Habían pasado quince días desde que me mudé.

     Dos semanas enteras y un día, gracias a mi, el piso cuatro está completo de nuevo, después de catorce meses sin nadie alojándose en él.

     A mi izquierda vive Ssoso, un chico de unos veinte años, budista. Siempre lleva ropas de color mostaza claro, se pasea descalzo la mayoría del tiempo, no tiene nada de cabello y sus ojos son pequeños y rasgados. Hablamos un par de veces por el balcón de mi sala de estar.

     A mi derecha vive Ring Ring, de unos veintitrés, su cabello es azul y siempre está atado. Su maquillaje es tan natural, que no sueles notar si se ha maquillado o no. Siempre viste de acuerdo a las "nuevas modas" ㅡe incluso sólo hablamos de ello a vecesㅡ, de todos los tonos rosas y rojos que conozco.

     Frente a mi vive una pareja de ancianos que siempre me sonríen y piden ayuda cuando lo necesitan, muchas veces fui hasta su casa a pedirles un poco de azúcar o incluso a tomar el té por las tardes.

     ㅡAquí está mi parte ㅡle dije a Ssoso, pasándole un sobre grisáceo con dinero dentro.

     ㅡBien, me encargaré de pagarlo mañana cuando salga de compras.

     ㅡAh, ¿necesitas algo?; voy a salir a comprar ahora ㅡexpliquéㅡ. No te preocupes, no necesitas pagármelo, es suficiente con que me prestes tu internet.

     Ssoso y yo, desde el tercer día que estuve aquí, nos llevamos bien. Cuando la primera semana caducó, él dijo que podía ir a su casa cada que necesitara algo y, sin pedírmelo, me dió la clave de su wi-fi. A los dos días llegué con un sobre de dinero y se lo tendí por el balcón, le dije que sería mi parte del pago por el teléfono e internet que él me estaba prestando.

     Abrió el sobre y contó el dinero, devolviéndome unos dos mil, cuando le pregunté por qué, me dijo que estaba pagando de más, qué eran sólo dos mil y los otros dos mil los pagaría él.

     Recuerdo, aquella noche, con los dos mil que me devolvió, fui a comprar comida y le invité a cenar.

     ㅡ¿Seguro?

     ㅡClaro, creo que si vas por un par de cosas pequeñas, sería una pérdida de tiempo ㅡexpliqué, sonriéndoleㅡ. Iré yo, debo comprar cosas para la cocina y algunas para el baño, además de que necesito comida.

     ㅡEstá bien ㅡmetió una de sus manos en el bolsillo y me tendió una pequeña listaㅡ... ésta es la lista que tengo que comprar y la cantidad, te agradecería mucho si pudieras comprar lo exacto.

     ㅡClaro, ¿los necesitas con urgencia? ㅡpregunté, mirando la lista con curiosidad y atención.

     ㅡNo, pero estaría bien si volvieras antes de la cena.

     ㅡBien ㅡle sonreíㅡ, volveré en una hora cuánto mucho.

     ㅡMuchas gracias ㅡme sonrió e hizo una pequeña reverencia antes de irse dentro de su casa nuevamente.

     Entré a mi sala, cerrando la puerta de vidrio tras de mi, y luego de tomar mi billetera y las llaves, salí.

     ㅡ¡Tobe!~ ㅡcanturreó Ring Ring, mi vecina, me volteé y le ofrecí una sonrisaㅡ. ¿Te vas de compras?

     ㅡSí, necesito un par de cosas.

     ㅡ¿Podrías comprar comida para mi pequeña Yuni? ㅡpidió, con un puchero.

     ㅡClaro, ¿qué marca debería comprar?

     ㅡ¡Chowby! ㅡdijo, tendiéndome algo de dineroㅡ. Con una bolsa de un kilo será suficiente.

     ㅡEstá bien, vuelvo en una hora cuánto mucho.

     ㅡ¡Muchas gracias! ㅡbesó mi mejilla y se fue haciendo ruido con sus tacones hasta su puerta nuevamente.

    Suspiré y me volteé, caminando hasta el asensor.