02.
𝙀𝙨𝙩𝙖𝙗𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙢𝙖𝙙𝙤 𝙢𝙞𝙧𝙖𝙣𝙙𝙤 en la dirección por la que esa bruja había desparecido de mi vista ignorando mis llamados por completo. Chisté y le di una patada al suelo para ingresar nuevamente a mi departamento analizando el lugar y saqué mi celular de manera rápida para ir directamente al buscador.
“¿𝙌𝙪𝙚́ 𝙨𝙞𝙜𝙣𝙞𝙛𝙞𝙘𝙖 𝙨𝙚𝙧 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙡𝙞𝙙𝙤?”
Tuve que buscar unos cinco minutos en el navegador porque pulido no era la palabra, tampoco lo era paludo, peludo mucho menos. Cerré mis ojos intentando recordar la palabra, sin éxito alguno.
—¿Por qué debo tener una memoria tan mala?
Cuestioné arrugando mi nariz y apoyé mi cabeza en el mesón para dejar trabajar a mi cerebro un momento. Chasqué los dedos cuando pude recordarla con una sonrisa de satisfacción y volví a ingresar al buscador.
—¿Quién se cree? ¿Muy intelectual?
Nunca había oído esa palabra en mi vida, así que cuando vi el significado justo frente a mis ojos, solté un bufido de indignación tan grande que tuve que masajear mis sienes para no salir a buscarla en este mismo instante y preguntarle el porque con tan solo un encuentro ya tenía esa definición hacia mi persona.
“𝙌𝙪𝙚 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙥𝙤𝙘𝙖 𝙚𝙙𝙪𝙘𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙤 𝙚𝙨𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙛𝙤𝙧𝙢𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙘𝙪𝙡𝙩𝙪𝙧𝙖𝙡 𝙮 𝙣𝙤 𝙨𝙖𝙗𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡𝙚𝙜𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙮 𝙗𝙪𝙚𝙣𝙤𝙨 𝙢𝙤𝙙𝙖𝙡𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙥𝙪́𝙗𝙡𝙞𝙘𝙤.”
Lancé mi celular al mesón de la cocina y lo quedé mirando apoyando mis manos en mis caderas. Yo no era un pulido, estaba muy lejos de ser eso. Solamente que ella llegó un pésimo momento, acababa de despertar y llegó con una sonrisa enorme, como si le agradara estar dándome la bienvenida cuando eso no era así.
¿A quien en su sano juicio le gusta recibir a personas desconocidas como si fueran los mejores amigos de la vida?
Eso solo sucedía en los dramas, en la vida real las personas solo estaban pendientes de su vida, sin importarles el resto en lo más mínimo. Observé el artefacto que había lanzado hace unos minutos y volví a tomarlo entre mis manos para llamar a la única persona que podía sacarme esta duda que ahora se había implantado gracias a esa bruja fea.
—Me viste ayer Jeon, ¿por qué me llamas?
Miyeon es persona que me ha aguantado durante todos estos años. Aún cuando alejé a todas mis amistades que en el fondo fueron una total farsa, ella se negó a irse de mi lado, diciéndome que era leal, que en ella podía confiar. Es como la hermana que siempre deseé haber tenido, pero en cambio la vida me dio a una media hermana loca de remate. Miyeon siempre ha estado ahí cuando por las noches lloraba porque extrañaba a mamá, cuando lloraba cuando Jihee me golpeaba en casa, cuando los demás se comenzaron a burlar de mí en la escuela, cuando ya todo estaba perdido, cuando estaba a punto de rendirme, ella me recordaba que si desistía, les mostraría a todos el vídeo en donde salía mostrando el culo pálido en una borrachera y a pesar que sabía que lo decía en broma, que le costaba expresar sus sentimientos al igual que yo, era su manera de decir “no te rindas, idiota, sigamos haciendo mas locuras juntos”.
—Bueno, tengo una vecina algo molestosa y vino a mi casa para darme la bienvenida...
—¿Y eso es malo porque... — me instó a seguir. Yo toqué mi barbilla pensando en mi respuesta.
—Porque se notaba que no quería hacerlo, fue falso, así que le dije que no necesitaba esas cosas... lo cual la hizo enfadar, pero no me importa eso, ¿sabes? Me da igual si esa bruja se enoja o no, solo que me llamó de una manera algo particular... — me senté en el sofá que estaba incluido cuando llegué aquí, el cual no era para nada cómodo y me hizo recordar que casi quedo con una tortícolis.
—Ve al grano, Jungkook, me duermo en vivo.
—¿Crees que soy... peludo? — Solo había silencio de la otra línea, hasta que escuché una ruidosa carcajada que me hizo alejar un poco el celular de mi oído frunciendo el ceño ante el ataque repentino de risa. — ¿De que mierda te ries, eh?
—Sabes que no eres peludo. Tú no soportas el vello en tu cuerpo, lo detestas — ella carcajeaba como si hubiera escuchado el mejor de los chistes por algún comediante, incluso le costó volver a hablar debido a su incesante risa. — ¿por qué me haces preguntas tan extrañas? ¿A caso ella te dijo eso?
Resoplé ante el tono burlesco que estaba empleando Miyeon.
—Aish, esa no era la palabra, nuevamente la olvidé. — con mi dedo índice me di leves golpes en la frente. — espera, buscaré en el navegador.
—Tú y tu memoria de corto plazo, esto es increíble...
Ignoré su reproche para buscar la bendita palabra nuevamente.
—Palurdo. ¿Tú crees que soy eso?
—Podría darte una respuesta si supiera lo que significa tal palabra extraña.
—Básicamente que soy alguien que no tiene modales y que no sabe comportarse con otras personas en público.
—En ese caso no puedo objetar nada contra eso, querido amigo. — soltó una risa burlona. — palurdo, que sofisticada, ¿hablaste con ella?
—Se fue y me ignoró por completo. Haré que se disculpe por tratarme de esa manera.
—¿Con la verdad?
—Ah, cállate.
Ella se estaba divirtiendo con todo lo que estaba sucediendo, solo con escucharla uno se podía dar cuenta de aquello.
—¿Por qué eres tan arisco? No todas las personas son malas, Jungkook. Ya es momento de que conozcas a otra gente, ¿no crees? Ella es tu vecina, compartirán un tiempo, no inicies una guerra que no ganarás.
—¿Por qué no ganaré? — pregunté curioso.
—Porque te aburrirás, lo sé y pronto estarás buscando otro lugar para vivir.
—Ya me estoy aburriendo de ser nómada, creo que me divertiré aquí. — sonreí abiertamente, pensando en como fastidiar a la chica por haberme insultado de una manera tan... única.
—Déjala en paz, idiota.
—No te metas en mis asuntos.
—Eres un terco e idiota. — escuché como suspiraba muy, muy profundo. — Tú padre me ha visitado hoy...
—¿Y?
—Me preguntó el lugar en donde estás alquilando, que obviamente no le dije... — respondió enseguida cuando se dio cuenta que iba a replicar. — pero si me dijo que debías visitarlo y presentarte en la oficina, que él no había autorizado vacaciones exclusivas para ti y tampoco las merecías. Prácticamente fui el pajarito mensajero sabiendo que soy la única que tiene contacto contigo.
—Ah, tengo muchísimas ganas de renunciar.
—¿Y dejar que tu hermana se quede en el puesto que a pesar de todo has luchado muchísimo? No seas idiota, piensa muy bien las cosas, Jungkook.
—Oye, debo colgar. — tiré mi cabeza hacia atrás, no quería hablar de ese tema justo ahora. — gracias por responder a mi pregunta.
—¡Palurdo, te quiero!
No le respondí y colgué la llamada para tirar mi celular justo a mi lado. Fruncí mis labios para pensar que hacer el día de hoy. Debía hacer muchas cosas, eso es seguro, pero no sabía por donde comenzar. Miré a mi alrededor y vi el cuarto en donde tenía todos mis implementos para tatuar. Aquel lugar sería en donde tatuaría a la gente. Siempre me gustó el dibujo, amaba dibujar todo lo que viera y cuando me hice mi primer tatuaje luego de la muerte de mamá, es que llegué a pensar si yo podía hacer lo mismo o lograr algo similar.
Compré la máquina a escondidas de todos, la tinta y piel sintética para comenzar a practicar y cuando me sentí listo para tatuar a alguien, es que me preguntaba a quien podría hacerlo si no tenía una lista larga de amigos. Así que la elegida fue Miyeon, que gracias a mi tiene un atrapasueños en su brazo, es lo que ella había decidido y el resultado fue muy bueno, tanto que le gustó la sensación de la aguja traspasando su piel y se hizo otros. Gracias a ella, quien me recomendó a su círculo de amistades, es que fui ganándome un espacio en aquel rubro. Tenía mi clientela y nueva gente siempre aparecía para cotizar algún modelo.
Era dinero extra que no necesitaba, pero que definitivamente me sacaba de mi rutina y amaba tatuar, era mi pasatiempo preferido.
Así que decidí que ordenaría ese lugar y también colocar música alta para darme ánimos de comenzar. Mi gran parlante era mi fiel compañero, sin música no podría sobrevivir, así que activé el Bluetooth para compartir las canciones.
Lonely de Justin Bieber fue la primera en sonar y ahora es que me cuestionaba el porqué aún no sacaba esa canción de mi playlist musical.
❝ 𝙔 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙢𝙚 𝙫𝙞𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙚𝙣𝙛𝙚𝙧𝙢𝙤
𝙔 𝙨𝙚 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞́𝙖 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙨𝙞 𝙖 𝙣𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙡𝙚 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙧𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙞𝙚𝙧𝙙𝙖
𝘾𝙧𝙞𝙩𝙞𝙘𝙖𝙧𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙞𝙘𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 𝙣𝙞𝙣̃𝙤 𝙞𝙙𝙞𝙤𝙩𝙖. ❞
Me encogí de hombros al comprender el porqué no la sacaba: me identificaba con esa canción y hasta ahora lo sigo haciendo. Siempre me he sentido solo, desde que mamá se fue de este mundo me he sentido como la persona mas solitaria de este planeta. Cuando ella murió, todo para mi cambió, dando un giro drástico. Había gente que nunca había visto en mi vida en el funeral de mi madre, y siento que eso ese tipo de soledad es la que pega más fuerte.
Estar rodeado de gente, pero sentir ese vacío a pesar de todo.
Estuve muchas horas absorto en mi mundo, haciendo los quehaceres que ni cuenta me había dado que el tiempo avanzó muy rápido. El sol ya de había escondido y salí al balcón para sentir la brisa momentánea azotar mi rostro. Las luces comenzaban a iluminar Seúl y era una vista maravillosa desde esta altura. Tomé mi celular para hacer las compras necesarias y que pudieran llegar el día de mañana, hoy sería mi última noche durmiendo en aquel incómodo sofá ya que una enorme cama king había sido comprada con mi tarjeta de crédito.
Siempre he tenido dinero, nunca me ha faltado algo material, entonces comprar por mi cuenta una cama, otro sofá y algunos muebles no iba a ser un problema. Estudié duro para graduarme de la universidad y en un futuro quedar a cargo de la empresa de alimentos que papá era dueño.
Jeon's food.
Elaboraban productos que pudiera venderse en el mercado nacional y también se pudieran exportar a otros países. He luchado mucho para adquirir conocimientos y ser un líder nato, a pesar de que papá me deja con dolor de cabeza cada vez que estoy cerca de él y Jihee, bueno de ella no hay nada positivo tampoco. Es un arpía falta de atención, cinco años mayor que yo y se comporta como toda una cría. Es el vivo retrato de papá, ambos ambiciosos, sedientos de poder, así tengan que pisotear a sus empleados para conseguir sus objetivos.
Yo quería cambiar eso. Y lo haría.
—Mierda, tengo hambre. — pucheree cuando sentí el gruñir de mi estómago, pidiendo por favor algo de alimento. Claramente no tomé desayuno, no almorcé y ahora es donde sentía ganas de comerme un tiburón. Decidí ir a la tienda de conveniencia que hay cerca de aquí para comprar ramyeon, onigiris, gimbap y algo para beber.
