₵₳₱. 43 "Ardor"
"Haga conmigo lo que se le dé la condenada gana mi señor..."
Si despertar rodeado del cariño de tus brazos es hermoso... Verte tocarte bien abro los ojos porque me observas glorioso en el albor del nuevo día, es increíblemente sublime. Y lejos de amedrentarme o asquearme, me envalentono.
Así que completamente desvergonzado y sin resquemor, salieron esas palabras expuestas desde lo más profundo de mis entrañas que desean fervientemente ser removidas bajo la intensa faena de los movimientos de tus gloriosas manos y de tu magnífica corporeidad.
Es que cada porción de tu cuerpo clama ser el dueño de cada incontrolable movimiento que me generas, respuesta que provocas ante la exacerbación de mi libido en cuanto me miras deseoso y actúas como si fueras el maldito titiritero de los hilos de mi viveza.
Enteramente expuesto a tu merced, así me percibo... Y para nada se siente incorrecto cuando mi pelvis se encuentra adolorida de soportar tanta dureza mientras meneo mi cadera sobre tu abultada entre pierna deseando con todas mis fuerzas que tomes mi cabeza y dirijas con suma vehemencia, el mayor atore de mi vida.
—¡Maldición hermoso! Me la pones dura con solo expedir el vaho de tu exhalación, imagina como me tienes hablándome con sumisión —suelta ronco y profundo desde el fondo de su garganta logrando erizar cada vello de mi expuesta piel a su fervor.
Y observándome con sus renegridos ojos de un modo que alerta a cada terminación nerviosa de mi soma, agarra con firmeza los cabellos de mi nuca, girando mi cabeza para abarcar mis labios en un fogoso beso con demasiada lengua que derrite témpanos de hielo mientras acaricia por encima de la tela, mi adolorida dureza.
¡Y maldita sea si no me tiene a sus pies aunque no emita labia! Es que la gloriosa sensación de dominación que intrínsecamente profesa, hace reaccionar a cada vaina tendinosa de mi musculatura haciéndola predispuesta para recibir de su gloria.
Su toque... Su toque rudo y elemental... Duro y a la vez pulido, hacen que disfrute como nadie del viaje ancestral que me traerá adentrarme en los confines de mi mente dejándome llevar... Mientras que el profundo timbre de su voz resuena como un eco divino en mis pabellones auditivos convirtiéndome en un alumno adicto de su adoctrinar.
Sentado en su regazo me dejo guiar por el firme dictamen de su toma. La impronta con maestría que realiza su lengua sobre el mapa de mi pecho, que al abrir mi camisa me dejó completamente expuesto, encrespa cada fragmento de mi cuerpo.
Entonces, dejo caer mi cabeza hacia atrás envuelta en vividas sensaciones de placer acrecentado mientras su basto roce de labios sobre mi tetilla, a medida que me agarra a tirones con sus dientes y apresa mis caderas con suma firmeza, hacen que emita un sentido gemido desde las profundidades de mi garganta aferrándome con mi vida a sus cabellos, en el débil intento de tener un sostén para no caer de pleno en todo lo que me genera.
—Tu cuerpo es la puta gloria hermoso mío... Y verte temblar por lo que te genero me convierte en un sediento de querer sentirlo —suelta ronco y profundo a medida que desparrama húmedos roces sobre el frente de mi complexión —Necesito sentirte en mi boca cariño y tienes prohibido detenerme —finaliza.
Su orden... Su condenada orden provoca un sin fin de sensaciones que recorren a lo largo mi columna vertebral. Y como buen actuante de mi obra dictamino con trémula voz pero muy seguro de mi acto: —Como ordene mi señor... Mi amo...
Y caigo preso de su renegrida mirada que se asemeja a la eterna obscuridad del excelso espacio ubicado justo entre medio de mis ojos.
—Sácate la ropa, arrodíllate a los lados de mi pecho y abre ese hermoso culo que te cargas con tus manos —suelta la orden con su gruesa y provocativa voz, haciendo que actúe de inmediato ante su necesitado mandato mientras me percibo arder bajo el inminente fuego de este juego que apenas va comenzando.
Y rápido hago sitio sobre su pecho mientras mi respiración se torna errática solo ante mis pecaminosos pensamientos. Tiembla cada fragmento de mi piel a la vez que la ansiedad consume mi sistema. Y entregado al roce de sus manos, me dejo ser.
De un solo jalón me acomoda mejor sobre su pecho, recibiendo de pleno las acentuadas caricias que por momentos se transmutan en pellizcos sobre mi sensible aureola. Y el ramal de placer que me recorre desde la cabeza hasta los pies, mientras elevo y adelanto mi cadera, me transportan a otro estado en cuestión de alborozo. Y exacerbado en mi gozo, separo mis nalgas en una clara invitación a morir bajo el fogoso tacto de su mano.
—Eso es cariño —suelta profundo y rasposo mientras eleva su mano hacia mi rostro —Sé un buen chico y humedece mis dedos —dictamina asiendo con firmeza mi mentón para luego dar comienzo a la intromición de dos de sus dedos en las profundidades de mi boca.
Un reguero de cálidos fluidos se escurre por la comisura de mis labios, que de inmediato, son tomados por los dedos de su otra mano y usados para sobar mis erectos pezones mientras dejo escapar un audible gemido retorciéndome en su regazo.
De inmediato, toma con posesión mis labios en otro codicioso roce mientras sus manos aprietan con vehemencia mis nalgas. Y envuelto en el frenesí de su absorbente toque, me sorprende la profanación de la obscuridad de mi estrecho canal que boquea como pez afuera del agua.
—Relájate cariño y tómame todo — murmura sobre que se separa de mis ribetes para ahondar más enérgicos sus dedos en mi interior —. Apóyate sobre los pies y cabalga mis dedos como solo tú sabes hacerlo.
¡Y maldita sea si no me vengo en este preciso momento! Los dedos que penetran y se arquean buscando el final de mi gloria, me tienen poseso. Y como un buen hacedor de mi designio me dedico a montarlo como toro de rodeo, emitiendo vocablos que salen completamente confusos desde las profundidades de mis labios entre tanto se mezclan con mis audibles gemidos.
—Así me gusta, grita por mi tacto, me tienes completamente empalmado cariño... —articula mi morocho mientras suma otro dedo y me siento desbordar de sumo placer y de ardiente deseo. Sus arremetidas son duras y precisas, combinadas con dejes de lujuria y de saliva.
Pero cuando suelto mis nalgas para aferrarme a lo que tenga a mi lado, escucho fuerte y claro con el sentido que me permite detallarlo (ya que la visión de mis ojos la tengo privada de tanto gozo) —Yo no te he dado permiso alguno de soltarte.. —seguido de una firme nalgada. Y lejos de volver a tomarme las nalgas, lo observo directo a sus renegridos ocelos mientras le muestro mis manos posarse sin reparo sobre cualquier lado.
Y como un bravío animal en celo retado por su semejante, me observa con un fuego en su mirada que eriza cada terminación nerviosa mía.
—¿Con qué así juegas? —emite seguido de la punzada de una nalgada más fuerte que provoca mi jadeo y el adelanto de mi cadera —. Te mereces la reprimenda por no ser un niño bueno —un fuerte amaso a mi otro glúteo, mientras no deja de profanar mi caliente canal que desea ferviente ser llenado por su sexo, es seguido de una palmada para luego acariciar ambas nalgas con total adoración —. ¿Te gusta que ponga roja la piel de tu culo bonito, no es así?
Entre jadeos asiento con mi cabeza mientras percibo el retorcer de mis entrañas con sus dedos.
—Palabras cariño, quiero palabras — me anuncia sacando sus dedos para tomar ambas caderas y acercar mi sexo a su boca —¡Contesta! —replica rudo.
Y sobre que dejo salir aquello que me tiene adicto al momento diciendo "que sí, que me encanta" Me toma por completo con la cálida cavidad de su boca, soltándome luego para darme otra firme nalgada.
—¿Sí qué? —cuestiona duro.
—Sí, mi señor —contesto preso en la sensación de su dominación más la necesidad de su boca.
Como premio me traga por completo hasta sentir como lo atoro sobre el fondo de su garganta. Y la condenada necesidad de agarrar sus renegridos cabellos y promoverlo a que siga y no frene la brocha cual pintor de su lengua, me pone loco.
Y lejos de hacer caso, lo provoco...
Bueno, bueno con este par 😏
Gracias por su leer, comentar y votar 😍
Los amito mucho♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro