Hoseok estaba enfurecido.

—Amor, no lo sé —le dijo Taemi, tratando de besarlo, pero el chico la alejó—. Hoseok, por favor, no te enojes.

—Lo sabes, puedo sentirlo.

—Lo siento, pero... No puedo.

—¡Maldición, Taemi! —bramó levantándose de golpe. Se sentía defraudado. Justo cuando más lo necesitaba, su novia solo prefería guardar secretos.

La vampira se levantó lentamente e intentó tocarlo, pero Hoseok se volvió a alejar.

—Perdóname —suplicó ella—. Entiéndeme...

—Se trata de mi familia, Taemi. ¿Qué sentirías? ¡Ponte en mi lugar, maldita sea! —replicó exasperado—. ¡Solo te estoy pidiendo un maldito nombre, nada más!

—Hoseok, agradece que está vivo.

El hechicero tembló por el cambio de tono que tuvo la voz de Taemi. ¿Qué quería decir ella con eso? ¿Que si hubieran querido lo hubieran matado? ¿Qué a su hermano le quedaba poco tiempo...? ¡¿Qué demonios quería decir esa maldita frase?!

—¿Qué dijiste? —la voz de Hoseok estaba rota. Ella nunca se había comportado tan fría con él.

—Lo que escuchaste —aseveró—. Yo no me queje cuando ustedes mataron a mis padres.

¿Eso era una clase de venganza? ¿Un reclamo? Hoseok no tenía la culpa de la muerte de sus padres, ni siquiera alguien de su familia tuvo que ver en eso. Los culpables fueron unos hechiceros incompetentes que no pudieron distinguir entre los padres de Taemi y los vampiros.

—Te juro que yo nunca creí que pensaras eso... Podía habérmelo esperado de cualquier otra gente, pero no de ti —dijo con un hilo de voz, herido—. Creí que confiabas en mi, creí que me querías.

—Lo siento —contestó Taemi, calmando su expresión—. Es que me pusiste entre la espada y la pared, no puedo delatar a uno de los míos... No los puedo traicionar.

«Bien, entiendo.» Pensó Hoseok incluso más afligido.

Llegó a la conclusión de que ella no lo amaba lo suficiente como para solo decirle un nombre. El nombre de quien lastimó e intento matar a su hermano.

Asintió levemente. Estaba todo bien. Ella estaba cumpliendo su misión y él también tenía que cumplir con la suya. Desde ese momento Hoseok decidió cumplir su papel sin más confusiones, sin sentimientos de por medio. Solamente otra misión del montón. El show debia continuar.

Se tragó un suspiró de frustración en su garganta, quería llorar. Se sentía como un idiota de nada más reflexionar que por ella casi traiciona a sus amigos, a los que siempre lo han querido. Por una vampira más del montón.

«Quien diría que Seungmin tenía razón.»

Tragó el nudo en su garganta con disimulo. No iba a llorar. Iba a seguir con su misión hasta el final. Iba a esperar en momento justo para atacar.

—Perdóname tú, Taemi. Es que estoy muy alterado con lo que le pasó a Chan —murmuró acercándose a ella para después besarla.

La vampira correspondió al instante con intensidad, sin embargo, Hoseok no tuvo esas sensaciones que siempre tenía cuando la basaba. Era un beso vacío para él.

» Será mejor que me vaya, me están esperando —dijo al separarse de ella.

Y, sin dejarle decir algo, y sin él decir algo más, se dio media vuelta y comenzó a alejarse caminando con la cabeza en alto.

Buscó con la mirada a Taehyung y a Hyunjin. Hyunjin no estaba donde los había dejado, pero sí Taehyung y no estaba solo, estaba con Bae. ¿Discutiendo? ¿Peleando a muerte? No, ojalá.

Hoseok no sabría explicar como se sentía, porque Bae es un cualquiera, pero ¿por qué Taehyung se dejaba besar por un vampiro?

Ellos estaban besándose contra el árbol y Hoseok únicamente tenía ganas de matar.

- ˏˋ 🖤 ˎˊ-

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