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【 Capítulo 4 】
૪'ރ፧ Ahora lo sabe, ¿verdad?
㋡
POV. Shouko Tendo
Escuche como los cuerpos de Ranma y el superior Kuno impactaron en el agua, todos los alumnos que nos seguían anteriormente ahora se encontraban observando por la ventana esperando que ambos chicos salieran del agua.
En medio de la conmoción puede lograr acercarme a Akane que al igual que los demás estaba observando con curiosidad al exterior, cuando notó mi presencia dejo eso de lado y miro mi cuerpo tratando de encontrar alguna herida. Pensé que era algo exagerada su preocupación, sin embargo no me moleste de comentarle nada y deje que hiciera lo que quisiera con tal de que así se quedara más tranquila.
—¿Como se atreve Ranma en arrastrarte de esa manera? Apenas es su primer día y mira todos los problemas que ha causado. Espero que no te haya hecho nada ese degenerado, porque de ser así tendrá serios problemas conmigo.
—Tranquila no me hizo nada —con delicadeza retire sus manos de mis hombros una vez que termino de inspeccionarme y las sostuve entre las mías para evitar que hiciera algún otro movimiento—. Además él no tiene la culpa, el problema aquí fue Kuno.
—En eso tienes razón —suspiro con resignación— ¿Cómo se enteró de todos modos sobre tu compromiso? Te juro que no se lo conté a nadie.
—Te creo, lo más probable es que haya sido Nabiki.
En ese momento nuestra conversación se vio interrumpida por Nozomi quien tomándome del brazo hizo que mi atención regresara a la ventana.
—Shouko, ¿tu prometido no sabe nadar? —su pregunta me desconcertó por un momento, pero le decidí contestar con sinceridad.
—No estoy segura, ¿por qué lo preguntas?
—Porque no ha salido del agua.
Ante su respuesta observe a la piscina confirmando sus palabras. El cuerpo del superior Kuno ya se encontraba flotando en la superficie y por su estado inmóvil parecía que la caída le afecto lo suficiente para poder dejarlo inconsciente, mientras que por otro lado, Ranma no se veía por ningún lado.
Lo primero que pensé y creo más probable, es que la ahora chica se encuentre en pánico intentando hallar una manera de salir del agua sin que nadie se de cuenta de su nueva apariencia, no obstante una parte de mi me llevó a considerar muy seriamente la pregunta de Nozomi.
'¿Acaso él no sabe nadar? No, eso es muy poco probable.'
El tío Genma me había mencionado hace poco que tanto él y Ranma habían cruzado el mar nadando para ir y volver de China, esto a falta de dinero, aunque esa fue una buena práctica para complementar su entrenamiento. Así que, ambos deben de ser excelentes nadadores para no haber terminado ahogados o siendo arrastrados por las mareas del océano, por lo que la alberca no debe ser algo difícil de manejar para el joven Saotome.
'¿Y si Nozomi tiene razón? ¿Y si el impacto con el agua pudo dejarlo inconsciente como al superior Kuno?'
Tan rápido como ese pensamiento apareció lo descarte, pero conforme pasaban los segundos esta idea retomaba fuerza nuevamente.
Llegó un segundo en el que Akane y yo intercambiamos miradas, en donde nos preguntábamos cuanto tiempo podría aguantar la respiración el menor de los Saotomes.
'Si no hace algo tal parece que tendré que ayudarlo, después de todo el tío Genma me encargo de cuidarlo.'
Con eso en mente me subí a la ventana preparándome para saltar, solo que no esperaba era que mi mejor amiga y mi prima menor me detuvieran de hacer cualquier tontería sujetándome de ambos brazos.
—¿Qué estás pensando hacer? —preguntoó la azabache mostrando su enojo tanto en su voz como en la fuerza que ejercía sobre mi brazo derecho.
'Si sigue así me dejara una marca.'
—Entiendo que es tu prometido y todo eso —intervino Nozomi—, pero no puedes lanzarte de esta altura, el agua se sentirá como si te estrellaras contra el concreto.
De acuerdo, no tenía idea de como era que ella sabia eso, pero antes de que pudiera responder cualquier cosa un grito se escuchó desde la alberca, era la ahora pelirroja que intentaba escapar desesperadamente de los brazos de Kuno.
