Cómo si solo existiera una mínima posibilidad de que el mundo detuviera su incesante andar ante dos seres que se entregan sin mensura a la dádiva de concernir con cada fibra de su ser en un mismo plano terrenal.

Envueltos en un fervor divino de verse correspondidos ante tamaña confesión y en donde sus dos corazones laten al ritmo de uno.

Ahí, en donde las palabras sobran y desbordan las miradas con cierto brillo especial...

Se encuentran dos amantes reflejados en los iris de los ojos ajenos.

Tratando de aferrarse a base de sutiles roces de trémulos labios sobrecargados de amor, a lo que dicta el corazón. Sin llegar a ser del todo exagerados pero con una fuerte convicción de entregar todo en esta acción para que el otro no tenga moneda de cambio, creyendo alguna vez que lo que flota entre los dos pueda llegar a ser efímero como la brisa de una imprevista ventisca o como una breve llovizna de verano.

Entregando como parte de pago de una hipoteca a futuro, fragmentos de su batiente corazón para ser cuidado por el otro. Con la añorada esperanza que desde esa semilla que se planta, emerjan las solemnes raíces que abarquen los sonidos del eterno amor compartido entre dos desde el antaño.

Irónica propuesta de la vida, hacer sufrir a dos almas hasta el excesivo cansancio para luego unir sus caminos con la epifanía del apego y la afección.

Hermosa sensación de sentirte parte de esa gloriosa comunión, en donde los brazos que rodean el cuerpo estremecido del amante contrario, buscan generar el calor para apaciguar su incipiente temblor. Y en donde no importa nada más que la bendita evocación de sentirse abrasados ante la llama latente que se enciende entre los dos.

⏳🕛🕧⌛

Traicioneros nervios que se apoderan de todo mi soma provocan que ligeros espasmos de estremecimiento me recorran por entero ante el pensamiento de lo que vendrá sobre que estamos, finalmente, en el consultorio de mi amigo chamán.

"Todo va a estar bien" se retumba en mi cabeza como un disco dañado que da vueltas. Pero tengo la certeza de que, sea lo que sea, finalmente no me va a gustar.

Y mucho menos si eso influye en provocar la desazón de mi rubia debilidad, de aquel hombre que robó mi corazón sin reparo alguno provocando que sus latidos se tornaran por demás frenéticos desde la primera vez que lo vio, y que activa (como si fuera una maldita máquina) al depredador sexual de mi interior.

Sediento perpetuo de su memorable cuerpo y de su impoluta alma...

Perdido en mis cavilaciones estoy cuando el rememoro de lo que sucedió minutos atrás abarca mis pensamientos, enmarcando en mi rostro una amplia sonrisa al recordar que no tuve reparo alguno en dejarme ir con vocablos manejados desde mi desaforado músculo cardíaco ante el pronunciamiento suyo de mi como "su amor".

¡Y bendita dicha la mía! Recibir como amortización a mis sangrantes palabras de afección, el ser conocedor de esas ocho palabras que detuvieron por un eterno lapsus de tempo mi entregado corazón.

"Yo también te quiero... Y demasiado mi amor"

¡Sonó como la magnificencia del más hermoso himno a nuestro fervor! Que junto a la recepción de nuestros ansiados besos en un reconocimiento más intrínseco que la propia compartida intimidad, hicieron mella sobre cada terminación nerviosa mía que gritaba a los cuatro vientos "¡Es mucho más grande que un simple querer esto que siento..!" Pero que, por supuesto, solo lo reserve en mi interior.

Unas cómplices sonrisas me sacan de mis incesantes pensamientos ¿Cómo es posible que puedan cuchichear a las risillas entre ellos, cuando yo siento que en este preciso instante me muero de temor? Y creo que literal.

—Haw ¡Ya saca esa cara de susto Kukito! Y ven aquí, toma asiento al lado de tu sexi noviecito ¿Quieres?

—¿Pero qué cosas dices, Tae? —comenta todo ruborizado mi amor y ante mi cara de total asombro...

Pensando que esa denominación se sintió de más normal. Como si fuera algo dado por sentado o como si esa palabra que designa a esto que formamos cada vez que nos miramos, fuera la gran verdad.

¿Esto es lo que aspiramos a ser? ¿O somos sin darnos cuenta y sin etiquetarnos?

—¡Pero si eres una ternurita mi querido Chimmi! De más calenturienta nomás -de a ratos- pero cosita al fin y al cabo —comenta mi mejor amigo con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

—¡Pero si serás tarado idiota! Deja de decirle eso a Jimin ¿No ves que se ruboriza? —alego tratando de desviarnos del tema principal...

De la palabra que se siente inherente en cada porción de mis adentros, como si fuera parte de una construcción a futuro en donde lo que menos reina es lo que dicta la razón.

—¡Bueno, bueno! ¿Tampoco se me hagan los santos que les recuerdo que tuve que suspender mi próxima sesión porque si mal no recuerdo ¿Cómo es lo que me contaste Chimmi? A ver... ¿Un retraso un tanto jabonoso y profundo, diría yo?

La maldita cara risueña de Tae termina por sacarme una ligera sonrisa que sumada a la pequeña expresión cohibida del bello rubio tomatoso a mi costado, hizo que recargue mis manos en sus mejillas y le diga como un perfecto amante salamero y empalagoso:

"¡Pero que cosita de lo más hermosa y bonita que eres y que tanto ama tu papi!"

Uno, dos, tres segundos y el mundo se paraliza... Con mis tembleques manos en sus mejillas, su mirada brillosa recayendo sobre la renegrida y profunda mía y mi amigo tapando su boca mientras trata de acallar el vigoroso grito que emerge sin control desde sus fauces.

"Amor"

Amor es lo que siento por él...

Amor es lo que tengo para darle...

Y amar es lo hago para demostrárselo...

Así que confiando en cada irreverente acción sin temor a sus malditas consecuencias... Le largo lo que anteriormente se me atragantó cuando me sentí desbordar por cada poro de mi dermis.

—Así es mi rubia debilidad, te amo...

🥺Necesito mimos urgentes y si son de esta magnitud los agradezco 😑😂

Yo creo que nadie se acerca a la perfección que crea mi maldito cerebro🤣

Muchas gracias por cada bonita palabra, lectura y estrellita😍

Los amito mucho❤️