Oɴᴇsʜᴏᴛ
Jungkook lloraba por la pérdida de su madre, como cualquier niño de doce años. Alguien que siempre había estado para él, alguien que siempre lo había amado, alguien que siempre lo había cuidado.
Pero él lloraba aún más al ser consciente de que no pudo hacer nada mas que esconderse hasta que todo pasara, mientras aquel hombre vestido de negro y con una máscara blanca, le abría el cráneo a su madre. Un martillo había sido la causa de aquella brutal muerte.
Jungkook había rogado por la llegada de su padre, pero él había salido de viaje, pedía porque todo pasara, pedía porque solo fuera un mal sueño, Jungkook, un niño de doce años había quedado marcado de por vida.
─Lamentamos mucho su perdida ─ eran palabras que ellos escuchaban en aquel lugar.
Las personas iban y venían, dando palabras de consuelo al hombre de la casa y al pequeño que había quedado destrozado. Si, él aún tenía a su padre, pero nada sería igual sin su madre.
Cuando llego la hora de sepultar el cuerpo de su madre, él no pudo más, corrió entre los espectadores hacia un árbol y devolvió todo, al no haber comido nada, la bilis subió por su esófago.
Tendría que ser fuerte, tendría que superar esto, tendría que hacerlo.
[...]
Los años pasaron, Jungkook fue creciendo, convirtiéndose en un chico muy talentoso. Llegando a la universidad, consiguiendo un prestigioso trabajo, realizando su vida, formando una familia.
La pérdida del último de sus padres fue algo que lo puso triste, pero al menos vio envejecer a su padre, fue feliz de haber pasado tiempo con él, de haber hecho lindos recuerdos.
Jungkook, a sus veinticinco años, despidió a su padre en aquel cementerio, donde su madre yacía.
─ ¿Dónde pongo esto? ─ la mujer de Jungkook mostró unos trofeos.
─Podemos guardarlos en unas cajas, creo que en el cobertizo hay unas cuantas, iré a ver ─
─Vale ─ ella sonrió y siguió limpiando los trofeos para después envolverlos en periódico.
Jungkook y su esposa estaban guardando las cosas de su padre, pensaban donarlas o simplemente guardarlas en una bodega. Esa casa donde había vivido su infancia, había quedado a su nombre. Se mudaría de su pequeño departamento ha esta casa, donde le haría más que feliz hacer su vida.
Él subió hacia el cobertizo, bajando unas escaleras que se camuflaban en el techo, tirando de un pequeño cordón, las bajó. Subió con cuidado, intentando buscar el interruptor a tientas. Cuando lo encontró, encendió la luz.
El cobertizo se ilumino apenas, pues no había ventanas en el lugar. Jungkook sonrió al recordar que siempre temió subir en el lugar, es apenas hasta ahora que se había aventurado a subir.
Encontró las cajas que había estado buscando, las cuales estaban desdobladas y apiladas debajo de una caja con algunas cosas. Con cuidado tiro de ellas, pero al girar la caja que había estado arriba de ellas cayó al suelo.
Jungkook dejo las cajas en el suelo para levantar la que se había caído, la abrió para verificar el contenido, no sabía si había algo que se pudiera romper.
Pero mayor fue su sorpresa cuando vio lo que había dentro, el trauma que había tenido de niño salió a flote, su corazón se aceleró, empezó a sudar en frio, sus manos temblaron. Se alejo de la caja asustado, tuvo un par de arcadas.
Aquel asesinato de hace trece años, no había sido tan atroz como encontrar aquella mascara y aquel martillo guardados en la caja. ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué estaba eso ahí? ¿Qué estaba pasando?
Esas preguntas se las hacia Jungkook, pero no encontraría respuesta si no se aventuraba a checar el contenido mejor. Arrastrándose, Jungkook fue hasta la caja, la abrió de nuevo, y con manos temblorosas vacío todo en el suelo. La máscara, el martillo y una carta salieron de ahí.
Con miedo, cogió la carta y la abrió, se sorprendió al ver la letra de su padre.
"Año del 2024.
Hoy hace trece años pasó aquella tragedia. Se que voy a morir pronto, pero no quiero llevarme este secreto a la tumba, quiero que al menos mi hijo lo sepa, quiero que alguien más lo sepa.
Yo fui quien asesino a su madre, pero no me culpen, ella en verdad era mala. Asesinarla no es la mejor palabra, solo destroce aquel contenedor donde ese ser maligno vivía. Se hacia pasar por mi esposa, vivía su vida, era como verla a ella. Pero cada vez que sonreía siempre había algo siniestro en ella, sus ojos no mostraban ese amor por su familia, mi esposa había muerto el día en que Jungkook murió, un ser maligno se adueñó de su cuerpo, pero fue demasiado inteligente ese bastardo ser que por muchos años no nos dimos cuenta.