En un rápido movimiento sacó a su superior de la alberca golpeándolo de paso con el borde de la misma y tomando eso como impulso cruzó la barda que rodeaba la piscina con giros en el aire logrando así huir hacia los jardines de la escuela.
—No sé si me está fallando la vista, pero ¿el cuerpo de Ranma no les pareció un poco más pequeño? —comentó un compañero de clase.
—También lo noté habrá sido una ilusión.
Y esta fue mi señal para irme de aquí.
Ignorando a mis compañeros me bajé de la ventana y fui corriendo al salón de clases que por suerte se encontraba vació, ni siquiera se encontraba el profesor Kotobuki quien probablemente habrá ido a la dirección para hacer un reporte grupal por salirnos de su clase, pese a eso no me importo en absoluto y me concentre en buscar la mochila de Ranma en medio del desordenado salón, esto ultimo por cortesía de mis compañeros de clase.
Al encontrar lo que estaba buscando, saqué el termo de agua caliente del interior y salí en busca del chico.
'Espero encontrarlo antes de que alguien más lo haga.'
Corrí con gran velocidad por los pasillos y en un intento de evitar ser vista por un profesor que caminaba cerca de donde yo estaba, termine saltando por la ventana. Aterrice sobre unos arbustos que me ayudaron a mantenerme escondida de los pocos adultos y estudiantes que circulaban por la zona.
Ya una vez de haberme asegurado de que todo estaba despejado y no me haya visto nadie seguí con mi camino.
Estaba al pendiente de mi alrededor para buscar aunque sea una pista del paradero de Saotome, un rastro de agua, un sonido, lo que sea, hasta que a lo lejos pude divisar una cabellera rojiza que rápidamente paso al lado de la cancha de beisbol tratando de no ser vista por el grupo que estaba jugando ahí.
—¡Hola señorita Shouko! —el saludo me desconcertó por un segundo y desviando mi mirada de la pelirroja, me encontré con un chico de cabellos castaños que se acercaba con una gran sonrisa hacia mí.
Creo que era un estudiante de tercer año sino mal recordaba, ya que lo he visto en varias ocasiones por la escuela y solo he hablado con él en una breve ocasión.
Le saludé rápidamente para tratar de seguir con mi búsqueda, sin embargo cuando noté con mayor atención la complexión física del estudiante que ahora se encontraba a unos pasos de distancia de mi, opte por terminar de acercarme a él.
'¿Cómo era que se llamaba? ¿Ryu? ¿Ryota? No estoy segura, creo que al menos se apellidaba Tanaka.'
—Superior Tanaka que bueno que lo veo, me gustaría pedirle un favor.
No hace falta decir que acepto ayudarme sin ninguna objeción, aun sin saber lo que yo quería pedirle.
【 ❁ཻུ۪۪ 】
—¿Por qué tuvo que inscribirme en una escuela llena de locos? —al escuchar esas palabras busque al dueño de esa voz encontrándolo arriba de un árbol escondido entre sus hojas exprimiendo el agua de su pantalón.
Cuidando de que las cosas que traía en la mano no se me cayeran, trepe el árbol con tranquilidad y a la vez que más me acercaba podía entender con mayor claridad las quejas de Ranma. Me sorprendió que al ser practicante de las artes marciales no se diera cuenta todavía de mi presencia, pensé en quedarme callada hasta que pudiera darse cuenta por si mismo de que estaba sentada detrás de él, pero como estaba tardando más de lo que pensaba decidí mejor detener su divagación.
—De verdad no entiendo a estas personas. Enserio, ponerse de esa manera por una chica—murmuro para si mismo—. ¿Qué tiene de especial? Ni que fuera tan bonita, de hecho yo transformada en mujer soy más hermosa.
—Supongo que tienes razón, aunque la belleza física es algo subjetivo —hablé llamando finalmente su atención.
Cuando me miro dio en grito en el cielo y de no haberlo tomado del brazo estaba segura de que abría caído del árbol.
—¡¿Acaso no sabes que es de mala educación espiar a la gente?! —exclamó una vez que logró estabilizarse de nuevo en la rama.
—Como también es de mala educación hablar mal a espaldas de uno —repliqué provocándole un bufido de molestia a la ahora chica.
—De todas formas, ¿Qué haces aquí? —agito su ropa haciendo que unas gotas de agua salpicaran en mi rostro.
Me limpie con la manga del uniforme ignorando su acción anterior. —Vine a ver como estabas.
—¿Cómo crees que iba a estar? Kuno sintió mi cuerpo cuando estábamos bajo el agua, así que ahora sabe que era mujer. Lo más probable es que se lo diga a todos.
No supe que responder. Ranma se metió en una situación difícil y de cierta forma fue debido a mi culpa o mejor dicho al compromiso que hay entre nosotros. Una parte de mi sabía que este matrimonio arreglado causaría problemas, solo que no imaginaba que fuera de esta magnitud.
Ranma tuvo razón en lo que dijo, mis compañeros están locos y en realidad no esperaba que actuaran de esa manera al enterarse que tendría una pareja, después de todo en la secundaria, mis compañeros de ese entonces no llegaron al extremo de perseguir y luchar con el que ahora es mi exnovio.
Talvez sea porque ahora no se esta hablando de un simple noviazgo sino que se esta hablando de "compromiso" o "matrimonio" lo que altero a mis compañeros, no obstante eso no los excusa. Sin importar el contexto, no puedo creer que estudiantes de secundaria actuaran de forma más madura que mis compañeros de la preparatoria.
Ya dejando eso de lado, como tuve algo que ver (ya sea de forma indirecta) en el lio que se metió Ranma, creo que lo correcto seria como mínimo apoyarlo en estos momentos.
—No dejes que eso te preocupe -admito que no fueron las mejores palabras que pude decir, pero fue lo primero que salió de mi boca.
—¿Cómo no me voy a preocupar? Lo que menos quería es que más personas descubrieran de mi maldición. Lo más seguro es que ahora seré la burla de la escuela.
'No lo serás si puedo evitarlo.'
—Ranma escucha, independientemente de que Kuno revele o no tu secreto no creo que nadie le crea -por fin me miró, tal parece que pude llamar su interés—. Piénsalo de esta manera, si tu le dices a alguien que una persona puede cambiar de sexo por tocar el agua fría muy difícilmente te van a creer y podrían tacharte de loco.
—Puede que tengas razón, pero recuerda que Kuno no fue el único que me vio. Todos los de nuestra clase me vieron salir de la piscina como mujer.
—De eso no te preocupes, estábamos demasiado lejos y ellos no se dieron cuenta. Comentaron respecto a que tu cuerpo era más pequeño de lo normal y eso puede explicarse fácilmente por la distancia. Incluso uno comento que podría a ver sido una ilusión.
Ranma no menciono nada mas, dejó colgando sus pantalones en la rama donde estaba sentado para que se secaran y después se quito la camisa para exprimirla.
—Si te hace sentir mejor —continue la conversación—, voy ayudarte a que sigas manteniendo en secreto tu maldición.
—¿A si? —la incredulidad que remarcaba en su tono de voz me indicó que no me creía— ¿Y cómo lo lograras? Porque a no ser que puedas borrarle la memoria a Kuno no creo que esto pueda seguir siendo un secreto.
En eso puede tener razón y en realidad si me gustaría tener algo para borrarle la memoria de forma pacifica a mi superior, porque a pesar de su estresante personalidad no me atrevía a borrarle la memoria a base golpes, no se lo merecía, además de que eso era poco moral y podía causarme muchos problemas.
Así que, tendría que recurrir a otras tácticas, como por ejemplo las que involucraran el sentimentalismo. No era mala la idea hasta cierto punto, debido a que eso significaría que tendría acércame al estudiante de segundo año, lo cual no me agradaba demasiado. Aunque si es para ayudar a Ranma...creo que podría intentarlo.
—Se que no lo sabes, pero puedo llegar a ser muy convincente cuando me lo propongo —le expliqué al chico de la trenza una vez que ya estaba mentalizada de lo que probablemente tendría que hacer en el futuro—, además aprovechando que le gusto al superior no será muy complicado convencerlo de creer lo que yo quiera.
—Sabes tengo apenas unos días de conocerte y debo admitir que a veces das un poco de miedo.
Sonreí de la forma más amable posible por su comentario, no era la primera vez que me lo decían así que no me moleste en absoluto, era solo que ¿Cómo se atrevía a decirme eso cuando estoy tratando de ayudarlo?
Que maldito.
—Por cierto, cambiando de tema te traje algunas cosas -le extendí el termo con agua junto con la ropa que cargaba desde hace rato.
