Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Lan Zhan...


Wei Ying bajó el libro con lágrimas en los ojos. Su visión era borrosa por la gotitas de agua salada que comenzaban a formarse en sus conductos lagrimales, solo para escurrir después por su rostro, así hasta colgar de su mentón y caer en sus túnicas.

Reprimía gemidos de dolor para no alarmar al Lan que seguía escribiendo en el extremo opuesto de la habitación, concentrado en los informes y también en la persona que se había hecho un ovillo pequeño en la cama, junto a las sábanas y almohadas.

Leer ese librito de pasta engañosa fue más doloroso de lo que pensó. En sus páginas, plagadas de letras y relatos de los días de Lan Wangji durante el aniversario de su muerte, así como los sucesos que transcurrieron en esos respectivos años, se encontraba también el vivo testimonio del dolor que pasó una persona enamorada y aferrada a una esperanza que cada vez parecía más y más imposible.

Las oraciones, todas ellas, demostraban cariño, amor, anhelo, tristeza, miedos y sentimientos escondidos, que eran mezclados con la tinta a la hora de que los caracteres fueran escritos sobre la inmaculada superficie del papel.

Wei Ying aferró ese cuaderno contra su pecho, se metió entre las sábanas, con el rostro escondido en la almohada más cercana y sus dientes mordiendo su labio inferior, lloró más fuerte.

Unos segundos después, todo el capullo fue abrazado por unos brazos que, hasta hacía poco, estaban apoyados sobre una pequeña mesa, mientras los dedos guiaban al pincel para corregir la pila de hojas que quedaban por revisar.

— Wei Ying... — Lan Zhan lo llamó. Su nombre escapó de sus labios con un toque de preocupación. 

Apresado en los brazos contrarios, Wei Ying se dio la vuelta, escondido entre la sábana, abrazó el cuerpo pegado al suyo, se aferró a Lan Wangji como si fuera lo único que era real. La fragancia a sándalo que perseguía al joven Lan atravesó la barrera de la sábana blanca y llegó hasta las fosas nasales de WuXian, envolviendo con delicadeza sus sentidos hasta relajarlo.

Lan Zhan notó que el cuerpo y la respiración de la persona en sus brazos se relajaba y volvía a estabilizarse, así que con cuidado hizo resbalar la parte superior de la manta, revelando un rostro hermoso que comenzaba a recuperar sus rasgos pasados. El cabello oscuro de Wei Ying caía en mechones sueltos, el listón rojo se soltó en el momento en el que se ocultó en aquel capullo, liberando así el cabello rebelde; un tono rosa pintaba la punta de la nariz y las mejillas, pero lo alarmante era que en sus bellos ojos una tormenta se desató.

— Lan Zhan... — Wei Ying dejó que el Lan limpiara sus lágrimas con besos pequeños. — Tú... ¿Tú me amas no es así?

— Mn.

— ¡¿Cómo es posible que haya sido tan tanto cómo para no darme cuenta en ese entonces?! — Wei Ying lloró más fuerte y Lan Zhan se apartó alarmado.

— Wei Ying no es tonto, solo un poco despistado. — murmuró acariciando el rostro de Wei Ying.

— ¡¿Un poco despistado?! ¡Lan Wangji, pasaste años dando pistas y yo no me di cuenta! Y luego... Y luego... ¡Trece años Lan Zhan! ¡¿Cómo esperas que no me sienta mal luego de esto eh?! — exclamó a la par que sacaba el pequeño libro de entre las sábanas para ponerlo en frente de la cara de su esposo. Lan Zhan arrugó el ceño al ver el volumen, lo tomó con suavidad y lo dejó de lado.

— ¿Lo leíste? — pregunto un poco más serio.

Wei Ying asintió sin consideración, poco le importaba ahora si su esposo lo regañaba o le daba un sermón acerca de lo mal que estaba tomar y leer cosas ajenas sin el consentimiento previo. Ahora su única preocupación era buscar una forma de remediar el dolo que su amado Lan experimentó durante esos años que él estuvo muerto.

El solo hecho de imaginar que Lan Zhan sufrió tanto hacía que una estaca perforara su corazón, punzaba, dolía...

— Wei Ying no debe de estar triste por eso. — Lan Zhan le regaló un beso  en la cien para luego abrazarlo con más fuerza. — Ahora todo está bien.

— No, no está bien, sufriste...

— Pero ahora estás aquí, y soy feliz.

Wei Ying alzó la mirada, besó los labios de Lan Zhan y al separarse le susurró unas palabras sin alejarse demasiado, solo lo suficiente, por lo que ambos labios volvieron a entrar en contacto cuando habló.

— Entonces, permite que este pobre patriarca haga más feliz al segundo jade de Gusu... ¿Qué dices Lan Er-gege?

Su tono hizo que un nuevo brillo destilara en los ojos de Lan Zhan, y cuando deslizó su mano hasta ese punto entre la entre pierna del segundo jade, sintió una dura erección que pronto se volvería dolorosa. Sonrió en señal de victoria y volvió a atacar los labios que estaban a tan solo un par de milímetros de distancia de los suyos. 

Lan Zhan tomó dominio total del beso, reclamando con posesividad la boca ajena derribó a Wei ying, logrando que quedara por debajo de él. Su lengua recorría y bailaba con la del patriarca en su cama, y al momento de separarse ambos jadeaban en busca de más.

— Recuerda tus palabras. 

Ante esa oración la expresión de Wei Ying decayó. Su sonrisa burlona pasó a se runa mueca aterrorizada.

— ¡Lan Zhan no! ¡Yo.... Yo solo estaba... ah! ¡Er-gege escucha! ¡Lan Zhan tienes trabajo! ¡Recuerda lo que tu tío dijo, sino... Vamos a estar alejados y... Aaah!

— Ya he terminado. — dijo Lan Wangji contra los labios ajenos, antes de devorarlos de nueva cuenta, como si tuviera hambre y nunca pudiera estar lleno. — Wei Ying no debe de preocuparse por eso...

Wei Ying palideció. 

— ¡Estoy enfermo! ¡¿No lo recuerdas acaso?! ¡Lan Zhan no seas así! ¡Lan Wangji! ¡HanGuang-Jun! ¡Er- gege! ¡Aaaah! ¡Piedad!


.

.

.


— ¿Escucharon ese grito? — Lan Jing Yi miró a su alrededor en busca del origen de aquel sonido tan suplicante. — Creo que están matando a alguien...

— Habrá que echar un vistazo entonces. 

— ¡No! — Lan SiZhui se aclaró la garganta, su tono salió demasiado elevado y estaba prohibido hacer ruido en el receso de las Nubes. Con las orejas y parte de sus mejillas sonrosadas, jaló a sus dos acompañantes y los mandó a hacer algún recado al lado contrario del complejo de montañas. Una vez que los vio alejarse, corrió hasta el Jingshi, siempre cuidando de taparse los oídos, sacó un talismán de silencio y lo pegó contra la puerta.

Los sonidos obscenos, llenos de placer y morbo se esfumaron. Lan SiZhui pudo suspirar aliviado, darse la vuelta y alejarse en silencio, como si allí no hubiera pasado nada.

Sus padres, su tío y el viejo QiRen le agradecerían más tarde aquel pequeño acto de bondad y valentía.

Nadie en Gusu quería escuchar aquella orquesta a medio día.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro