𝖽𝗂𝖾𝖼𝗂𝗌𝖾𝗂𝗌 ㅇㅅㅇ
La música en el club ya estaba a volumen moderado, las personas se empezaban a marchar y poco a poco iba quedando el lugar vacío dando paso a los meseros para limpiar.
La bolita de amigos se arrejuntaba en una de las esquinas de la barra, entretenidos viendo al compañero de trabajo de Porsche hacer bebidas con gracia y fluidez en su espectáculo al servirlas.
Por otro lado, se encontraban Vegas, Kinn y Tem platicando y manteniendo un ojo en la bolita de borrachos, cada uno prestando mayor atención a su chico.
– ¿Ya viste el porque no me salió ese trago cuando lo estaba practicando en casa, Chay? – preguntó en voz alta Porsche, siendo su contestación el silencio del bar en su totalidad – ¿Chay? – el mayor levantó la vista lo más que pudo buscando a su hermano.
Logró verlo en las mesas del fondo del lugar acompañado de Kim.
– Otra vez ese baboso que se atrevió a contestar los twitts de mi Chayito – murmuró con desgana Porsche, levantándose tambaleando del asiento, siendo seguido por Khun, Arm y Pol.
Kinn se había distraído tanto en la plática que tenía con su primo y cuñado, que cuando volteo de nueva cuenta a ver a su novio, no lo encontró en la barra, ahora se encontraba al otro lado del bar gritándole a su hermano menor.
– ¡Y ya te dije que te alejaras de mi hermanito, chamaco miado! – Kinn se acercó corriendo deteniendo a un borracho Porsche cuando intentó agarrar a Kinn y casi se cae al suelo porque el menor se alejó.
– ¡P’Che, solo estoy platicando con él! P’Kim es mi tutor en las clases de guitarra.
– ¡¿QUE TE TOCA LA GUITARRA?! – gritó con histeria Arm, también tratando de abalanzarse a Kim, siendo detenido por su novio Pol.
La risa de Khun llenó el lugar por las barbaridades de sus amigos borrachos.
Era obvio que Porsche y Arm se encontraban bajo los efectos del alcohol, a comparación de Khun y Pol, esto divertía a Yok, la dueña del bar.
La bolita de amigos nunca dejaría de alegrarle la noche cada vez que se daban el gusto de ir a beber ahí.
Pero apartado de todo el alboroto que hacía el par de borrachos con los jóvenes que solo se encontraban platicando sobre música, Pete aún estaba en la barra del bar, ahora solo porque el bartender se había ido a ayudar a sus compañeros a limpiar.
Vegas se acercó a él, dejando solo a Tem, quien al verlo irse fue por su novio por si a este también se le ocurría irse encima de su hermano, aunque lo hacía sin necesidad de alcohol en su sistema nomás para molestar a Kim.
– ¿Te encuentras bien? – preguntó Vegas una vez estando a lado de Pete y tocando su hombro para llamar su atención.
Pete lo volteo a ver, con los ojos entrecerrados y le sonrió en grande marcando los hoyuelos en su mejillas.
– Vegas – dijo con un tono dulce y alegre, más meloso de lo habitual a cuando se veían, echando sus brazos alrededor del cuello de Vegas para abrazarlo, cayéndose del taburete alto en el que se encontraba y agarrado fuertemente por Vegas para que no se causara daño.
– Pete – soltó con aire el nombre del pelinegro – Te puedes lastimar – dijo ya cuando se había estabilizado con Pete entre sus brazos.
– No tengo miedo porque sé que me atraparas, ¿verdad Vegas? – murmuró contra su cuello en voz baja, pero lo suficiente como para que le escuchara.
– Claro, Pete – confirmó apretando un poco sus brazos alrededor del cuerpo del contrario para dar más énfasis a su respuesta.
– Vaya, hermano mayor, sí que no pierdes el tiempo con tu novio – dijo Macao con voz cantarina llegando a dónde se encontraba la parejita.
– Aún no somos novios – sintió que el agarre de Pete perdió fuerza pero él lo atrajo más para no darse a entender mal – Limpiate el colorete de la boca – le dijo a su hermano menor viendo como se arreglaba el cabello en el reflejo de un pequeño espejo tras la barra.
Macao sonrió nervioso y se pasó el pulgar por el labio inferior quitando los restos de lápiz labial que se encontraban en él, para después limpiarlo en una servilleta olvidada que estaba sobre la barra.
– Vegas – le llamó Tem a unos cuantos pasos de distancia, sosteniendo a Khun de la cintura que fingía estar borracho para pasar su mano sobre los pectorales de su pareja – Kinn llevará a Porsche y Chay a su casa, Kim a Arm y Pol, ¿pueden llevar a Pete a su casa, por favor? – los miró con súplica en su mirada tratando de mantener quieta la mano de Khun para que no le pusiera nervioso.
– Si claro, no hay problema – aceptaron los hermanos sin rechistar.
– Khun, por favor estate quieto, se que no estás borracho, aparte, aquí no es lugar para eso.
– ¿Entonces por qué les pediste llevar a Tete si nosotros lo podíamos llevar? – Fue lo último que escucharon de la pareja que ya se encontraban en la salida del club, siendo seguido por los demás del grupo, con los más borrachos aún asustando a Kim.
– Vamos Pete, hay que llevarte a casa – dijo Vegas, el nombrado hizo un sonido de disconformidad aún abrazado a él con el rostro en el cuello del mayor.
– No quiero ir a casa, papá seguramente hará doble turno en el trabajo y estaré solo – Pete se alejó un poco del lugar agradable en el que se encontraba e hizo un puchero.
– Vamos phi, ya pagué la cuenta – volvió Macao hacia ellos, Vegas no había visto el momento en el que se fue, y tomó sus pertenencias de las sillas frente a la barra junto con la bolsa que traía Pete con él.
– ¿La pagaste con la tarjeta que nos dió papá? – preguntó agarrando a Pete con más firmeza para poder caminar hasta la salida, después de despedirse de Yok con un movimiento de mano.
– Nah, tomé de la cartera de P’Khun su tarjeta, pero no hubo necesidad ya que P’Kinn me dió la suya antes de irse – le mostró las dos tarjetas que traía en la mano, para después guardarlas en su cartera.
Vegas negó con una sonrisa. – Andando, a casa.
Macao asintió sin preguntar, había escuchado un poco la corta conversación de Vegas con Pete, agradeció que sus padres estuvieran en un viaje de improvisto llevándose a sus hermanitos, así podría dormir en la habitación de los mayores y darles la privacidad a la pareja que no tendrían en caso de que Macao tuviera que dormir en su habitación (ésta se encontraba frente a la de su hermano)
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– Y entonces, el idiota me dijo que lo había hecho porque lo tenía "desatendido" – dijo Pete mientras Vegas pasaba un trapo húmedo por sus brazos para quitar el sudor de la noche.
– Que imbécil
– ¡Lo sé! ¿Poner de excusa el que te sintieras apartado para ser infiel? ¡Ni siquiera puso empeño en mentir! – Pete se quedó en silencio viendo a Vegas levantarse en dirección al baño para dejar la cubeta y el trapo, cuando volvió retomó la plática – No sirvió para ser infiel, me enteré horas después – rodó los ojos – Solamente que traté de darle tiempo para que al menos fuera sincero conmigo, ¡pero él siguió como si nada!
Vegas al principio creyó que la borrachera se le había bajado a Pete, pero luego de estar observándolo un buen rato en silencio en lo que el pelinegro le contaba su desastrosa ex relación, logró notar que todavía seguía bajo los efectos del alcohol, solo que Pete era de los borrachos que hablaban hasta por los codos, muy parecido a su versión sobria.
– Estabas viendo por tu futuro, los exámenes eran cosas de solo una semana, a mucho dos, él debió apoyarte y no engañarte.
– Creo que él no lo sabía – dijo de manera burlona, pero su sonrisa se fue al ver qué Vegas se acercaba a un ropero y sacaba mantas con una almohada – ¿Que piensas hacer con eso?
– ¿Dormir en el piso a lado de la cama? – quiso decir, pero le salió como pregunta.
– Ven a dormir conmigo – Pete se acomodó completamente a un lado de la cama, dejándole a Vegas libre el resto.
– Si insistes – trató de sonar normal, pero el rubor en sus mejillas lo delató.
– Eres fácil de convencer – le dijo Pete mientras Vegas se quitaba los tenis y se acomodaba detrás de él.
– Cuando se trata de ti, soy débil – dijo en un susurró cerca del oído de Pete, haciéndolo estremecerse.
Estuvieron un buen momento en silencio, con Vegas teniendo un debate mental entre sí abrazar a Pete o no.
– Te voy a contar una historia – murmuró Pete cuando Vegas al fin se decidió.
Le pasó el brazo por la cintura atrayendolo hacia él, pegandole completamente el pecho a su espalda y soltó un ruidito de aprobación, interesado en la historia de Pete.
– Había una vez un pequeño niño muy extrovertido que era la viva imagen de su madre, versión masculina y pequeña, con uno que otro rasgo de su padre, al que le encantaba jugar en todas partes.
>> Pero pronto su felicidad se vió opacada al momento en el que su mamá enfermó y poco a poco fue perdiendo la energía que tanto la caracterizaba – el agarre de Pete, que tenía sobre la mano de Vegas, se tenso al igual que su cuerpo – Las tardes después de la escuela ya no se la pasaba jugando en el patio de su casa, ahora siempre se encontraba a un lado de su mamá en la cama donde ella siempre se mantenía – mordió su labio tratando de parar un sollozo.
>> Papá ya no era el mismo, aquellas sonrisas que siempre le dirigía a él y las palabras de cariño que le decía a su esposa, cambiaron a ser reproches por no dejarla descansar y miradas de dolor. Cuando ella falleció fue la última vez que vió a sus abuelos, quienes se llevaron las cenizas de su madre porque ese había sido su último deseo.
>>También intentaron llevárselo, pero su papá se negó rotundamente, diciendo que él se haría cargo de su hijo como debía ser… Y lo hizo, cumplió su palabra – limpió una lágrima traicionera que se le había escapado mientras que Vegas afianzaba el agarre en su cuerpo – Pero ya no era lo mismo, toda la casa les recordaba a ella, la cocina llena de las cosas que utilizaba para hacer de comer, sus flores en el patio que poco a poco empezaron a marchitarse, el ambiente pasó de ser el de un hogar cálido a uno frío.
>> Papá se la pasaba trabajando, dando todos los inicios de semana lo justo para que pudiera comprar lo que necesitaba, pero fuera de eso, no lo veía en todo el día, a menos que fuera estando borracho en la sala con botellas de cerveza a sus pies – Pete ya no vio la necesidad de narrar la historia en tercera persona, pues era claro que aquel pequeño pelinegro, era él – Papá se volvió frío y distante, nunca me hizo sentir mal o me dijo cosas, solamente ignoraba mi presencia en la casa por ser el recuerdo de la mujer que amaba.
>> Por un tiempo me perdí a mi mismo, no era como soy ahora, este es mi verdadero yo, no creas que estoy fingiendo.
– Lo sé Pete, puedo verlo con solo mirarte a esos hermosos ojos que tienes – Vegas dejó un beso en su hombro para darle apoyo, intuía que la historia de Pete aún no acababa, equivocado no estaba.
– Con aquella personalidad lo conocí, según él eso fue lo que le atrajo de mí, pero al saber sobre el futuro que me esperaba, con la beca y las tutorías en la universidad, dejé de ser esa persona falsa y volví a reencontrarme, creo que por eso fue que me engañó, pero trate de entenderlo.
– Él fue un completo estúpido por hacerte algo como eso, no merece tu compasión.
– Es lo mismo que me dicen los chicos, Arm lo hackeo completamente pero no pasó a cosas ilegales… no tanto – soltó una risita que hizo al pecho de Vegas llenarse de una agradable sensación.
– Arm tiene completa autorización para hacerme lo mismo si algún día llego a hacerte daño, pero te aseguro que no será necesario – volvió a besar su hombro para reconfortarlo.
– Espero que no… – dijo por lo bajo Pete, creyendo que Vegas no lo había escuchado, pero no fue ese el caso.
Vegas hizo que se volteara hacia él, quedando ambos de frente.
Y mirándolo a los ojos, con su mano en una de sus mejillas, expresó sus pensamientos.
– Pete, desde el inicio he sido sincero con mis sentimientos hacia ti, pero he tratado de tomar esto con calma para no apresurar las cosas, no sabes las ganas que tengo ahorita de pedirte que seas mi novio y besarte hasta no poder.
– ¿Por qué no lo haces? – Pete acercó más su rostro.
– Porque te mereces más que una propuesta de noviazgo aquí en mi habitación contigo medio borracho y conmigo todo sudado – dijo con una pequeña sonrisa que hizo sonreír también a Pete.
– No me importa como sea, solamente quiero ser tu novio Vegas.
– Ahora lo sé, pero en verdad quiero pedirte lo de la forma más romántica posible que se pueda para poder estar al nivel de tus espectativas.
– Tú sobrepasas mis expectativas.
– Y quiero seguir haciéndolo cuándo seamos novios, y mucho tiempo más.
Pete asintió conforme, esperaría con ansias la propuesta de Vegas.
– ¿Pero eso quiere decir que lo del beso también esperará? – hizo un puchero disconforme.
– Nop, ese puede ser desde ahorita – acortó la distancia y ambos empezaron una excelente sincronización entre sus labios.
Cuando Macao se levantó a media noche a tomar agua y por curiosidad fue a ver a la habitación de su hermano, vió a la pareja dormida acurrucados y con las mantas tapandolos del frío.
HOLAAAAAAAAAAAAAAAA
¿Que les pareció la nueva portada :D?
A mí me encantó como la hice ❤️👄❤️
Me desaparecí un tiempo, mucho... creo °—°
Pero les tengo buenas noticias uwu
Ya se cómo terminará la historia
(obvio cosas buenas ⁰³⁰)
Y si mis cálculos son correctos, quedarían menos de ocho capitulos para que esto concluya :D
Todo es cuestión de que logré plasmar en imágenes y texto lo que tengo en mente
Infinitas gracias a LuluMeraz, que me ayudó a decidirme y a no sobrepensar más sobre la historia, tqm mami Lu, te dedico este capítulo 🥺💗
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