Yo no soy un asesino, solo hice lo que tenía que hacer para proteger a mi hijo, si no destruía el contenedor, nosotros moriríamos y yo no podía aceptarlo.
Por eso, cuando me di cuenta de lo que pasaba, seguí viviendo la farsa, sintiendo asco cada vez que besaba el cuerpo de mi esposa, pero a la vez siendo ocupado por alguien más. Sentía la necesidad de terminar todo, pero nunca había una oportunidad, hasta ese dia...
Mentí, ella pensaba que viajaría por negocios, solo me preparé para poder llevar a cabo ese "asesinato", con ayuda del padre de la iglesia que está del otro lado de la ciudad, pude hacerlo.
Lo siento Jungkook, no me culpes, gracias a lo que hice, has formado una familia, eres feliz. Se que perder a tu madre fue algo muy fuerte, pero ella no era tu madre de verdad, tu madre no existía ya.
Ese ser que vivió en el cuerpo de tu madre, me atormento cada noche apareciendo en mis sueños, fue así hasta el final de mi vida. Pero no me arrepiento si con eso logre ponerte a salvo.
Te ama, papá."
Jungkook soltó la carta, estupefacto por lo que había leído. ¿Cómo podía creer todo lo que había pasado?
Pero no había razón para no creerle tampoco a su padre, siempre fue alguien ejemplar y nunca solía mentir. Entonces, ¿lo que había pasado era real?
─ ¡Jungkook, el arquitecto ha llegado! ─
El mencionado se sobresaltó al escuchar a su esposa, dejó todo como había estado, metiendo las cosas dentro de la caja. Sería mejor mantener todo tal cual había estado, después pensaría mejor en todo y tomaría una decisión.
Jungkook tomo las cajas y bajo por las escaleras, subiéndolas de nuevo. Caminó hacia donde estaba su esposa.
─Aquí están las cajas ─
─Tardaste demasiado ─ ella sonrió.
─Solo... encontré algo que me recordó a mi infancia ─
─ ¿Es así? ─ ella sonó feliz─. Entonces apresurémonos, quisiera ver los planos para la casa.
─Sobre eso, ¿no te parecería mejor vender la casa? ─
─ ¿Por qué? Pensé que te gustaría vivir aquí ─ ella lo miro extrañada.
─Bueno, estaba pensando en vivir cerca de tus padres, además estaremos cerca de nuestros trabajos y de las tiendas ─
─Si es lo que quieres ─ asiente ella─. Donde sea que tú vayas, yo iré ─
─Gracias, iré a avisarle al arquitecto sobre nuestro cambio de planes ─
─Vale ─ ella siente feliz mientras ve alejarse a Jungkook.
Con una sonrisa que se ensancho aún más, esa mirada que se tornaba oscura. Claro que lo seguiría a donde él fuera, jamás lo dejaría. No cuando ya le habían alejado de él anteriormente, no importa si tenía que alejarse de esta casa, estaría al lado de Jungkook para siempre. No dejaría que nadie más le alejara de él, no como ya lo había hecho su padre años atrás.
Era a él a quien quería, y ya que al fin lo había logrado, jamás lo soltaría.
El padre de Jungkook no pudo ver lo que había dejado atrás, jamássospechó de ella, la mujer que amaba su esposo. Jamás sospechó que todo volveríaa empezar.
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Es ᥙᥒ Oᥒᥱshot ᥴoᥒ tᥱmᥲ́tιᥴᥲ dᥱ tᥱrror ყ sᥙsρᥱᥒso. Yᥲ sᥲbᥱᥒ, ᥒo soყ bᥙᥱᥒᥲ ᥱᥒ ᥱstᥱ tᥱmᥲ, ρᥱro qᥙᥱrίᥲ hᥲᥴᥱr ᥲᥣgo ᥲsί. ¿Rᥱᥴᥙᥱrdᥲᥒ ᥱᥣ Oᥒᥱshot dᥱ Doᥣᥣ? Bᥙᥱᥒo, mᥙᥴhᥲs mᥱ hᥲᥒ ρᥱdιdo qᥙᥱ ᥣo sιgᥲ, ρᥱro dᥱ vᥱrdᥲd qᥙᥱ ᥒo sᥱ mᥱ oᥴᥙrrᥱ grᥲᥒ ᥴosᥲ.
Gʀᴀᴄɪᴀs ᴘᴏʀ ʟᴇᴇʀ ʏ ᴠᴏᴛᴀʀ. Fᴇʟɪᴢ ᴛᴇʀʀᴏʀɪ́ғɪᴄᴀ ɴᴏᴄʜᴇ.
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