En aquel entonces pensábamos que el mundo era nuestro, que aquella criatura sería una razón más para nuestra existencia, aquella razón que me haría amar alguien que no fueras tú, Jungkook, era esa razón más para ser felices, lastima que esa felicidad se fué contigo dejándome en aquella oscura soledad..

[...]

Siete meses después.

Luego de aquel accidente las cosas cambiaron, podemos decir que para bien al enterarnos de aquella noticia tan especial de tener un bebé en camino, Jungkook estaba más que feliz, nuestros amigos ya le habían traído pequeños regalos al pequeño Minki, si, hace unos pocos meses nos habíamos enterado de que sería un hermoso niño, lo cual a Jungkook lo tenía enloquecido, había deseado tanto un varón como yo, tener una pequeña réplica de Jungkook.

—Kookie, me duelen mis pies ¿crees que es momento de tomar fotos a Minki? Debe estar durmiendo, aún no se mueve— Reí levemente acariciando mi panza de siete meses y medio, que parecía de un poco más, era algo grande para ser de siete meses, pero según el doctor Minki sería un bebé saludable y hermoso.

—No creo que a mi bebé le moleste ¿verdad pequeño Minki? Papá quiere sacarte unas fotos con Papá Jimin—Jungkook dejó su cámara a un lado para recostarse entre mis piernas descansando su rostro en mi pancita dejando suaves besos en ella sintiendo como el bebé se movía, sabía quien le hablaba.

—Es injusto que se coloquen en mi contra, me están matando mis pies y ustedes solo piensan en tomar fotos, ya veo que será una réplica tuya, cielo— me senté suavemente en la cama para que Jungkook me ayudara con mi zapatos, debía complacer a mis dos amores en lo que pedían.

—Verás que será muy rápido, no seas gruñón, el bebé lo puede heredar—Entre risas Jungkook escapó hacia el jardín para poder salvarse de mis regaños, sin embargo solo reí levemente levantándome de la cama para poder caminar al espejo arreglando mi ropa.

Desde aquel accidente no hemos vuelto a tocar el tema, ese día fue algo traumante para los dos, tantas noticias en un solo día fue algo confuso, saber que estaba entre la vida y la muerte teniendo una criatura en mi vientre, era algo que no esperaba.

Sin embargo, mía dudas aún no estaban resueltas, no sabía cómo era que Jungkook no fue quien estuvo grave, aquel día, pareciera fue un sueño…

Un leve dolor se hizo presente en mi vientre bajo, pero desapareció apenas sentí los pasos de Jungkook volver a la habitación.

—¿Cariño? ¿Todo está bien?— al escuchar su voz preocupada traté de reponerme y darle una de mis mejores sonrisas.

—Claro que estoy bien tonto, vamos, hay que tomar esas fotos..

De camino al jardín me di cuenta de lo hermoso que estaba con aquellas flores que Jungkook había sembrado, normalmente no salía de la habitación y tenía tiempo sin apreciar mi hermoso jardín que tenía tan abandonado..

—Oh Dios, está precioso, estas flores me encantan, cariño—Sonreí acercándome a aquellas rosas de color blanco viendo lo hermosas que eran cada una, estaban tan lindas, era como si Jungkook hubiera dedicado su tiempo a ellas.

De repente un flash alumbró mi rostro lo cual voltee curioso viendo a Jungkook tomarme fotos concentrado, al parecer le encantaba tomarme fotos en momentos desprevenidos.

—No es justo que el fotógrafo no avise cuando es el momento de tomar la foto, es algo muy poco profesional de usted, señor Jeon —Reí levemente sacando una de las flores para poder tomarla entre mis manos teniendo cuidado de aquellas espinas que traía.

—Salió perfecta, usted no se preocupe, Señor Jimin, le aseguro que serán fotos de excelente calidad—Entre risas comenzó a sacarme fotos en diferentes posiciones y en diferentes lugares del jardín.

Aquel momento era nuevamente perfecto, eramos solo los dos, solo que con un acompañante extra que era nuestro pequeño, muy pronto seríamos una familia, esa familia que desde un principio siempre quisimos y no me arrepiento de haberla tenido junto a Jungkook.

—¿Que tal están saliendo las fotos, señor Jeon? ¿Nos vemos bien en esas fotos?—Sonreí viendo aun como el mayor tomaba fotos de diferentes ángulos sin ningún problema, amaba como su profesionalismo lo llevaba a otro nivel.

—Claro que si, Señor Jimin, están saliendo perfectas gracias a usted, mi hermosa musa.

¿Musa?..

"Osea ¿Qué soy tu musa?"

"Claro que lo eres, sin tí no tuviera imaginación para tomar fotos o quizás tener otro punto de vista a la fotografía, ver más allá de una foto es lo que muy pocos fotógrafos pueden hacer, eso haces tú, eres aquel lienzo que tanto me encanta pintar y la fotografía que tanto me costó encontrar en aquel álbum de sentimientos encontrados, mi amada musa"

"¡Jungkook!"

"Yo Te amo mucho más, cariño"

Aquel accidente, estaba volviendo a mi cabeza como un huracán tirando todo a su paso, recordaba aquel momento en que vi a Jungkook desangrar, no tenía pulso, estaba muerto, Jungkook estaba tomando mi mano ¡Él! ¡Jungkook no podía tener solo una simple herida! ¡Yo lo ví!

Un dolor se plasmó en la parte baja de mi vientre, solo que esta vez era mucho más fuerte, eran las contracciones, mi cabeza estaba dando vueltas, sentía ganas de desmayarme, no podía con tanto a la vez, no podía.

—Cielo ¡Jimin! ¡¿Qué sucede?!—Entre sus brazos logró sostenerme buscando respuestas, pero solo lograba llorar y cubrir mi panza de aquel dolor tan horroroso.

—¡D-duele! E-es nuestro bebé, ¡a-ah! Ayúdame kookie—Sollozé apretando mis manos en su camisa sintiendo como tiraba su cámara a un lado y cargarme entre sus brazos.

En aquel momento Jungkook logró meterme en el auto sentándose enseguida en el asiento de copiloto llamando a Jin para que llegara al hospital con la ropa del bebé, no estábamos preparados para esto y mucho menos para organizar el nacimiento del bebé, faltaban más de un mes para eso, era algo imposible.

—¡Jungkook! ¡Duele!

—Tranquilo cariño, se que puedes lograrlo, solo trata de cuidar a nuestro bebé,  hazlo por mí, todo estará bien —Tomo mi mano entrea suya mientras que con la otra conducía hacia el hospital, así como aquel día.

No duramos menos de quince minutos cuando ya habíamos llegado al hospital más cercano viendo como unas enfermeras me llevaban a la sala de parto y preparaban a Jungkook para acompañarme en aquel proceso, era hora.

Luego de haberme preparado con las maquinas y la intravenosa fue cuando el doctor a cargo había llegado a hacer su trabajo en aquel momento, traer a nuestro bebé con nosotros.

—¿está preparado señor Jimin?

Aun con Jungkook a mi lado tomando de mi mano logré asentir soltando pequeños quejidos de dolor en cada contracción que pasaba.

Al escuchar las indicaciones del doctor comencé la labor de parto, comencé a pujar como pude, debía hacer un esfuerzo por el bebé, me sentía cada vez más débil y sentía voces a lo lejos a tal punto de querer desmayarme.

—Cielo, vamos, haz un esfuerzo..

Nuevamente al sentir aquella contracción apreté su mano soltando quejidos sintiendo como cada vez el dolor se hacía más fuerte, hasta que por un momento pude sentir aquel alivio que tanto deseaba.

Sin embargo,  hubo un total silencio en aquella sala, los llantos… No había, ni una sola palabra, mi bebé ¿que había sucedido?

—Doctor ¿Qué sucede? ¿Por qué mi bebé no llora?

Algo angustiado logré mirar al doctor el cual no decía ni una sola palabra, solo miraba aquel pequeño que tenía en sus brazos, era tan hermoso.

—No debiste confiar Jimin, te dije que tuvimos un accidente y así fue..

Que estaba sucediendo…

—Jungkook  ¿Qué dices?¿Que pasó?

—Todo esto es tu imaginación, nada de esto es real, despierta Jimin, despierta antes de que sea muy tarde..