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✷•𝓣𝓻𝓮𝓼•✷

    
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Me tiré en las gradas sudando mientras escuchaba a mis compañeros celebrar. Habíamos ganado la final del campeonato escolar; gracias a que yo anote tres goles.

Estaba agotado, no tenía ganas de ir a celebrar con el equipo. Justo ahora lo único que deseaba era ir a mi casa, dormir y comer una deliciosa pizza de peperoni.

Di un brinco del susto al sentir un peso sobre mi abdomen. Abrí los ojos de golpe y al ver que se trataba de un pequeño Jimin con un adorable gorro de pingüino y un algodón de azúcar rosa sonreí.

—¡Hyung! —chilló y se sentó en el regazo de Jeon—, ¡ganaste! ¡Te traje una nube! —estiró su manito para darle el algodón de azúcar.

—Hola Jiminie, ¿en serio? —levanté una de mis cejas—. ¿Y que hay de ti?, ¿no quieres? —pregunté confundido. Jimin ama cualquier tipo de dulce.

—Yo ya comí —dijo con un leve sonrojo en sus mejillas—. ¡Es tu regalo por haber metido la pelota!

Reí por su forma de expresarse y acaricie sus mejillas.

—Se dice anotar un gol —le di un mordisco al algodón de azúcar—. ¿Y tus padres?

—Me dijelon —frunció el ceño y arrugó su naricita—, dije...ron —sonrió satisfecho con su pronunciación— que me quedará contigo y Yoongi

Jimin llevo sus manitos a los hombros de kook y los apretó.

—¿Y donde esta Yoongi? —volví a morder el algodón de azúcar y reí al sentir sus pequeñas y regordetas manos—. ¿Que tanto haces pequeño?

—Él fue al baño, dijo que le dolía la pancita —paso sus manitos esta vez por el cuello de Jeon—. estas mojado —apartó sus manitos y las miro confundido—, ¿por qué estas mojado?

Termine el algodón de azúcar y arroje el palito de madera lejos.

—Estoy sudado, así que deja de tocarme mochi —peine mi cabello para atrás.

—¿Por qué no puedo tocarte? —susurro y miro a los lados viendo como las personas comenzaban a salir.

—Ya te dije pequeño —reí moviendo mi cuello de un lado a otro y luego me estire para agarrar mi mochila—. Vamos

Cargué a Jimin con facilidad y comencé a bajar las gradas con cuidado. Al estar abajo busque a Yoongi con la mirada y bufe al verlo besándose con un chico.

—Parece ser que tu hermano está ocupado —murmure y comencé a caminar a la salida.

—¿Mm? ¿Por qué? —susurró y comenzó a peinar el cabello de Jungkook de formas graciosas. Al pasar junto a su hermano abrió su boquita y soltó un chillido. Provocando que Yoongi se apartara del chico.

—¡¿Que mierda?! —Yoongi miró mal a kook—. ¡¿Por qué lo traes cuando ves que estoy ocupado?!

—Para que te haces en la salida genio —le di un golpe en la cabeza y acomode mejor el pequeño cuerpo de Jimin—. Lo llevaré a mi casa, ¿pasas por él o me llamas para ir a la tuya?

—Respecto a eso...—rasco su nuca— mamá y papá tienen su cena de aniversario, y Hoseok me acaba de invitar a su casa —sonrió—. ¿Podrías cuidar a Jimin hasta las siete?

Al escucharlo frunci el ceño. No es que no quisiera cuidar de Jimin, solo que estaba demasiado cansado y lo único que quería era llegar a mi hogar y dormir.

—No lo sé Yoongi, estoy realmente cansado —suspiré.

—Sabes que él no te da problemas, solo serán unas horas —murmuró suplicante.

—Ahg, esta bien. Pero me debes dinero —dije y comencé a caminar.

—Esta bien, mañana te pago. ¡Gracias! —tomó de la mano a Hoseok y lo jaló hasta la salida.

Al salir del campus baje a Jimin y me puse mi buso de color negro. Luego lo volví a cargar y camine hasta la parada de autobus.

—¿Hyung no quería cuidarme? —preguntó con tristeza.

—Si quiero, solo que estoy agotado y no te puedo prestar mucha atención —me acerqué al autobús que recién había llegado y me subí, pagué los dos pasajes y me senté en las sillas del fondo con Jimin aún en mi regazo.

—Eso no importa hyung —llevo sus pequeñas y regordetas manos a los cordones del saco que llevaba kook—. ¿Por qué mi hermano le daba besitos a ese chico? —sus cejas se juntaron en claro signo de confusión. Él nunca había visto que hiciera eso con alguien más.

—No lo sé pequeño, supongo que es su pareja —saque mi celular de mi bolsillo y revise la hora. Recién eran las dos de la tarde. Mis padres no habían podido venir pues tenían asuntos más importantes del trabajó.

—Mmm, ¿que es una pareja? —tiro del cordón cerrando la capota.

—No hagas eso pequeño —reí y acomode de nuevo los cordones—. Mm, una pareja es esa persona con la cual puedes hacer todo. Te hace sentir bien y te da mucho amor

—ouh...¿Cómo tú conmigo? —dijo, y sus regordetas mejillas se pusieron rojas.

—No, no. Yo soy como tu hermano —sonreí y lo despeine.

Jimin frunció el ceño e hizo un tierno puchero negando con la cabeza.

—No es verdad —cruzó sus bracitos sobre su pecho.

Suspire y decidí no decir nada, no quería que se pusiera a llorar ahora. Al llegar a mi casa lo dejé esperando en mi habitación y entre al baño para darme una ducha rápida.

Al acabar con esta salí para tomar mi ropa y mire a Jimin el cual seguía sentado en la cama. Es muy obvio que esta enojado por lo que dije.

—¿Sucede algo? —saqué una sudadera gris y un buso del mismo color, una camisa blanca simple y camine de nuevo al interior del baño.

—T-tu no me quieres Hyung  —dijo, con la voz temblorosa.

—¿Ah? —hable desde el baño—, ¿por qué estas diciendo esas cosas mochi? —me puse mi desodorante y colonia, luego salí ya vestido. Me acerqué a él y bese su mejilla.

—Tu dijiste que no eres mi...paleja —arrugó su naricita de botón.

—Pareja —corregí—. ¿Y que tiene pequeño?

—Yo...mm, yo también quiero besitos —hizo puchero—, y los hermanos no dan besitos así

Solté un fuerte suspiro y me deje caer en mi cama cerrando los ojos. No entendía porque razón Jimin era así. Él no debería estar pensando en esas cosas, es muy joven aún.

—¿Quieres ver una película? —murmure intentando cambiar de tema. Al no obtener respuesta abrí los ojos despacio—. ¿Que?

—¿Me das un besito? ¡Como en las películas de princesas! Yo seré la princesa —dijo con emoción y salto sobre el abdomen de kook haciéndolo soltar una Maldición—. ¡Hyung dijo malas palabras! —chilló y cubrió su boquita impactado.

—No vuelvas a saltarme así, eso duele —me queje y lo baje con suavidad. Pase mis manos por mi adolorido abdomen y me senté—. Nada de besos pequeño, ¿Entendido?

—P-pero...¿Por qué?, ¡los príncipes les dan besitos a las princesas! —miró a kook fijamente. No tenía ni la menor idea del porqué el mayor se negaba a darle un beso.

—Pero ni tu eres una princesa ni yo un príncipe, así que no molestes mochi —me levanté de la cama y encendí el televisor. Abrí Netflix y me volví a sentar—. ¿Tienes hambre?

Jimin asintió despacio y decidió no decir nada más. Al parecer a su hyung no le gustaba la idea de los besitos.

—Ya regresó, busca alguna película —le entregue el control y sin más salí de la habitación en dirección a la cocina.

Al llegar a esta saque frituras y dulces. Se que esta comida no es sana, pero no pasará nada si come esto un día.

Nuevamente regrese a mi recamara y puse toda la comida en una mesa. Observé la pantalla y reí al ver que había puesto frozen.

—¿Esta...te gusta Hyung? —susurró y estiro su manito para agarrar unas papas fritas.

—Si, esa esta bien —destapó una bolsa de frituras de queso y se acomodó en su cama para descansar.

Jimin lo miró de reojo y se acercó a él. Se recostó en el pecho de kook y sonrió. Realmente quería mucho a su hyung.

—¿Me abres esto? —le entregó una botella con jugo de durazno y las papas fritas—. Gracias —susurro cuando kook le abrió sus cosas.

—Por nada pequeño —bese su mejilla y tome una manta para arroparnos.

En ocasiones no creía que Jimin tuviera tan solo cinco años, es un niño demasiado inteligente. La forma en la que habla me dejaba siempre asombrado, muy pocas palabras las dice mal y en el jardín siempre tiene buenas notas. Estoy seguro que tendrá un excelente futuro, lo único que deseó que cambié es esa extraña actitud que tiene conmigo.

Enfoque la mirada en la pantalla y comencé a comer. Debo dejar ese tema atrás, Jimin solo atraviesa una etapa y está confundido con lo que siente, bueno o eso espero...

Seguramente cuando sea más grande se olvidará por completo de este tema. Ojalá que así sea, no quiero romperle el corazón. Él aún no entiende que tener algo conmigo es simplemente imposible...

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Atte:roxyuwu

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