Con el venidero amanecer se sucede en una alejada cabaña, el comulgue de dos amantes atraídos desde siempre.

Ni las flechas que dañaron en tintes rojos secos al fornido cuerpo del exhausto guerrero durante su última contienda, ni las acentuadas marcas de látigos por desobediencia sobre el pequeño cuerpo del joven plebeyo (admitidas por los mismos progenitores de su amo) logran calmar la necesidad de uno por subyugar y del otro por acatar a su instintiva obediencia.

Y aunque el joven plebeyo haya sufrido horrores al recibir tal paliza por meterse entre las piernas de su amo, el recibir apretones y rudas caricias de parte de aquel hombre maduro por el cual lo condenaron, lo tiene envuelto en un continuo éxtasis de placer exorbitado...

Un fuerte agarre a su mentón le hace enfocar su vidriada y expresiva mirada hacia el sudado guerrero a medida que recibe unas firmes estocadas que lo elevan por los aires demostrándole al pequeño que su cuerpo tiene dueño. Y que aunque intenten separarles, el destino con sus hilos de titiritero más la impronta de su codicioso combatiente lo traerán a este punto de inflexión irremediablemente.

Perdiéndose en los ojos ajenos y consumidos por el salvaje deseo de uno por estar dentro del otro y del otro por sentirlo en las profundidades de sus adentros.

⏳🕧🕛⌛

Como un sediento animal depredador dispuesto a devorar de un solo bocado a su presa, así me percibo sobre que observo a mi blonda debilidad hacerse el rudo buscando tentar mi fortaleza.

Los imperceptibles y sensuales gemidos que resuenan sobre que la palma de mi mano baña en rojo a su sometido trasero, logrando despertar enérgico al dom que llevo dentro e incrementando mis ganas de utilizarlo como lienzo para mi placer visual y su deleite corporal, a medida que gozamos juntos de este juego.

Poder y obediencia, aunque haya hecho estragos en mi débil psiquis cayendo rendido a sus pies, en cuanto se subleva solo para provocar el inminente castigo a su irreverencia.

Dominación y sumisión en un verdadero acto de entrega y confianza plena que desestabiliza mi parva cordura, activando cada una de mis terminaciones nerviosas cuando al retumbe una nueva nalgada, percibo como me roza su lloroso miembro empalmado mientras me rasguña con fuerza.

Uñas romas que solo logran ponerme a tono sobre que me atraviesa un dolor agudo a consecuencia de la extrema prensión con que aprieta en la zona de su toma, mientras siento el palpitar desaforado de su pecho contra mis receptivas piernas y se escapan sublimes jadeos desde la abertura de su boca.

Entonces, aprovecho el momento y deslizo la mano que no amasa su prominente trasero, en un agonizante vaivén que recoge percepciones a lo largo de su columna vertebral. Y el continuo temblor sobre las huellas dactilares de mis dedos provoca que ahogue constantes gimoteos que precisan salir a flote o lo más probable, es que explote pronto por dentro.

Enceguecido en mi accionar y su respuesta, lo elevo desde sus caderas mientras dejo colgando su cabeza y me deleito apresando espacios de carne entre mis dientes.

—¡Sostente! —ordeno mientras lubrico con mi saliva su predispuesta oscuridad para luego dar lugar a que me trague por completo.

Uno, dos, tres y cuatro dedos se pierden en esa caliente cavidad que me confiere el derecho de reclamarla como hogar de mi ansiosa lengua o de mi menesteroso falo. En tanto jadea desesperado cuando la ruda y profunda acometida de mi mano choca los nudillos en el borde de su ostensible entrada, dando paso a mi perdición cuando abro sus nalgas y me dedico ávido a embeber de su sabor que me condena.

Prisionero del momento en que me invaden las marranas ganas de que se pruebe desde mis impuros belfos, lo elevo dándole la vuelta mientras lo tomo de sus piernas provocando que me envuelva por completo y así poder ser uno en la profunda comunión de nuestros labios.

Sentencia de muerte y resurrección...

El poder de recibir los dones que nos otorgamos cuando conjugamos en una misma línea del tiempo.

—¡Maldita sea cariño! Me has poseído con tu piel y su sabor... —anuncio jadeante sobre la incipiente sonrisa burlona que me ofrenda.

Y sin esperar ni un segundo más, lo secundo sobre la mesa desgarrando todo rastro de tela que me impida sentirlo piel a piel.

Mientras me amparas con tus ojos a medida que libero presto mi térmico cuerpo de molestas vestiduras, tomo luego el cinturón como objeto de deseo que servirá para nuestro posterior juego. Y acercándome pausado como un león al acecho, extiendo ruidoso el látigo de cuero entre mis dedos mientras observo temblar de anticipación cada fragmento de tu sublime cuerpo.

—Verte así me fascina —suelto ronco y profundo a medida que me acerco hacia tu cuerpo con mi mástil duro como fierro.

Y el brillo que me devuelven tus ojos mientras me recorres lascivo me pone aún más erecto. Y acomodado entre medio de tus gloriosas piernas, me acerco raudo hacia tus labios apresando tu ribete inferior para luego succionar desde ambos y comenzar una agónica danza con nuestras lenguas.

Miles de sensaciones me recorren de pies a cabeza a medida que me atrapas con tus piernas y me derrito en el dulce néctar de tus toques sin competencia.

Y cuando el apasionante beso llega a su final por no ser capaces de ser anfibios en estado larvario para poder respirar, te observo crudo y te suelto: —Vamos a ver cuánto aguantas sin decir basta...

👀 Qué cosas no?😏

Recuerden que puedo narrar sucesos de sus cuerpos en otros tiempos como al principio del capítulo. Siempre en tercera persona y en otro tipo de letra.

Gracias por leer, comentar y votar 🥰

Los amito mucho♥️