Jin realizó su Streaming navideño sin problemas, compartió con sus fans todas las nuevas gachas que ese día había comprado, excepto por la última, ya que aún estaba en proceso de creación.

Estuvo más de 4 horas jugando a MapleStory mientras sus fans le mandaban mensajes de ánimo, cariño y buenos deseos por la época de fiestas.

Una vez terminada su transmisión, se fue a cambiar una cómoda pijama de unicornio, la cual era de sus favoritas. Sintiéndose agotado, se fue recostar a su cama King Size, que hacía juego con la decoración rosa de su habitación; en compañía de su amado peluche RJ.

El cansancio era tal, que olvidó lo que se estaba creando en su bañera, cayendo por completo en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente, por más que su cuerpo quería seguir descansando por la amanecida que se mandó, despertó por los fuertes sonidos de pisadas que sus vecinos del piso de arriba generaban.

Con total desgano se levantó, aún con la vista nublada y sus sentidos funcionando a menos de la mitad, se dirigió a su cuarto de baño para darse una ducha que lo ayudara a despertar - claramente había olvidado lo que había dentro- Abrió la puerta mientras se tallaba los ojos intentando aclarar por completo su vista.

El cuarto de baño tenía un pequeño pasillo decorado con azulejos de tonos rosa bebé, con figuras de flores de cerezos, a las que prefería llamar sakuras-tal y como se conocían en Japón- el pasillo conducía de frente a un lavamanos muy equipado, con un espejo bastante grande que Jin utilizaba como un peinador.

Viendo su reflejo que le gritaba por todos lados -necesitas dormir más- comenzó a desvestirse, ignorando la necesidad de dormir más, girando al lado derecho donde el pasillo continuaba y lo conducía aún pequeño espacio donde se encontraba su lavadora y cestos de ropa.

Terminó de sacarse el mameluco de unicornio, lo colocó en el cesto, antes de retirar su bóxer-que también era de unicornio- optó por primero llenar la bañera con agua calentita, a su lado izquierdo se encontraba las puertas de plástico que hacían juego con toda la decoración rosa bebé de ese extenso cuarto de baño.

Al abrirlo para abrir el grifo y llenar la bañera, dio un brinco en su lugar, acompañado de un fuerte grito al ver dentro de su bañera color perla a un joven totalmente desnudo que se le quedó viendo con un rostro confundido.

-Qui...qui... ¿quién eres?, ¿qué haces en mi bañera? ¿cómo entraste? ¿Eres un ladrón?- Jin estaba que moría de miedo, no entendía lo que estaba pasando y su cuerpo no dejaba de temblar.

-Mucho gusto, soy Taehyung. Gracias por escogerme como tu novio, espero no decepcionarte- dijo al momento de levantarse de la bañera y mostrar su perfecto cuerpo que para Jin parecía hecho de oro.

-¡No hagas eso!- gritó Jin al momento en que salió de su trance por ver el cuerpo desnudo del extraño en su bañera. Ahora tapándose los ojos con un sentimiento de culpa por haber visto la desnudez de ese joven continuaba gritando histérico - ¿Novio? ¿Cómo que novio?-

-¿No lo recuerdas?- la voz del joven decayó notoriamente- soy el Yeonin-gacha o Novio-gacha, como quieras decirlo, que compraste ayer en la tienda- dijo lo último volviendo a pararse con una gran sonrisa cuadrada.

-Que, ¡¿Qué?!- Jin volvió a gritar -¡Te dije que no volvieras a hacer eso! - Jin salió a toda carrera del cuarto de baño, rumbo a su habitación y buscar algo de ropa para el extraño -pero muy lindo- muchacho desnudo de su bañera.

Después de descargar sus emociones en sus redes sociales y por si acaso bloquear a sus amigos, para tener algo de paz porque de seguro le preguntarían el porqué de sus tweets.

Ahora no tenía cabeza para nadie, ni para él mismo. Con la cabeza doliéndole por tratar de comprender todo, regresó a la bañera para darle algo de ropa a ese joven que afirma ser su novio.

Al ingresar, vio que el joven ya no estaba en la bañera sino, ahora se estaba admirando en el espejo; tocando su rostro, sus pectorales finos, delineando su cintura, volteando un poco para admirar y acariciar su respingado y bien formado trasero.

Seokjin quedó paralizado, contemplando lo que hacía ese joven, embobado con cada detalle que captó gracias a seguir la vista a esas manos ajenas.

Taehyung continuó con la exploración de su cuerpo -fingiendo no saber que había un fisgón- las caricias delinearon más de una vez su voluptuoso trasero, para finalmente estar frente a ese enorme espejo otra vez. Su vista ahora se dirigía a su intimidad, descaradamente estuvo a punto de tocarse cuando un carraspeo lo detuvo.

-¡Acá tienes ropa!- soltó Jin, notoriamente alterado para evitar seguir viendo la forma sensual en que ese extraño estaba tocándose.

-Oh, amor. Gracias - respondió volteando sobre sus talones con una sonrisa resplandeciente, estaba feliz que su plan había salido mejor de lo que esperaba.

-A... ¿amor?-

-Sí, soy tu novio ¿No? Así que debo decirte algún bonito sobrenombre y amor es uno significativo además de ser lindo- Taehyung usaba un tono de voz dulce, junto a su tono grave lo hacía ver más encantador.

-No, no lo hagas- respondía un tajante Jin. Por más que lo intentara, no estaba listo para escuchar esa palabra, ni pronunciarla.

-¿Por qué? Los novios se aman, por eso...-

-¡Dije que no!- Jin salió lanzando un portazo rumbo a su habitación.

Taehyung se quedó asustado por la reacción, pero su deber era ser el novio ideal, así que se cambió a toda prisa para seguir a su novio - lo que tiene de guapo, lo tiene de gritón- pensó con una risita ligera.

-¿Cómo se atreve a decirme amor? Ni siquiera me ama, eso no se dice a la ligera...- Jin seguía refunfuñando lanzando patadas al aire, cuando llegó al frente del espejo de su placard y al ver su reflejo, recién se dio cuenta que todo esté tiempo estuvo en boxers de unicornio.

-¡Mierda!-

-No te apenes, tú me viste desnudo - escuchó una voz a sus espaldas que lo hizo dar un brinco del susto.

-No, no me veas, voltea ¡Voltea!- gritaba histérico tratando de tapar su torso y ocultar ese tierno bóxer, con sus manos y las orejas y mejillas completamente rojas.

-Buff, eres muy dramático - bufó soltando una pequeña risita- tu unicornio se veía lindo~-siguió molestando usando ese tono cargado de dobles intenciones.

-Cállate- respondió Jin, en un susurro sacando rápidamente ropa para él del placard.

Taehyung al estar de espaldas se detuvo a observar la gran estantería que contenía todo tipo de juguetes - al parecer alguien tiene un vicio con los juguetes- dijo entre asombrado y burlón.

-No son cualquier tipo de juguetes, son colecciones de gachas- respondió enfatizando la última palabra.

-Mmm, entiendo. Entonces eres uno de esos obsesionados con coleccionar cada gacha que existe en el universo... ¡Ah! ¿Por eso me compraste? ¿Me quieres poner en un aparador?- soltó completamente aterrado, al menos eso pensó Jin.

-Creo que no soy el único dramático en esta habitación- contraatacó divertido.

-Lo soy, después de todo soy tu novio. Verás que tengo mucho de lo que tú tienes o lo que tú quieres - volteó sobre sus talones lanzando una mirada pícara que a Jin lo dejó desarmado por unos instantes- ¡soy tú complemento!- extendió sus brazos.

Jin volvió a carraspear - por favor, no mientas. Aún soy...-

-¡No estoy mintiendo!- Taehyung estaba ofendido haciendo un puchero y cruzando sus brazos- soy tú novio, estoy hecho para ti-bueno algo así- murmuró lo último con la cabeza a un lado, como tratando también de comprender.

-Ok, no entiendo nada. Entonces ¿Realmente saliste de esa gacha? - Taehyung asintió como un cachorro.

Jin no podía dar crédito a esas palabras, ¡era imposible que salga un humano de una gacha! Con la jaqueca incrementando, Jin salió de la habitación rumbo a la cocina.

Taehyung lo siguió, sabía que debía darle su tiempo para asimilar la situación. Así era siempre, los humanos sueñan con la magia, pero cuando lo tienen frente a sus ojos, se niegan a creer en ello.

-Toma asiento, prepararé el desayuno- ordenó un cansado Jin, rendido de tanto pensar y hallar algo lógico en el asunto.

Taehyung estaba por obedecer, pero al ver que todo el lugar estaba con una decoración muy parecida a la habitación, quedó boquiabierto.

La sala no era tan grande, pero los muebles blancos y el gran televisor pantalla plana ubicado al centro sobre un mueble de color crema, daban la ilusión de que sí lo era.

Todas las paredes, incluyendo la cocina tenían un tono rosado bebé, bastante encantador, los estampados en la parte de la sala se parecían a las de la habitación, eran unos pétalos de cerezo que parecía flotar a través de las paredes.

No podía negar que ese hogar, se veía bastante mágico - vaya que te gusta el rosado- confesó mientras seguía inspeccionado el lugar-se ve tan mágico y él no cree en mi, irónico- pensó al seguir admirando los detalles.

-Así es y no me vayas a salir con que el rosado es sólo para chicas, los colores no tienen género...-

-No lo iba a decir, también me parece tonto pensar así. En cambio, yo creo que los colores los usamos para expresar nuestros sentimientos y por lo veo- seguía mirando cada detalle, de cada adorno y mueble en la sala y ahora se encontraba en la isla de la cocina, el cual también tenía los muebles a juego con la pared- eres una persona que ama los colores pasteles, muestra clara de tu puro corazón. Y aquellos tonos grises de tu estantería de libros y de la alacena de tu cocina, demuestra lo sensible y frágil que eres ante los golpes de la vida. Ahora esos cuadros de paisajes que decoran la entrada y parte de tu sala, muestran tu pasión, alguien muy apasionado con aquello que realmente te importe, también...-

-Ya, basta. Deja de estudiarme... me siento expuesto- confesaba Jin con las orejas al rojo vivo, al ponerse un delantal, también de unicornio.

-Y el unicornio demuestra que convives con tu niño interior- agregó Tae ignorando el pedido del mayor.

-Algunos me dicen inmaduro- se encogió de hombros retornando a su labor de preparar el desayuno.

-Dicen eso, sólo porque están celosos de que seas capaz de disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, de la magia de tu alrededor-aunque en este momento parece que te niegas a aceptarlo- volvió a murmurar lo último tomando asiento en la isla de la cocina en frente de Jin quien preparaba unos huevos con jamón.

A diferencia de antes, esta vez sí escuchó las palabras de Tae. Entonces ¿Era cierto que estaba presenciando algo mágico? ¿No era una broma de mal gusto?

-Deja de pensar tanto- esta vez Tae utilizó un tono más amable, cariñoso y dulce- no le des tantas vueltas al asunto, si tienes dudas puedo responderlas. Al menos todo lo que sé- continuó al tomar su plato, con una gran y peculiar sonrisa cuadrada.

Jin sólo asintió, tomando asiento frente a ese curioso y hermoso ser. Preparando su arsenal de preguntas para intentar comprender la situación.

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Pixelitos de mi corazón! 💜 Este es el último capítulo del día. Mañana continuaré actualizando 😌💜

Qué les parece esta propuesta? Les convence? Ya sienten algo de la magia? 🙈

Nos vemos mañana, bye bye 😘💜 cuídense mucho, no salgan si no es necesario para que también cuiden a sus familias 😌