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✷•𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓻𝓮𝓼•✷

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En el momento en que aquella respuesta llegó a los oídos de Jungkook su rostro se deformo, formando una mueca de tristeza y desilusión.

¿Para esto habían luchado tanto?,  ¿De que había servido tanto esfuerzo y sufrimiento?, de nada al parecer.

Jeon creyó por un momento que Jimin realmente era feliz con su vida, claro que sabía a la perfección lo estresante y complicado que podría llegar a ser cuidar una recién nacida, pero nunca pasó por su cabeza la idea de que él no fuera feliz experimentando ese nuevo capítulo en sus vidas.

Dolía, era demasiado doloroso para aceptarlo. Sin embargo debía hacerlo.

Quizás siempre se trató de un simple capricho de parte del rubio, tal vez los demás estaban en lo correcto. Jimin se iba arrepentir de estar con un hombre mayor cuando tuviera la madurez necesaria para entenderlo.

Y seguramente ya lo había hecho, había comprendido que estaba desperdiciando su vida con una persona que nunca amo de verdad.

sabía que esa era una de las razones con más peso, ¿que otro motivó habría?...

Ningúno.

Él lo entendía, después de todo no es fácil. Tener tan solo dieciocho y miles de responsabilidades debe ser algo agotador, el rubio debía vivir su vida como los demás jóvenes de su edad. Debía hacer locuras, debía cometer errores, tener más parejas y amigos. No quedarse en un departamento encerrado más de un mes.

—Entiendo —soltó Jungkook después de un gran rato en silencio—. Sabes que eres libre de volver tu casa

El menor comenzó a negar inmediatamente con la cabeza. Sabía porque rumbo estaban yendo los pensamientos de su hyung y lo que menos deseaba es que su incomodidad se malinterpretara.

—E-espera, espera —me levanté rápidamente del pequeño sofá y comencé a seguirlo, por más que intentaba tomar su mano él no se dejaba—. Jungkook, no se que estas pensando o que crees pero estoy seguro que te equivocas

—¿me equivocó? —freno en seco provocando que Jimin chocará contra su ancha espalda—. Me acabas de confesar que no eres feliz, creo que es demasiado obvio el porqué

—¡No!

—Ni siquiera sabes lo que estoy pensando y ya lo estas negando —bufo molesto y retomo su andar.

—Se que estas pensando que me arrepiento de todo esto, pero no es así —lo tomé de la camisa con fuerza—. Por favor detente, ¡debemos hablarlo! No quiero que me malinterpretes, quiero decirte las cosas con claridad y entiendas mi punto de vista —con dificultad logre hacer que me mirará—. Solo necesito hablar contigo, eres la única persona a la cual le deseó compartir mis inquietudes, necesito que vuelva ese hyung protector que solía escucharme horas y horas sin sentir fastidio o cansancio

—Yo no siento fas-...

—Shh, déjame hablar —puse uno de mis regordetes dedos en los finos labios de Jungkook—. Solo necesito que nos sentemos a hablar con calma, por favor —lo mire suplicante— no es lo que tu piensas y quiero dejarlo claro, ¿Si hyung?

—Si, esta bien —suspiró con fuerza. Debía admitirlo, Jimin había cambiado demasiado últimamente. Ya no era aquel niño que vio crecer, ahora es un joven maduró; responsable y consciente de cada uno de los pasos que da.

Ambos tomaron asiento en uno de los sofás junto al gran ventanal y se observaron fijamente por varios segundos, sin decir una sola palabra y casi sin respirar.

A pesar de las peleas sus corazónes seguían latiendo deprisa, como la primera vez; ellos seguían sintiendo esas molestas y revoltosas mariposas en sus estómagos, sus manos sudaban de la misma forma y una calidez invadía sus cuerpos.

¿Pero aquellos sentimientos eran lo suficientemente fuertes?, puede que si o puede que no.

Jimin tomó aire y giró el rostro hacía el ventanal, donde se podían apreciar a la perfección las bellas luces de la ciudad de Seúl.

Él quería organizar sus ideas antes de hablar, debía dejar en claro todo lo que estaba pasando por su cabeza y sobre todo como se estaba sintiendo últimamente.

Le haría saber cada una de sus incomodidades, y esperaría su reacción.

—Siento que esta situación me esta superando, y no quiero que me malinterpretes —giré la cabeza para observar nuevamente a Jungkook—. Te amo, a ti y a la bebé. Jamás he sentido ni sentiré arrepentimiento; ¿sabes por qué?

—No... —murmuró seco. Una pizca de enojo se albergaba dentro de su pecho y también de miedo, sentía miedo de enterarse de algo; sentía miedo de que su relación terminará, tenía miedo de perder a Jimin...

—Porqué estoy enamorado de ti desde que tengo uso de razón, así suene exagerado es la verdad. Nunca he llegado a mentir sobre mis sentimientos Jungkook —mi rostro ardió de vergüenza por la confesión, aún me sentía demasiado tímido cuando hablaba de este tema— .Te amo hyung, de pies a cabeza y me importa una mierda si tienes cuarenta años y yo diecinueve

—¡Hey! —soltó de inmediato avergonzado.

El rubio soltó una suave risita y se acerco más a su hyung.

—Bueno, bueno. No me importa en lo absoluto que tengas veintisiete, de hecho me parece algo jodidamente caliente —una sonrisita pícara se dibujó en mi rostro— pero ese no es el punto ahora —nuevamente respiré profundamente—. En algo tienes razón y es que me siento muy estresado por no poder salir, no quiero que pienses que deseó ir a fiestas o tonterías así. Creo que sabes muy bien que ese tipo de ambientes no son lo mío, de todas formas necesito más ayuda —tome sus grandes manos— se que estas trabajando para que tengamos una buena vida, pero te necesitó más de lo que pensé

—Jiminie...

—No he terminado —frunci el ceño e hice un pequeño puchero—. No quiero que renuncies ni nada por el estilo, se que tienes dos horas libres para almorzar y media hora se descanso a las cuatro

—¿Te aprendiste mi horario? —preguntó con una sonrisa burlona.

—¡Amor estoy hablando en serio! —chille.

—Ya, ya —soltó una suave risita— continúa

—A lo que quiero llegar con todo esto es que quiero pasar más tiempo contigo, te necesito; quiero hablar contigo. Contarte de mi día y que tu me cuentes del tuyo —mordi ligeramente mi labio—. Estoy cansado de estar tan sólito, Jungkook te extraño...

—Pero amor, me tienes aquí —me acerqué a él.

—No es suficiente —con cuidado me subí a su regazo y recosté mi cabeza en su hombro—. Deseó tener una cita contigo o salir a caminar, esas cosas que hacen las parejas. Ahora que no debemos escondernos más quisiera hacer ese tipo de actividades —pase mis manitos por su nuca acariciando con suavidad los cortos cabellos negros—. Eres un tonto

—Mm, ¿por qué? —Jungkook bajo sus manos hasta la pequeña cintura del menor dejando suaves caricias, ya se sentía más tranquilo, Saber que no se trataba de lo que pensó le quitaba un peso inmenso de encima.

—Pensaste que estaba arrepentido de todo lo que ha pasado entre nosotros —hice un tierno puchero— ¿Cómo pudo pasar algo así por tu cabeza?, deberías saber que el que esta más enamorado aquí soy yo. De hecho creo que tu si te arrepientes de todo esto, ¿no es así?

—No digas tonterías, jamás me arrepentiría de todo esto. Obviamente fue un proceso complicado, tuvimos mucho problemas y muchas personas quisieron alejarnos, aún así nuestro amor fue más fuerte que cualquier inconveniente —sonrió de lado dejando ver sus blancos dientes de conejo—. Te amo, con todo mi corazón y siempre será así. —Jungkook justo ahora se sentía perfecto, tener a Jimin y a su bebita era todo lo que necesitaba en la vida.

Una sonrisa de oreja a oreja se dibujó en el rostro del tímido y sonrojado rubio, hace tanto tiempo no estaban así y realmente lo extrañaba.

Necesitaba tener a su amado hyung así de cerca, diciendole cosas bonitas y recordandole cuanto lo amaba.

—Te amo mucho hyung —repose mis manos en sus fuertes hombros y me acerqué a su rostro para darle un tierno besito al estilo esquimal.

Jeon correspondió en segundos dejándose envolver por la calidez, en ese preciso momento solo existían ellos dos; sin problemas, sin estrés, sin miedo. Solo amándose con locura como desde el primer día..

Al abrir sus ojos ambos permanecieron en silencio por unos segundos, apreciando la belleza del otro.

Poco a poco cortaron la mínima distancia que los separaba y unieron sus Labios en un beso lento pero a la vez apasionado, sus labios se movían despacio probando con esmero cada centímetro de sus bocas.

A medida que los minutos avanzaban aquel tierno beso se transformó en uno lleno de deseo y lujuria, las grandes manos de Jungkook se habían colado dentro de la ropa interior de Jimin y uno de sus dedos acariciaba despacio su entrada.

—Mm, hyung no más —lo empujé con uno de mis piesitos— no toques ahí

—¿Y por qué no? —preguntó divertido y se volvió acomodar sobre él rubio—. Quiero tocarte, hace mucho no lo hago

—Por eso mismo me da pena —susurre e intente sacar su mano de mis boxers— ¡Hyung!

—Ya, ya —sacó su mano despacio rozando suavemente su miembro.

—Mm, kooki —apreté su camisa con suavidad—. Eres un tonto, ¡deja de provocarme!

—Yo no hago nada —soltó con inocencia.

—Si lo haces, eres malo  —abulte mis labios siendo nuevamente atacado por lo hambrientos  de mi hyung.

Tal vez esta noche tampoco podamos dormir...

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Atte:Roxyuwu


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