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²³. ❝𝐋𝐞𝐠𝐞𝐧𝐝𝐬 𝐚𝐫𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥.❞

𝕴𝖓𝖛𝖎𝖊𝖗𝖓𝖔 𝟚𝟘𝟙𝟡. 

𝕴𝖓𝖎𝖈𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊.

Para iniciar su tercer día siendo un cambiaformas, sentía que su cuerpo estaba hecho una montaña de huesos, porque de verdad le dolían después de haberse roto y crearse en cuestión de segundos cuando se presentó como un posible alfa leviatán. Todavía seguía un poco incrédulo ante el descubrimiento, es decir, es como su propio cuento de hadas combinado con una sensación de terror por la creciente sombra de la muerte acechando hasta por debajo de su cama. Ni qué decir de la ansiedad que sentía por dar un paso en falso y mostrarse en los lugares menos oportunos, hasta se preocupaba quedarse sin cabello por los nuevos niveles de estrés.

Todavía era de noche y sus pensamientos no le daban tregua después de un abrupto despertar debido a una especie de visión, entonces comenzó a notar algo particular con respecto a su metabolismo.

Era un carnívoro, justo como ChangKyun, comía a veces grandes cantidades de carne, pero al día siguiente de pasar por su primer despertar, estando con su familia; sus papilas encontraron un sabor bastante desagradable, pudo disimular bien antes de disculparse por sentirse cansado después del primer bocado e ir directo al baño a vaciar el estómago. Le asustaba mucho la idea de abandonar el delicioso sabor de la dulce carne, su sangre terca digna de un Thorburn lo hizo dar una segunda prueba y se sorprendió de que esta vez pudo sentir los sabores de una manera que nunca antes lo había hecho.

Sus papilas parecían haber sido inyectadas con hormonas para volverse unas expertas y sacar el mejor sabor de cada bocado y con eso, desencadenó un apetito bastante nuevo y grande. Tal cual fueron las advertencias de sus compañeros cambiaformas, la cantidad de energía que consume es al menos diez veces más que la del humano promedio, por lo que estar bien alimentado es una de las partes más importantes, sobre todo para un alfa recién presentado. Parece haber creado un agujero negro en su estómago. Fue un desafío bastante complicado porque sus padres y tío comenzaban a notarlo, gracias al cielo la excusa de que sus entrenamientos en agua lo hicieron de esa manera.

Con las infusiones creadas por el sanador de la manda de leviatanes ayudaban a mantener a la bestia interior alejada de los reflectores, WonHo ha sentido lo que tanto HyungWon le explicaba: suprimir a una segunda persona que todo el tiempo quiere salir a la superficie y lucirse, es una tarea titánica.

Un par de risas de niños lo despertaron de su ensoñación y miró a los pequeños corriendo por todo el jardín desde su ventana. Con los constantes dolores de cabeza que le daban por luchar en contra de su leviatán interno y mantenerlo a raya era casi como lidiar con un niño bastante malcriado, su cabeza estaba por partirse en dos. Así que se alejó un poco del ruido de sus estudiantes y pidió un poco de apoyo a sus dos maestras ayudantes mientras tomaba un descanso en su estudio.

―Creí que algo caliente te vendría bien ―BaekHyun apareció después de abrir la puerta y traer consigo una taza humeante entre sus manos.

―Sólo espero que sea chocolate ―dijo con una sonrisa y se abrazó las piernas mientras su mejor amigo llegaba hasta él con un té, enarcó una ceja, bastante sorprendido.

―Antes de que digas algo, es un té bastante efectivo que mi madre suele preparar cuando tengo migraña y parece que necesitas uno.

―Espero que sepa mejor de lo que huele ―tomó la taza de las manos más pequeñas y el olor lo abrumó un poco por el olor del laurel por encima del de manzanilla y al probarlo, realmente le gustó la mezcla, gracias al milagro que el sabor de la miel y el limón lograba en el té―. No sabe tan mal.

―Te lo dije, ahora que estamos solos ¿quieres hablar de algo?

― ¿Sobre lo extraño que es tener magia y sospechar de las sombras de mis padres? No creo que quieras escuchar mis quejas.

―Así que todavía no saben la razón detrás de todo esto.

Lo único de lo que hablan a parte de las reglas y miles de formas para controlar su magia, es sobre las posibles explicaciones de este extraño despertar. Todo estaba tan enmarañado como una bola de estambre mal rodada y repleta de nudos que le evitaban llegar hasta el otro extremo; sólo estaba el inicio del hilo y el final.

― ¿Quieres un poco de ayuda? ¿Un enfoque diferente? ―BaekHyun se sentó a su lado y lo miró, sintiendo de inmediato una admiración a ese joven hombre, se sentía muy afortunado de tenerlo como un hermano.

Los leviatanes no mentían cuando le dijeron que su manera de sentir cambiaría ahora que tenía una doble alma. Mucho más que sentir, sabía palpar sentimientos e incluso, podría jurar que puede tocarlos en el aire y saber qué clase de lazos tenía con otra persona para de inmediato, relacionarlos con un color que le producen dicha sensación. BaekHyun siempre fue como la primavera, cálido y suave, con el color durazno y rosado perfectamente mezclados, tal vez un poco de amarillo. Tenerlo a su lado lo reconfortaba, soltó un suspiro antes de hablar.

―Aún no descarto la idea de que tenga magia por mi unión con HyungWon, pero siguen insistiendo que la unión entre humanos y cambiaformas no hace esa clase de intercambio de magia, es elementalmente imposible.

―Entonces vamos a lo obvio, tu familia ¿alguna pista?

―No lo sé, hay muchas cosas que parecen mentiras, pero podrían ser verdad y viceversa ―colocó su mentón entre su dedo índice y pulgar, pensando en los miles de caminos que se abrían a sus sospechas―. Hay muchas leyendas e historias que se han contado en el pueblo con el pasar de los siglos que mis padres y tío solían contarme, sobre magia y cómo es que adoptamos a un leviatán y un kraken como emblema.

―Lo recuerdo ―concordó BaekHyun―. MinHyuk le gustaba contarnos historias sobre el dragón y el kraken que vigilaban el lago.

―Hay varias que podrían haberse basado en la realidad.

Hace mucho tiempo, escuchó sobre las primeras conquistas de pueblos bárbaros. Gente que creía en el poder de sus dioses; seres que controlaban el clima, el océano y podían adoptar diversas formas, como los elementales. Y esta historia tiene un posible origen de un pueblo nómada, proveniente de tierra firme que se aventuró al mar para peregrinar diez días y diez noches para que la hambruna parara entre sus hombres debido a la falta de cosechas en su antiguo pueblo. Entonces, los cielos escucharon sus ruegos, dándoles una isla para poder dejar atrás su pasado e iniciar de nuevo.

Entre sus integrantes, la segunda esposa del jefe era una hechicera y vocera de sus dioses. Murió dando a luz a gemelas en el viaje no sin antes, vender su alma a la magia de sus deidades.

Las pequeñas hubieran muerto de no ser porque dos dioses: un dragón de mar y un kraken, escucharon los ruegos de la hechicera para salvar a sus hijas a cambio de su vida. Dando así a las primeras guardianas del Lago Ness.

La hija mayor, tomó la forma del dragón marino, era la que cuidaba la isla y traía alimento cuando las tormentas asediaban al pueblo. La menor, se convirtió en el kraken, una criatura llena de ira y salvajismo que la consideraron una diosa de la guerra. Ambas eran lo contrario de la otra, pero juntas eran el escudo y la espada del Lago Ness. Su fuerza provenía de los rezos de su gente para proteger su hogar.

Todo esto duró por varios siglos hasta que la hermana menor fue consumida por la oscuridad cuando uno de sus descendientes reversó el poder del kraken para poder ser un dios, esto no les gustó a los verdaderos dioses y ella se convirtió en una bestia sedienta de la sangre de sus protegidos, para eliminar al pueblo malagradecido por utilizar de esa manera a sus guerreras.

Su hermana mayor luchó en contra y salió victoriosa con la pesadez de perder a su mitad. Para compensar el daño, no sólo asesinó a los culpables por la muerte de su hermana, sino que también a sus hijos y cuando los consumió, ella dejó un legado: el único hijo que tuvo para que aprendiera de los errores de su gente y empezara de nuevo. Su hijo también podía transformarse en un animal de mar.

La dragona entonces perdió con el tiempo, su humanidad y se convirtió en un animal por completo, mientras que su hijo, al vivir más tiempo en tierra, perdió su afinidad con la magia y comprendió que su única misión era proteger su hogar, justo como los primeros pobladores. Entonces, dejó que su madre fuera el escudo: el dragón; y él se convirtió en el rey Kraken, la espada de los dioses, el líder más temido y justo que cualquier hombre en la tierra.

―Podría ser una explicación al por qué tengo magia ―concluyó WonHo después de explicar la leyenda―. Todas son lo mismo, personas que cambian su humanidad por poder para proteger a su pueblo.

―En algunas heredan el poder con cada generación y otras lo pierden por completo ―secundó BaekHyun―. ¿Has pensado en decirle a tus padres?

―Todavía no, esperaré hasta que la posibilidad de que mi magia no provenga de HyungWon quede descartada, tal vez haya respuestas en otro lado.

―No lo sé WonHo, tal vez...

―Ni lo digas, BaekHyun ―le advirtió el parcialmente rubio, sus ojos soltaron chispas ante la acusación, el pelirrojo alzó las manos en señal de rendición y WonHo se tocó las sienes―. Perdón, no debí reaccionar así.

―Está bien ―colocó su mano sobre el hombro de su mejor amigo ―. Tal vez tengas razón y sólo estamos exagerando.

―No Baek, no es sólo por eso ―soltó un suspiro y se abrazó las piernas, sintiendo un poco de seguridad de esa forma―. Es todo esto, parece que mis sentimientos también se amplificaron y me siento siempre en alerta, como si algo estuviera merodeando y preparándose para atacar.

―Debe ser tu sentido ultra leviatán, ya sabes, como el sexto sentido de HyungWon por sentir problemas.

―Es difícil comprender que ahora no solo soy yo.

― ¿Y cómo se siente?

―Como si mi mente estuviera partida a la mitad y alguien más ocupara mi cuerpo, queriendo tener el control, parecido a un niño que apenas estás descubriendo el mundo y cómo funciona.

―Ósea que ¿tu bestia es un niño?

―Algo así, HyungWon me dijo que es su primera vez en el mundo, parece que iniciará así, un niño y luego, conforme mi magia crezca, será un adulto como yo... Aunque, siendo sincero, cuando a veces lo dejo tomar el control no se comporta infantil.

―No me digas... ¿te sientes caliente todo el tiempo?

―Escuchándolo de alguien más suena bastante pervertido ―soltó un suspiro y se dejó caer sobre los cojines del sofá instalado debajo de la ventana―. Siempre me pasa cuando veo o pienso demasiado en HyungWon.

―Hablando del rey de Roma ¿dónde estará?

Tuvo que confiar ciegamente en que sus sentidos y buen gusto, junto a varias notas mentales tomadas a lo largo de su estadía con humanos, para poder tener un estilo de moda bastante sencillo, cómodo y sin pasar a lo anticuado. Esta vez quiso prepararse por su cuenta, no podía depender siempre de BaekHyun o de WonHo toda la vida.

Pensar en su pareja hizo temblar a su corazón de alegría. Su pecho se sentía muy cálido desde que su lazo como destinados comenzó a formarse. Su mano descansó en esa zona y donde se localizaba el anillo de turmalina, colgando de la cadenilla de oro terrano. Respiró hondo antes de soltar el aire despacio, enfrentar su pasado con WonHo fue difícil y aún más lo será si decide finalmente perdonar completamente al otro alfa a cientos de kilómetros de distancia. Todavía estaba muy molesto con el pegaso, a decir verdad, pero su cachorro le demostró que el indulto aún era una opción.

Considerando la falta y el cómo fue ejecutada, por mucho que fueran destinados, el crimen contra un lazo establecido no es fácil de pasar por alto y menos cuando se juraron casi un amor eterno contemplando la opción de las nupcias, mucho más si estaban comprometidos. Aunque si se ponía a pensar muy a fondo, su amor por WonHo nunca iba a mermar y probablemente hubiera crecido, siendo realistas, ambos estaban traicionándose desde el corazón. Motivos diferentes, pero seguía siendo una deslealtad a las almas con las que están destinados a estar.

"― ¿Qué piensas?" la voz de su bestia interior lo hizo soltar un respingo.

―Son cosas del pasado, que algún día tendremos que arreglar.

"―Por ahora, no es el momento, WonHo necesita toda la ayuda posible y presiento que nos necesita ahora."

―Lo sé, también lo percibo ―en el centro de su pecho, justo donde su alma se alojaba, podía sentir pequeños pinchazos: miedo, preocupación, ansiedad―. Nuestro lazo me dice cómo se siente, pero ¿él no puede?

Comenzó a caminar por el bosque disfrutando de aquella mañana invernal. Las copas de los árboles eran más oscuras y podía apreciar que la tierra estaba más fría, incluso en al aire olfateó cierta esencia del dulce aroma al agua dulce del lago. Era tan particular que en otros lugares no se podría replicar jamás. Le gustaba mucho caminar por esos parajes, con el follaje entre sus dedos del pie, la sensación de libertad, era tan gloriosa que quiso darse el lujo de admirar el agua oscura del Lago Ness antes de entrar al terreno donde se asentaba la escuela de artes.

"―Su bestia sigue dormida, una vez que despierte, todo será como debe ser."

―Como debe ser ―se repitió con una sonrisa―. Yo...

"―No te tortures con el hubiera, sin importar las decisiones que tomaras, terminaremos siempre en el camino hacia WonHo, siempre."

―Al parecer has vuelto a responder al unísono.

"―Hablaremos de eso después."

―Y volvemos al suspenso ―rodó los ojos cuando sintió el silencio de su bestia y tomó la esfera de camaleón, juró mentalmente que la siguiente visita sería en la noche, el sabor a menta lo estaba matando.

Llegó hasta la entrada principal de la escuela y abrió la puerta, emocionado de encontrarse con WonHo. Era como volver a ser un joven leviatán ansioso por su primer encuentro con su potencial pareja, sólo que esta vez estaría viendo a su Nexum Animarum, su compañero, su cachorro.

La estancia lo recibió con un aire muy diferente al de afuera, era más cálido y con cierto tinte del café favorito de BaekHyun, incluso algunos destellos de materiales como la arcilla o pintura fresca llegaron hasta sus sentidos a través del aire. En su cara tenía impresa una sonrisa que bien pudo haber opacado al Sol enseguida, hasta que cruzó el umbral y vio a una de las personas más irritantes que ha conocido en su vida.

― ¿Tú otra vez? ―el tono despectivo de la joven maestra llamada, Lucille lo puso de mal humor, resistió el impulso de mostrarle los dientes o gruñirle.

―Un simple buenas tardes; demostraría que hablo con una persona con modales o al menos una civilizada en lugar de una niñita resentida.

― ¿Vienes por WonHo?

―Oh, al menos no eres estúpida ―mostró un gesto bastante arrogante, satisfecho al ver que ella no hizo esperar su descontento por ser tan fácilmente engañada por ese leviatán―. ¿Dónde está?

Ella quería proferir miles de groserías en contra de HyungWon, pero se contuvo y pensó en un mejor plan, así que cambió de semblante y se acercó hasta la ventana, bajo el escrutinio de HyungWon. El omega notó de inmediato el cambio y se puso en alerta. Conocía esa mirada, la ha visto miles de veces en otros cambiaformas, cuando alguien buscaba hacer sentir mal a otro o incluso inferior, hasta podría decirse que era una forma de desquite ante algo que no puedes tener; siempre se portaban así, lo ha visto y aprendió mucho viviendo entre demonios. La diferencia, es que esta humana lo hacía mucho peor que una cría de demonio vampiro envidioso.

―Me parece que lo vi cerca del jardín ―apuntó hacia el exterior, el botánico se acercó hasta la ventana sin quitarle la mirada a la humana.

Al asomarse vio a su novio cerca de una de las mesas de madera dispuestas en la parte del jardín con un techo de madera y cristales, había pocos niños sentados tratando de terminar unas pinturas. Lo que le despertó el nervio de la molestia absoluta fue más alto nivel de descaro por parte de una segunda hembra humana pidiendo que WonHo revisara su ojo porque "había algo dentro". Ella era hermosa como la mayoría de las de su especie. Facciones y silueta casi perfecta de no ser por un pequeño arco en su nariz, sin embargo, cualquiera caería por esos ojos grises.

―Un hombre no puede resistirse a una belleza como mi amiga, Mary Anne ―su tono calumnioso sólo alimentaba el enojo de HyungWon e incrementaba las ganas por cerrarle la boca enseñándole los colmillos, pero se resistió para no llamar a su bestia interior, que no tomaría bastante bien ver que su alfa, estaba por ser infestado por el aroma de alguien más.

Su pareja pecaba de una mente y corazón demasiado bueno, porque no pudo discernir el sentido oculto detrás de la acción de la fémina. Ella insistía en tener algo atorado en el ojo, y WonHo le sujetó la cabeza con delicadeza y se acercó para verificar que nada estuviera en su cuenca. Ella claro que se puso nerviosa y hasta roja, disimulaba bien la inocencia, lo que la delató ante HyungWon, fue el brillo astuto en sus ojos.

―Un truco ancestral, pero efectivo ¿no crees? ―su tono se tornó bastante mordaz y tenía unos pocos segundos antes de explotar, pero se mantuvo tranquilo al recordar cierto detalle de WonHo.

