Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

₵₳₱. 23 "Confianza plena"

Me siento enfrascado en una rueda sin fin, jadeando por más sin pensar claramente siquiera en que momento me deje llevar y disfrutar de un sexo algo rudo y sin pudor.

Su cuerpo, su bendito cuerpo poseído por los más oscuros placeres carnales hacen mella en cada rincón de mi piel, y sólo puedo jadear profundo porque siga sin parar una y otra vez hasta que me consuma por completo.

Quedándome sin aire de tanto que intento contenerme de no gritar, claramente, sin éxito alguno. Ya que mis gemidos retumban por toda la habitación y cuando se suman a los improperios exhalados desde tus finos labios parecieran que las ganas se multiplican por doquier. Y no puedo distinguir con certeza cuáles son los míos de los tuyos o designar un vencedor. Porque, aparentemente, la apuesta para el fervor debe siempre  continuar.

La lasciva posición de montarte dado vuelta mientras me aferro a la pared o al cabecero de la cama mientras me elevas y me dejas caer sin ningún pudor sobre tú ardorosa pelvis, hace estragos en mi psiquis emocional.

Y si a eso le sumamos el que provoques mi delirio por dejarte ser el puto dueño y amo de cada situación que profesamos, entonces creo que mi grado de sensatez se me fue por el retrete de aquel baño del local de Nam, cuando sucumbí nuevamente ante tu roce.

Estoy hecho una montaña rusa de impresiones, entregado a cada toque rudo que me des y me encanta... Es que todavía no puedo creer -del todo- como puede ser tan excitante que me aprietes hasta doler o que poses tus grandes manos en ciertas partes haciéndome gemir combinando molestia o dolor con deleite y gozo.

Maldito menester enfermo de placer...

Dejarme ser por mil años entre sueños con tu otro yo, y poder ser contigo en esta libidinosa realidad, deben ser una de las cosas más exquisitas que experimenté en mi condenada y aburrida vida ¡Pendejo ardoroso que reclamas centímetro a centímetro de mi complexión con tus ribetes! Mientras expides dulces palabras cargadas de sumo erotismo y extremada pasión.

—Córrete para mí... —jadeas sobre mi espalda con tu gruesa y profunda voz.

Y les juro por mi vida que no necesito de tus toques para explotar... Sólo el sexoso sonido áspero de tu voz que se pierde en los confines de mi retorcida mente provocan a mi extremo fervor, y en un grito desgarrador me vengo sobre lo que tengo enfrente, manchando todo a mi alrededor.

—¡Maldita sea cariño..! —como un toro bravío te posicionas sobre tus rodillas y luego de un par de profundas y aceleradas estocadas, siento tu calor envolvente dentro de mi cavidad... Y desearía poder sentirte a pleno, piel con piel y que me llenes con su esencia —S-si c-conoces una d-definición de hogar... déjame decirte que es aquí, contigo y al lado tuyo —finaliza.

Y cuando estoy por objetar diciendo que "es de lo más lindo y tierno mi adolescente hormonal" Te dejas caer por completo sobre mi espalda, arrastrándome sobre tu pecho y refunfuñando entre dormido, diciendo que tienes sueño. Y así, te quedas profundamente dormido aferrado a mi desaseado vientre.

Los siguientes minutos trato de repensar aunque sea un poco la implicada situación. El darme cuenta de mi entrega y confianza plena de cierta manera me asustó, porque implica entregarme de una manera en la que nunca fui. O por lo menos en esta vivencia de tempo terrenal porque en otro plano ancestral, todo te lo cedí.

Así que cerrando -apenas- mis ojos, me entrego entre sus fuertes brazos y a los restos del fascinante orgasmo antecesor que demasiado endeble me dejó. Absorbiendo el aroma a coito impregnado en cada rincón de nuestras pieles y suspirando por la bendita sensación de sentirme pleno luego de tantos años.

¿Cómo es que fuimos capaces de encontrarnos? ¿Y por qué parece como si hubiera alguna deuda por liquidar? Porque aunque me sienta capaz de sobrellevar, el miedo se hace presente latente y por lo bajo, percibiéndolo cual amenaza de un inminente final...

Rememores se repiten en mi inquieta mente y un profuso dolor me atraviesa el pecho -de repente- como si fuera un vivo puñal. Entonces agito mi cuerpo a sobremanera en respuesta y luego me incorporo a sentarme velozmente, sintiendo seca mi garganta y algo atorada mi voz.

Entonces, percibo mi corazón saltarse un latido dado al aumento repentino de mi pulso y lo escucho unirse presuroso a mi costado mientras se aferra minucioso a mi torso.

—¡¿Qué pasa?! ¿Qué tienes? ¿Estás bien? —cuestiona entre dormido pero totalmente alerta a la situación.

—N-nada... s-solo... que s-soñé despierto... O eso creo —me viro para observar tus renegridos ojos que me traspasan profundamente, otorgándome una inmensurable seguridad.

—Ven aquí cariño —me atraes a tu fornido pecho envolviendo cada retazo de inseguridad que pueda aflorar desde mi interior, dejando mis temores de lado para entregarme a tu deidad, al cálido sentir de tus brazos empapelados de bienestar —Vamos a tener que hablar con mi chamán amigo cariño, ya que esto no tiene miras de querer parar... Y temo que si no lo hablamos con alguien que pueda ayudarnos a interpretar esta maldita desidia de morar en mundos paralelos, terminemos por convertirnos en insanos de esta maldita dualidad entre materia y espíritu.

Por inercia me aferro con más fuerza a su cuerpo, tratando de que no queden dudas de mi no separación. Y apoyando mi cabeza sobre su musculoso hombro, observo su cincelada mandíbula para luego dejarme explayar como solo me sucede estando en su inconmensurable presencia: —Lo sé mi morocho... Y estoy dispuesto a tratarlo con las terapias que sean necesarias.

Él, me mira con alguna especie de orgullo haciéndome sentir que puedo hacer todo lo que siempre quise y dudé.

Porque más allá de querer complacerlo haciendo que advierta mi sumisa entrega a su merced, está la otra carta que juega a mi favor... Y es la de su cercanía. Cualidad que favorece a que no me encierre hacia mi mismo, dejando resurgir en manifiestos espontáneos mis pensares y mi sentir...

Entonces, tomo coraje que brota como vertiente desde lo más profundo de mis entrañas y me propongo sobre sus muslos, rodeando su cuello con mis trémulos brazos, en tanto inspiro valía para mirarlo a los ojos y admitir: —Estoy dispuesto a todo por tí... Pero sobre todo por mí. Porque aunque apenas te conozca en esta vida, se que puedo confiar mi subsistencia a tu merced, pequeño morocho mío.

—Hace unos momentos mientras gritabas gimiendo por que te dé más duro, no vi que recordarás mi edad cariño... —ronco y profundo contesta mientras se relame los labios observando directo hacia los míos. 

—La edad es sólo un número... —hago como que medito apoyando mi mano en mi mentón —. Y además, eres completamente legal así que con tu permiso, procedo a tomar lo que es mío por defecto en este plano terrenal.

Me entrego a sorber de sus exquisitos labios que me reciben sin apuros ni exigencias, dejándome degustar y recorrer todo a mi parecer. Tu lengua se enreda con la mía danzando en conjunto y provocando sonidos que erizan mi trémula piel.

Pero este roce es diferente... Sin pasiones latentes que dictaminen un acrecentado y ardoroso final.

Sólo un par de cuerpos afectuosos, anhelando más allá...

Tocar algún punto en conjunto que despierte cada uno de los sentimientos que resurgen desde lo más profundo de nuestros menesteres.

Como si no fuera suficiente el sólo abrazarte con el calor de mi piel... Necesito más... Mucho más de lo que puedo tomar...

Porque nada es suficiente si el adeudo por tenerte lejos es sentir el vacío en alma, cuerpo y mente...

Como si no existiera nada en el universo que importe antes de la impronta del roce de tu piel sobre mi piel.

Quema cada segundo que consumo de tu oxígeno, perdiendo la cabeza en cada movimiento que ladeo para dar lugar a la continuidad de tu succión...

Mi hombre, mi dueño, mi todo...

Y sólo puedo dejarme llevar por la impresión de tus cálidos brazos que rodean mi cintura afirmándose en mi cadera pero sin apretar.

—Sí continúas besándome así, no prometo contenerme de partirte en ocho nuevamente, mi bello rubio encantador —susurra ronco y profundo sobre el lóbulo de mi oreja mientras jadeante y ardoroso, boqueo como pez afuera del agua para incorporar oxígeno a mis pulmones y no morir por exceso de pasión. 








































A la mierr🤗 ¿estos no piensan bañarse? 🤔mangas de sucios😂

Gracias por leer, comentar y votar😍

Los amito mucho❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro