O33
" La felicidad es un fugaz eclipse entre donde y con quién. "
Mantener su respiración calmada en esos momentos era casi imposible cuando sentía el ardor placentero en su piel, por cada golpe su cuerpo calentaba y su miembro endurecía cada vez más, YeoSang jamás imaginó que esas nalgadas en su trasero le iba a gustar tanto.
— ¿Cuántas faltan, bebé? — Una voz grave sonaba por toda la oficina acompañada por unos gemidos agudos reprimidos, no podían darse el lujo de hacer mucho ruido.
— F-faltan cinco, jefe Park... — Balbuceó el pequeño boca a bajo, sujetándose por el borde del escritorio en el que se encontraba acostado. — Hágalo muy fuerte, YeoSanggie merece un castigo... ¡Ah!~
— Tu lo pediste. — Murmuró azotando con rudeza la nalga derecha ya irritada y roja del Omega que gemía y lloraba de puro placer. — Te ves tan sexy desde atrás. — Halagó el moreno apretando y amasando el glúteo lastimado.
— ¿M-me va a penetrar? — Levantó su cabecita y la giró un poco para poder mirar el rostro de su Alfa que tanto amaba, sonrió tímido, empezando a menear de un lado a otro sus caderas para intentar seducir al activo.
— No se si te merezcas eso, ayer fuiste un niño muy malo... — Susurró dando dos nalgadas más ahora en la mejilla izquierda, sonriendo. — Pero puedo meter solo la punta... — Sonrió con malicia, haría sufrir un poco más a su pequeño.
— J-jefe Park por favor... Quiero que me la metas muy profundo. — Murmuró cerrando sus ojitos para permitirse gozar, no sabía porque de su boquita salían palabras tan vulgares, era como si estuviera en celo.
SeongHwa, sin embargo volvió a nalguear con fuerza, separándose un poco para admirar la vista tan preciosa que tenía de su Omega, por un momento creyó que había sido bastante bruto, pues el traserito de su novio si que estaba rojo, suspiró, inclinándose para dar un beso amoroso en los labios húmedos que descansaban entreabiertos.
— Bien, pero será rápido y no debes hacer mucho ruido o pararé de inmediato. — Murmuró dejando un camino de besos húmedos desde el hombro desnudo hasta el inicio de la partidura del trasero de YeoSang, con ambas manos separó las nalgas para dejar expuesta la rosa entrada que pronto sería profanada por su pene, escupió sobre ella y con su lengua esparció y delineó, internandola de a poco.
El cuerpo más pequeño se estremeció por esa sensación tan extraña de humedad en su zona íntima, abrió sus piernas por impulso para darle más acceso a la boca traviesa de su Alfa y sonrió con regocijo, dejándose hacer. Escuchó de pronto el cinturón y pantalón ser desabrochado así que se emocionó al saber que pronto sería penetrado, arqueó un poquito más su espalda para que su trasero quedará expuesto y se preparó para sentirlo, sin embargo solo escuchó una risa de fondo.
— ¿Estás caliente, bebé? — Preguntó SeongHwa con burla, frotando la punta en círculos sobre los pliegues rosas que mantenían cerrada la entrada del castaño.
— Jefe Park me pone así de caliente. — Balbuceó cerrando sus ojos y lanzando su cabecita hacia atrás, sintió una estocada muy brusca dentro de él que le hizo chillar de dolor por lo repentino y tosco que había sido. — ¡AH!~
— Shh... — La mano del moreno sujetó la cintura más pequeña con firmeza y la otra cubrió la boca contraria para evitar que gimiera mucho, a pesar de que se moría por escucharlo. Sin esperar ni un segundo más comenzó un vaivén frenético y tosco, sintiendo la entrada a la cual embestía, muy estrecha y apretada. — Te ves caliente...
Song paseaba por los pasillos con el ceño fruncido, hace muchos minutos que estaba esperando que SeongHwa abriera la puerta de la oficina para trabajar, pero lo único que lograba escuchar eran gemidos y feromonas salir, el bromeaba con eso de que follarian ahí dentro, pero nunca pensó que de verdad lo harían, se había cabreado en serio.
Lanzó su maletín en un asiento de espera y junto a él, se sentó, sacó su celular para empezar a jugar y cuando se aburrió navegó por sus redes sociales, encontrando una que otra publicación interesante, pero más de eso no, ya estaba muy aburrido y cuando por fin los gemidos dejaron de escucharse se levantó con emoción, estaba a punto de tocar la puerta pero el celular en su bolsillo comenzó a vibrar indicando una llamada entrante, contestó renegando.
— MinGi, ¿Podrías ir a recoger a HongJoong a su escuela? YeoSanggie está un poco... Adolorido...
— Maldito cerdo, espero que no lo hayan hecho en mi escritorio o me encargaré de hacer lo mismo en el tuyo. — Cortó la llamada con enojo pero de inmediato sintió nervios, ¿Había escuchado bien? Tenía que ir a recoger a HongJoong, no podía hacerlo, había prometido no volver a cruzar palabras con ese niño porque si no volvería a la misma culpa y los pensamientos que solo se han dirigido a él últimamente, iba a decir que no, pero con el mensaje de SeongHwa con la dirección de la escuela solo se rindió.
A medida que más se acercaba al lugar su Alfa se ponía aún más nervioso y ansioso, estacionó su auto en las afueras de la institución y a lo lejos observó al pequeño HongJoong sentado en la banca de madera, esperando, una sonrisa inconsciente se formó en sus labios al darse cuenta de que había extrañado verlo a pesar de que habían pasado un par de días, fue un alivio total. Tronó sus huesos del cuello para después bajar y avanzar hasta este, pero justo cuando iba a hablarle otra persona se puso en medio para tomar de la mano al pequeño cabizbajo.
MinGi no pudo evitar fruncir el ceño, iba a pedir permiso para que aquella persona se apartara pero notó de que HongJoong aún no se había dado cuenta, así que solo se dió media vuelta para no ser visto y así escuchar la conversación ajena.
— ¿Trajiste lo que te pedí Joonggie?
— Si JongHo... — El pelinegro rebuscó en su mochilla, sacando un pequeño sobre con billetes de wones dentro, sus manitos temblaban.
— Genial, esta vez te luciste. — Murmuró con una sonrisa satisfactoria guardando aquel sobre en el bolsillo del pantalón, se acercó para tomar las mejillas rechonchas del pelinegro y dar un beso algo tosco en la frente cubierta por algunos mechones negros. — Por eso eres mi rata favorita, recuerda no decirle a nadie de esto o te irá muy mal.
JongHo se fue dando saltos al igual que un pequeño niño engreído, dejando a HongJoong triste en su asiento con las lágrimas al borde y a un MinGi hirviendo en enojo, mismo que también sintió lástima por aquel diálogo que escuchó, no quería sacar conclusiones aún, pero preguntaría hasta tener la información suficiente y poder decirle a YeoSang lo que estaba pasando con el pequeño HongJoong. Se dió la vuelta para así acercarse un poco más al Omega sentado, suspiró
— HongJoong... Hoy te recogeré yo, YeoSang me mandó.
Levantó su cabecita con sorpresa limpiando con rapidez las lágrimas acumuladas, mordió su labio inferior y sin decir nada solo se levantó de la banca, haciendo una pequeña reverencia hacia su mayor. — Está bien. — Respondió en voz baja.
— Ven, vamos al auto. — Murmuró el más alto intentando tomar la manito para así guiar al más pequeño, pero lo único que logró fue ser apartado con sutileza.
El trayecto; incómodo y silencioso, solo podían oírse los motores de los autos en las calles, la bullanguera multitud de personas en algunas tiendas y música aleatoria sonar en algunas plazas, al parecer ninguno de los dos tenía muchas ganas de entablar conversación, mucho menos HongJoong, que aún tenía como inquilino un fuerte dolor en su pecho cuando recordaba las palabras de MinGi días antes, aún no tenía idea de como asumir el rechazo, solo se repetía a sí mismo que esas cosas solían pasar. Meses antes, cuando veía a YeoSang en días tristes de ruptura no tenía palabras correctas para animarlo, era un sentimiento único y a la vez muy lánguido difícil de espantar, comprendió que sería complicado si el lo hacía asi, entonces creyó que simplemente debía ignorar lo que sentía o lo que alguna vez sintió para vivir feliz, quería olvidar a ese Alfa que solo sabía ilusionar con un par de roces placenteros en un día celo.
— ¿Quién es JongHo? — La voz ronca se escuchó, llegando a erizar la piel morena en poco segundos.
— Es mi amigo. — Respondió en voz baja y con flojera, le daba flojera conversar con su Hyung.
— ¿Y por qué le dabas dinero?
El más pequeño sintió su estómago temblar cuál corrida de toros, apretó entre sus puñitos la tela de la camisa que llevaba y mordió su belfo con inseguridad. — El lo necesitaba...
— ¿Por qué tú tenías dinero? ¿De dónde lo sacaste? ¿Lo robaste?
— Claro que no, son mis ahorros de cada día. — Su entrecejo se frunció con desaprobación por las preguntas tan tontas y feas que le hizo el más grande.
— Bueno, ¿No crees que estás muy pequeño como para darle dinero a alguien que te trata mal?
— JongHo no me trata mal, el es diferente. — Defendió sintiendo su rostro arder.
— ¿Ah sí? ¿Entonces por qué te dijo "rata"? Eso está mal, un amigo no hace eso, tampoco te pide dinero. — Regañó Song mirando a HongJoong cuando paró en un semáforo, por alguna razón mantener un tono amable era imposible en esos momentos. — No debes dejar que te traten mal.
— A mi no me tratan mal. — Suspiró. — ¿Tu sabes tratar bien, Hyung? ¿En verdad tratas bien a los demás? No deberías intentar darme charlas cuando tú y yo no tenemos ningún vínculo cercano, si necesito hablar con alguien lo haré con YeoSanggie o Seonggie Hyung.
— ¿YeoSang sabe que estás siendo amenazado por ese tal JongHo?
— ¿A qué hora vamos a llegar? Quiero estar con YeoSang Hyung. — Sus ojitos se llenaron de lágrimas al sentirse sofocado por tantas preguntas sin ningún tipo de discreción o tacto, solo quería abrazar a YeoSang o SeongHwa, no deseaba seguir compartiendo oxígeno con Song.
— Contesta, HongJoong. — El Alfa ahora apretó el volante entre sus manos. — Si sigues sin responder mis preguntas le diré todo a YeoSang, es preocupante que tengas que pasar por eso en la escuela, ¿Sabes que podría ser bullying?
— ¡Basta! ¡Deja de meterte en mis asuntos! — Chilló de manera grosera, sintiéndose casi de inmediato culpable pues responder de esa manera había sido algo muy irrespetuoso, y más para alguien mayor, agachó su mirada a sus deditos los cuales se apretaban entre ellos y suspiró. — Lo siento Hyung, no quería ser así.
— No te preocupes, tienes razón, dejaré de meterme en tus asuntos, al fin y al cabo tu y yo no somos nada.
Eso había sido un golpe muy duro, su corazón empezó a doler como si le hubieran dado una fuerte apuñalada.
Apenas el carro estacionó el pequeño pelinegro bajó y a paso rápido se adentró al interior del edificio, paseándose por los pasillos que ya conocía muy bien por las visitas que había hecho junto a él Omega castaño, caminó hasta un ascensor e ingresó sin esperar a su mayor, no quería estar cerca de el, solo quería correr a los brazos de YeoSang y acurrucarse en ellos, no quería a nadie. En esos momentos se sentía tan chiquito y débil que al mismo tiempo se sintió tonto.
Entraron un par de personas más, después otras, y así hasta que llegó al piso donde era la oficina de su Hyung, corrió hasta llegar a aquella puerta donde se lucía la placa de vidrio con el nombre "PARK SEONGHWA". La abrió, encontrándose con la pareja en el sillón tomados de la mano.
A pesar de que YeoSang estuviera adolorido no iba a permitir que su pequeño HongJoong estuviera en un ambiente lleno de feromonas, así que se encargó de abrir todas las ventanas y rociar medio frasco de neutralizador por la oficina de su novio, terminó justo a tiempo, pues cuando se había sentado al pequeño sillón de dos personas la puerta ya se había abierto, dejando ver a su pequeño Hong, no pudo evitar sonreír con emoción, solo habían pasado unas horas, de igual manera extrañó la presencia tan linda del menor.
— ¡YeoSang Hyung! — Este mismo corrió a los brazos del castaño, lanzándose a estos y sentándose en su regazo. — Hola SeongHwa Hyung.
— ¿Cómo te fue en la escuela pequeño osito? — Preguntó sosteniendo el peso del pelinegro en sus piernas, si, era pesado, pero podía soportarlo a pesar de que después de unos minutos las piernas se le durmieran, amaba abrazar y apretar a su menor.
— Me fue muy bien, la maestra me dijo que estaré exonerado de un examen porque saqué muy buenas notas en todas las prácticas. — Aplaudió con emoción, estar con aquellos dos le hacía olvidar parte de sus problemas adolescentes, hubiera deseado mucho de que YeoSang y SeongHwa fueran sus padres biológicos.
— Wow, eso es genial HongJoong, ¿Te parece si hoy vamos a comer un helado los cuatro? Con MinGi. — Sugirió el moreno acariciando y acomodando los cabellos negros despeinados del menor.
— Uhm... Hoy estoy un poco cansado SeongHwa Hyung, ¿Podemos dejarlo para otro día? — Balbuceó con timidez, desviando la mirada, cuando escuchó la voz de el Alfa de nariz respingada se encogió en su sitio, abrazando con fuerza a YeoSang.
— YeoSang, ¿Podemos hablar un momento? Tengo algunas cosas que decirte. — Dijo Song con seguridad, mirando de reojo la espalda de HongJoong quién era abrazado por el castaño.
— Claro, quédate un ratito con Seonggie, HongJoong. — Ordenó levantándose y dejando al cachorro sentado, caminó hacia las afueras de la oficina intentando no hacer muecas por su nalguitas adoloridas. — ¿Qué pasa MinGi Hyung?
— Cuando fui a recoger a HongJoong, noté que alguien no le daba un buen trato. — Suspiró. — Ese chico le pidió dinero y amenazó con que si le decía a alguien le iría bastante mal, a mi me preocupa eso, pero mucho más el hecho de que HongJoong dé dinero a alguien que no le corresponde.
— ¿En verdad eso pasó? — Preguntó YeoSang con preocupación a flor, negando suavemente. — Si, HongJoong me había comentado una vez que se burlaron de el, pero hablé con su tutora y creí que no volvería a pasar, Dios. — Negó con el ceño fruncido.
— Habla con el, ¿Si?
— Si, eso haré MinKy Hyung, no te preocupes, muchas gracias por decirme de esto.
MinGi sentía victoria, pero al mismo tiempo el sentimiento de culpa llenaba su pecho, no había dicho eso con buenas intenciones, solamente para bajarse el enojo y por ir con el chisme con la esperanza de que HongJoong fuera regañado.
Por otro lado, un pequeño pelinegro moría por dentro, tenía miedo de ser delatado por ese tonto Hyung que tanto le gustaba, mientras que el solo deseaba ayudar a su compañero de clase, que a pesar que lo trataba mal, sabía que en el fondo era muy buena persona.
" Aunque le dez mil vueltas, donde no es, no es. "
¡Muchas gracias por apoyar el libro!, no sé como agradecerles por todo. ):♡
¿les gustaría que la próxima semana les prepare un mini maratón?, el domingo les actualizo sksk necesito acabar mis pedidos pendientes. ¡Nos vemos luego!💕
Si hay algún error pueden decirme y con todo el gustó lo arreglo. ♡
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