Él sólo tenía preferencias por machos y si se pone a pensar mejor. Ambos ya eran una pareja vinculada por el Creador de Siete, ningún poder celestial o terrenal podría destruir su lazo, ni siquiera la muerte. Sabía que WonHo jamás le correspondería a esa fémina, así que sonrió con suficiencia y enfrentó a la mujer delante de él.

―A parte de poco inteligente, sin modales y sutilmente amistosa, eres infantil ―se rio ante la estupefacción de la chica por su respuesta―. ¿Alguna vez piensas antes de actuar? Si quieres mi consejo, piensa o quedarás como estúpida cada que intentes conseguir prospectos de pareja, niña.

―Cállate jodido marica extranjero ―bufó ella, con todas las intenciones de abofetearlo, pero BaekHyun detuvo su brazo en el aire.

―Okay, ya basta de este circo ―su tono serio junto a la gélida mirada del humano lo devolvieron a la tierra y se sintió avergonzado por su comportamiento, bajó la cabeza―. Hablaré contigo más tarde Lucille sobre tu posible despido.

― ¿Qué? ―ella abrió los ojos como plato―. No te atreverías, soy de las mejores artistas del lugar y ayudo bastante en la escuela. ¡Soy irremplazable!

―No te creas tan importante, querida ―utilizó el mismo tono de voz que ella en ocasiones anteriormente: lleno de suficiencia―. Soy también dueño del lugar, claro que tengo derecho de despedirte si presentas una falta a los valores que enseñamos en estas cuatro paredes. Tu mala actitud opaca esas habilidades, así que esta es mi última advertencia, vete antes de que me arrepienta de darte esta última oportunidad.

―Está bien.

Ella no dijo nada más, sus ojos se encargaron de taladrar y maldecir hasta su tumba al pelirrojo y al leviatán. Se marchó hacia otra sala para impartir una clase con el ceño bastante fruncido y en cuanto cruzó la puerta puso una sonrisa amable. El cambio le dio escalofríos al botánico y no de los buenos, era como una arpía(1) emocionada por iniciar su comida.

―BaekHyun, lo siento de verdad ―comenzó, pero el pelirrojo negó encogiéndose de hombros, volviendo a mostrar un semblante tranquilo.

―No digas eso, de verdad disfruté que le bajaras los humos ―soltó aire, destensando sus hombros y fue hasta la cocina para prepararse un poco de café, seguido por HyungWon―. Disfruto de una buena pelea verbal e insultos con clase, pero lo que jamás toleraré, es la violencia y ella te dijo...

―Sabes que esos insultos no tienen poder sobre mí, hay muchos peores allá afuera ―posó su mano sobre el hombro de BaekHyun, podía notar que esa palabra en específico le molestaba de sobremanera―. Pero te agradezco que te preocupes por mí.

―Para qué son los amigos ¿no? ―ambos se sonrieron.

Su pecho se calentó de inmediato, su alma sintió cómo otra igual a ésta. La nueva alma se acoplaba como una pieza de rompecabezas. El sutil olor a la brisa oceánica llegó hasta su medio dormido sentido del olfato y una mano acarició su cintura antes de rodearla en un tierno y poderoso abrazo, con la nariz de WonHo encajándose en el hueco entre su hombro y cuello, aspirando la esencia de mandarina que tanto amaba.

―Hola, Señor Dragón ―susurró con dulzura, HyungWon se deleitó con el calor ajeno calentando su cuerpo.

―Hola, cachorro ―respondió con el mismo volumen en su voz, sintiendo claramente ese ambiente de intimidad entre ambos se formaba en cuestión de segundos―. ¿Esperaste demasiado?

BaekHyun se llevó su taza de café consigo al ver que ese par no tardaría en derramar tanta miel como les fuera posible, además, sabía que la otra maestra lame botas y con su eterno crush por WonHo sólo rompería la felicidad de ambos. Antes de que la mujer volviera su vista, Baek apareció para distraerla.

― ¿Es normal que sienta que mi alma se parte en dos si no te veo todo el tiempo?

―Sólo mientras se completa nuestro lazo, una vez que tu bestia sea más fuerte; por ahora, la distancia podría volverte débil.

―Deberíamos hablar de esto en mi estudio ―añadió de repente, a su oído llegó el ajetreo de uno de los salones más próximos a ellos, los niños no tardarían en salir―. Ven, tengo algo que contarte.

― ¿Pasó algo? ―inquirió, el ceño de WonHo parecía levemente perturbado.

―Creo que soñé con alguien muy importante.

Como cualquier ser vivo que puede entrar al plano onírico, nunca puedes recordar cómo es que abriste las puertas e inicias la trayectoria. Lo que WonHo siempre ha recordado de ese mundo es cómo éstos llegan a ser tan lúcidos y reales que hasta a veces le costaba despertar o darse cuenta de que estaba soñando.

Sabía dónde estaba cuando se descubría caminando por el campo, al otro lado de una de las colinas altas que rodeaban el Lago Ness. A pocos kilómetros de Inverness, uno de los pueblos vecinos. Su vista era un poco traicionera estando en los primeros momentos del sueño, en cuanto sus ojos captaron el verde del prado quedó sin habla a ver flores amarillas con pistilos azulados, cuando un destello del Sol los alcanzaba, estos parecían desprender chispas danzarinas, como una corriente eléctrica. El inmenso mar de flores que jamás ha visto en Escocia e incluso, al aire era más cálido y húmedo de lo que estaba acostumbrado en aquellas gélidas tierras.

Se inclinó para tomar una de ellas y en cuanto los pétalos rozaron sus dedos, ésta explotó en miles de partículas de luz doradas que obedecieron las extrañas corrientes de aire, haciendo danzar a las partículas directo hacia la cima de la colina. WonHo corrió detrás de ellas, conforme avanzaba y sus piernas rozaban las flores, hacían lo mismo, uniéndose a la corriente. Al llegar a lo más alto, se sorprendió de lo que le mostró ese nuevo paisaje escocés.

Donde debería haber planicies y bosques, puertos y grandes casas de piedra, en su lugar, había una pequeña playa de arena blanca y agua cristalina azulada, abarcando hasta donde la vista le alcanzaba. Los cúmulos de nubes sobre el cielo tampoco eran algo que haya visto en la realidad. No eran como bolas de algodón colocadas al azar. Todas ellas tenían un punto por el cual se decantaban desde el cielo hasta por encima del océano. Sus formas eran suaves en los bordes, como la tinta desvaneciéndose en el agua, incluso en las grandes concentraciones de blanco podía ver diamantes blancos y amarillos.

El azul del cielo era bastante hermoso con un poco de esa tonalidad verdusca, lo hacía bastante calmo. Dos siluetas de lunas menguantes separadas a una misma distancia, eran más claras contra el firmamento; con el tamaño adecuado para distinguir algunos cráteres en las partes visibles del astro, también podía ver que alrededor de ellas danzaban constelaciones que nunca antes en su vida ha visto.

Al bajar hasta la playa de arena sintió cómo esta era suave como la seda y caminó cerca de la orilla, donde vio por encima de la superficie del agua enormes piedras perfectamente ovaladas, con el tamaño de una ballena adulta. Hablando de animales, él pudo notar que muchos peces coloridos y grandes emergían de vez en cuando, de sus colas salían hilos de luz dorados, los cuales daban latigazos en al aire y soltaban muchas más de esas partículas doradas que iban hacia el cielo para fundirse con las extrañas nubes.

Estando tan absorto observando el lugar, nunca notó una segunda presencia a su lado.

― ¿Te gusta cómo se ve tu pueblo?

Saltó profiriendo un gritito aguo que no sabía que podía hacer y cayó de lado sobre la arena, la melodiosa risa de la persona hizo temblar todo su cuerpo. No era de ese mundo, etérea y hecha de tal forma que causara que tu sistema nervioso pasara de errático a uno calmo. La voz ni siquiera tenía un tono masculino o femenino, sino ambos y ninguno de ellos. Algo a lo que su oído mortal no estaba acostumbrado escuchar, por lo que podría referenciarlas a los ecos de varias voces para poder entenderla.

Su apariencia sólo le hacía entender que tampoco era humano o un cambiaformas. Las facciones no lograban verse del todo por ese extraño fulgor emanando de él, como una llama blanca que desprendía, con sólo observarla percibía algo que los humanos sentían cuando estaban en casa. A sus pies surgían brisas de niebla y parecía que usaba un manto de seda con runas que ha visto a lo largo de su tiempo junto a HyungWon.

―Lo olvidé, tu cerebro todavía no ha madurado como para ver mi verdadera forma, mil disculpas.

En un segundo, dejó de tener brillo para poder mostrar una forma que el nuevo cambiaformas podría entender. Quedó boquiabierto ante lo que estaba frente a él, tendiéndole la mano. Era un hombre alto de piel lechosa e impoluta, una larga cabellera blanca alcanzando casi la altura de las rodillas, amarrada por un par de trenzas delgadas con dijes de oro blanco y zafiros entre cada cruce de su cabello para terminar en un tocado de oro con cianitas, zafiros y diamantes azul celeste, formando un símbolo que su novio le enseñó una vez, el del clan de los leviatanes. Su rostro... Era muy similar al de...

― ¿HyungWon? ―preguntó después de haber recuperado su voz.

―Supongo que es la imagen que deseabas ver ―ahí supo que no era su pareja, HyungWon sonreía de una manera mucho más hermosa que ese extraño, pero aceptó la ayuda para ponerse de pie―. Bienvenido, joven Thorburn.

― ¿Sabes mi nombre? ―preguntó incrédulo, observó que sus ojos eran una laguna blanca con destellos anacarados, formando el iris y la pupila era color perla rosado―. Eres él.

―Respondo a muchos nombres, pero mi descendiente portador del don del corazón debió haberte dado uno ―sonrió, contento de estar en presencia de una crían mágica que parece no estar del todo perdida.

―Creador de Siete, en la forma del Leviatán Blanco ―completó WonHo orgulloso de no fallar ante la deducción, el dios comenzó a caminar a su alrededor, mirándolo a detalle, tomó su mano y al instante, sus luminiscencias aparecieron sobre su piel.

―Interesante, mortal y no mortal, magia y no magia, humano y leviatán.

― ¿Sabes algo de esto?

―Querida cría, lo sé todo.

― ¿Entonces qué es lo que me convirtió en uno de ustedes?

Su risa era cálida y denotaba que le hacía gracia la ingenuidad de WonHo, como si fuera obvia la respuesta, WonHo explotó en un rubor intenso.

―Al mismo tiempo que poseo el conocimiento más vasto de la existencia, hay cosas que en los recovecos no puede ser encontrada, chiquillo.

― ¿Eso es un no?

Para encontrar lo que está en la oscuridad, tienes que ver desde el cielo, las cosas que nunca has visto. Para tener conocimiento verdadero, tienes que vivirlo antes de poder entrar a una verdad. El remanente que buscas, tendrás que observar con atención el punto exacto entre la felicidad y el dolor. Y cuando estés listo, regresarás a mí para cruzar el mar infinito.

―Okay, no soy bueno con los acertijos, pero supongo que no dirás más ―la sonrisa del dios leviatán confirmó la suposición―. ¿Puedo preguntar algo más?

―Adelante, pequeño leviatán.

Rio ante el calificativo, era difícil deducir aquello teniendo en cuenta que ambos aparentaban físicamente la misma edad, aunque ese hombre etéreo, podría tener la edad de la Tierra o incluso más.

― ¿Cómo recuperé mis memorias, exactamente?

El dios se encamino hacia el agua, sus pisadas carecían de sonido a pesar de ver cómo sus pies se hundían en la arena. En cuanto sus dedos fueron besados por el agua, la niebla se esfumó, pero en su lugar, emergió espuma marina que formaba unos lindos pétalos blanquecinos. Su cabello hizo lo mismo que el suyo cuando estuvo en la cámara donde descansaban los difuntos leviatanes. Su cabellera tuvo un brillo aperlado y danzaba con tanta elegancia que quedó embelesado por aquella imagen.

―Esa pregunta, deberías contestarla tú, querido hijo del agua ―se volvió hacia él, aunque la dirección de sus ojos no estaba dirigida a WonHo, entonces el heredero del Lago Ness miró hacia atrás.

Pero no pudo ver nada más, porque despertó en ese instante, empapado de sudor y con sus luminiscencias brillando sobre su piel.

―Y eso es todo lo que recuerdo ―dijo WonHo al terminar de contarle lo que soñó ese día.

HyungWon estaba sentado en el sillón debajo de la ventana con vista hacia el lago. Sobre su regazo descansaba la cabeza de WonHo y peinaba delicadamente con sus dedos, la cabellera rubia con puntas azuladas. Había descubierto que pasar sus dedos por las hebras de su pareja, relajaban a WonHo cuando estaba ansioso y vaya que lo necesitaba después de haber estado en la presencia de una deidad.

―Eres afortunado cachorro ¿lo sabías? ―comentó pensando en las posibles razones por las que el Creador del Siete se presentó ante WonHo en un sueño y no como una visión en uno de los templos espirituales―. El Leviatán Blanco no te dio un acertijo, es una pista de lo que pasa contigo.

―Pues habló como los guías espirituales de películas viejas y no tengo idea por dónde comenzar a buscar ―hizo un puchero y tomó la mano de HyungWon entre la suya y la besó, luego restregó el dorso en su mejilla.

―Vaya descaro que tiene joven Lee-Thorburn al deshonrar a un omega de esa manera ―soltó divertido el omega―. Antes deberías pedir mi mano en matrimonio.

― ¿Qué? ¡¿Eso era una falta de respeto?! ―preguntó alarmado, se levantó de su lugar, HyungWon lo miraba divertido.

―Sólo bromeaba ―el humano le miró ligeramente molesto, el omega se acercó hasta ponerse a horcajadas sobre su novio―. Lo que hiciste fue demasiado tierno, es lo que hacen los alfas cuando se sienten inseguros, restriegan su aroma con el de alguien muy cercano para tener seguridad.

―Dios, moriré de un infarto ―murmuró, acomodó su frente en el pecho de HyungWon y pudo escuchar los latidos rítmicos del omega, soltó aire y HyungWon lo rodeó con sus brazos―. Cuando dijiste que era afortunado ¿A qué te referías?

―Nuestro Creador sólo se presentan en ceremonias muy elaboradas y suele ser convocado en un lugar donde hay un puente espiritual muy fuerte ―explicó tomando una de las manos de WonHo para entrelazar sus dedos con ternura y le dio un pequeño beso en su cabeza―. Hay excepciones, en las que, si un ser mágico se pierde, puede presentarse ante esa alma y darle el camino que debe tomar, pero jamás te dice cómo, sólo indicios.

―Estoy tan cansado que siento como si mi cerebro se derritiera ―resopló, tomó sus manos entrelazadas y las besó con devoción―. ¿Quieres a un lado especial?

― ¿Tienes algo en mente?

―Te lo diré en cuanto lleguemos.

―Como odio las sorpresas ―se lamentó el omega ―. Pero puede que hoy haga una excepción.

WonHo le sonrió con adoración y procedió a besarlo. Le encantaba el toque gentil, suave. Lo hacía sentir como alguien digno de recibir mimos y no un curtido guerrero leviatán al que podrías tenerle miedo cuando caminara con arma en manos.

Tantos años leyendo pergaminos y libros gastados sobre valiente guerreros que profesaban amor infinito; ver y escuchar canciones sobre ello, incluso presenciando el amor de sus padres. Nada, absolutamente nada se comparaba con lo que vivía en carne propia. El latir de su corazón se aceleró al mismo tiempo que el de WonHo, sus pieles se erizaban conforme la ajena se rozaba en toques dulces. Soltó un pequeño jadeo cuando los mordiscos en su labio inferior dieron lugar.

En ese momento la puerta se abrió de la nada, revelado a los intrusos de su momento tan feliz.

―WonHo, Lucille me dijo que... Oh ―la joven maestra de cabellera castaña rojiza quedó impresionada por ver a dos hombres tan cariñosos.

―Annie, Lucy, perdonen la situación ―un ligero rubor se instaló en sus mejillas que hizo temblar el corazón de HyungWon, el heredero del Lago Ness era adorable estando avergonzado―. Para la próxima, por favor toquen la puerta.

―Em... Claro, WonHo... Nosotras sólo estábamos ―el tono atropellado de la chica hizo que HyungWon sintiera un poco de lástima, pero claro que tuvo una enorme satisfacción cuando vio el gesto en shock de Lucille―. Creo que interrumpimos algo.

―Vamos de salida en realidad ―contestó WonHo.

La parte humana y racional, quería mostrar un poco de respeto por las chicas y dejar de abrazar de una forma un poco animal al botánico, quien estaba más que cómodo en el regazo de WonHo. Mientras que esa segunda alma que vivía creciendo en su interior, se negaba a soltar a HyungWon. Lo mejor que podía hacer es tratar de hacer todo rápidamente para poder estar a solas con su pareja.

―Me gustaría presentarlos, pero creo que será para otra ocasión. Voy a tomarme unas pequeñas vacaciones, no me siento muy bien últimamente ―explicó a las dos chicas.

La verdad tras esas vacaciones era pasar gran parte del día tratando de dormir y en las noches, poder dedicarse a su cambio junto a los leviatanes. Todo esto siendo extremadamente cuidadoso de no levantar sospechas ante su familia o conocidos.

―Claro, ¿entonces, los veremos en el festival de invierno? ―su pregunta denotaba mucho su grado de incomodidad y trataba de buscar una excusa para irse, WonHo decidió terminar por todos.

―Tenlo por seguro, pueden irse ―indicó con un gesto de la cabeza y ambas asintieron rápidamente para cerrar la puerta.

Aun estado con los sentidos dormidos, uno por las esferas camaleón y otro por su bestia aún en otro plano, contaban con el sentido más agudo del oído, escuchando la conversación de las mujeres al otro lado de la puerta.

―Me dijiste que BaekHyun era el único gay de la escuela y de todo el maldito pueblo ―chilló bajo―. ¿Cómo se te pasó esto, Lucille? Quedé como una estúpida coqueteando con WonHo todos estos meses.

―Bueno, comencé a sospechar que podría ser bisexual, pero nunca había mostrado interés por nadie y no era tan obvio. Al menos no me ganaste para conquistarlo.

―Nunca volveré a preguntarte estas cosas, eres una mala informante.

A partir de ese último diálogo, ambos dejaron de escuchar. El conflicto que se generó entre ambas féminas por haber fallado en lo que sea que hayan planificado había quebrado su amistad. Muy en el fondo, HyungWon se sentía bien al saber que sus corazonadas con respecto a esas mujeres, por fin el karma rendía sus frutos.

―No te burles de ellas ―regañó WonHo, aunque sonaba un poco divertido―. No es divertido.

―Di lo que quieras, pero el karma no miente.

Soltó una risa, porque no podía estar más de acuerdo con aquella oración. No era una persona que disfrutara de las humillaciones hacia otras, pero escuchando parte de lo que habían dicho, debía haberlo notado antes, que esos detalles de atención un poco extraños entre ambas.

WonHo le dio un pequeño beso antes de ponerse en pie.

El heredero aún no le revelaba mucho sobre el sitio al que se dirigían. Después del incidente con las mujeres, fueron por BaekHyun y llevarlo hasta su casa en el pueblo. Había anunciado que estaría ausente durante gran parte del cambio de WonHo, ya que regresaría a casa para pasar las fiestas y el cumpleaños de su querida madre en Japón.

HyungWon expresó su decepción por no tener a tan peculiar humano rondando por las cavernas. A pesar de eso le dio un rezo para que tuviera un viaje fructífero lleno de amor, alcohol y ¿por qué no? Un poco de sexo. BaekHyun casi sufre un mini infarto por eso último, aunque no podía estar más de acuerdo con el botánico. Una vez que lo dejaron ir, el heredero del lago Ness, lo llevó hacia un nuevo camino sabía que se dirigían hacia la mansión Thorburn. Se extrañó por la posible decisión y WonHo habló.

―Ya sé que esperabas algo más exótico o romántico.

― ¿Cómo sabías que pensaba en eso? ―preguntó―. Tu bestia no está despierta como para leerme más allá que mis sensaciones.

―Tu gesto lo delató ―apuntó, se veía bastante concentrado en el camino frente a él que dudada de la atención de WonHo sobre él―. Quiero que veas algunas cosas que te encantarán de la mansión Thorburn.

― ¿Eso incluye una gran montaña de oro que posiblemente robaré? ―preguntó con deje burlón.

― ¿Qué?

―Voy a un pequeño palacio humano, dueños del Lago Ness, seguramente tiene las paredes hechas de oro y sábanas de las más finas telas, como en los cuentos ―comentó, el rubio rodó los ojos por esa absurda y un poco infantil suposición.

El camino de concreto se tornó de grava oscura y los arcos de árboles frondosos los recibieron, para que, en menos de unos cuantos minutos, estuvieran frente al portón principal de la mansión. HyungWon quedó maravillado por el exquisito arte en las esculturas de las columnas a cada lado de las puertas de metal. El menor sonrió al notar que HyungWon todavía mostraba un interés y curiosidad por ciertas cosas humanas.

―Supongo que tengo suerte de no tener un novio dragón que me dejaría al ver paredes de piedra y tapices viejos en lugar de las riquezas más exuberantes del mundo.

Ambos soltaron risas sonoras mientras el enorme jardín principal de la mansión los recibía, pero la risa no duró mucho, pues un auto negro que no conocía se encontraba aparcado al otro lado de la fuente frente a la puerta principal de la mansión y una silueta al final de muelle cayó de inmediato a WonHo.

―KyungIl ―susurró en cuanto apagó el motor, quedando ante la entrada principal con ellos mirando hacia el muelle de la familia.

HyungWon también se quedó sin habla, sin necesidad de verlo, con sólo sentir tenuemente su aura, sabía que ese hombre era muy bueno y con un pasado escrito a lado de su cachorro. La situación resultaba un poco incómoda, pero se llenó del valor suficiente para mirar a su izquierda, hacia su novio, tenía la vista fija hacia el hombre con un elegante abrigo sobre sus hombros.

― ¿WonHo? ―escuchar a su pareja preocupado lo hizo parpadear y respirar profundo para enfrentarse a esos ojos violetas oscuros―. ¿Estás bien?

―Cuando dijiste que hiciste la paz con tu pasado ¿cómo lo enfrentaste tú solo? ―la pregunta tomó al omega por sorpresa, entonces notó que su cachorro estaba en conflicto, el botánico soltó un suspiro y tomó la mano de su novio.

―Porque hay un futuro por el cual debo luchar, guardar rencores suena algo estúpido, pero el tiempo lo sana todo ―sus palabras eran sabias, porque HyungWon aprendió de ello con sus propios errores―. Sí, hay cicatrices en el camino, el truco es: aprender a amarlas y perdonar lo que sea que haya pasado para tenerlas, porque de alguna forma te volvieron fuerte.

―Estoy un poco asustado, a decir verdad.

―Nadie dijo que el camino era sencillo, pero siempre podemos apoyarnos de quienes amamos para enfrentar esto. Ya no estás solo cachorro, el destino ha dictado que estaré a tu lado, desde mucho antes de nacer en este mundo y en el siguiente seguiremos unidos justo como ahora.

Asintió. Aún podía ver ese sentimiento de duda, así que se acercó hasta juntar su frente con la suya, WonHo se dejó llevar por el sentimiento de sentirse protegido, percibió en el centro de su pecho cómo se calentaba, incluso separados a unos pocos centímetros, era como si las manos de HyungWon estuvieran en sus hombros, apretándolos con gentileza.

