O31
" A veces solo necesitamos a alguien que nos haga ver que los domingos no son tan malos como parecen. "
— MinGi Hyung... ¿Por qué ha venido ese chico?
— Es un amigo mío HongJoong, continúa mirando la película sin mi, iré a mi habitación, si escuchas ruidos no vayas.
HongJoong se encontraba recostado en el sillón con una mantita cubriendo sus piernas y un pocillo de palomitas en sus manitas, miraba como el cuerpo de MinGi desaparecía por el pasillo hasta ya no verse más, soltó un pequeño suspiro con desilusión, la película ni si quiera iba en la mitad y ya había sido interrumpida, el tan solo deseaba poder verla con el Alfa de nariz respingada pero no se podía. Se encogió de hombros continuando como espectador, se encontraba tan aburrido que apagó la televisión después de un rato y se estiró en su sitio, llevó al pasillo por donde había desaparecido su mayor, tenía la esperanza de que volviera.
— ¿Por qué está tanto rato con su amigo ahí? Me siento solito... — Susurró para si mismo, su celo ya estaba por llegar y tal vez por eso necesitaba atención, es que YeoSang olvidó que después del celo de SeongHwa, llegaría el de HongJoong.
El pequeño pelinegro se levantó aún envuelto en la mantita que abrigaba su vientre y caminó hasta la puerta, apoyando su cabecita para intentar escuchar algo, pero tan solo se oían sonidos raros y cosas moverse, sabía que si miraba o entraba sería regañado, MinGi le dijo que no vaya pero sin embargo estaba ahí, abrió la puerta con cautela para no ser descubierto, asomó su cabecita y apenas vio lo que estaba pasando su cuerpo tembló con miedo, su pecho dolía.
El olor a sexo empezaba a inundar la habitación al igual que a sus fosas nasales, le dio asco y mareos oler ese aroma de Omega, podía ver como el Alfa besaba a ese chico de manera brusca y desesperada, como si el tiempo se fuera a terminar. HongJoong se preguntó porque MinGi no lo había besado de esa misma manera cuando fue su celo, a comparación de esa vez, el mayor parecía tener más ganas con otro chico.
Tragó grueso y corrió a la cocina con su rostro húmedo por las pequeñas lágrimas que sin darse cuenta empezaron a escurrir por sus redondas mejillas, no sabía porque estaba así de sensible, quería suponer que era porque su celo llegaría en unas horas, sin embargo ver eso le llegó a lastimar en cierto modo. Caminó a la cocina y agarró un vasito para servirse agua, sus manitos estaban temblando por alguna extraña razón, el vaso resbaló de sus manos y sin darse cuenta los vidrios reventaron al mismo tiempo que escuchó la puerta principal cerrarse de un portazo.
— ¡HongJoong! Ten cuidado pequeño, ven acá. — MinGi entró a la cocina con el corazón a mil, había estado a punto de coger con ese chico pero no pudo por el simple hecho de que no se le paró por andar pensando en ese pequeño Omega de ojitos marrones que ahora estaba frente a él con su rostro mojado. — ¿Por qué lloras? ¿Te lastimaste?
Negó. — No... — Sin embargo cuando el más alto intentó abrazarlo este se alejó con su cabecita gacha.
— Voy a recoger los vidrios, si te lastimas YeoSang me matará. — Intentó ablandar el ambiente pero parecía imposible, agarró una escoba y un recogedor para así empezar a barrer los pedazos de cristal en el suelo, los desechó con cuidado y miró al menor una vez más.
— Vamos a mirar la película. — Se inclinó a la altura más pequeña para tomar las mejillas coloradas y también limpiar cualquier rastro de secreción.
— Deberías de ir con tu amigo Hyung, no es bueno dejar a tu invitado solo. — Dijo HongJoong con simpleza, pero para MinGi fue como una indirecta, se sintió mal de repente, se estaba arrepintiendo de haber abandonado al pequeño en el sillón por intentar coger de nuevo, era un imbécil al comportarse así.
— El ya se ha ido Hong, le dije que prefiero pasar tiempo contigo. — Suspiró, deslizando una de sus manos ahora por la cintura curvilínea con algo de timidez, no le gustaba ser tímido con ningún Omega, mucho menos con uno tan pequeño como lo era HongJoong pero no lo podía evitar, ese niño tenía algo que lo ponía así.
— ¿Por qué se fue? Pensé que estabas disfrutando pasar tiempo con el... — El rostro de Hong ahora estaba adornado con un lindo mohín y el ceño fruncido, parecía un tierno cachorro haciendo un berrinche.
— Se enojó, la verdad no me importa, vamos a mirar la película.
— No quiero.
— Hong... ¿Viste algo?
— No, iré a dormir Hyung, tengo sueño. — El pelinegro solo ignoró los demás llamados y caminó a la habitación de su mayor para acostarse en la cama ordenada con sábanas recién cambiadas, no tenía ganas de nada, ni de comer las palomitas dulces que tanto amaba.
MinGi estaba confundido, miraba un punto fijo en la cocina intentando comprender lo que acababa de ocurrir con su pequeño, el sabía que HongJoong era un cachorro dulce y muy lindo, demasiado lindo, pero a veces también podía ser frío cuando algo le molestaba y era evidente.
Últimamente había estado teniendo sexo con chicos que el ya tenía confianza y conocía, pero después de cada ronda se sentía culpable por un lado, primero aparecía HongJoong en su mente, después su ex novia y al final de todo el día terminaba arrepintiéndose, todo era pesado, necesitaba los consejos de su mejor amigo pero lo más probable era de que estuviera desvirginando a YeoSang, así que no iba a interrumpir.
Tampoco iba a dejar así de fácil a su menor, caminó a su habitación que olía a puras feromonas, el aroma dulzón de HongJoong había aumentado su fuerza en las últimas horas y eso solo significaba que era su celo, sonrió suavemente cuando vio que en la cama había algunas de sus prendas en un intento de nido, se sintió orgulloso y muy feliz ya que vio el pequeño cuerpo rodeado de algunas de sus camisas, pantalones y abrigos.
Era el nido más tierno y hermoso que pudo observar en su vida, cerró la puerta tras el y se acercó hasta quedar sentado al costado de HongJoong, mismo que al sentir el aroma del Alfa más fuerte se lanzó a este para acurrucarse en busca de mimos, estaba siguiendo sus instintos.
— Me quedare aquí contigo, ¿Si?
— Me duele...
— ¿Te puedo dar besitos así como la otra vez? Será un secreto entre nosotros Hong, nadie puede saber... — Murmuró con nervios, su mano viajó hasta el vientre bajo y gordito del pelinegro, adentrando por su camisa hasta tocar la tibia y suave piel que tenía.
— Alfa... ¿Por qué besabas así a tu amigo? — No estaba tan consciente de lo que decía, solo deseaba que sus preguntas fueran respondidas para que su lobito dejara de sentirse tan triste.
— El se enojó porque no quería acostarme con el.
— ¿Son novios? U-ustedes se besaron... Tu lo quieres mucho...
— Querer acostarse con una persona no es lo mismo que querer despertar con ella, algunas solo te alegran la piel pero no el corazón.
— ¿Yo qué te alegro Alfa?
— Tu me alegras el corazón.
MinGi mordió su labio, observando las expresiones tiernas que hacía HongJoong por el dolor en su vientre, aún no sabía porque habían salido esas palabras de su boca sin pensar, no dijo nada, no quería lastimar los sentimientos inocentes y puros del más pequeño, solo se acercó un poco más a los rositas y húmedos labios para empezar a dar besos tiernos, sin nada de apuro ya que quería saborearlos y disfrutar aquel sabor a palomitas dulces que tenía su pequeño, lo sujetó con firmeza sin dejar de brindarle caricias en su zona.
No estaba seguro de lo que haría, solo sabía que HongJoong estaba volviéndolo loco a pesar de que no cogiera con el, con tan solo mirar esa sonrisita y sus preciosos ojos marrones se tentaba a darle muchos besos, esa sensación no la sentía hace mucho, le preocupaba.
Recostó el cuerpo en el medio de la cama y entre picos y caricias se fue despojando de las prendas poco a poco, así hasta dejar el cuerpo desnudo del Omega expuesto ante el, no lo vio con dobles intenciones, todo lo contrario, las ganas de abrazarlo y cuidar de el inundaron sus pensamientos. Repartió húmedos besos por el cuello, pecho y pancita gordita de HongJoong, mordiendo esa masa tan esponjosa y suave que logró excitarlo en poco tiempo.
MinGi sabía qué tal vez esa sería la última vez que pasaría una noche de celo con el menor, no volvería a escuchar sus gemidos, ni besar sus labios ya que seguir con ese juego de sentimientos era algo totalmente dañino, lo menos que quería era ilusionar el lindo corazón que HongJoong tenía. Esa noche se besaron con tranquilidad, después el beso era cada vez más húmedo y rápido, el Alfa besaba y lamía cada parte del cuerpo más pequeño, lamió su intimidad hasta que ambos se corrieron a pesar de que no hubo mucho contacto, ya estaban conectados.
La noche pasó con rapidez y en la mañana MinGi se levantó para preparar el desayuno, arropó y abrigó el cuerpo desnudo tomándose su tiempo para admirar como se veía HongJoong sin nada ropa, muy hermoso y angelical, su rostro era tan pacífico que logró calmar el pecho nervioso del mayor.
Esa tarde llegaría YeoSang para recogerlo, ya habían pasado los dos días, obviamente extrañaría con todas sus fuerzas la presencia del pelinegro, pero se iba a aguantar. Escuchó pequeños pasos llegar a la cocina y se dió la vuelta, soltando un pesado suspiro al mirar la sonrisa feliz de el cachorro que se encontraba al frente suyo, despeinado y recién despierto.
— ¡Hyung! Mi celo ya pasó gracias a ti. — Exclamó con emoción.
— Me alegro HongJoong, siéntate, vamos a desayunar, hoy vendrá YeoSang a recogerte. — Murmuró desviando su mirada para no hacer contacto visual, sirvió la comida en dos platos.
— ¿Tendrá una marca en su cuello?
— Si, una marca muy linda. — Se sentó al frente del menor y le pasó su plato, sin más que decir ambos empezaron a comer. — Hong... Quería hablar de algo contigo, sobre lo que pasó ayer.
— Oh... Sobre eso, Hyung, estuve pensando un poco y seré sincero contigo. — Dejó de comer y agachó un poco la mirada, de repente el sonrojo apareció de a poco en su rostro. — Creo que me gus...
— Hong, tu y yo no deberíamos volver a hacer eso, tú sabes que yo lo hice sin ningún sentimiento de por medio, no quiero que tú llegues a creer que tal vez pueda suceder algo entre nosotros.
El castaño frunció suavemente su ceño, eso había sido un golpe muy duro para su corazón, no sabía cómo sentirse al respecto, solo estaba molesto. — Hyung te recuerdo que en mi celo casi no soy consciente de mis actos, si me hubieras dejado en la cama igual y hoy hubiera estado bien, si no querías que sienta algo por ti, ¿Por qué me besaste y pasaste el celo conmigo?
— Porque... Solo fue instinto Hong, me pasa eso con todos mis Omegas.
— Pero yo no soy como todos tus Omegas. — El tono de su voz no sonaba ni si quiera molesto, pero su mirada era seria y casi sin ninguna expresión a pesar de que por dentro estuviera llorando por lo que acababa de escuchar.
— No dije eso Hong... Solo espero que haya quedado en claro lo que quería decir.
— No te preocupes MinGi Hyung, como tu dices, solo es instinto, yo seguí mis instintos también, no es como si por pasar un celo contigo fuera la gran cosa. — Bebió su jugo con calma, soltando un suspiro pesado.
— ¿Que quieres decir?
— Te dije que no soy como tus Omegas Minky Hyung, tómalo como quieras, yo dije lo que pensaba. — Balbuceó. — No tengo hambre, iré a ponerme ropa. — Sin más que decir se levantó de la silla y apenas se dió vuelta las lágrimas empezaron a escurrir por sus mejillas como cataratas, llegó a la habitación y sus sollozos se escaparon también, cubrió su rostro con ambas manitos y con sus puños frotó sus ojitos irritados, era el primer Alfa que le llegaba a gustar y todo acabó mal, no iba a rogar por más triste que estuviera, el no dañaría más su dignidad, si tenía que distanciarse para olvidar lo que pasó lo haría.
El día transcurrió lento, los dos estuvieron en habitaciones distintas para no verse ni cruzar caminos, HongJoong esperaba impaciente a YeoSang quién en esos momentos se encontraba en camino junto con SeongHwa, la habían pasado bastante bien, cuando despertaron de la primera noche no pudieron evitar sonrojarse y darse muchos mimos, SeongHwa masajeó las zonas adoloridas de su ahora Omega, YeoSang preparó un delicioso desayuno que fue finalizado con un postre en la mesa de la cocina, donde de nuevo hicieron el amor hasta cansarse, las horas restantes habían sido igual, YeoSang obviamente ya estaba cansado y adolorido, pero guardó energías para cada ronda que su Alfa quería tener.
— ¿Aún te tiemblan las piernas?
— ¡SeongHwa! No volveré a aceptar tener tres rondas contigo.
— Pero bebé fueron solo tres, tal vez pronto tengamos cinco...
— ¡Ni loco! Además, tu te pones en modo salvaje y me das muchas nalgadas.
— ¿Y no te gusta?
— Claro que me gusta, p-pero... Aish, sabes ya no hablemos de eso, Hong ya va a salir.
El par de enamorados ya se habían acostumbrado a tener pequeñas peleas infantiles, obviamente de broma ya que después de todo se reían juntos y sellaban con un beso, el castaño casi siempre salía perdiendo ya que su moreno era el más hábil en las falacias y al momento de persuadir, por eso hacía pequeños berrinches consolados con besitos y muchos mimos, amaba hacer eso. Sonrió en grande cuando vio a su pequeño cachorro salir como flecha de la casa de MinGi y subirse al auto, aunque solo habían sido dos días que no lo vio había extrañado a Hong, su osito.
Cuando llegaron a casa se tomaron el tiempo para abrazarse y hacerse preguntas comunes, pero HongJoong estaba triste, solo que no lo demostró y sonrió para que su mayor estuviera tranquilo y no le hiciera preguntas, sin embargo no pudo evitar irse a la habitación a tomar una siesta para así recuperar energías y al menos olvidar lo triste que estaba su lobito.
— HongJoong está durmiendo, vamos a hacerlo aquí.
— ¿A-aquí? Pero Hwa, nos puede escuchar. — Murmuró YeoSang con un rubor en sus mejillas por lo descarado que fue su Alfa, pero aún así se dejó hacer.
— No lo hará, solo debes de ser silencioso, yo te ayudaré. — Una sonrisa ladina se formó en los labios del moreno quien sin dudarlo comenzó a besar con desesperación los labios gorditos.
— Mh~ Seonggie, espera, no podemos... — Un teléfono empezó a sonar de la nada y el Alfa gruñó con fuerza, logrando asustar un poco a su Omega quién chilló dando una patada por instinto, patada que pegó de casualidad parte de la entrepierna de su novio. — ¡Lo siento! No fue mi intención amor, ¿Te duele?
— Me duele YeoSanggie. — SeongHwa se retorcía en su sitio por el golpe que recibió, pero fue su culpa así que no se pudo quejar. — Creo que me dejaste estéril mi amor, ya somos iguales. — Bromeó entre risas recibiendo una patada aún más fuerte, ahora en el trasero.
— ¡Como te atreves a bromear con eso!
— ¡Auch! Era una bromita YeoSanggie, no te enojes.
— Pues tu bromita te va a costar muchos días en abstinencia, Alfa tonto, tonto, tonto, tonto. — El castaño sabía que su novio no lo había dicho con intenciones de dañarlo, incluso le dio gracia lo que dijo porque eso significaba que ese tema ya no era algo incómodo entre ellos, intentó no reír, esa broma había sido un poco cruel pero ya no pudo evitarlo, ambos compartían casi el mismo humor negro así que en segundos empezaron a reír lo más bajo que podían para no despertar al cachorro que dormía en la habitación.
— Creí que te había molestado lo que dije... — Balbuceó SeongHwa entre risas.
— ¡Si me molestó! Ahora sí me permites Alfa tonto que bromea con mi incapacidad, contestaré la llamada y no haré cositas contigo. — Agarró su teléfono mientras que con otra mano limpiaba sus lágrimas por la risa, contestó la llamada. — Hola HongBin Hyung, ¿Pasó algo?... ¿Ahora? Uhm... Si puedo, estaré ahí en unos minutos, no tardaré.
— ¿Quién era?
— HongBin Hyung me llamó, dice que es algo muy importante.
— ¿Debería preocuparme?
— Claro que no Seonggie, iré volando y regresaré volando, así que no voy a tardar, porfavor quédate aquí.
— Está bien precioso, pero déjame llevarte, así no gastas en taxi.
— Gracias Alfa.
— ¡Ups! Pero olvidé que soy un Alfa tonto, creo que no podré conducir hoy a menos que mi Omega me pida un disculpa por haber pateado al pequeño SeongHwa.
— No seas infantil amorcito, vamos.
— No hasta que me dez una disculpa.
— SeoooooongHwa~ — Se levantó del sillón para acercarse al cuerpo más alto, rodeó el cuello con sus bracitos y empezó a repartir dulces besos por los labios del mayor, sonriendo. — Te amo mucho.
— Yo a ti te amo más.
— ¿Me veo bien con la marca?
— Te ves precioso, eres lo más hermoso que han visto mis ojos.
" Cada cosa, cada mínima cosa, me hizo lo que soy ahora, las cosas buenas me han enseñado a amar la vida, las malas a saber vivirla. "
Holii, aquí tienen, espero les haya gustado. Veré si el mañana o miércoles les actualizo >///<
Vayan hacer stream a deja vu ♡
Si hay algún error pueden decirme y con todo el gustó lo arreglo, ¡muchas gracias por su apoyo! ♡
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