Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

OO8

" Ya sé que estás lejos de mi, pero al menos, porfavor, ¿Podrías quedarte en mis sueños? "


Cuenta el viejo libro histórico de una bruja blanca, que el amor mutuo de dos lobos era más fuerte que cualquier otro amor común, era tan fuerte que podía derrotar mares de sangre y plagas que atentaban contra el amor que se tenían.

Pero había algo con lo que no podían luchar, algo para nada maligno pero muy poderoso y fuerte, incluso más que el cariño que esa pareja pudo haber tenido.

El destinado.

La bruja blanca contaba que tú predestinado podría estar en cualquier parte de el mundo, donde menos te lo esperas y quién menos creas.

No puedes evitarlo, al ser tú destinado con tan solo mirarlo ambos caerán rendidos de amor el uno por el otro, sus almas fueron escritas para estar juntas pase lo que pase, no pueden vivir separados ni con un corazón roto, en ese caso, uno de los dos tendría que sacrificarse y morir para que el otro pueda salvarse y continuar su vida.

Saber que encontraste a tu destinado es fácil para los lobos, ya que ambas almas se reconocen al instante por la madre Luna que tiene ya hecho el destino de ambos, pero para la mente humana que comparten era difícil, ya que necesitaban pasar por varias etapas para que se den cuenta.

"Tus ojos brillarán de dorado una vez me hayas reconocido, créeme que una vez eso pase, viviremos unidos para toda la vida gracias a Madre Luna. Pero si quieres cambiar ese destino moriré por ti, por tu alma pura y por tu inocencia ingenua, moriré para que vivas lo que yo no pude vivir, moriré para que sepas que siempre habrá alguien que entregará la vida por ti y que ese soy yo, pero cuando ambos volvamos a nacer el ángel negro nos devolverá la memoria y nuestras almas volverán a encontrarse, así, hasta el demonio más insensible tendrá conocimiento de lo fuerte y enorme que fue mi amor por ti."

— SeongHwa t-tu... Encontraste a tu destinado.

— ¿Qué cosas dices?

— SeongHwa... Oh Dios, estoy tan feliz por ti. — Murmuró el pequeño Omega con una gran sonrisa en sus labios, confundiendo cada vez más al mayor.

— ¿De qué hablas Wooyoung? Vete, de seguro estás inventando todo para que te perdone.

— Me voy, pero SeongHwa, acabas de encontrar a tu destinado, piénsalo bien y acércate más a él. ¿Si? — Seguidamente tomó sus cosas y salió de aquella oficina con una sonrisa en sus labios al saber que ese buen Alfa había de encontrado a su destinado y que ahora tendría a una buena persona para amar.

— Pero yo te dije que no quería ser tú amigo.

— YeoSang pero yo sí, si podemos serlo, no veo el porque no.

— ¡Es que eres un Alfa tonto!

— ¿Lo ves? Ya me tratas con confianza, entonces si podemos ser amigos, mh. — Exclamó el mayor mirando al Omega que se encontraba sentado frente a el con una sonrisa victoriosa.

— Tu no te cansas, ¿No?

El Alfa suspiro cansado hasta que se le ocurrió una maravillosa y a la vez mala idea.

— Si no vas a ser mi amigo entonces se mi maestro. — Dijo emocionado, sabía que probablemente eso terminaría en un terrible desastre, pero se acercaría más al castañito fuera lo que fuera, su Alfa por alguna razón tenía la necesidad de tener mas interacciones con el pequeño que a pesar de su rebeldía y mal genio, le agradaba demasiado.

— ¿Maestro de que? — Miró confundido el menor sin entender la situación

— De cocina. — Sonrió Victorioso, esperando convencer a YeoSang de hacerlo. — Quiero que me enseñes a cocinar, hace unos días me di cuenta que debo aprender a vivir sin comida instantánea y que mejor que aprender con el mejor cocinero que ha tenido la cafetería.

— No, de ninguna manera, yo dejé en claro las condiciones, Alfa tonto... Además, debo de ir a trabajar ahora, no me parece nada ético que un jefe esté impidiéndole a su trabajador concluir con sus obligaciones. — Sentenció el de tez Nivea, formando un pequeño y tierno puchero en sus labios.

— ¡Aaaa! Pero te pagaré cada clase. — Vio como el castaño lo pensaba, no entendía porque su lobo le pedía quedarse al lado de aquel Omega de suave olor, el se conocía a si mismo y era consciente de que jamás tuvo interés en conocer a algún Omega, mucho menos cuando lo tuteaban o le ponían ese tipo de apodos que ahora estaba utilizando YeoSang.

¿Alfa tonto? Definitivamente el jamás hubiera permitido que alguien lo llamara de esa manera, pero ¿Por qué no podía regañar a ese pequeño? Era como si su Alfa lobo estuviera templado por YeoSang.

— Agh, no es dinero, ¿usted cree que con dinero consigue todo?

— No, ¿Por qué eres tan complicado? — Murmuró un moreno exasperado. — Solo quiero que tu me des clases, por favor~

El más bajo suspiro suave y miro a su jefe asintiendo, no entendía porque, pero de verdad tenía la necesidad de estar al lado de aquel fuerte Alfa aunque no podía simplemente admitirlo. — Está bien... ¡Ah! No debería estar haciéndote caso.

— Bien, entonces te veré en la cocina al cerrar el restaurante. — Dijo con una brillante sonrisa haciendo ver sus hoyuelos, pensando un poco más. - Aunque... Pensándolo bien prefiero que sea en mi casa, será mucho mas cómodo.

— Bueno, al fin y al cabo tu me vas a pagar. — Murmuró el contrario desviando su mirada hasta sus manos, empezando a jugar con sus deditos, para después regresar su vista al Alfa. — ¿Tienes ingredientes comprados?

— ¿Se necesita ingredientes? — El menor soltó un suspiro largo y sonoro, negando con suavidad ante la pregunta tan tonta que hizo el Alfa.

— Aún no entiendo como puedes tener dos cafeterías. — Susurró. — Claro que necesitarás ingredientes, si no ¿Con qué vas a cocinar?

— Oh, eso, yo entendí diferente. — Susurró un poco avergonzado. — Entonces cuando termine tu horario te pasaré a recoger para ir al supermercado, es que yo no se que cosas comprar. Tengo que volver a la empresa.

— Está bien, al fin y al cabo no tengo nada que hacer después. — Dijo con una pequeña sonrisa, mordiendo con suavidad su labio al sentir el ambiente cómodo y tranquilo al estar de nuevo en paz con el Alfa, también se encontraba feliz, no solo por el hecho de que tenía otro trabajo, si no también porque trataba de enseñar y pasar más tiempo con su jefe, pero claro, conociendo el orgullo de Omega no lo iba a aceptar tan rápido, eso es de perdedores, claro que si. — Si tienes cosas que hacer en la empresa ¿Para qué viniste?

— Para pedirle al cajero de el primer tiempo que hiciera jornada completa hasta conseguir uno que hiciera segundo tiempo. — Contestó empezando a guardar algunas cosas. — Y también para hablar contigo, mh.

— Lo tenías planeado, Alfa tonto.

— Yo se que en el fondo, me aprecias al menos un poquito. — Exclamó con seguridad el moreno, mostrando una sonrisa encantadora, adornada con sus hoyuelos.

El contrario no contestó, solo se quedó en silencio, jugando con sus dedos e intentando ocultar su leve sonrojo. — B-bueno... Entonces volveré a la cocina, el break ya está por terminar.

— Si, anda, y no olvides que vendré por ti a las 5:00 pm para ir al supermercado, ¿Bien?

— Sipi, estaré listo.

Ambos se despidieron con una sonrisa tímida, sintiendo a sus lobos aullar de emoción al darse cuenta de que por fin sus tontos humanos se habían dignado a pasar mas tiempo juntos.


Hice una lista de las cosas básicas y necesarias que necesitas para cocinar por una semana, serán muchas bolsas, espero que tengas músculos y fuerza para cargarlas. — Habló un pequeño Omega que subía al auto lujoso de su jefe, acomodando su bolso en su regazo para poder ponerse el cinturón.

— Claro que tengo músculos, ¿Quieres verlos? — Dijo el mayor con una sonrisa coqueta, mirando la pista con pocos autos y peatones para empezar a conducir.

— Alfa tonto, no quiero ver tus músculos, apuesto a que hay mejores.

— ¿Quieres comprobarlo? — Preguntó con seguridad, riendo con suavidad mientras que a la vez prendía la radio de el auto y ponía una canción aleatoria.

— No quiero, para eso tengo Internet y puedo buscar por Google los músculos que yo quiera.

— Es diferente verlos en vida real. — Molestó el Alfa al pequeño, que ya se encontraba sonrojado y haciendo una mini rabieta en su asiento.

Minutos después ya estaban paseando por los pasillos de el supermercado con un carrito siendo empujado por el Alfa, YeoSang estaba atento, mirando los estantes y pensando en que cosas tomar, el no era de agarrar cosas a lo loco, le gustaba ser ordenado y organizado, así que buscaría con calma para que su jefe no pagara por cosas innecesarias.

— ¿Que hay que comprar?

— Compraremos primero una bolsa grande de arroz, llegan 4 kilos, eso te alcanzará de sobra para una semana.

— Oh... ¿Me enseñarás a cocinarlo?

— De eso se encarga la olla arrocera, pero de todos modos debes complementar con otros ingredientes. — Aclaró el menor, tomando una bolsa de arroz y poniéndola en el carrito con una suave sonrisa. — También compraremos fideos y algunas menestras.

— No me gustan las menestras.

— Debes comer de todo para ser fuerte y tener más energías Alfa tonto.

— Pero no me gustan los fréjoles.

— Ay, crecerás débil.

— Pero tu también eres débil, además eres más flaquito de lo normal.

— Eso es porque así nací, tengo bajas defensas, por lo tanto soy propenso a cualquier enfermedad peligrosa.

— Eso suena grave pequeño, deberías ir a un doctor. — Murmuró SeongHwa, observando como su menor se movía de manera ágil, colocando las cosas necesarias en el carrito.

— Ir a un doctor es muy caro Hyung, además no tengo tiempo para eso.

— Oye, deberías de ir, la falta de vitaminas y energía en tu cuerpo puede ocasionar el corte de tu celo y hacerte estéril de manera temporal.

El Omega paró en seco, de la nada un brillo de esperanza apareció en sus ojitos, se giró a ver al Alfa frente a el que mantenía un expresión preocupada y seria al mismo tiempo. — ¿E-en serio? Osea que si a un Omega no se le presenta su celo ¿Puede que sea por falta de vitaminas en su cuerpo?

— Así es, pero solo es como una de las posibilidades, aún así cuídate.

— Lo haré... — Susurró con una suave sonrisa, para después girarse y continuar con las compras, por un lado se encontraba totalmente emocionado, tal vez lo que tenía solo era falta de cosas nutritivas, aunque tampoco deseaba hacerse falsas esperanzas, ser estéril era el peor pecado, era un vergüenza para el, ningún Alfa lo llegaría a querer por ser un Omega defectuoso.

Con tan solo pensarlo sus ánimos decayeron al instante, tenía ganas de llorar al recordar lo lamentable que era su vida, en el resto de compras no dijo nada, solo quería que ese día terminara de una vez por todas para quedarse en su profundo sueño que tanto lo consolaba.

Llegaron juntos al auto con las bolsas siendo cargadas por el moreno, el cuál se encontraba confundido por el repentino cambio de humor de YeoSang, su Alfa se preocupó al ver al pequeño tener esa expresión tan decaída en su rostro, no pudo evitar empezar a sacar conclusiones en su mente, preguntándose que era lo que pasaba con el Omega, no sabía que hacer para que la cara que tenía cambiara de una vez por todas.

De manera mágica, un vendedor ambulante caminaba por ahí, sujetando globos de helio que volaban en el aire, una sonrisa se formó en sus labios y guardó las pesadas bolsas en el maletero de el auto, para después mirar al Omega con una sonrisa.

— Espérame aquí, ¿Si? No tardo. — Ordenó para después correr hacia el vendedor, pidiéndole uno de los globos de Lady Bug, pagó lo debido y de manera apresurada volvió donde el menor, el cuál lo miraba con una pequeña sonrisa.

— Ah, Alfa tonto tu no aprendes, podían haberme secuestrado. — Bromeó YeoSang, haciendo que ambos soltaran pequeñas risas divertidas, el ambiente se ablandó. — ¿Qué es eso Hyung?

— Es un regalo.

Flashback;

Cuando el pequeño cachorro llegó su casa, no pudo evitar soltar una risa aliviada al recordar lo bien que la había pasado en el parque de diversiones con ese tonto Alfa, le había encantado, se había sentido protegido por los brazos de SeongHwa, los cuáles lo acunaron con delicadeza cuando dijo que tenía miedo, sintió una grandiosa conexión entre sus lobos, estaba conmovido y no supo como reaccionar en ese momento, así que lo único que pudo hacer fue molestarse con el moreno.

Tomó la cajita que el Alfa le había entregado, su cuerpo aún se estremecía al recordar lo feliz que se sintió en el momento en el que recibió ese presente, acompañado con las palabras de su jefe:

— "Es un regalo."

Cuando abrió la cajita blanca, sus ojitos brillaron de emoción.

Era un precioso florero rosa pastel, el cuál se veía delicado y muy bien conservado, casi de inmediato colocó el bonito florero en su mesita de centro, admirando lo bonito que se veía.

Estaba muy agradecido con el Alfa, pero aún más porque era una de las primeras personas que en tanto tiempo le regalaban algo.

" Fuiste, eres y serás, el mejor regalo que pudo aparecer en mi vida. "

─── · ─── · ─── · ─── · ──

¡Holi!, espero hayan disfrutado la lectura y disculpen la tardanza. 😭
Quería compartirles algo que pienso hacer, como sabrán casi siempre hay concursos y eso sksj bueno pensaba en inscribir este fic en uno, ¿que piensan? ¿les gustaría?, tengan una linda noche. 💗🐤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro