«Ay no. ¿Por qué él? ¿Por qué justo quien causa tantas cosas en mí?»

Se quejó Hoseok en su mente, sabiendo que de igual manera Taehyung hubiera estado todo el día junto a él porque es su guardián. Pero no quería estar solo con él, porque sería prisionero de las virtudes de Taehyung.

Mientras Hoseok se quejaba y se contradecía en su pensamiento, Moonbyul sonrió antes de llamar a la entrenadora.

—¡Younha, traiga a Taehyung!

La entrenadora caminó hacia ellos con Kim a su lado, quien traía una sonrisa orgullosa por su victoria y la atención obtenida.

—¿Qué sucede, Moon?

—No, solo tengo que pedirle algo al joven Kim.

Younha asintió para después regresar con los demás alumnos.

—¿Qué ocurre, Moonbyul? —indagó Taehyung manteniendo la sonrisa, que es muy atractiva si le preguntan a Hoseok.

—Te quiero pedir un favor. ¿Podrías, después de clases, enseñarle a Hoseok los trucos de defensa que sabes?

—Claro —contestó con una sonrisa más grande, para después mirar a Hoseok—, con mucho gusto.

«Que linda sonrisa. Que bella sonrisa. Que encantadora sonrisa ¡Por Dios amo tu sonrisa!... Basta, basta, no pienses eso.»

—Perfecto —dijo Moonbyul antes de sonreír y, seguidamente, marcharse.

Los dos chicos quedaron en un silencio incómodo por parte de Hoseok. Taehyung únicamente lo miraba con una sonrisa y él no sabía qué hacer. Si corresponder a su expresión o solo permanecer serio o irse con sus amigos.

Su vista se apartó de la sonrisa de Taehyung, con mucha dificultad cabe decir, para mirar atrás del menor, a la esquina. En esa esquina seguía Seunghee, ahora sentada, con las heridas qué él le había hecho.

Sin decir ni una palabra, esquivo a Taehyung y camino apresurado hacia su amiga. Apenas estuvo frente de ella, se arrodilló para quedar a su altura.

—Lo lamento, Seunghee —murmuró llamando la atención de la chica—. En serio, yo no quis-

—¿Lo lamentas? —interrumpió ella con aparente confusión—. Hoseok, fue la mejor pelea que he tenido en años. Además, gracias a ti me atendió una enfermera linda y perdí hora de clases, ya que no podré ir por el inmenso dolor que tengo —dramatizó para después reír.

—Entonces... ¿No estás enojada siquiera? —Hoseok estaba confundido.

—Ni un poquito —negó con una sonrisa.

—Al parecer está muy grave —dijo Jungkook con sarcasmo después de bufar. Acababa de llegar junto con los demás.

—Demasiado —contestó Seunghee—, pero para eso tengo a Jiho que se encargará de cuidarme.

—¿Jiho?

—La enfermera —aclaró Seunghee.

—Tú nunca cambias —regañó Seungmin.

—Puedes estar a medio morir, pero seguirás igual de fuckgirl —agregó Jeongin.

—A mí me entretuvo la pelea —comentó Jieun hundiéndose de hombros. Seunghee arrugó la cara.

—Como a ti no te dejaron como puré.

—Lo siento —dijo Hoseok con arrepentimiento.

—Ya, ya. No te preocupes.

—Admite que estuvo buena —le dijo Solar a Seunghee.

—Lo estuvo, pero, por las dudas, no vuelvo a pelear con Hoseok —dijo con un tono de voz dramático y asustado antes de reír. Todos rieron con ella.

—Seunghee —llamó la enfermera, captando la atención de todos—, tienes que ir ya a la enfermería.

—Oh. Claro. Mmm. Por favor ¿me podrías ayudar? Es que no puedo caminar —habló suave con una mueca triste.

Jiho se acercó a ella y la sujetó fuerte contra sí misma, para que no se cayera en el camino. Antes de salir por la puerta del patio, Seunghee volteo y guiño un ojo a sus amigos, para acto seguido aferrarse con fuerza a la cintura de la enfermera.

—Jamás cambiará —dijo Jeongin negando con la cabeza mientras reía.

—Bueno —divulgó Hoseok—. Le hice un favor

—Querrás decir, un doloroso favor —corrigió Ryujin.

—Un favor al fin y al cabo —declaró entre risas Hoseok.

—¡Chicos —llamó Younha—, el entrenamiento terminó, pueden retirarse!

Hoseok y compañía comenzaron a caminar hacia la salida, hasta que la entrenadora lo detuvo cerca de cruzar la puerta.

—¡Jung Hoseok! ¿No se le olvida algo? —Hoseok frunció el ceño con confusión. La entrenadora bufó antes de hablar—. Tiene que quedarse con Kim a entrenar. No quiero más incidentes como hoy en mi clase. Ni su padre y mucho menos Chan se comportaban así.

Lo que más odiaba Hoseok en la vida era eso. Que siempre lo estén comparando con su padre o con su hermano. Acepta que su hermano es el estereotipo de «alumno perfecto» y él siempre era el «rebelde sin causa».

Jung rodó los ojos y frunció los labios para no decir algo «inapropiado» y que la entrenadora lo escuchara. Ya tenía suficiente con lo de Seunghee por ese día.

—¿Preparado? —susurró Taehyung en la oreja del mayor cuando pasó por su lado.

—Siempre, Kim.

—No me gusta que me llames así —se quejó con el ceño fruncido.

—¿Y como quieres que te llame? —dijo con falsa comprensión, comenzando a caminar en círculos alrededor de Taehyung, quien solo lo seguía con la mirada—. ¿Amorcito? ¿Lindo? —se burló.

—Podría ser —caviló con esa sonrisa que pone mal a Hoseok—, pero se oye más lindo Taehyung cuando sale de tus labios.

Hoseok se detuvo, sin saber cómo contestarle. Por más que intentara hacerlo molestar o perder la cordura, era Taehyung quien lo termina cautivando, atrayendo. El menor le estaba coqueteando y le dejaba sin habla con una frase, o una sonrisa, o una mirada. Sacudió su cabeza.

—Empecemos, Tae- Kim —el mencionado rió alegremente.

—Claro, Hoseok —pronunció lentamente, deleitando al mayor—. A ver, ponte en posición de ataque.

Jung sacó su varita y la extendió, se concentró en quien sería su oponente, el propio Taehyung frente a él.

—Primero lo básico: Pronunciación, luego movimiento de varita, después ataque y por último defensa —Hoseok solo asintió en respuesta—. "Sorplendius" —pronunció y Hoseok repitió—. "Desarmus" —volvió a repetir lo que dijo—. "Pronunsios" —nuevamente repitió otra palabra.

Así estuvieron varios minutos para seguir con movimiento de varita.

—Pon la mano así —pidió Taehyung colocándose al lado del mayor y haciendo la pose que Hoseok debía imitar—. No, así —repitió cuando el mayor lo hizo mal.

—¡Pero no puedo! —exclamó frustrado. Kim rió con ternura.

—Tranquilo —quiso calmar al tenso Hoseok—. A ver —murmuró posicionándose detrás del contrario.

Taehyung puso su mano izquierda en la cintura de Hoseok, acercándolo a su cuerpo tibio. La mano sobrante acarició la piel expuesta desde el hombro hasta la mano donde Hoseok sostenía su varita, dejándola ahí. Taehyung también apoyó su barbilla en el hombro ajeno, haciendo que el mayor sintiera su dulce respiración chocar contra su nuca.

Cada cosa que el menor hacía lo tentaba demasiado. Inevitablemente, estaba llegando a su límite.

Sin quererlo, o quizás sí, Hoseok giró su cabeza, provocando que sus rostros se encuentren de frente. Los ojos chocolatosos de Taehyung protegidos por millares de pestañas lo tenían encantado, no podía dejar de verlos. Y sus labios rosados y brillantes, y ese aroma tan característico que él tenía. Todo de Taehyung le pedía a gritos que lo besará, y todo dentro de su ser le decía que lo hiciera.

¿Cómo negarse a tan deliciosa propuesta? Era imposible.

Estaban tan cerca y cada vez más cerca. Los ojos de Taehyung se cerraron bajo la mirada anhelante de Hoseok, esperando pacientemente el beso. Hoseok cerró los ojos lentamente, dejándose llevar, cuando solo faltaban milímetros para juntar sus labios con los del menor.

—¿Interrumpo?

- ˏˋ ❤️ ˎˊ-

cap de más de 1100 palabras~

espero que hayan tenido un lindo día

no soy antiamor, soy dramatica lol jajsjsjsjs

pregunta preguntosa: ¿que tan predecible y cliché es esta historia?

yo recuerdo que la primera vez que la leí estaba super asombrada, pero no sé si es que me la sé de memoria pero... no sé que decir jsjsjsjs

gracias por leer~

~OurThe Stars~