Entré nuevamente al edificio y esperé el elevador de forma paciente mientras tarareaba una canción y seguía el ritmo con el pie. Cuando llegó, ingresé con la bolsa en mi mano y cuando divisé a la chica que me insultó, puse la mano esperando a que ella ingresara también. Sus ojos conectaron con los míos y pude percibir como estaban algo rojos e hinchados, al parecer había estado llorando. Aclaré mi garganta y esperé pacientemente a que subiera y así poder confrontarla, pero ella solo me dedicó una mirada de disgusto y prefirió las escaleras.
—Ash, ella es increíble. — gruñí apretando rápidamente el botón del décimo piso y llegar antes que ella. Prefirió subir escaleras antes de subirse al mismo ascensor que yo. — ¿se cree alguien importante?
Cuando las puertas se abrieron, bajé para caminar hasta mi puerta y esperar a que una loca mujer hiciera acto de presencia, por lo cual tuvieron que transcurrir diez minutos. O subía a paso de tortuga o a paso de caracol, lenta como ella sola. Sin embargo cuando vi sus cabellos revueltos y secar las lágrimas con el dorso de su mano, es que me replanteé un poco lo que le recriminaría.
—Oye tú, ¿por qué me has nombrado de aquella manera? — inquirí de todas formas, cruzando mis brazos esperando su respuesta aunque ella me mirara sin entender absolutamente nada.
—¿De qué hablas?
—Me llamaste pulido, ¿te crees superior insultando a personas que no conoces de manera intelectual, eh?
—¿Pulido? — colocó una cara de confusión y cuando cayó en cuenta, sus comisuras temblaron levemente pero evitó a toda costa sonreir. — ah, eres mas idiota de lo que creí.
—¿Disculpa?
—No te disculpo por ser un grosero, cretino, solo quise ser amable y me cerraste la puerta en la cara. — decía cada palabra con enojo, como si lo que sea que haya sucedido afuera, el motivo de sus lágrimas, encontró el momento indicado para sacar su frustración. — tengo toda la razón en afirmar que eres un palurdo con todas sus letras, pero que digo también, eso me pasa por amable, así que escúchame bien, cretino idiota, no me molestes más, que yo tampoco lo haré.
Su pecho subía y bajaba a una velocidad impresionante. Podría asegurar que hasta quedó sin aire al decir todo aquello. Su cabello que estaba en perfecto estado cuando salió esta tarde, ahora estaba desordenado y caía en mechones sobre su frente, evidencia del desasosiego que había estado sintiendo. Sus labios, ligeramente temblorosos, reflejaban una mezcla de dolor y vulnerabilidad. Un sollozo ocasional escapaba de su garganta, recordándole el torrente de emociones que había dejado salir justo en este preciso momento.
Aunque se esforzaba por recobrar la compostura, su respiración seguía siendo irregular, como si su corazón aún se debatiera entre la tristeza y la calma.
—¿Te sientes mejor? — pregunté, apoyando mi espalda en la puerta de mi apartamento. Ella no respondió enseguida y agachó su mirada, quitando una lagrima de su rostro.
—Sí.
—Que bueno. Ahora ya entra antes de que un vecino venga a reclamar que una loca está hablando muy fuerte en los pasillos. — volteé para ingresar mi contraseña y entrar de una vez por todas.
Hoy aprendí dos cosas nuevas.
Uno: no importa el motivo, una chica siempre tendrá un adjetivo descalificativo hacia mí.
Dos: el significado de una nueva palabra.
Y aunque no quisiera, también había quedado con la duda de lo que había sucedido con ella. Pero sabía muy bien que no me incumbe meterme en asuntos ajenos.
Y con aquel pensamiento, comencé a comer en un silencio y en la soledad de mi apartamento, como ya estaba acostumbrado.
Y bueno, decidí subir el segundo capítulo porque está de cumpleaños el amor de mi vida ✨❤️🩹.
Espero les guste y vamos avanzando con esto 🤝🏻✨.
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