—¿Dónde conseguiste esto? —preguntó al inspeccionar la chamarra y el pans del uniforme masculino de educación física.
—Se las pedí prestadas a alguien. Solo pude conseguirte esto, pero creo que esto puede ser suficiente para al menos cubrirte y no estés empapado.
—¡Muchas gracias! —me sonrió con una extraña felicidad que no había presenciado en estos días de conocerlo. No esperaba que esto lo pusiera de buen humor, sin embargo ¿quien soy yo para decirle algo?
—No hay de que, trata de cuidar la ropa porque la tengo que devol...¡¿Qué estás haciendo?! —por instinto cubrí mis ojos con mis manos al ver que la pelirroja se quitaba la playera interior dejando sus pechos al descubierto.
Su acción me había tomado por sorpresa, aunque rápido reaccione y sentí que había exagerado un poco, después de todo no era la primera vez que lo veía así; ya que cuando estamos en casa, el no tiene ni un poco de prudencia al mostrarse casi desnudo cuando se encuentra convertido en mujer.
Quitando las manos de mi rostro, mire por los alrededores esperando que nadie estuviera cerca para ver dicha escena, pese a que las ramas del árbol nos cubrían a ambas por completo, no quería correr el riesgo de que un par de ojos curiosos y/o lujuriosos vieran a Ranma de esta manera, a sabiendas de que a el no parecía importarle.
Iba a reclamarle por esto, solo que al final las palabras no pudieron salir de mi boca cuando observe una marca roja sobre su pezón derecho, más en especifico la forma definida de una mano masculina.
¿Qué tan fuerte tuvieron que sujetar su pecho para dejarle eso? De solo imaginarlo me hizo enfurecer.
—Ranma —lo llame desviando su atención de toda su ropa que ahora se encontraba colgando de la rama— ¿Kuno te hizo eso?
Su mirada bajo hacia su pecho pareciendo apenas ser consciente de lo que me refería, su ceño se frunció nuevamente antes de hablar.
—Por eso me dolía mucho el pecho. Que degenerado, no tenía que apretar muy fuerte-su vista ahora se dirigió a mi rostro y frunció aun más sus cejas a la vez que llevaba su brazos a sus pechos para cubrirlos. En otra situación, estoy segura de que me habría dado gracia de ver que por primera vez él sienta un poco de vergüenza en que alguien lo vea con sus pechos al aire, pero ahora me sentí indiferente ante su acción— ¿Qué te pasa? ¿Por qué me miras así?
—Ranma si quieres que le de una paliza a Kuno solo tienes que decirlo— tal parece que no esperaba para nada esas palabras de mi parte.
—¿De que estas hablando? No voy a pedirte algo como eso. Recuerda que soy un hombre y puedo defenderme, así que deja de estar diciendo tonterías.
Ignorando la situación, se hecho el agua sobre su cabeza haciéndolo volver a su sexo original, pude observar que en un instante sus pechos desaparecieron para transformarse en unos fuertes pectorales, no obstante la marca roja aun permanecía ahí haciendo que mi molestia aun no disminuyera.
—¿Puedes dejar de mírame de esa manera? Es incomodo —fue en ese momento que desvíe mi mirada de su pecho a sus ojos y note que me miraba con molestia aunque no paso desapercibido para mi sus mejillas sonrojadas.
'Lo más provable es que piense que soy parecer una pervertida. , pensé con vergüenza por mi descaro.
Rápido me disculpe con el y le di la espalda para dejarlo vestirse tranquilo y así aprovechaba la oportunidad seguir observando los alrededores. —Vístete rápido, aun tenemos que regresar a clases.
—Mejor regresemos a casa -suspiré considerando su opción, esta a sido una mañana un poco caótica y si mi cuerpo (más que nada mi mente) quería descansar, no puedo imaginarme como se sentiría Ranma. La cuestión aquí era, que justo después del cuarto periodo tocaban materias con profesores que eran estrictos y en realidad no quería tener problema con ninguno por haber faltado.
Además, no se como se tomarían los maestros que Ranma siendo el nuevo estudiante se saltara sus clases.
—Apenas darán las once de la mañana —replique a la vez que revisaba el reloj en mi muñeca— ¿No podrías esperar un poco más?
—No, no quiero seguir en este lugar.
Un ruido se escucho a lo lejos y por los gritos que se oían en la distancia no fue muy difícil averiguar que se trataba del superior Kuno que trataba de encontrar a Ranma.
—¿Ya terminaste de vestirte? —vi en dirección al chico a mi lado y con prisa se estaba colocando la chamarra, con rapidez subí el cierre de la misma— Esta bien tu ganas, nos vamos a casa.
Estábamos a punto de saltar a otro árbol para irnos sin ser vistos, pero las siguientes palabras de Kuno hicieron que el chico a mi lado me sostuviera del brazo impidiéndome escapar.
—¡Saotome cobarde! ¡Escapando de una pelea, no eres un hombre!
—No caigas en sus provocaciones, ignóralo nada más -trate de hablar lo más bajo posible para no ser escuchada por el estudiante de segundo año—. No tiene caso que pierdas tu tiempo con él.
El de la trenza se mantuvo en silencio observando al castaño y por un momento dude de que haya escuchado algo de lo que le dije. Cuando sus ojos se desviaron hacia mi, pude darme cuenta de que el superior logró tocar una fibra sensible en Ranma, el enojo era visible a simple vista, un aura muy diferente a la de hace apenas unos segundos emanaba de él y la forma en la tronaba los dedos me daba a entender de que quería acabar con el mayor a golpes.
Su orgullo se vio afectado, eso estaba claro.
Llamar "poco hombre" a un adolescente temperamental que tiene la maldición de transformarse en mujer y además que cuenta con suficiente experiencia en el combate cuerpo a cuerpo, probablemente no haya sido la mejor de las ideas por parte del superior Kuno, a pesar de que el tema de la maldición no lo sabía.
—¿Por qué debería huir de ese tonto? Hace rato podre haberme descuidado, pero ahora no me será difícil vencerlo. Me tomará un minuto, así que espera aquí —y de un salto aterrizo frente a su superior llamando su atención.
—Ranma Saotome desgraciado, ¿Cómo te atreviste a escaparte de esa manera y dejar a una mujer en tu lugar?
Oh cielos, parece que el superior Kuno no se dio cuenta de la maldición. Esas eran excelentes noticias, ahora con él descartado puedo decir que nadie se dio cuenta de su cambio de sexo.
—No tengo idea de lo que estas hablando —respondió el de la trenza con indiferencia—, tu fuiste el tonto que no supo aterrizar bien y quedó inconsciente en la alberca. Pensé que te habías ahogado, así que no vi la necesidad de luchar con un muerto. Aunque me alegro de que no haya sido así, porque ganar de una forma tan ridícula es vergonzoso.
Debo admitir que me sorprendí un poco, algo que he aprendido de Ranma Saotome en estos días es que es un pésimo mentiroso, pero la seria actitud que presentaba y la determinación con la que estaba hablando me hizo casi olvidar que Kuno tenía razón y que si era cierto que el chico de dieciséis años había escapado de la pelea, aunque fue por motivos diferentes a las que el creía.
—¡Mentiroso! Sabes muy bien que realmente escapaste, no hay duda de que tuviste miedo de mí en ese momento, temiste de mi fuerza, de mi valor, de mi...—Ranma no lo dejo terminar porque en un par de segundos le dio una gran cantidad de patadas en distintos puntos de presión que lo dejo inconsciente, acción que me dejo impresionada nuevamente.
'Si que es veloz.'
—¿Nos vamos a casa? —mire hacia abajo y el de la trenza me observaba paciente al lado de las raíces del árbol en el que estaba sentada.
Como respuesta asentí, tome su ropa que aun permanecían colgadas cerca de mi y con cuidado aterrice de un salto a su lado antes de comenzar a caminar.
—¿Por qué mejor no regresamos a clases? Si nos apuramos llegaremos a tiempo para el cuarto periodo —comenté al notar que caminábamos en dirección contraria a la de los salones.
—No —exclamó de inmediato—, estuviste de acuerdo de irnos a casa, así que me ire. Si quieres acompañarme o no ya es tu decisión.
Si que es terco, algo que esta empezando a molestarme.
—¿Como puedo convencerte para que te quedes? —decidí recurrir al chantaje, pero él ignoro por completo mi pregunta— Puedo comprarte algo para la hora del almuerzo.
—No, Kasumi me preparo un bento y estoy seguro que su comida sabra mejor que lo de la cafetería.
Tiene un buen punto, no es por despreciar a los cocineros de la cafeteria, pero la comida casera de Kasumi sabe mucho mejor que lo que venden aquí en la escuela.
—¿Qué tal si te regalo un dulce de los que preparo? —eso al parecer le intereso ya que se detuvo por completo.
—Hoy no trajiste tus dulces para vender.
—No digo que te los dare ahora —rodó los ojos y siguió caminando colocando sus brazos detrás de su cabeza—. En la tarde ire al supermercado a comprar ingredientes para unos brownies, puedo darte uno si quieres.
Al tardar en darme una respuesta creí que seguiría negándose a mi propuesta, pero me sorprendió su descaro cuando me respondió con un: "—Que sean ocho".
—Tampoco te aproveches, descarado —repliqué al instante.
—Esta bien, esta bien-comentó con resignación—. Entonces que sean cinco.
—Uno.
—¿Tres?
—Uno.
—Dos y eso es lo mínimo que aceptare —espetó molesto sin intenciones de cambiar de opinión.
'Bueno dos es un numero más racional que ocho.' Un suspiro escapo de mis labios ante ese pensamiento: —Esta bien dos, pero tienes que quedarte para el resto de las clases.
—No te preocupes, de todas maneras no tenia intenciones de faltar desde el principio —y así cambio su rumbo para empezar a caminar hacía el salón de clase.
'Si, claro.'
No me molestare por eso, era obvio que esa era una gran mentira, porque como dije antes...
Se que Ranma Saotome era un pésimo mentiroso.
【 ❁ཻུ۪۪ 】
La noche había caído. En mi casa ya habíamos cenado, ya había tomado un baño y ahora me encontraba en mi habitación con Akane, ambas concentradas haciendo la tarea que nos encargo la profesora de matemáticas.
—Si que cuidaste muy bien de tu novio en la escuela, aunque eso era algo de esperar de tu parte Shouko— y por supuesto de Nabiki quien se coló a mi cuarto para seguir molestando con el tema de Ranma—. Además es muy lindo que ya estén empezando a tener citas románticas, aunque no esperaba que iniciaran tan pronto.
El sonido de un lápiz romperse me hizo observar a Akane, que me devolvía la mirada con gran molestia y una ligera incredulidad y repulsión.
—¿Qué? —esta vez preguntó la menor de las tres— ¿Por eso llegaste tarde? ¿Para tener una cita con él?
Se que no hice nada malo como para merecer el enojo de mi prima, pero se que justo en este momento tendría que tener cuidado con mis palabras para no molestarla aun más y que en el peor de los casos no termine yendo a golpear a Ranma por algo que ni hizo.
—Fui a comprar algunos ingredientes para unos brownies y más que nada lo obligué a venir conmigo para ayudarme a cargar las bolsas. En si no fue una "cita romántica" y ni siquiera hubo un "momento romántico" entre nosotros, solo hubo quejas y quejas de su parte que casi lograron acabar con mi paciencia —explique con indiferencia mientras seguía concentrada en mi tarea, pero fui consciente de que la molestia de Akane disminuyo—. Además, no creo que se le pueda llamar cita a ir de compras al supermercado.
Esto ultimo lo dije con la esperanza de que Nabiki dejara el tema de lado.
—Pues mi amiga Sakura me ha dicho que ella ha ido al centro comercial con su novio para una cita, por lo que no le veo lo malo —comentó la de pelo corto con claras intenciones de seguir jodiendo.
—Una cita en el centro comercial es normal —respondí—, pero nadie tiene una cita en un supermercado, ¿a quién se le ocurriría algo así?
—Por lo visto, a ti.
—¿Por cuánto tiempo seguirás con eso? —le pregunte mientras le señalaba a mi prima menor un error en la ecuación que estaba resolviendo en su libro.
—Hasta que logre hacerte enojar o hasta que deje de ser divertido, lo que ocurra primero- suspiré por su respuesta y decidí al final ignorarla por completo y ya no dirigirle la palabra, aunque tal parece que Akane no pensaba de la misma manera.
—Nabiki si vas a seguir así será mejor que te vayas, estamos intentando hacer la tarea.
—Pero a Shouko le gusta que este aquí, ¿verdad que sí? —no respondí— Lo vez. Por cierto, Akane y yo estábamos hablando hace rato y ¿verdad que a ti no te molesta que Ranma se transforme en mujer, cierto?
—¿Por qué tienen ese tipo de conversaciones? —pregunté a la azabache intentando seguir ignorando a la mayor, pero como Nabiki no es nada tonta, se dio cuenta de inmediato de lo que estaba haciendo y solo se rio de la situación antes de responder.
—Porque Akane sigue molesta de que te comprometieras con y cito: "un fenómeno pervertido".
—¡Nabiki! Te pedí que no le dijeras eso.
—¿Qué tiene de malo que ella lo sepa? Después de todo estabas hablando de su prometido.
Un concurso de miradas inicio entre las dos, la molestia de Akane contrastaba demasiado con la diversión que irradiaba de Nabiki. Las discusiones entre ellas eran comunes y era normal que nadie se entrometiera ya que estas pequeñas peleas no llegaban demasiado lejos. Por ese motivo normalmente no intervendría y seguiría con lo que estaba haciendo, no obstante ambas están en mi habitación y no quería tenerlas discutiendo aquí.
—Akane ya hemos hablado de esto -al final logro desviar la mirada de su hermana hacia mi dirección—, pensé que después de lo que hablamos ya no lo llamarías de esa forma.
—Lo sé, lo sé, pero él tampoco me trata muy bien que digamos, me molesta y me sigue diciendo fea marimacho.
Eso no me lo esperaba.
—¿De verdad? —le pregunte masajeando mi frente, ya estaba comenzando a darme dolor de cabeza.
—Si, me lo dijo hace un rato, no te enteraste porque te estabas bañando.
'Ay Ranma, cuando por fin puedan llevarse bien estos dos hare una gran celebración, lo aseguro.'
Sabia que la relación que tenían ambos no era buena, se ignoraban lo máximo posible y trataban de no estar en el mismo lugar a menos que sea necesario, como cuando nos sentábamos juntos a comer. Incluso cuando se veían en la necesidad de hablar entre si, solo lo hacían con frases concisas.
"Al menos ya no discuten", "Al menos ya no se insultan mutuamente", eran mis pensamientos en estos días y esas eran las pruebas que tenía de que las cosas estaban mejorando entre ambos, pero no era así. Tal parece que solo trataban de mantenerme contenta absteniéndose de pelear cuando yo estaba presente.
—Ya responde a lo que te pregunte Shouko —interrumpió Nabiki.
Ya harta de esto opte por dejar de lado la breve ley de hielo debido a que no estaba funcionando para nada y decidí reclamarle por lo de la mañana.
—En realidad no me molesta la maldición de Ranma. No pienso que eso lo haga un "poco hombre", un "fenómeno" o un "pervertido" —insinué a las formas en las que he escuchado que se refieren a él-, lo que si me molesta es lo que hiciste hoy en la escuela Nabiki.
Tal parece que lo ultimo que dije la tomo por sorpresa: —¿Eh? ¿Qué quieres decir?
—Crees que no sé qué fuiste tu quien le dijo al superior Kuno sobre mi compromiso con Ranma —una sonrisa adornó los labios de mi prima.
—¿Y que tiene de malo? Esa es la verdad.
—Lo malo es que ahora todos están hablando de ellos dos en la escuela— intervino Akane—. No quiero que a mi prima la involucren en rumores, que tal si dicen que es una pervertida o algo así —al notar mi severa mirada murmuro un "lo siento".
—Creo que estas exagerando —comenté.
—No lo hago, en el baño escuche cosas de que tu y Ranma ya se han besado en varias ocasiones y unos asquerosos que estaban en los pasillos suponían que ya se han de haber acostado.
Era de esperase, al final de cuentas esta no era la primera vez que dicen ese tipo de rumores sobre mí. Una vez escuche a alguien decir que "los rumores solo duran 75 días", refiriéndose que después de un tiempo los rumores perderán relevancia y serán olvidados, ese es el motivo por lo que no le tome mucha importancia.
—Lo importante es que nosotras sabemos que no es verdad —tome la mano de Akane para calmarla y le sonreí para demostrarle que no estaba molesta ni afectada por lo que dice la gente—. Pero Nabiki, es cierto que nos pusiste a ambos en una difícil situación, en especial a él. Ahora no solo Kuno lo tiene en la mira sino toda la escuela.
Indiferente, la susodicha comenzó a leer una de las revistas que encontró en el suelo y por la temática de la misma sabia que era de las que Nozomi ha dejado olvidadas en mi cuarto.
—Aun no veo el problema, en teoría el es bueno en las artes marciales y por lo visto el puede hacerle frente a Kuno quien es más fuerte en la escuela, los demás lo pensaran dos veces antes de enfrentarse a él.
—Eso puede ser cierto, aun así esperaba que en estos días el pudiera adaptarse a Furinkan sin tener ningún problema y que nadie se metiera con él por ser mi prometido.
Al notar que su interés por la revista desapareció para enfocarse de regreso en mi, incluyendo que su sonrisa burlona estaba creciendo más y más, me hizo arrepentirme por mis palabras. Era obvio que le di más motivos para seguir molestándome.
—Que adorable, realmente lo amas.
—Esto es simple empatía y amabilidad, cosa que también deberías aplicar —respondí ya mentalizándome de la próxima hora en la que me seguirá molestando.
—Eso es aburrido.
Un toque en la puerta interrumpió nuestra conversación, un suspiro escapo de mi boca y en mi mente agradecí a la persona que estuviera detrás de la puerta, no me interesaba quien haya sido, pero debido a la situación esperaba que sea Kasumi o mi tío que vinieron a llevarse a Nabiki para algo, lo que sea no importaba, solo quería que saliera de mi cuarto.
—Adelante —cuando se abrió la puerta lo que menos me esperaba era ver a Ranma del otro lado.
Al estar distraída, no pude sentir su presencia en ningún momento y esto me hizo preguntarme: ¿Por cuanto tiempo ha estado detrás de la puerta? Y ¿Cuánto de nuestra conversación habrá escuchado?
Observe a mis primas y cada una tenía una expresión diferente, la azabache estaba molesta e ignoro la presencia del chico siguiendo con su tarea mientras que una sonrisa burlona adornaba los labios de la mayor, quien trataba de ocultar de forma inútil su rostro detrás de la revista.
—¿Shouko estas ocupada? —preguntó el de la trenza cuando entro a mi habitación.
—Un poco, pero dime, ¿Qué necesitas?
—Esperaba hablar contigo, no tardare mucho lo prometo.
Con tal de salir y estirar las piernas, acepte sin pensarlo dos veces. Ambos salimos de mi habitación y casi al instante de cuando cerré la puerta le hice una seña a Ranma para que guardara silencio, asintiendo extrañado por mi petición.
Sin previo aviso, solté un golpe a mi puerta aunque no lo suficientemente fuerte como para poder romperla y como respuesta a mi acción escuche un quejido del interior de mi alcoba.
—No escuches conversaciones ajenas Nabiki —hablé lo bastante fuerte para que pudiera escucharme desde el otro lado de la madera.
—¿Quieres ir a otro lado? —Ranma quien se estaba divirtiendo por la situación señaló hacia el jardín.
—Te lo agradecería bastante.
Aun sigo por aquí xd y con un nuevo capitulo.
Saben no creí que tardaría demasiado en escribir esta parte. Para ser sincera no me gustaba como quedaba lo que escribía y por frustración al final me ponía a hacer otra cosa 😅
Aunque no todo este tiempo fue un desperdició, ya que me puse a desarrollar un poco de lo que me gustaría escribir en un futuro y los temas que pienso abarcar en este fanfic, como también me puse a leer nuevamente el manga y ver el anime de los 80's para hacer una cronología (cosa que debí haber hecho desde un principio, jsjsjs).
Y admito que hay muchos capítulos que me emocionan mucho escribir <3
Pero ahora comentando cosas de corto plazo, como podrán haberse dado cuenta cambie la parte en la que Kuno se entera de la existencia de Ranma mujer, la dinámica de estos dos me gusta demasiado por lo que no pretendo descartar el que Kuno se enamore de " la chica de cabellos de fuego" o "la chica de la trenza" (aun no me decido como se referirá Kuno a Ranma), pero si pretendo retrasar que esto suceda, ¿por cuanto tiempo? No tengo idea todavía xb
Bueno aquí le dejo, ahora ya me voy a ver el capitulo que salió ayer porque todavía no lo he visto. Nos vemos en la próxima actualización. ✌️😄
P.D. Por cierto, dejo esto por aquí. Lo hice hace unos días.
⌲ Shopping time con las hermanas Tendo
Dato curioso:
Por accidente Ranma si escucho casi toda la conversación que tuvo Shouko con sus primas en este capítulo.
-Hikaru Okhawa
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