ᴠɪɪɪ: "ᴅᴀɴᴢᴀ ᴄᴏɴ ᴇʟ ᴅɪᴀʙʟᴏ" ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪ/ɪɪ.
Jisung observó la mano frente a sí por unos segundos, sin dudar en tomarla. Ambas encajaban como si estuviesen hechas para la otra, notando aquello, permaneciendo quietos por unos segundos antes de que los dedos de Minho envolviesen la mano contraria. La sostenía con delicadeza, pero no porque era frágil, si no porque era algo sumamente preciado para él.
Con un suave tirón, el Diablo lo atrajo a su propio cuerpo, lentamente rodeando la cintura del mundano con un brazo a la par que éste apoyó su mano libre sobre la camisa abotonada y negra, en el pectoral del arcángel. Sintió la calidez de la piel a través de la tela, y sus manos unidas se alzaron un poco, en la posición correcta del comienzo de una danza.
El Diablo comenzó a bailar con lentitud, meciendo ambos cuerpos con lentitud y paciencia. Jisung tropezó con sus propios pies, quejándose en el interior. No es que no supiese bailar, si no que no había ritmo al cual seguir. Nervioso y sumamente sonrojado, no pudo evitar reír con vergüenza.
━ No hay música ━ Murmuró, esperando no romper el precioso ambiente que ambos habían formado mientras, de reojo, notaba una leve sonrisa en los finos labios del Diablo.
━ Mírame a los ojos.
El chico alzó ambas cejas, sorprendido por aquel pedido de parte del contrario. ¿No sabía lo que sucedía cuando sus miradas se encontraban? De por sí, el pitido era molesto, por lo cual presentía que, si éste se volvía más potente, su cabeza estallaría en pedazos.
━ No puedo... ━ Negó lentamente con la cabeza ━. Es que...ese sonido... ━ Se excusó, esperando que el Diablo no se enfadase ━...es demasiado fuerte.
━ Jisung ━ Minho llamó con suavidad, inclinando su rostro hacia el del más bajo, quien cerró sus ojos cuando sintió el cálido aliento contrario rozando su piel.
━ Y duele un poco ━ Continuó, lamentándose. Realmente quería admirar los ojos del Diablo de cerca ━. Lo siento.
La mano de Minho se apartó de la del castaño, llevándola al mentón de éste para acercarlo un poco ━. Mírame.
Jisung abrió sus ojos, alzando su mirada y observando entre sus largas pestañas los preciosos ojos celestes, donde había una franja bordó en sólo uno. El pitido en su oído izquierdo aumentó al punto en que se estremeció en los brazos del arcángel, adolorido pero, repentinamente, dejó de oírlo.
Ya no sonaba a una desafinada cuerda aguda de un violín, ahora...había una melodía.
Una suave, tan triste, que los ojos de Jisung no tardaron en soltar lágrimas. Tal vez no sólo se debía a ésta, si no que, finalmente, era capaz de admirar la belleza en los ojos de Minho. Éste también lucía impactado, con su ceño levemente fruncido. Lucía curioso, perdido...
...encantado.
Sin apartar la mirada del mundano, volvió a llevar su mano a la contraria y, nuevamente, retomó la danza, siendo seguido de manera apropiada, sin ningún tropiezo e inseguridad. Jisung sorbió su nariz, temblando levemente por la brisa invernal, y por el impacto, pero jamás apartó sus ojos de los de Minho. Disfrutaría al máximo ver aquella inmensa obra de arte.
━ ¿Q-Qué-...? ━ Tragó saliva, suspirando e intentando estabilizar su tono de voz ━. ¿Qué es eso?
━ Giuseppe Tartini ━ Murmuró el Diablo, sin recibir respuesta alguna ━. Fue un gran músico, gracias a mí.
━ ¿Está en el infierno?
━ Me dio su alma.
La realidad cayó en Jisung como un balde de agua fría, porque era de esperar: Minho era el Diablo, y él un simple humano. Había vendido su alma, tal como las demás personas, por lo cual tendría el mismo destino, y nada lo cambiaría.
━ No entiendo porqué no estoy asustado ━ Confesó en voz alta.
━ Yo lo hago ━ Jisung parpadeó con rapidez, observando al frente en cuanto el arcángel se inclinó un poco más, con sus labios rozando la oreja del chico ━. Caíste...
━... ¿Mh?
━ Caíste. Te enamoraste de mí.
Desconcertado, Jisung se apartó un poco para poder observar fijamente a Minho, quien no lo soltó, manteniéndolo cerca. Todo su cuerpo temblaba a la par de los acelerados latidos en su corazón, obligándolo a respirar profundamente antes de apoyar su mejilla en el pecho del Diablo.
━ Sí ━ Admitió, sin poder evitar sollozar con sequedad al sentir algo retumbar increíblemente fuerte contra su rostro ━. No sabía que el Diablo tenía corazón.
━ Yo tampoco.
━ Min... ━ Prácticamente rogó. Su pecho dolía ante tanta tristeza en su corazón ━. ¿Qué es lo que he pedido?
Minho dejó de moverse, luciendo serio, intimidante y precioso, como siempre.
━ Tú me entregaste tu alma ━ Comenzó mientras, lentamente, la melodía se desvanecía en el mismísimo aire ━. No encontrabas ningún tipo de amor verdadero en las personas de tu alrededor. Ni siquiera de tu madre, la cual haría todo por ti, si pudiese. Tú... ━ La mano que sostenía la cintura del castaño subió al rostro de éste último, limpiando las lágrimas que fluían, nuevamente, por sus mejillas ━...lo sabías. Sabías que yo iba a ser el único que podría hacer todo por ti.
━ Tan solo-...
━ Pediste que alguien te amase honestamente, específicamente ser amado ━ Murmuró, ahora sosteniendo el cuerpo del castaño con ambas manos, sin apartar su mirada de los brillantes ojos cafés ━. Debía llevarme tu alma cuando tú sintieses algo por mí, pero hubo un problema; sentiste algo por mí desde el primer momento en que me viste. No podía llevarme tu alma, pero no fue porque quisiese divertirme ━ Se mantuvo en silencio por unos segundos, como si fuese difícil para él murmurar lo siguiente:━. Sentí algo la noche que me invitaste a recostarme a tu lado.
━... ¿algo?
━ En el pecho ━ Lucía tan seguro, pero al mismo tiempo tan perdido, que Jisung no evitó tener esperanzas ━. Sentí lo que tú sentiste por mí ━ Confesó, rodeando mejor el torso contrario cuando otro sollozo brotó de los labios del mundano, quien rodeó el cuello del Diablo con necesidad, levemente de puntas de pies, cerrando sus ojos cuando sus frentes se unieron ━. Y un corazón ━ Continuó el arcángel ━. Los latidos siempre comienzan cuando te tengo entre mis brazos...como ahora.
Tal vez Jisung era torpe por estar inevitablemente enamorado del Diablo...pero éste lo tenía todo. En verdad, absolutamente todo.
━ Minho ━ Llamó, como si quisiese pedir algo. Sabía lo que quería, sabía que lo obtendría. La cercanía lo estaba haciendo perder su cordura, sintiendo que, esta vez...
...esta vez, realmente sucedería algo.
━ Eres un niño malo, te enamoraste de mí ━ Sin previo avisó, depositó un suave y casto beso en los labios contrarios. Fue tan fugaz que dejó al mundano perplejo, con sus ojos abiertos de par en par y sus pómulos sonrojados ━. Voy a cumplir mi parte del trato. Hoy...serás el humano más amado en la tierra.
Sin más, los labios del Diablo volvieron a encontrarse con los de su niño favorito, comenzando lentas y profundas caricias. La respiración de Jisung se cortó, permitiendo que Minho le brindase aquello primero, ya que jamás había besado a nadie. Estaba aprendiendo.
Poco a poco, comenzó a mover sus labios, siguiendo el compás contrario, notando lo bien que se sentía, permitiéndose bajar sus párpados mientras su cuerpo y mente se relajaban por primera vez en el día.
Honestamente, no podía creer que se encontraba atravesando aquella situación. Siempre creyó con cierta inseguridad que había una leve tensión entre ambos, y aunque Jisung lo estuviese deseando hace tiempo, le parecía irreal que estuviese sucediendo. Exhaló temblorosamente por la nariz, sintiendo al Diablo ladear un poco su cabeza y abrir un poco más su boca para profundizar el beso. Repitió ésto último, sintiendo la tibia lengua del arcángel encontrarse con la suya, danzando con lentitud mientras lo aferraba mejor entre sus brazos.
Un irreconocible cosquilleo se hizo presente en el estómago de Jisung, viajando hasta llegar a su vientre y, debido a la inocencia de no haberlo experimentado jamás, se apartó abruptamente de los labios de Minho.
━ Mantén tus ojos cerrados, y no los abras ━ Ordenó el Diablo.
Tan sólo supo asentir antes de, nuevamente, sentir los cálidos y finos labios contrarios sobre los suyos, comenzando otro exquisito beso.
Por un momento, todo pareció estar dando vueltas, provocando que se aferrase aún más al rey del inframundo en cuanto sintió que podría caer a un vacío sin fin. Sus ojos se cerraron con más fuerza, concentrándose en los labios de Minho, pero éste se apartó en cuanto todo su entorno pareció establecerse. No abrió sus ojos, respirando por la boca, con sus labios rojos, levemente hinchados, pómulos sonrojados y sus cabellos algo despeinados debido al viento en la azotea. Todo se sentía más cálido, y mucho más silencioso.
Lo primero que oyó fue un suspiro, y las yemas de los dedos de Minho presionar contra su espalda baja ━. Si supieras cómo te ves ahora, maldita sea ━ Lo oyó murmurar. Al arcángel no solo le fascinaba cómo lucía su niño favorito, si no también por lo obediente que demostraba ser, ya que aún mantenía sus ojos cerrados. No pudo evitar sonreír un poco ━. Ya puedes abrirlos.
Jisung obedeció nuevamente, abriendo sus ojos y parpadeando con rapidez ante la oscuridad de su cuarto, notando que se encontraba de pie, a un lado de su cama. ¿Se habían...transportado allí tan fácilmente? ¿Debería de impresionarse?
Bueno, no es como si se estuviese besando con alguien común y corriente.
Minho le rodeó la cintura con sus brazos, provocando que el chico alzase su rostro, de punta de pies e inclinando su rostro hacia arriba. Al Diablo le fascinó notar lo mucho que Jisung anhelaba sus besos, y no se lo negó: lo besó profundo, lento, siendo correspondido al instante mientras lo aferraba contra su cuerpo. Tan solo tuvieron que pasar unos cuantos minutos para que el mundano, inevitablemente, comenzase a soltar suaves sonidos por su boca, los cuales eran ahogados por los labios del arcángel. Besar a Minho era su nuevo pasatiempo favorito, le agradaba tanto la manera en la que era sostenido y arrullado que no podía evitar demostrarlo con aquellos leves sonidos.
El Diablo apartó su boca de la de Jisung, llevando sus besos desde la comisura de los labios de éste hacia su mandíbula, finalmente, llegando a su cuello y pasando su tibia lengua por la piel del castaño. Éste entreabrió sus labios ante la sensación, frunciendo levemente el ceño e intentando ser silencioso cuando la boca del rey del inframundo comenzó a succionar su piel. Los cosquilleos en su vientre regresaron, y sus manos, las cuales estaban delicadamente apoyadas sobre los hombros del más alto, se aferraron a la camisa negra de éste.
━ ¿Qué sientes? ━ Murmuró Minho, llevando sus besos detrás de la oreja de su niño favorito y sintiendo los cortos cabellos de éste rozar su nariz.
━ Siento... ━ Apenas era capaz de pensar y sentir al mismo tiempo, por lo cual agradeció cuando el rostro contrario estuvo frente a sí y, nuevamente, el Diablo le obsequió suaves pero cortos besos en sus labios. ¿Podría sentirme más embobado?━...calor ━ Fue capaz de decir.
Sintió como Minho sonreía ligeramente sobre sus labios ━. ¿Mi niño favorito necesita ayuda? ━ Su voz era baja, incluso si estaban a solas, como si tan solo quisiese que lo escuchase él.
Y así era.
Jisung se limitó a asentir suavemente, sin saber exactamente qué responder con palabras. Las manos repletas de anillos del Diablo comenzaron a desabotonar la camisa blanca del castaño. Éste último comenzó a sentir los nervios brotar por su cuerpo, la vergüenza acumulándose en el color rosado de sus mejillas mientras notaba como Minho observaba sin pudor alguno su delgado torso.
El arcángel deslizó los tiradores por sus hombros hasta quitarlos del camino, y también se deshizo de la camisa que cubría la preciosa piel del más bajo. La tiró al suelo, sin importarle lo más mínimo el que se ensuciase, y llevó ambas manos hacia la espalda baja del chico, el cual se estremeció debido al frío de los anillos contra su piel.
Un profundo suspiro surgió del pecho de Minho ━. No sabes cuanto llevo esperando para tocarte así... ━ Confesó mientras subía sus manos por los lados del cuerpo contrario, sosteniendo su cintura ━. Fue una tortura no sentirte todo este tiempo.
Jisung no se atrevió a preguntar, simplemente devolvió el beso en los labios que el mayor le brindaba, sintiéndose algo expuesto ante las caricias por su torso, y un poco avergonzado, debido a que no le fascinaba su cuerpo.
Minho se apartó tan solo un poco ━. Ven ━ Se inclinó un poco y pasó un brazo por debajo de las piernas de Jisung, alzándolo. Todo lo que hacía era con suma delicadeza, y es que no podía simplemente corromper al mundano, ya que éste era una persona con un alma demasiado pura, y todo lo que se encontraba experimentando era completamente nuevo.
Lo dejó con suavidad sobre la cama, acostado mientras se quedaba de pie a un lado. Jisung simplemente lo observó, bajando la mirada en cuanto notaba como el Diablo se quitaba sus zapatos con ayuda de sus propios pies, seguido de comenzar a desabotonar su camisa y quitándosela. Su preciosa piel, besada por el sol, en forma, y completamente tatuado. Habían palabras inentendibles, símbolos que no se atrevía a preguntar por el significado. Era hermoso, perfecto e inalcanzable.
Se acomodó boca arriba mientras Minho observaba el cuerpo del chico, con la mirada fija en sus pantalones cortos, sonriendo de lado. No había picardía en su semblante, tan solo adoración.
━ Sé que quieres esto ━ Murmuró, inclinándose levemente, sin dejar de observar los ojos contrarios, ladeando levemente su cabeza ━. Pero me gustaría... ━ Su mano repleta de anillos fue al mentón del mundano, alzándolo un poco ━...que lo digas.
━ Lo quiero ━ Murmuró Jisung, casi al instante, debido a que temía que su voz no saliese ━. Solo contigo ━ Se animó a confesar.
Minho suspiró profundamente por la nariz antes de, nuevamente, inclinarse un poco más y besar los labios contrarios con profundidad. El chico cerró sus ojos, moviendo sus labios al compás de los contrarios, sin poder evitar llevar sus manos al cuello del arcángel, aferrándose. Se había vuelto adicto a los besos de este último, al toque y a su fija mirada.
El Diablo se apartó repentinamente, enderezándose antes de asentir hacia la última prenda del mundano ━. Quítatelos ━ Lo desafió.
Jisung tragó saliva antes de llevar sus manos hacia sus pantalones cortos, comenzando a bajarlos mientras desviaba la mirada, avergonzado al estarse desnudando para el Diablo. Finalmente, quedó en ropa interior e hizo a un lado la prenda, fuera de la cama. No levantó la mirada por nada del mundo, solo lo hizo cuando Minho posicionó lentamente su cuerpo sobre el suyo, quedando lo suficientemente cerca para obsequiarle un beso.
Al paso de los minutos, el castaño comenzó a calmarse gracias a los exquisitos besos que Minho dejaba en sus labios y por la manera en que le acariciaba su piel. Se apoyaba con un brazo a un lado del cuerpo de su niño favorito, y la otra mano la usaba para tomar el muslo de éste, acariciándolo de arriba abajo. No se hartaba de susurrarle cosas al chico, el cual estaba hecho un manojo de nervios al principio pero, poco a poco, comenzaba a relajarse. Siempre le había asustado aquel contacto tan cercano en las personas, o con sus cuerpos, pero con Minho todo se sentía extrañamente bien. Se sentía protegido, sabía que no iba a salir lastimado, y quería.
Lo quería demasiado.
Fue inevitable el que Minho bajase sus caderas, creando una exquisita fricción con los miembros de ambos. Lentas y cálidas sensaciones se fueron propagando en el cuerpo del mundano, quien respondía a aquellas caricias mutuas con suspiros entrecortados y leves movimientos de pelvis, incluso aportando y cerrando más las piernas. Le gustaba lo que sentía, le gustaba con quien lo hacía. Estaba siendo tan, tan malo. Un chico demasiado malo.
━ U-uhm... ━ Ladeó el rostro en cuanto la lengua de Minho lamió su mandíbula lentamente, llegando hasta detrás de su oreja y besando lentamente aquella zona. Era como su punto débil, lo hacia estremecerse y sentirse mucho más acalorado ━. Min...
━ ¿Te gusta? ━ Jisung asintió ━. Tócame ━ El arcángel no podía dejar de disfrutar todo el asunto, y aún más luego de que un fugaz pero permanente pensamiento cruzase su mente: alguien tan puro dejándose llevar por algo que estaba mal...pero se sentía bien.
Las manos de Jisung fueron tímidamente a la espalda del diablo. Era cálida, suave. Le agradaba. Casi ronronea mientras acaricia la columna vertebral de éste de arriba abajo. Está demasiado concentrado en todo lo que su cuerpo siente, todo lo que su cuerpo quiere y, aún más: Que necesita.
La piel de Minho era una de sus nuevas cosas favoritas, y con el paso de los segundos se volvió adictivo sentirla contra la yema de sus delgados dedos. No podía parar, no podía creer que todo lo que estaba sucediendo era real.
Finalizó por rodear el cuello del arcángel y aferrarse a éste en cuanto Minho se apartó tan solo para quitarse los pantalones. Jisung desvió la mirada con rapidez en cuanto notó que el mayor estaba completamente desnudo bajo aquella prenda. ¡Había sido tomado por sorpresa! Los nervios se apoderaron de sí una vez Minho -nuevamente- se acercó, besando de manera más suave los labios de su niño favorito antes de comenzar a bajarle la ropa interior.
Jisung se quedó perplejo, con sus ojos fuertemente cerrados y pómulos rosados mientras sentía el como quedaba completamente desnudo para el Diablo, expuesto ante alguien por primera vez en su vida. Éste último quitó los zapatos y calcetines del chico, el cual cerró sus piernas e intentó cubrir su desnudez.
━ Por todos los infiernos... ━ Murmuró Minho, suspirando tan profundamente que los cuadros de la pared se movieron con suavidad. Se inclinó hacia la oreja del joven y rozó sus labios contra el lóbulo de ésta ━. Voy a lamer todo tu cuerpo.
Y así fue: Comenzó lamiendo sus labios, seguido de su mandíbula y bajando a su cuello, mordiendo suavemente allí. Besó sus clavículas y, luego, bajó un poco más, rozando con sus labios uno de los pezones del mundano. La piel de éste se erizó, y no pudo evitar formar una "o" con sus gruesos labios en cuanto el Diablo comenzó a succionar de manera leve, pasando su lengua delicadamente antes de encargarse del otro.
La espalda de Jisung comenzó a arquearse a la par en que la lengua de Minho viajaba por su estómago, por su plano abdomen, finalmente llegando a su vientre. Dejó suaves besos en éste a la par que llevó sus cálidas manos a las caderas del castaño, sosteniéndolo con firmeza. El aliento del Diablo rozaba su miembro pero, a pesar de que estuvo muy cerca, aquel no fue su objetivo.
Minho presionó el vientre del castaño firmemente para que éste no pudiese moverse, con su otra mano tomando uno de los suaves muslos para separarlo un poco del otro, dejando visible su pequeña entrada. Sonrió ladinamente antes de inclinarse más, exhalando lentamente sobre ésta. Jisung se removió un poco, sin lograrlo del todo al estar presionado contra el colchón. Su boca se entreabrió aún más cuando sintió algo tibio y mojado en aquella zona, algo que le hacía tener leves escalofríos al principio para, finalmente, tener correntadas de placer, las cuales se expandían desde la base de su miembro, fluyendo por su vientre y enviando exquisitas sensaciones a todo su cuerpo.
Su respiración se atascó en su garganta, sentía la necesidad de poner los ojos en blanco, y su cuerpo estaba relajado, pero tenso a la par. No evitó mover sus caderas, ni tampoco soltar un quejido en medio de un gemido al estar inmóvil. La mano de Minho era pesada, con una fuerza sobrenatural.
━ Min...ah ━Al no poder mover las caderas, simplemente arqueó un poco su espalda, ladeando la cabeza y llevando sus manos lentamente a los lados de su cabeza, apretando con sus delgados dedos la funda de su almohada ━. U-uhm...
"Dime lo que sientes" Una voz susurró en su cabeza.
Jisung cerró sus ojos, soltando gemidos bajos, vergonzosos, completamente sonrojado pero ido por el placer que le producían aquellas cálidas caricias, las cuales eran lentas, repentinamente volviéndose rápidas antes de volver a ser como el principio.
━ Siento, uhm... ━ Frunció un poco su ceño en cuanto pudo sentir la lengua del arcángel adentrándose un poco en su interior de forma repentina. Se acostumbró de inmediato, repentinamente notando la ligera capa de sudor que cubría su cuerpo ━. Calor...ráfagas de-, a-ah, se siente bien...
Su miembro palpitaba con fuerza, y adoraba las caricias que Minho proporcionaba en la parte interna de sus muslos. Éste finalizó su trabajo en cuanto notó que no podía con los gemidos de Jisung: eran demasiado para él, y estaba seguro que, en toda su existencia, jamás había sentido algo tan fuerte.
Besó el vientre de su niño favorito antes de subir, besándolo profundamente en los labios, arrodillado mientras tomaba los suaves muslos y los separaba un poco, posicionándose entre éstos. Entre una prolongada sesión de besos, el Diablo no dejaba de friccionar su miembro contra la entrada del contrario. Tan solo era aquel pequeño roce, pero Jisung no podía evitar emitir suaves sonidos contra los labios contrarios, queriendo más.
━ Eres un chico tan bueno, Jisung... ━ Los chasquidos de los besos interrumpían su habla, y los temblorosos gemidos del castaño creaban un mejor ambiente. Minho gruñía bajo, como si tuviese una bestia interna en su pecho. Era algo así, ya que realmente necesitaba follarlo con todas sus fuerzas, pero algo le decía que tenía que proteger al querubín debajo de sí.
No podía. Incluso el ser más cruel del universo no podría lastimar a Jisung.
No había necesidad de prepararlo, podía hacerlo y de una mejor manera. Se alejó de los labios del mundano y lo observó fijamente a los ojos. Jisung parecía perderse en su mundo cada vez que Minho lo veía de aquella forma, y es que estaba obsesionado con la peculiar originalidad de aquellos ojos celestes con un cuarto rojo en uno de ellos. Simplemente, no podía evitar apreciar el cómo el color del cielo se entrelazaba con el del infierno.
Jisung no quería estar en ninguno si significaba no tener a Minho a su lado.
━ Mírame, no dejes de mirarme, niño ━ Ordenó. No paraba de ordenar, y ninguno se quejaba. Los brazos de Minho tomaron los muslos del mundano mucho mejor antes de atraerlo más a su miembro, hacia abajo. Una mano bajó a su erección, y la punta de ésta rozó la entrada de Jisung, el cual tragó saliva con fuerza ━. No dejes de verme, cariño.
Distraído al haberse derretido internamente con aquel apodo, sus ojos se abrieron más de la cuenta al sentir un ardor en su entrada, algo abriéndose paso en su interior. Fue cuando cerró sus ojos con fuerza que Minho se detuvo.
━ Mírame ━ Nuevamente ordenó, con su voz volviéndose más ronca. Los ojos de Jisung -que estaban algo cristalizados- se abrieron, observando fijamente los ojos del Diablo y sintiendo cosquilleo en donde se abría paso su miembro.
No había dolor, el ardor era demasiado leve para notarlo, no como al principio, y solo podía mantener sus labios entreabiertos, sin dejar de ver al amor de su vida. Éste último también había abierto levemente la boca, con las pupilas dilatándose y el precioso color celeste volviéndose un profundo azul.
━ Mierda... ¿te duele? ━ Jisung negó lentamente, sin ser capaz de hablar al sentir que no tenía suficiente aire. Estaba muy lleno ━. Bien. No te atrevas a dejar de verme.
Al principio, Minho comenzó a mover sus caderas en un ligero y lento vaivén, observando a su niño favorito con atención. Parecía como si quisiese descifrar algún cambio en éste, alguna queja o signo de que estuviese sufriendo, pero solo pudo sentirse orgulloso, demostrándolo con una coqueta sonrisa ladina en cuanto un suspiro escapó de la boca del mundano, separando más sus rojizos y rellenos labios que al Diablo tanto le gustaban.
El vaivén iba igual de lento, pero un poco más profundo. El calor los invadía a ambos, y ahora estaban mucho más cómodos: sus torsos pegados, compartiendo lentos besos de vez en cuando. Minho acariciaba la delicada figura de Jisung, yendo desde su cintura hasta sus caderas, sosteniéndolo y presionando la yema de sus dedos contra la piel. El calor irradiaba de sus cuerpos, los gemidos de ambos eran lo suficientemente audibles, incluso en el primer piso, pero no sentían que pudiesen parar.
El mundano se encontraba más que agradecido por no sentir ningún tipo de dolor, y el recuerdo de aquel ardor al principio se había evaporado por completo luego de sentir todas las correntadas de placer que fluían por su cuerpo. El vaivén de Minho se habían vuelto embestidas un poco más rápidas, un tanto bruscas luego de haber encontrado el ángulo correcto para rozar el punto dulce del menor. Ya podía dejar de verlo a los ojos, pero simplemente no querían. Se sentían más conectados de lo normal, como si pudiesen sentir lo del otro.
Jisung, muy concentrado en lo que experimentaba por primera vez su cuerpo, jamás oyó la puerta principal abriéndose.
━ ¡Estamos en casa! ━ Hye exclamó.
Jisung dio una profunda inhalación, con la guardia baja, asustado a la vez que dejaba de moverse y observaba fijamente a la puerta de su cuarto, sintiéndose repentinamente mal. ¡Estaba pecando tanto! Lejos de ser un alma pura. ¡Lejísimos!
Minho no detuvo sus embestidas. Fingiendo no haberlo notado, simplemente, comenzó a dejar suaves y húmedos besos sobre la piel del cuello del mundano, acelerando sus embestidas. Jisung, cegado por el placer, rodeó el cuello del Diablo con sus brazos, cerró sus ojos y tensó sus piernas. Necesitaba disfrutar, y dejar de pensar.
━ ¡Jisung! ¿Estás durmiendo? ━ Unos pasos se hicieron audibles en las escaleras, y todo su cuerpo se congeló, abriendo sus ojos y llevando su mirada hacia la puerta.
Como arte de magia, el pestillo se corrió por sí solo, trabando la puerta antes de que fuese abierta. La perilla giró un par de veces antes de que se oyese un profundo y agotador suspiro, seguido de pasos subiendo la escalera.
Todo el cuerpo de Jisung volvió a relajarse, intentando calmar los acelerados latidos de su corazón antes de abrazar a Minho, aferrándose con miedo y presionando sus labios contra el cálido hombro del Diablo, silenciando sus fuertes jadeos, soltando ahogados gemidos contra la piel contraria.
Las embestidas se volvían cada vez más fuertes, tanto que Jisung comenzó a clavar sus uñas en la piel de los bíceps del arcángel, el cual respiraba profundo y gruñía de vez en cuando, también jadeando roncamente mientras la cama rechinaba un poco. Ambos estaban por llegar, y a Jisung se le nublaba la vista ante la cercanía del clímax. Jamás lo había experimentado, y apenas tenía idea de a qué se asemejaba.
━ M-Min, uhm... ¡AH! ━ Fue cuando los dientes de Minho rozaron el lóbulo de la oreja del mundano que éste arqueó su espalda, entregándose a la placentera sensación de su cuerpo siendo lentamente sumergido en una gran ola de satisfacción y liberación. Su respiración se cortó, tembló por unos segundos y, finalmente, culminó sobre su propio torso.
Minho no dejaba de impulsarse sobre su niño favorito, acabando dentro suyo segundos después. Ambos jadeando por un poco de aire mientras se abrazaban, piel contra piel entre las sábanas, ya algo desordenadas. Jisung mantenía sus ojos cerrados y labios entreabiertos a la par en que el mayor le tomaba del rostro, observándolo con una sonrisa ladina para, luego, volver a besarlo, lenta y profundamente.
━ Lo has hecho tan bien ━ Halagó a la par que el castaño aferraba mejor sus brazos al cuello del Diablo, abrazándolo.
━...Lo lograste.
━ ¿Mh? ━ Rozó con su nariz el cuello del chico, el cual cerró sus ojos.
━ Hacerme sentir el ser humano más amado en la tierra. Lo lograste.
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