*ੈ✩𝐂𝐡𝐚𝐫𝐩𝐞𝐫 03²⋆ ☄.

-ˋˏ Licencia de héroe ˎˊ-

↪ Tras días de un entrenamiento tan riguroso que parecía moldear sus cuerpos y almas, el momento había llegado. La Arena Nacional Dagoba, un coliseo de acero y cristal que se erigía imponente bajo el cielo despejado, aguardaba a los aspirantes a héroe. El autobús de la U.A. se detuvo en la entrada, y uno a uno, los estudiantes de la Clase 1-A descendieron, sus rostros reflejando una mezcla de nerviosismo y determinación.

Aizawa, con su habitual semblante inexpresivo y voz monótona que parecía extraída de un sintetizador, se plantó frente al grupo de estudiantes. Sus ojos cansados recorrieron a cada uno de ellos.

—Si pasan el examen y consiguen su licencia, se convertirán en semi-profesionales. Esfuércense—Espetó, su tono carente de cualquier emoción.

Kayden, como de costumbre, no pudo evitar soltar una risita seca.

—Vaya ánimos que tiene hoy, sensei—Murmuró, su voz apenas audible para los demás.

—¡Ya no seré un simple novato!—Exclamó Denki, por su parte, se mostró visiblemente emocionado.

—¡Hagamos lo que siempre hacemos! Uno, dos... ¡Digan "Plus..."!—Propuso Kirishima, levantando el puño con una sonrisa.

—¡Ultra!—Grito emocionado, un chico detrás de él.

Los estudiantes se giraron para ver quién era el recién llegado. Era un joven de cabello muy corto de color negro y cejas minúsculas del mismo color, ojos negros con forma rasgada y piel bronceada. Detrás de él, un grupo de chicos, idénticamente uniformados y coronados con los mismos sombreros, lo seguía de cerca.

—¿Y este random?—Susurró Kayden a Bakugo, quien levantó los hombros en señal de desconocimiento.

—No te metas en los ánimos de los demás, Inasa—Intervino Seiji, su tono serio contrastando con la curiosidad generalizada.

—¡Lo siento, lo siento! ¡Me arrepiento mucho!—Exclamó Inasa con un entusiasmo exagerado, inclinándose hasta que su cabeza golpeó el suelo con un ruido sordo.

—Qué puto raro—Susurró Kayden, sin poder contener una pequeña sonrisa. Bakugo, al escuchar el comentario de su compañero, reprimió una carcajada.

—Esperen, ese uniforme...—Murmuró Jiro, frunciendo el ceño mientras observaba detenidamente a los recién llegados.

—Es la famosa escuela del oeste—Afirmó Kirishima, su voz resonando en el silencio que se había instalado entre los estudiantes.

—U.A. está en el este y Shiketsu en el oeste—Añadió Bakugo con un tono desinteresado, aunque sus ojos no dejaban de seguir los movimientos del grupo.

Kayden conocía al dedillo esa institución de élite. La rivalidad entre su academia y la U.A. era un secreto a voces, un pulso constante por demostrar cuál era la verdadera cuna de los héroes. Bajó la mirada, fijándose en el sombrero que yacía a sus pies, el mismo que había salido volando de la cabeza de Inasa tras su exagerada reverencia. Con un gesto desdén, lo recogió.

—Una escuela de élite. No son nada comparado conmigo—Afirmó con arrogancia, acercándose al peculiar joven—Se te cayó tu sombrerito, rarito.

Inasa, imperturbable, se incorporó y recogió el sombrero con la misma sonrisa que nunca abandonaba su rostro, ni siquiera después del golpe.

—¡Gracias!—Exclamó, acomodándose el sombrero con un gesto elegante.

—Tú debes ser Kayden, el hijo del director de la U.A—Intervino Seiji, colocándose al lado de Inasa. Sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y desafío—Es un placer por fin conocer el secreto que se guardaba la U.A.

Kayden se limitó a guardar silencio, su mirada dorada clavada en Seiji. No obstante, la intensidad de esa mirada se quebró por un instante cuando se cruzó con la de una chica que lo observaba con una sonrisa radiante.

—¡Me gusta, U.A. y estoy honrado de competir contra ustedes!—Exclamó Inasa, su voz resonando en el lugar. Sus ojos recorrieron a la clase, deteniéndose finalmente en la figura imponente de Kayden—¡Espero que valga la pena luchar contra ti, Kayden!

Kayden esbozó una sonrisa burlona, dejando al descubierto una hilera de dientes blancos y perfectos.

—Eres un tipo divertido, Inasa, lo que yo espero es que su escuelita de segunda categoría sea tan buena como dicen. Y para tu buena suerte—Añadió, su tono arrogante—No competiré.

Kayden irradiaba un aura de egocentrismo y poder que intimidó a los dos recién llegados. Seiji, con el ceño fruncido, no pudo evitar sentir desagrado ante tal altanería. De inmediato, tomó a Inasa del brazo y los condujo de regreso hacia su grupo de compañeros, quienes ya estaban ingresando a las instalaciones.

—Inasa Yoarashi—Nombró Aizawa mirando al joven que se alejaba.

—¿Lo conoce, sensei?—Preguntó Hagakure, su voz llena de curiosidad.

Aizawa asintió con la cabeza.

—El año pasado, igual que ustedes, Yoarashi consiguió las mejores notas de los recomendados, pero por alguna razón rechazó su ingreso—Explicó, sorprendiendo a algunos de su clase.

—¿Es de primer año?—Dijo Deku asombrado. No podía creer que alguien tan talentoso estuviera en su mismo curso.

—No lo entiendo, dice que le gusta U.A., pero no quiso entrar—Dijo Sero con un tono confundido.

—Eso ya no es importante, si se preocupan demasiado, el miedo les jugará en contra—Mencionó Kayden mientras se colocaba a la par de Aizawa—Solo tienen que completar el examen, no es tan complicado.

—Lo dice el que ya tiene su licencia—Murmuró Mineta a Denki, quien asintió con la cabeza. La envidia y la frustración se entrelazaban en sus palabras.

—La envidia es pecado—Mencionó Kayden señalándolos con un gesto despectivo.

—¿Eraser? ¡Eres tú, Eraser!—Exclamó una voz femenina, tensando a Aizawa—Te vi en televisión en el festival deportivo, pero hacía tiempo que no te veo en persona.

—Ella es...—Murmuró Midoriya, reconociendo la figura de la heroína de la televisión.

—¡Casémonos!—Propuso la mujer de forma repentina, frente a Aizawa. Los estudiantes se quedaron boquiabiertos ante la audaz propuesta.

—Jamás—Respondió Aizawa con firmeza.

—¿No? Qué buena broma—Rió la mujer, sin inmutarse por la negativa.

—Como siempre es difícil hablarte, Joke—Murmuró Aizawa con un tono cansado.

—¡La heroína sonriente: Miss Joke! Su don es risa—Exclamó Deku con entusiasmo, reconociendo a la famosa heroína.

El azabache observaba cómo la mujer lanzaba descaradas insinuaciones sobre casamientos y formar pareja. Su sonrisa era amplia y provocativa, pero los ojos de Aizawa permanecían fijos en algún punto distante, revelando una evidente falta de interés.

—Sí, te casas conmigo, podemos hacer una familia que nunca deje de sonreír—Dijo Joke con emoción.

—Disculpe, señora, Aizawa-Sensei no se puede casar con usted—Dijo Kayden, interrumpiendo la conversación con un tono serio. Aizawa lo miró de reojo.

—¿Por qué?—Preguntó Joke, arqueando una ceja y mirando a Kayden con el ceño fruncido.

—Porque él se va a casar conmigo—Respondió Kayden con una sonrisa victoriosa mientras colocaba su brazo sobre los hombros de Aizawa, atrayendo todas las miradas hacia ellos.

—¿¡QUÉ!?—Gritaron todos a coro, sorprendidos por la declaración del joven. Incluso Aizawa se sobresaltó, apartando bruscamente el brazo de Kayden.

—¿Eso es verdad, Aizawa?—Preguntó Joke con una mirada decepcionada y triste.

—Pues claro que lo es y formaremos una linda familia—Dijo Kayden con total confianza, ignorando la expresión de incredulidad de Aizawa—Así que no vengas a quitarme a mi hombre, ¡gata rompe hogares!

Aizawa, con el ceño fruncido, descargó un puñetazo seco sobre la cabeza de Kayden, quien soltó un quejido agudo y se llevó las manos a la cabeza, frotando la zona dolorida.

—Eso dolió, solo era una broma—Murmuró Kayden, masajeándose la cabeza—Aunque usted no negó nada, sensei.

—Callate—Dijo Aizawa frunciendo el ceño.

La tensión se disipó en un instante cuando Joke, soltó una carcajada contagiosa, incapaz de contener la diversión ante las ocurrencias de Kayden. La mujer señaló a su clase que se acercaba a toda prisa.

—¡Son los de verdad!—Exclamó un chico de cabello azabache con ojos brillantes.

—¡Genial, los vi en televisión!—Añadió una chica a su lado, visiblemente emocionada.

—La clase de segundo de la academia Ketsubutsu es mi clase—Explicó Joke.

—Soy Shindo. La U.A. ha pasado por momentos muy difíciles, debió ser muy complicado—Comentó, su voz llena de sinceridad, tomando las manos de Deku y luego las de Denki—Pero aun así, siguen tratando de ser héroes—Tomo las manos de Kayden—¡Maravilloso! Un corazón fuerte es lo que todos los héroes deben tener.

Todoroki, con un gesto sutil, pero firme, hizo que Shindo soltara las manos de Kayden y depositó una porción de gel desinfectante en sus palmas. El joven azabache, sin dudarlo, frotó el gel con una sonrisa.

—Oigan, vayan a los vestidores y diríjanse a sus lugares—Ordenó Aizawa, su voz autoritaria, pero no desprovista de cansancio—No pierdan el tiempo, vamos, Kayden.

Kayden se despidió de sus compañeros con una sonrisa y caminó junto a Aizawa, observando cómo Joke se colocaba al otro lado de su mentor.

—Oiga, ya le dije que se alejara de mi hombre.

↪ Los tres llegaron a las gradas, una plataforma elevada que ofrecía una vista panorámica del inmenso campo de batalla. Aizawa, con su característico gesto de desdén, observaba la escena cruzado de brazos. Junto a él, Kayden intentaba mantener a raya a la excéntrica Joke, cuya sonrisa de oreja a oreja era contagiosa. Los dos profesores fijaban su mirada en una colosal caja que yacía en el centro del terreno, rodeada de una caótica amalgama de objetos. Kayden, visiblemente aburrido, sacó su teléfono y se sumergió en un juego, recargando su cabeza en el hombro de Aizawa como si fuera un niño pequeño.

La expectación crecía a medida que la caja se abría lentamente, revelando una marea humana de estudiantes provenientes de diversas instituciones que se preparaban para afrontar su primera prueba. La complejidad de este examen era abrumadora: de entre los miles de participantes, solo cien serían seleccionados para avanzar a la siguiente fase.

Su misión: no ser eliminados para avanzar a la siguiente fase.

La clase 1-A se encontraba en una situación crítica. Sus Quirks, expuestos durante el Festival Deportivo, eran ahora un arma de doble filo. Sus oponentes, conocedores de sus habilidades y vulnerabilidades, podrían diseñar tácticas específicas para neutralizarlos.

—Si te gusta tu clase de este año, debiste decirle a tus estudiantes lo que siempre pasa al principio—Dijo Joke con un tono burlón—¡La destrucción de la U.A!

Aizawa, sin inmutarse, respondió con confianza:

—Un héroe le da la vuelta a cualquier situación adversa. En primer lugar, si serán profesionales, todos conocerán sus singularidades, por eso nosotros vamos un paso más adelante que el resto.

La batalla entre U.A. y Ketsubutsu era el evento principal, y la mayoría de los miembros de la clase 1-A exhibían una sincronía impecable en sus ataques y evasivas, al igual que sus oponentes de Ketsubutsu. Sin embargo, este equilibrio precario se quebró cuando Shindo, el gigante de Ketsubutsu, desató el verdadero poder de su Quirk. Las vibraciones que emanaban de su cuerpo crearon ondas de choque que remecieron el campo de batalla, desestabilizando a todos los presentes.

Midoriya, aún conmocionado por el poder abrumador de Shindo, se vio obligado a esquivar una avalancha de escombros. En medio del caos, la chica rubia de Shiketsu, con una sonrisa calculadora, se interpuso en su camino. El combate que siguió fue una muestra de la agilidad y la fuerza de ambos. Con un movimiento rápido y preciso, inmovilizó a Midoriya contra el suelo.

—Fue buena idea venir. Ustedes de U.A. tienen algo que quiero—Dijo ella, su voz apenas un susurro amenazante.

—¿Algo que quieres?—Repitió, tratando de comprender las intenciones de su adversaria.

—Así es, si paso este estúpido examen—Continuó la chica, acercando su rostro peligrosamente al oído de Midoriya—Me llevaré a Kayden conmigo, apuesto que él se pondrá muy feliz de tenerlo.

Un escalofrío recorrió la espalda de Midoriya al escuchar el nombre de Kayden. El recuerdo de aquellas palabras lo helaron. Con un esfuerzo sobrehumano, aprovechando la distracción de la chica, Midoriya activó su Quirk al máximo, liberando sus articulaciones con un chasquido audible. Con un movimiento rápido y decidido, se zafó del agarre de la chica, quien no pudo evitar esbozar una sonrisa divertida al ver la desesperación en los ojos del joven héroe.

Mientras tanto, en otra parte del campo de batalla, Todoroki había superado con facilidad la primera ronda, demostrando una vez más su inmenso poder. La tensión se palpaba en el aire, y el reloj corría inexorablemente. Solo quedaban dieciocho puestos disponibles, y en la Clase 1-A, la angustia crecía a medida que el tiempo se agotaba. Nueve de sus compañeros aún no habían logrado superar la prueba, y cada minuto que pasaba, sus posibilidades se reducían. Sin embargo, en ese momento crítico, un acto de Aoyama encendió una chispa de esperanza, reuniendo a todos los estudiantes de U.A. que aún quedaban en la zona de examen.

Su iniciativa fueron contagiosos, y poco a poco, los estudiantes se unieron en un solo equipo, dispuestos a ayudarse mutuamente. Con renovado ánimo y una fuerza de voluntad inquebrantable, los nueve estudiantes de la Clase 1-A que aún no habían aprobado, gracias al esfuerzo conjunto y a la colaboración de todos, lograron superar los obstáculos que los separaban de la meta, asegurando así su pase a la siguiente fase del examen.

Mientras tanto, en las gradas, la mirada de Aizawa se posó en Kayden, quien se había levantado de su asiento.

—¿Adónde vas?—Preguntó Aizawa, su voz tan monótona como siempre.

—Al baño, regreso en un momento—Respondió Kayden con una sonrisa

Aizawa asintió con la cabeza, observando cómo Kayden se alejaba con paso decidido. El profesor notó cómo Joke se levantaba de su asiento para obstruir su visión. Frunciendo el ceño, Aizawa desvió la mirada, fingiendo desinterés. Mientras tanto, el azabache se adentraba en las entrañas de la escuela, sus pasos resonando en la quietud del lugar. Al final del pasillo, sus ojos se cruzaron con los de una chica rubia de Shiketsu, cuya sonrisa amplia y radiante. Intentó hablar, sus labios se movían en una presentación que nunca llegó a completarse.

—Podrás engañar a todos, pero no a mí—Interrumpió Kayden, su voz serena mientras una sonrisa se formaba en sus labios—No importa en quién te transformes, nada reemplaza esa bonita sonrisa tuya, Toga.

Toga, al escuchar esas palabras, no pudo evitar esbozar una sonrisa genuina. Su máscara de inocencia se desvaneció momentáneamente, dejando al descubierto la fascinación que sentía por Kayden.

—Es por eso que me agradas tanto, Kayden—Dijo mientras cambiaba a su apariencia original, revelando su verdadero rostro—Parece que me reconociste rápido.

—¿Qué te trae por aquí? ¿Shigaraki te envió?—Preguntó Kayden, su tono volviendo a ser indiferente.

—No, ni siquiera sabe que estoy en este lugar—Respondió Toga, soltando una risilla suave—Pero no nos hemos visto desde la última vez, y comenzamos a extrañarte.

—Es lindo escuchar eso, pero lamento decirte que no creo que nos volvamos a ver a menos que yo quiera—Dijo Kayden colocando una mano en su cintura, su postura denotando una confianza inquebrantable—Así que, dile a ese mugroso de Dabi que deje de enviarme flores quemadas. Suerte en tu examen, linda.

Toga, con una sonrisa que parecía grabada en su rostro, observó cómo Kayden se alejaba por el largo pasillo. La masa viscosa la envolvió rápidamente, transformándola de nuevo en Kemy, la estudiante que había utilizado para infiltrarse. Con la misma energía y determinación de siempre, se dirigió hacia la zona donde se encontraban los demás aspirantes, quienes miraban a través de las pantallas cómo el campo de batalla era destruido por las explosiones.

El examen final, diseñado para evaluar sus habilidades de rescate bajo presión, resultó ser una prueba de fuego. Gang Orca, el héroe profesional, interpretó el papel del villano, creando un escenario de combate intenso y realista. Aunque la mayoría de la Clase 1-A logró superar la prueba, algunos estudiantes clave como Inasa, Todoroki y Bakugo no tuvieron la misma suerte. Sus conflictos internos, como la acalorada discusión entre Inasa y Todoroki, obstaculizaron su desempeño y los dejaron fuera de obtener su licencia de héroe.

𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑'𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐄/～♡

⇝ Imagines incluidas en la historia credito a sus respectivos autores.

⇝ Lamento posibles fallas autográficas.

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