir costos y aumentar la rentabilidad.

Me quedé sorprendida ante la noticia. ¿Qué mierda estaba pasando? Quise sacar mi celular para avisarle a Jungkook de lo que estaba ocurriendo a sus espaldas, pero seguía con la mirada inquisitiva de Jihee.

¿Ella tenía el poder de hacer algo como esto si no es la directora ejecutiva?

Hubo un pequeño silencio que duró poco gracias a un trabajador que comenzó a aplaudir, seguido de todos los demás.

—¿Jeon Jungkook no es el director de Jeon's Foods?

Joongki sonrió ante la pregunta y tomó la mano de Jihee para presumirla frente a todos.

—Oh no, no, no. Aquí está, les presento a la Directora de Jeon's Foods, Jeon Jihee.

Por más que intentaba concentrarme, sentía como si las palabras se deslizaran por mi mente sin dejar rastro, como si estuviera atrapada en una neblina densa y confusa. Por un momento, me pregunté si todo esto era real o si simplemente estaba atrapada en un sueño vivido. La sensación de irrealidad se intensificaba con cada minuto que pasaba, haciendo que me cuestionara mi propia percepción de la realidad.

Todo esto me generaba desconfianza. Ella me generaba desconfianza.

Cuando estaba a punto de escribirle a Jungkook, él tenía la misma intención, porque un mensaje claro y conciso alumbraba la barra de notificaciones.

❝ Voy de vuelta a Corea. Nos vemos pronto, te amo. ❞

Él ya lo sabía.

Salí por un momento y tomé aire sintiéndome abrumada. Observé a la mujer a través del vidrio y nuestras miradas volvieron a conectar. A pesar de mis intentos por mantener la compostura, no pude evitar sentir un escalofrío recorrer mi espalda mientras una sonrisa siniestra se formaba en sus labios. Había algo en su actitud que me hizo sentir muy inquieta, como si estuviera jugando un juego del cual yo no entendía las reglas.

A medida que la reunión llegaba a su fin, esa sonrisa casi siniestra se desvaneció lentamente, dejando en su lugar una expresión de satisfacción y triunfo. Aunque no entendía completamente lo que acababa de presenciar, sabía que esa sonrisa nunca se borraría de mi memoria, dejándome con una sensación de miedo en mi interior.

❝ No hables con Jihee a solas. Todo estará bien, lo prometo. ❞

Pero, ¿por qué sentía que nada estaba bien?

Quizás este era el comienzo de algo, podía sentir en lo más profundo de mi ser que quizás este era solo el comienzo de lo que tanto había temido.

Con el corazón lleno de aprensión, me debía preparar para lo que estaba por venir. Siendo aún ignorante de todo el caos que se avecinaba

Díganme ustedes, me interesaría leer que creen que sucederá, que esTÁ PASANDO AKI?!

Creo que lo dije en otra oportunidad, que tenía toooda la trama en mi cabecita, pero me estaba costando concentrarme y plasmarlas por el estrés del trabajo 😭.

Pero bienvenidos al último arco de esta historia, disfruta la lectura y nos vemos en un próximo capítulo, las amo 🥰.