- Capítulo 1: Y entonces, floreció -
Sus músculos se tensaron al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo. Su espalda dolía, algo contracturada. Poco a poco sus ojos se abrieron, intentando acostumbrarse a la luz de la habitación. Un libro con el título “*Almendra” se reposaba abierto en su pecho desnudo.
Otra vez se había quedado dormido en su sillón.
Se paró del colchón poco a poco, destensando sus músculos en el proceso. Un pequeño quejido salió de sus labios al sentir su espalda crujir. El libro cayó, dejándolo expuesto completamente y con un simple short deportivo cubriéndolo.
Su teléfono vibró en la reposadera del cojín, era su madre.
'Iré a la empresa por un problema con un cliente. Regreso mañana por la tarde. Tu padre regresa en la noche. Pídele a la empleada que te prepare algo. xx'
«Genial, hoy no tendré que lidiar con ella»
Pensó Yoshi. No tenía ni idea de que hacer, así que decidió bajar a desayunar algo e ir al pueblo a pasear. Regresaría antes de que su padre fuera a su hogar.
Después de pensarlo un poco y arreglar un horario en su cabeza, se vistió y bajó a la cocina.
—Hola, Sohn
—Buen día, joven Yoshi — La mujer le sonrió —Su desayuno ya está listo — Dijo ella, señalando un plato en la mesa.
—Muchas gracias — Yoshi respondió, con su típica expresión de póker.
Omelette con queso y verdura, ese era su desayuno. Comió despacio, viendo las noticias en su celular. Después de terminar Sohn ya no estaba en la cocina, así que el pelinegro dejó el plato por ahí y salió de la casa.
Caminó un rato, hasta toparse con la Biblioteca. ¿Debería pasar? Hace unas semanas que no iba allí. Sólo sería un minuto, saludaría a su amiga bibliotecaria y se iría. «Espero que esté el chico lindo del otro día»
Empujó el gran portón de la entrada, escuchando a la pequeña campana sonando tras él y un 'Bienvenido' de parte de su amiga Erumi, la bibliotecaria. En efecto, ahí estaba ese chico, el chico pelirosado lindo.
—¡Yoshi! ¿Dónde habías estado? Me preocupaste mucho. — Le dijo Erumi, acercándose a él y tomándolo por los hombros.
—Lamento no haber venido. Mi madre me encerró por lo del otro día y no me dejó salir de casa hasta hoy.
—Cuánto lo siento, corazón. ¿Por qué no te sientas y lees un libro? Te traeré gelatina de café, sé que es tu favorita. — El pelinegro asintió, notando cómo el otro chico alzaba la mirada al escuchar sobre la gelatina. No pudo evitar sonreír un poco al chocar sus miradas. Ahora recordaba su nombre, se llamaba Saiki.
Yoshi pensaba que tal vez se podría sentar con ese chico tan lindo, ¿debería preguntarle primero?
No perdió tiempo y empezó a buscar su novela gráfica favorita; '*Bloom'. Lo buscó y buscó por todo su estante. Sabía que no estaba en otro lugar, Erumi era sumamente perfeccionista ordenando sus libros. Pero no estaba en su lugar. La ansiedad empezó a invadir al chico. ¿Se habrá vendido? Estaba en la mejor parte y la curiosidad le carcomía. Ya se había contenido de ir a rogarle a su madre para que le dejara ir a la Biblioteca y terminar esa novela. ¿Por qué justo ahora desaparecía? Esperaba que Erumi tuviera una copia en el almacén. Pero ¡Yoshi había dejado su separador favorito de gatitos en ese libro! Oh por Dios, ahora realmente había entrado en pánico.
Mientras el chico pensaba en lo peor, Kusuo lo veía a la distancia. Se sintió un poco avergonzado, pero aún así se paró de su asiento con el libro que estaba leyendo hace unos segundos y se dirigió hasta el chico.
— «¿Este es el libro que buscas?» — preguntó, sabiendo ya la respuesta.
Yoshi miró el libro que el chico tenía entre manos. Su pánico paró y sus ojos se iluminaron. Tomó el libro y sonrió ampliamente.
—¡Si, muchas gracias!
Revisó la última página que él había leído y allí estaba, su separador de gatitos. Estaba eternamente agradecido con él.
—¿En dónde te quedaste? ¿Que te pareció? ¿Verdad que es genial? ¡Es mi novela favorita! — Yoshi no podía parar de sonreír, el chico lindo le había salvado de un posible paro cardíaco, y además había leído su libro preferido.
Saiki no pudo responder a ninguna de esas preguntas, pues alguien le interrumpió.
—Oigan~, traje la gelatina.
Los dos chicos voltearon su cabeza tan rápido que Erumi juró haber escuchado sus huesos crujir.
Yoshi caminó hacia ella, agradeciéndole y tomando una de las cuatro gelatinas. Sus ojitos azules brillaban ante tal imagen, corrió hacia una de las mesas y empezó a comer. Erumi lo miró con ternura y le ofreció gelatina a psíquico, quien no dudó en aceptar e ir con el chico.
El pelirosado se sentó junto a Yoshi. Comieron juntos en un extraño pero cómodo silencio, hasta que Yoshi terminó y comenzó a hablar sobre 'Bloom', entusiasmado.
Kusuo lo escuchaba con atención, asintiendo de vez en cuándo mientras seguía masticando.
Y así pasaron unas horas, entre los dos comiendo gelatina de café y Yoshiro hablándole sobre libros, nubes y gatos.
—¡Las nubes son preciosas, especialmente en los atardeceres! ¿Los has visto? Las nubes se ven de color rosado y azul, es mi momento favorito del día. ¡Mira, justo está pasando! — El pequeño señaló hacia la gran ventana. Era cierto, ya estaba atardeciendo; el cielo tenía un hermoso tono salmón, la Luna estaba saliendo y los restantes rayos del Sol se escurrían por medio de las nubes.
Los ojos de Yoshiro se iluminaron, mientras se acercaba poco a poco a la ventana, con Kusuo siguiéndolo. Sonrió, para luego mirar a Saiki. —¿Lo estás viendo? Es precioso.. —regresó su vista al cielo. Su mente estaba vacía, sólo pensando en ese hermoso suceso.
El psíquico aún lo miraba. Y sin querer, sonrió. ¿Cómo un chico que apenas conocía lo había echo sonreír? Tal vez era por su ternura, o por su forma de ser. Tal vez por que era muy genuino y amable, o por que sus ojos eran preciosos. Todo su rostro era lindo.
Y de repente, algo empezó a florecer dentro de los corazones de los chicos. Un sentimiento inexplicablemente hermoso. Un sentimiento que no haría más que seguir floreciendo, tal y cómo una flor, tal y cómo el libro 'Bloom'.
Almendra: Libro de 217 páginas, escrito por Won-pyung Sohn. "Esta historia habla de un monstruo que se encuentra con otro monstruo. Uno de esos monstruos soy yo." Yunjae nació con alexitimia, una enfermedad que le impide reconocer y expresar emociones y que está asociada a un crecimiento inferior de la amígdala cerebral, generalmente del tamaño de una almendra.
Fue el primer libro que Yoshi leyó, a los 4 años. La razón por la que le gusta es que creció con Alexitimia, y este libro le ayudó a entender un poco más sobre lo que vivía a tan corta edad.
Bloom: Novela ligera de 368 páginas, escrito por Savanna Ganucheau y Kevin Panetta. "Un crush que se convierte en enamoramiento, y más tarde en un gran amor, que tiene como escenario una panadería con hornos calientes, estantes abarrotados y deliciosos postres griegos. Esta historia trata del primer amor, postres deliciosos y decisiones equivocadas, pero también sobre lo maravilloso que es encontrar a las personas con quienes crecer se vuelve una aventura increíble"
Esta novela es la favorita de Yoshiro, aunque no tiene una razón en específico por el gusto hacia el más que el Boy's Love, del cual es fanático.
ᶻ 𝘇 𐰁: ¡Encuesta!, ¿Teruhashi o Auria?
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