💥 06: Intento
Corriendo por las solitarias y luminosas calles de Seúl, Chaeyoung lloraba repitiéndose una tras otra lo estúpida que es. Odiaba tener ese dolor en su pecho, MinHo no la quiere como omega, la repudia y le causa asco.
¿Por qué demonios tuvo que enamorarse de un alfa tan cruel y déspota como él?.
Aceptaba que parte de la culpa era suya, pues, siempre hablaba antes de pensar. Sin embargo, el rubio no dejaba de provocarla, MinHo se buscaba solito que Chaeyoung perdiera los estribos.
Actuaban infantilmente, no tenían conciencia del poder que sus palabras expulsan. Ah, ambos eran un par de tontos que jugaban a la difícil.
Chaeyoung frenó en un callejón, necesitaba regular su respiración a causa de haber corrido tanto. Apoya un brazo sobre la fría y maltratada pared, sobre este, esconde su rostro. Queda allí unos minutos, sólo escucha el ruido de los autos pasar. Prefería eso a tener que afrontar a MinHo, no tiene ganas de seguir discutiendo lo mismo de siempre. Quiere alejarse de todos un buen tiempo, quiere aclarar sus pensamientos y volver renovada.
Quizá era la mejor opción ahora. Sabía que MinJeong y JeongIn estarían bien, sus padres cuidarán de ellos, incluso ambos hermanos Lee. Mina no los dejaría solos, los dejaría en buenas manos.
Estando absorta en lo que haría, no logró percatarse del siguiente movimiento.
Un alfa ebrio, tomó con fuerza sus brazos y la obligó a verlo. Chaeyoung intentaba escaparse de su agarre pero el tipo ejerció aún más el dominio y logró tumbarla sobre el suelo, la omega patalea en busca de su libertad, fallando en el acto. No teniendo otra alternativa, empezó a gritar por ayuda, sus ojos cristalinos a causa de los toqueteos sin consentimiento le generaban ansiedad y pánico.
Por unos momentos rogó que MinHo la salvara, cerró sus ojos de a poco, empezaba a perder las esperanzas de ser auxiliada.
MinHo decidió transportarse en auto, sería más fácil alcanzarla. Había perdido de vista a Chaeyoung, asi que condujo siguiendo sus instintos. Una sensación de preocupación se instaló en su pecho, la desesperación empezó a inundar su mente. Temía que algo malo le estuviera pasando a esa omega terca.
Frenó apenas oyó una voz a lo lejos, reconociendola en el instante, bajó del vehículo y corrió rápidamente. Abrió en demasía los ojos cuando vió a Chaeyoung luchando para sacarse de encima a un alfa que a toda costa quería aprovecharse de ella.
MinHo no dudó en ir, jalar al imbécil de su chaqueta y proporcionarle un buen puñetazo. Mostró sus caninos a la vez que sus orbes se volvían rojos de ira. Ni siquiera le dió tiempo a reaccionar cuando se abalanzó sobre él para molerlo a golpes.
—Nadie toca a mi omega.—expresó dejándose llevar por su lado híbrido.
Chaeyoung estaba en shock, su cuerpo inmóvil le impedía levantarse. Sólo observaba a MinHo dispuesto a acabar con la vida de aquel sujeto.
Nadie toca a mi omega...
Su mente repetía dichas palabras. Para cuando tuvo reacción, sus brazos impulsivamente rodearon a MinHo con el propósito de frenarlo.
—Basta, por favor... Alfa, detente.—pidió suavemente, liberando feromonas para tranquilizarlo.
Estas mismas lograron que los golpes de MinHo en el desfigurado rostro del alfa se detuvieran. Chaeyoung sintió el cuerpo ajeno relajarse, los iris rojizos del alfa regresaron a su color normal. Estando consciente, se percató de lo que hizo y la razón de porqué actuó tan ferozmente.
Volteandose, halló a Chaeyoung mirarlo con sus ojitos hinchados, llenos de tristeza y aflige.
—¿Te encuentras bien? ¿Este hijo de puta no te hizo nada más?.—preguntó alertado, tomando entre sus manos, las mejillas de Chaeyoung.
—Lo estoy, gracias...—susurra vagamente.
MinHo nota el decaimiento de la menor, por lo que, poniéndose de pie, le ofrece su mano toda lastimada a Chaeyoung.
—Debemos volver, necesitas ser at-...—calló en el instante que, la omega de rizos oscuros lo abrazó.
—No quiero regresar aún...—murmura restregando su mejilla sobre el fornido pecho del mayor—. ¿Puedes abrazarme unos momentos? Necesito de tu contención, alfa.
El mayor guardó silencio, sólo pudo acatar la petición de Chaeyoung. Sintió necesidad de liberar un poco de su aroma, aquello permitió a la omega sonreír mientras sus fosas nasales aspiraban dicho edor.
—¿No estás en celo de nuevo?.—pregunta confuso.
Chaeyoung con gesto de cabeza, niega. Era ella misma quién, se refugió en sus brazos. MinHo no evitó esbozar una sonrisita, ahí estaba la omega que cuidó en Jeju. Y siendo honesto, este lado de Chaeyoung le fascinaba. Viéndola así de sensible, buscando su tacto... Si pudiera contemplar esta parte seguido, definitivamente no dudaría en caer ante sus encantos... Aún más.
—¿Quieres ir a dar un paseo? Conozco un buen puesto de comida. Digo, como no logramos disfrutar bien de la cena.
—¿Me estás invitando a comer?—pregunta divertida—. Bien, creo que puedo aceptarlo.
—Entonces vayamos.
Chaeyoung asintió, apartandose de MinHo, dejó que el alfa tomase su manita y la guiara hasta dónde estaba el auto de este.
—Deberás curarte esos nudillos antes de llegar a casa.—sugiere la menor.
—Pasaremos a un hospital después de comer, ahora mi estómago exige comida.—refutó MinHo.
Una vez subidos al vehículo, emprenden viaje hacía el puesto de comida que MinHo tanto adora frecuentar. Chaeyoung en su mente, trata de hallar las palabras correctas para disculparse sinceramente con él, con su alfa.
Arreglar las cosas, podía ser un inicio de una posible... amistad.
Chaeyoung quería creer eso.
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MinJeong a las afuera de casa, abrazaba su propio cuerpo. La ventisca era fresca, muy fresca en su opinión, sin embargo, no dejaba de preocuparse por la disputa entre MinHo y Chaeyoung. Ambos aún no habían vuelto, ya casi que daban las doce de la noche y ninguno atendió el celular.
Su hermana era tan impulsiva, tan cabeza dura. No callaba nada, y menos cuando era MinHo el involucrado.
—¿Tampoco puedes dormir?.
La grave voz de Felix le interrumpió su silencio, MinJeong suspirando, negó viendo el exterior del jardín. El beta colocándose a su lado, le extendió un abrigo que trajo consigo.
—Saliste desabrigada, puedes contraer una gripe o un resfrío—alude—. Lo primero es la salud, ¿no crees?.
MinJeong asiente, aceptando el mismo, se lo coloca.
—¿Qué piensas de lo que pasó hoy? Esos dos parecen empeñados en atacarse todo el tiempo.
Felix suspira, sí, era cierto que, cuando a Chaeyoung y MinHo se les prende la chispa, definitivamente explotan.
—Creo que, al darse cuenta que son destinados, les cuesta aceptarlo. Su orgullo y terquedad impiden que logren congeniar pero siento que, esas mismas cosas los acercan aún más—comenta—. Ninguno actúa con razonamiento, se dejan llevar por sus instintos primitivos y eso termina dañandolos internamente. No puedo justificar a mi hermano, lo que dijo estuvo errado y Chae-noona merece una disculpa.
—Estoy de acuerdo contigo, Lixie-oppa—agrega la omega pelirroja—. Mi hermana también necesita disculparse por su comportamiento infantil. No debió decir esas cosas, menos delante de todos.
—Son obstinados e inmaduros en cierto sentido, ambos se necesitan aunque no quieran aceptarlo—sonríe Felix—. Dejemos que descubran por si solos, lo que sienten.
MinJeong apoya su cabeza sobre el hombro del pecoso, Felix le abraza por la cintura. Permitiéndose admirar la brillante y gigantesca luna llena, el par de jóvenes, expresaron el sentimiento que empezó a florecer en sus corazones.
JeongIn sonrió de lado al verlos juntos, con ello, fue que subió a su habitación y se permitió descansar sin dejar de soñar que algún día, su alfa llegaría a su vida para quedarse permanentemente junto a él.
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Mediante la espera en aquella pequeña fila, Chaeyoung temblaba de frío. Era medianoche, evidente que su cuerpo reaccionara así. MinHo notando aquello, se sacó su chaqueta de cuero negra y colocó a la menor.
—Pareces gelatina de tanto temblar—bromea—. Pontela bien, tiene corderoy dentro, te abrigará.
—Tú la necesitas más, estaré bien.—hizo amago de entregársela pero el mismo alfa negó e insistió que la usara.
Chaeyoung rendida, no le quedó otra alternativa que ponérsela.
La fila avanzó finalmente, MinHo pidió dos platillos de ramen y dos botellas de soju. Buscaron un lugar dónde poder degustar dichos aperitivos.
Una vez sentados frente a frente, procedieron a comer. MinHo abrió ambas botellas, sin duda, el soju era ideal para calentar el cuerpo.
Chaeyoung no muy fanática de las bebidas alcohólicas, terminó aceptando la botella para beber de esta. Sintió un ardor quemar su paladar, contrario al alfa que estaba acostumbrado. Comieron en silencio, pues, querían primeramente darse el lujo de echarle alimento a sus estómagos vacíos. MinHo saboreaba cada trozo de marisco, como si fuera un niño pequeño.
Dicha imagen captada por la omega de rizos oscuros, hizo que sonriera enternecida. El alfa no dejaba de hacer gimoteos satisfactorios a medida que masticaba y tragaba.
—Ni que sea el fin del mundo para que comas así.
Chaeyoung rió bajo al ver a MinHo detenerse a medio tragar. Sus abultadas mejillas generaron que riera, esta vez, con fuerza.
—Cuando quieres eres gracioso, eh.
—¿Qué dices? Siempre lo soy.—justifica limpiandose los labios luego de haber ingerido los fideos en su boca.
—Sí, claro que sí. Eres muy chistoso, Lee MinHo—roda los ojos con sarcasmo—. Como sea, sabes, ahora que tengo la oportunidad de poder hablar contigo de forma pacífica, quería disculparme contigo—confiesa revolviendo con los palillos, su platillo—. No te he tratado debidamente, a fin de cuentas, eres parte de mi familia y a pesar de no compartir lazos sanguíneos, me recibiste en tu casa cuando nadie quería adoptar a tres omegas abandonados y despreciados... El punto aquí es que, de verdad lamento haberte insultado y maltratado todo este tiempo, tú me cuidaste en mi celo, tuviste que soportar mis caprichos y mi humor. Y-y bueno, respecto a la cena... M-me dejé llevar nuevamente por mis impulsos estúpidos...—suspira cabizbaja—. Gracias por salvarme de ese degenerado y por traerme aquí a comer algo.—acotó por último.
MinHo dejó escapar una risita, ah, ahí está de nuevo, esa misma omega que le hace la vida imposible, esa misma que ahora está arrepentida y quiere su perdón. Estaba realmente sorprendido por el repentino cambio de actitud.
—Sólo respondeme una cosa—dice, Chaeyoung eleva su vista hacía él, quién sonreía—. ¿Me consideras tu alfa o seguirás de terca y lo negarás?.
—Ya no, no pienso seguir negandolo. Tu eres mi alfa, MinHo. Sé que debe ser desagradable para tí tenerme de destinada... Digo, no soy esa clase de omega dulce, tierna y bonita...
—Es cierto que no eres una omega como las que he conocido, sin embargo, eso es lo que más me atrae de tí—espetó sincero—. Y no te considero una chica fea ni insulsa o repugnante. Creo que esas palabras fueron innecesarias viniendo de mí, tú tienes tu encanto, Chaeyoung. A mis ojos, eres una omega interesante y hermosa—pronuncia—. Yo acepto tus disculpas si tú aceptas las mías, también te lastimé y lo mínimo que mereces es eso.
Para ese entonces, el corazón de la menor latía frenéticamente, su lobita se regocijo feliz y ni hablar de ella que, asintió sonriente. MinHo se sintió de la misma manera que su omega.
—¿Y si hacemos el intento de conocernos mejor?—pregunta una Chaeyoung entusiasta—. Podemos dejar nuestro pasado atrás, iniciar de cero... como amigos o hermanos.
—¿Amigos? ¿Hermanos?.
Chaeyoung asintió, parecía una buena idea pero MinHo no estaba tan de acuerdo en ello.
—Pero yo creí que íbamos a conocernos mejor e iniciar de cero como lo que somos... alfa y omega.
—N-no quería a-apresurar las cosas entre nosotros...
MinHo negando, agarró su mano y a vista de Chaeyoung, besó sus nudillos con mucha suavidad.
—Todo lo contrario, pienso que es una magnífica idea—expresa encantadoramente—. ¿Qué dices? ¿Aceptas o no?.
Nueva actualización, espero les guste mucho el capítulo.<3
También espero no les moleste que haya incorporado el hyunin, sé que no a todas les agrada la ship pero en mi opinión son de las mejores couples que existen.<3
En fin, nos leemos pronto.<3
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