
◇°•「 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 18 」•°◇
[The Dark Lord's POV]
Caminaba hacia la habitación de Chosen con una bolsa de comida de McDonald’s en las manos. Me sentía mal por lo que había hecho en el bosque... lo había dejado bastante golpeado. Pensé que llevarle algo que le gustara —y que no fuera robado por una vez— podría animarlo un poco. No es que no quisiera robar, simplemente... no sabía cómo hacer el pedido.
Golpeé varias veces la puerta de su cuarto, y escuché su voz suave desde dentro.
—Pase.
Entré. Lo encontré acostado en la cama, leyendo un libro. Me miró, sorprendido y claramente confundido.
—Hola, Chosy... ¿cómo te sientes? —me acerqué a él y me senté en la orilla de su cama.
—Pues... creo que ando bien —cerró el libro y lo dejó a un lado, fijando la mirada en la bolsa que traía—. ¿Y eso?
—Te traje tu comida favorita. Pensé que... con esto podrías perdonarme por golpearte —dejé la bolsa junto a él, intentando no mirar directamente el moretón que aún tenía en el ojo.
—Aww, Dark… no debías hacer esto por mí —me sonrió mientras tomaba la bolsa con cariño.
—Sí debía. No tendría que haber dejado que eso pasara. Fue un ataque de ira… que no supe controlar —bajé la mirada, con culpa.
—Hey... —me tomó la mano con suavidad—. Tranquilo, te perdono.
—A veces siento que no merezco tu perdón, Cho… —me solté de su mano, evitando ese contacto. No quería aprovecharme de su ternura.
—Mmmh... pero hey, somos mejores amigos. Es normal que tengamos peleas, y no fue tan grave tampoco —volvió a tomar mi mano. Esta vez, no me aparté.
—Bueno, si tú lo dices… rosca quemada —sonreí con picardía, burlándome del apodo que le había puesto.
—Mjmj, okey… oscuridad —rió, y me alegró saber que lo nuestro seguía bien.
「Fin del FlashBack」
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[The Dark Lord's POV]
Caminaba junto a Viro, eliminando a cualquiera que se interpusiera en nuestro camino. Mi único objetivo era encontrar a Chosen. Un montón de personas vestidas con el mismo uniforme bloqueaban el paso… patético. Mientras Viro llamaba la atención de todos, yo me dediqué a rastrear la zona.
Fue entonces cuando vi una habitación peculiar. En el centro había una enorme caja rodeada de luces demasiado brillantes. Todos estaban reunidos a su alrededor, y dentro de la caja… estaba él. Chosen. Parecía estar muriendo lentamente.
Agarré una de las armas de los que me atacaban y disparé contra la pared hasta abrir un hueco. Entré corriendo a la caja. Me acerqué a él… y aunque no pude evitar sentir asco y decepción al verlo, sabía que ese no era el momento para pensar en eso. Un chico al que una vez quise tanto se había convertido en una pesadilla para mí. Pero eso podía esperar. Por ahora, debía secuestrarlo.
Disparé contra las cadenas que lo ataban, rompiéndolas, sin pensar que caería al suelo. Pero en ese punto… ya no me importaba cuánto más podía dañarlo. Lo dejé tirado.
Solo esperaba que no se desmayara. Lo observé. Seguía consciente. Perfecto. Aún podía usarlo para lo que necesitaba. Me agaché y lo tomé de la garganta, empujándolo contra la pared con fuerza. Tenía que hacer esto rápido.
—Chosen One... —lo dejé acorralado entre mis brazos.
—D-Dark Lord... pensé que tú... —intentó hablar, pero lo interrumpí.
—¿Qué estaba muerto? Mjmjmj… hahahaha… ya quisieras —le lancé una mirada cargada de odio.
—¿Y qué haces aquí? —preguntó, confundido y sorprendido.
—Vine a... rescatarte —respondí después de pensar unos segundos. Era parte del plan. Debía engañarlo.
—Pero... —no confiaba en mí. Lo veía en sus ojos.
—Mira, Chosen. Tengo a un niño peleando contra muchos mientras hablamos. Si te quedas aquí, te matarán. Yo, en cambio, puedo darte la libertad que tanto anhelas —le extendí la mano—. ¿Ayudita?
Él bajó la mirada, dudando. Observó mi mano con desconfianza.
La historia se repetía. Estaba esperando a que la tomara… que cayera en mi trampa.
Pasaron unos segundos. Su mano se acercó lentamente, temblando… y finalmente, la tomó.
Lo que ocurrió después fue lo que esperaba. Al tomar su mano, una energía poderosa me atravesó el cuerpo. Esa misma sensación que había sentido años atrás. Lo solté de inmediato y Chosen cayó al suelo, inconsciente. No sabía si le había robado su energía o si simplemente ya no le quedaba nada.
Los enemigos aún nos rodeaban. Viro apareció, subiendo hasta mi hombro como un rayo. La situación iba a escalar.
—¡The Dark Lord is back, dudes! —grité mientras creaba una esfera de fuego entre mis manos.
Todo se desató. Destrozaba todo a mi paso, asegurándome de que nadie pudiera acercarse. Cuando sentí que todos estaban distraídos, tomé a Chosen con cuidado y lo cargué en brazos. Viro se sostuvo mientras comenzaba a volar, alejándonos de allí.
Volví a mirarlo de reojo mientras volábamos. Estaba herido… tenía varios moretones y cortes. ¿Lo habían torturado?
Aun así… no pude evitar sentir cierta satisfacción. No por verlo así, sino porque al fin lo tenía. Estaba en mis manos. Me impacientaba por verlo despertar.
Tenía una sorpresa lista para él...
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—Genial... escaparon —cruzó los brazos Victim con fastidio—. ¿Alguna idea, mi buen agente?
—Nop… aún no. Pero se me ocurrirá algo muy pronto. A ver cómo le va… con el virus que le inyecté a The Chosen One —dijo, mirando con una sonrisa torcida mientras Dark y Chosen desaparecían en el horizonte.
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[Hangman's POV]
Estaba en la sala viendo una película de acción mientras miraba a mi alrededor. Observé que Lord y Viro no estaban de vuelta. Me empezaba a preocupar por ellos. No entendía la animosidad que tenían hacia esa persona llamada Chosen. En realidad, sólo quería arreglar las cosas entre ellos o algo así. No podía dejar las cosas tal y como estaban.
Estaba a punto de regresar mi atención a la televisión cuando alguien derribó la puerta de un empujón. Se trataba de Dark y Viro, y con ellos venía un... cadáver. ¡¿Pero qué demonios?!
—Hola Hangman, perdón por la puerta —entró junto con Viro y el cuerpo de alguien.
—¿¡Pero qué chingados, Dark!? —me aparté un poco, esto se estaba saliendo de control, y en mi propia casa.
—Shhh, no grites, ¿no ves que tengo a alguien acá dormido? —me miró feo, y vi que Viro se bajaba de su espalda.
—En realidad... está inconsciente —susurró Viro, pero logré escucharlo.
—No me digas que ese es Chosen... —me acerqué para mirar más de cerca. No podía creerlo. Era él.
—Sí, este es el maldito hijo de puta... —rodó los ojos; se notaba que estaba molesto—. Oh, y adivina quién recuperó energías y sus poderes funcionan correctamente —sonrió.
—Oh... felicitaciones, supongo —me puse frente a Dark y observé a Chosen más de cerca—. Al parecer sí está guapo, con razón estás obsesionado...
—Oye, no lo mires. Y no le veo nada atractivo, es un pedazo de rosca quemada —empezó a caminar hacia el lugar que supuestamente tiene en el sótano.
—¿Entonces qué pensabas hacer con él? —pregunté.
—Torturarlo a muerte —bajó al sótano y puso a Chosen en una celda que había allí.
—¡Eso es un crimen, Lord! ¡No puedes secuestrar personas y traerlas a mi casa! —le grité, ya enojado.
—Tranquilo, Hang, está en buenas manos —vi cómo Viro sonreía.
—Ajá, claro... ¿y saben cuándo despertará Chosen?
—Nadie sabe —se sentó en una silla para observarlo. Me impresiona que le ponga tanta atención.
—Por si despierta, voy a ir preparando una comida, por si tiene hambre...
—Pero si se ve bien —estaba ciego, sin duda.
—¿No ves cómo está? Tiene moretones y rasguños, y se ve muy, pero muy débil... —miraba al stickfigure negro acostado en el suelo, sin almohada y sin manta—. Al menos déjame que se ponga cómodo...
—Nah, él estará bien —rodó los ojos.
—... —volteé a ver a Viro y me acerqué a él—. Oye Viro, ¿puedes traer una almohada y unas mantas, por favor?
—¿Pero mi papá...?
—Te doy galletitas si lo haces por mí —le acaricié la cabeza.
—¡Sii! ¡Galletas! —se fue emocionado a buscar lo que le pedí.
—No debes educar a mi hijo con galletas...
—Te apuesto un refresco que Viro será todo lo contrario a ti... Aunque tengo una duda... —miré a Dark.
—Dime, pero rápido, que tengo cosas que hacer aquí —volteó a verme.
—¿Tuviste a Viro... usando ADN?
—¿Sí, por? —puso cara de duda.
—Yo que sepa, se necesitan dos tipos de ADN... ¿de dónde sacaste la otra?
—... —se quedó callado un momento—. ¿Sabes que yo mato gente, no?
—¿¡Entonces una persona cualquiera es la madre de Viro!? ¿¡Qué carajo, Lord!?
—No es la gran cosa... —rodó los ojos y se cruzó de brazos.
—¡Regresé! —vi que volvió corriendo con la manta y la almohada en cada mano. Entró a la celda y las dejó al lado de Chosen.
—Mmmh... gracias, Viro —Lord no podía engañarme, ese mechón negro que tiene Viro no podía ocultar nada—. Bueno, cuidadito con Chosen...
—Ajá, como sea —agarró a Viro y lo dejó sentado en su escritorio—. Bueno, es hora de pasar tiempo con mi wawa.
—¡Yey!
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[Continuará...♡]
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