きゅう//く | 09
—¿Y bien?.
El sonido del metal podía escucharse por todo el vacío de la habitación.
Ambos miraban con temor a aquella persona que ahora era solo una sombra gracias a la oscuridad en la que se encontraban.
—¿Qué es lo que quieres que te digamos? Ya te lo hemos contado todo.
Aquella figura chasqueo su lengua, definitivamente no le había agradado aquella respuesta.
La fría y oscura habitación no ayudaba en mucho a controlar los nervios de aquellas dos personas que temblaban con el más simple sonido.
—Muy bien, al parecer ustedes mis queridos invitados, no han sido muy cooperativos conmigo.—dijo.-De cualquier manera, no podrán salir de aquí.
Se escuchó una pequeña risa proveniente de aquella sombra frente a ellos. El sujeto halo su cabello hacía atrás mientras se retiraba tranquilamente de donde ellos se encontraban.
Encendió la luz de aquél oscuro cuarto, causando molestia en los dos hombres que habían permanecido a oscuras durante todo ese tiempo.
—Tú...tú eres aquél tipo del club, el de la otra noche.
—Oh, me reconociste.—dijo con una sonrisa.—Ahora que ya saben quién soy, les daré un último chance, ¿qué es lo que hicieron con Yoongi aquella noche? Ya saben, antes de que yo llegara.
—Ya te hemos dicho que no ocurrió nada con aquél chico, llegaste antes de que pudiera pasar algo.-podía escucharse perfectamente lo rota que estaba la voz de aquél hombre.
—Bien, te creo.—les regaló una sonrisa.—Pero lamento decirles que no puedo dejarlos ir.—los rostros de los hombres reflejaban miles de emociones, ninguna de ellas era buena.—Ya saben, han visto mi rostro, no es muy buena idea que anden por las calles, recordando mi rostro y lo que les he hecho.
Los hombres suplicaban lo más que podían, pero estás suplicas fueron calladas cuando Jimin colocó una mordaza en sus bocas. Los puso de espaldas y con un tubo brillante de aluminio golpeó sus nucas. Los hombres cayeron, uno encima del otro.
Jimin retiró las mordazas y colocó un cigarrillo en ambas bocas.
Los encendió e incendió aquél lugar gracias a un gran charco de alcohol que había dejado anteriormente.
Salió del lugar que estaba a punto de cubrirse en llamas y mientras caminaba, tomó un cigarrillo el cuál encendió en sus labios, inhalando aquella adictiva nicotina.
—¿Estarás pensando en mi, Yoonie?.
Pronunció soltando el humo del cigarro. Ahora se sentía seguro de que aquellos hombres no tocarían más a su Yoonie.
[ΩΩΩ]
Caminaba por medio de la acera, iba tarde para comprar el material que su profesor le había pedido para su próxima clase, la tienda cerraría pronto.
Se maldijo a sí mismo mientras miraba la hora en su teléfono a cada paso que daba.
¿Por qué tuvo que hacerle caso a Namjoon y quedarse a jugar ese vídeo juego?.
Suspiró de alivio cuando vio que el dueño estaba aún en el mostrador de la tienda. Compró lo que necesitaba y salió de la tienda con una sonrisa en el rostro. Su profesor no lo sacaría de la clase.
Caminaba mientras revisaba sus redes sociales en su celular.
El olor a cigarrillos inundó sus fosas nasales y alzó la mirada mientras se encontraba con el dueño de aquél olor.
¿Qué hacía Park Jimin fumando un cigarrillo? ¿Qué acaso no era muy joven para eso?.
Camino hacia él con pisadas fuertes y quitó el cigarrillo de los labios del otro.
—¿Se puede saber que haces con esto?.—preguntó.—Jimin, aún no tienes edad para esto.
La mirada del chico era neutra, inhalo una gran bocanada de aire la cual expulso mientras alborotaba su cabello en una clara señal de frustración.
—Eso no le incumbe, hyung.
Definitivamente el chico estaba molesto, por más que le dijera que no le gustaba esa forma en que lo llamaba, él siempre le decía Yoonie o Yoonie hyung, nunca un simple y seco hyung.
Sacudió su cabeza quitando ese pensamiento.
Las luces de las farolas de aquél camión de bomberos inundaron la vista de Yoongi por unos momentos.
Alzó la mirada para ver lo que sucedía dándose cuenta de las llamas y el humo que eran visibles desde donde estaba.
—¿Un incendio?.
Cuestionó para sí mismo aunque el chico sentado frente a él logró escucharlo.
Se alzó de hombros y contestó la pregunta que no era para él.
—Eso es lo que parece ¿no es así?.—miró a Yoongi quien se miraba preocupado, aclaró su garganta llamando su atención.—¿Quieres ir a ver qué es lo que sucede?.
El chico seguía atento a lo que pasaba a lo lejos por lo que solo atinó a asentir a la propuesta antes dicha.
Caminaron unas cuantas calles encontrando la fuente de aquél fuego, el aire se sentía caliente, sofocante.
Se acercaron lo más que pudieron a la escena, Yoongi mirando el lugar incendiándose y Jimin mirándolo a él.
Al ver a Yoongi tan concentrado, con la luz de las llamas iluminando su pálida piel y sus gatunos ojos, Jimin solo pudo sonreír gustoso.
Había sido buena idea llevar a Yoongi al lugar donde ocurría lo que él provocó.
La mente de Jimin solo pudo llenarse de un pensamiento.
Yoongi se veía perfecto de cualquier manera, incluso con las llamas del fuego inundando su cuerpo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro