06. The Vow
"POR FAVOR, NO DEJES QUE TENGA MIEDO... CREO EN TI"
NamJoon estaba sentado cómodamente en el sillón de la sala. Con una mano sostenía el control remoto de la televisión, cambiando de canal cada tres segundos, mientras que la otra descansaba sobre su prominente vientre, acariciándolo suavemente. Después de varios minutos, decidió apagar la televisión tras diez minutos de zapping sin rumbo.
—Todo bien, pequeña —murmuró, mirando su vientre y colocando ambas manos sobre él.
Una sonrisa de felicidad adornó su rostro al sentir una suave patadita. Sin embargo, el golpe en la puerta lo sacó de su burbuja de alegría. Su mirada se dirigió hacia la entrada.
—NamJoon... —se oyó desde el otro lado.
Se levantó rápidamente, sonrió al reconocer la voz, quito el seguro y abrió la puerta con cuidado, revelando a un alfa de cabellos platinados que tenía un fresco aroma a menta.
(El solecito tan guapo 🤤)
—HoSeok hyung, ¡hola! —saludó con calidez.
HoSeok le devolvió una sonrisa tonta.
—Hyung, ¿pasa algo? —NamJoon agitó las manos frente al rostro del mayor al no recibir respuesta.
—¿Eh? —HoSeok salió de su trance, parpadeando varias veces—. Lo siento... ¿cómo está tu pequeña y tú?
—Estamos bien, gracias por preguntar —respondió NamJoon con tranquilidad.
El silencio volvió a llenar el espacio entre ellos mientras se miraban. Finalmente, HoSeok rompió el silencio.
—Este... —se pasó una mano nerviosa por el cabello—. Me preguntaba si les gustaría salir a comer conmigo. Conozco un restaurante excelente, y no está muy lejos de aquí.
NamJoon abrió la boca para rechazar la invitación, pero al ver cómo la sonrisa del alfa se desvanecía en una expresión triste, algo en su pecho se apretó.
—¿Vas a dejar triste al bonito alfa? Vamos, al final es comida gratis y él va a pagar —intervino su lobo con entusiasmo.
—Está bien... —cedió NamJoon—. Solo déjame buscar mi teléfono y ya nos vamos.
—¡Claro! —HoSeok sonrió con emoción.
NamJoon le dio la espalda para ir a la cocina y buscar su teléfono, dejando al alfa con una sonrisa que no desaparecía.
—¡Ya estoy listo! —dijo, guardando el teléfono en el bolsillo mientras se acercaba a HoSeok—. Aunque debo advertirte, mi pequeña y yo somos muy comelones.
—Lo sé —respondió el alfa, sin perder la sonrisa—. Pero creo que correré el riesgo.
NamJoon le dio la espalda nuevamente, cerrando bien la puerta antes de volver a mirarlo.
—¿Entonces nos vamos? —preguntó.
—Sí —respondió HoSeok, tomando la mano de NamJoon y comenzando a caminar a su lado. NamJoon se sonrojó por el gesto, pero no dijo nada.
JungKook caminaba lentamente por el jardín, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Algunas personas paseaban con sus parejas e hijos, mientras que algunos niños jugaban cerca. Él solo quería un poco de paz.
—Por el momento, ya no estarás a cargo de la empresa —recordó las palabras firmes de su padre—. A partir de ahora, serás solo un empleado más, como todos los demás —le había dicho antes de echarlo de su oficina.
Una risa conocida lo sacó de sus pensamientos y, por instinto, su mirada se dirigió hacia el origen del sonido. Estaba cerca.
—NamJoon...
—Mi omega...
Su lobo también reaccionó, y JungKook sintió la necesidad de acercarse. NamJoon estaba sentado bajo un hermoso árbol de cerezos, acariciando su vientre con cariño. Una sonrisa involuntaria apareció en su rostro, pero se desvaneció al notar la presencia de un alfa que no reconocía. El extraño estaba sentado frente a NamJoon, acariciando su barriga con ternura.
—¿Qué hace ese estúpido alfa tocando a mi omega y mi cachorro? —gruñó su lobo, furioso—. Acércate y aléjalo.
JungKook dio unos pasos hasta que estuvo a una distancia prudente.
—NamJoon —llamó, haciendo que el omega apartara la mirada de su acompañante. Al verlo, NamJoon mostró una expresión asustada.
El alfa frente a él se levantó y ayudó al omega a ponerse de pie, luego se giró para quedar frente a JungKook.
—¿HoSeok? —preguntó JungKook, sorprendido.
HoSeok lo miró con una intensidad escalofriante.
Ahora, JungKook lo entendía.
Editado: 06/11/2024
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