―Estarás bien, cachorro, estaré aquí por si me necesitas.

―Lo sé ―se quedó callado por unos minutos antes de soltar una gran bocanada de aire y tomó la manija de la puerta―. Deséame suerte.

―No la necesitas, todo irá bien.

Asintió y besó el dorso de la mano del botánico antes de salir hacia el muelle con paso decidido, aunque en el interior temblara de miedo por saber cómo resultarán las cosas. Sabía a lo que KyungIl venía, pero aun así estaba un poco asustado de por fin dejar zanjado el asunto, pues la pasó un buen rato odiándolo y las consecuencias que siguieron a su ruptura. Aún le costaba aceptar la idea de perdonarlo, pero entonces se dio cuenta de que era hora de actuar como un adulto y seguir adelante, además, necesitaba algunas respuestas.

―Este lugar podría pasar por un charco común, como otros lados ―inició el hombre más alto sin dejar de mirar el agua una vez que WonHo estuvo a la par―. Pero hay algo de encanto en este pequeño lugar, así como tú la primera vez que te vi en ese hospital.

―Sólo espero que no digas que me amas y que nunca me olvidaste ―refutó centrando su vista en el lago.

―No, claro que no ―una mueca se dibujó en su rostro serio―. Me iré a Boston mañana, pero no deseo marcharme sin antes pedirte que me perdones.

―Ese día que te fuiste tan repentinamente ¿por qué fue? Y no me digas que fue por trabajo, había algo más.

―Poco antes de terminar mi visita a mi familia, conocí a una mujer en mi viaje a Estados Unidos ―metió las manos en los bolsillos de su abrigo de marca italiana―. Una mujer tan bondadosa, vibrante, libre y llena de vida que me devolvió la esperanza en creer que las almas gemelas existen, así que pensé de verdad sobre lo que quería y la elegí a ella, pero no de la forma adecuada.

― ¿Ella sabía de mí? ―preguntó ahora enfrentando la mirada imperturbable mirada gris de su ex pareja.

―Se enteró y vaya que me odió por mentirle ―su sonrisa escondía un indicio de lo que debió ser un dolor insoportable, aquello hizo que WonHo se encogiera en su lugar―. Cometí muchos errores con ambos WonHo, el hecho de que no pudiera distinguir la clase de amor que sentía por ustedes simplemente lo arruinó todo. Al final, encontré el camino correcto y comencé a sanar antes de buscarla.

― ¿Y te perdonó?

―Todavía no del todo―sacó de uno de los bolsillos su billetera, la cual era de un diseño bastante exclusivo y la abrió, revelando la fotografía de una pequeña de por lo menos unos ocho años, siendo la viva imagen de KyungIl―. Pero te lo dije, es un alma bondadosa al igual que Lily, mi hija... Algo que aprendí todos esos años es que al convertirte en padre aprendes a dejar todo atrás y haces grandes sacrificios para poder verla sonreír, crecer y no preocuparse por nada.

«― Ese amor me hizo priorizarla antes que a cualquier deseo egoísta. Kate y yo fuimos a terapias para poder darle a nuestra hija una verdadera familia y un segundo intento para nosotros... Cuando te vi en el callejón junto a ese chico y la manera en la que se miraban, me recordó lo que sentí por Kate la noche en la que la conocí.

«―Pero tampoco quería vivir escondiéndome detrás de Lily mi hija no merece tan vagas e inválidas razones para que su madre y yo estemos de nuevo juntos. Kate y yo estamos aprendiendo a perdonar y corregir lo que se puede reparar y dejar ir lo que no podemos cambiar. Fue realmente una señal del cielo cuando recibí tu mensaje, así que Lee-Thorburn WonHo ¿podrías perdonarme, por no pensar en ti y hacer las cosas como la mierda?

―No eres el único que necesita pedir perdón, KyungIl ―habló tomando todo el valor que reunió escuchando a su ex novio―. Era sólo chiquillo, supongo que, aunque me hubieras dicho la verdad, no lo hubiera entendido, no como ahora. Mis razones para gritarte y maldecirte ese día fueron infantiles. Tampoco estuvo bien que casi te obligara a quedarte con berrinches de los que no estoy muy orgulloso de recordar. Me alegra que hayas vuelto, porque entendí que sólo te guardaba rencor en vano.

― ¿En serio? ―preguntó, incrédulo y aliviado al mismo tiempo.

―Las personas cambian ¿recuerdas? ―se giró lentamente hacia el auto, donde conectó su mirada con la de HyungWon, quien le transmitía seguridad a pesar de estar a esa distancia de separación―. Supongo que nunca entenderé tu sacrificio, pero sí entiendo lo que es amar a alguien por el quien estés dispuesto a darlo todo... Claro que te perdono.

No eran ya sus sentimientos humanos, eran también los de esa bestia escondida en su interior los que le ayudaban a comprender al hombre. Porque en esos días, con el comienzo de su camino como leviatán, lo que ha vivido con HyungWon y con el lazo de Nexum Animarium; son la prueba viviente de que amar no siempre obedece razones, tiempo o almas, por lo que tiene que dejar su pasado atrás para luchar un futuro en el que estará con el omega.

―Gracias WonHo, yo igual te perdono ―dejó de mirar a su novio cuando KyungIl le extendió la mano y WonHo la aceptó.

En ese instante ambos con sus sentimientos a flor de piel se dieron un abrazo cálido, lleno de paz que ambos necesitaban para seguir adelante. Duró lo que se necesitaba y al separarse, ambos tenían los ojos cristalizados, incluso a pesar de los años, el más alto seguía manteniendo un porte digno de un caballero y se sentía muy pequeño a su lado. HyungWon ya no pudo más, salió del auto hacia el muelle. Se acercó lentamente hasta estar a pocos metros de ellos, temeroso de haber cometido una imprudencia, pensó en retroceder, mas WonHo le sonrió al verlo ahí.

―HyungWon ―murmuró.

―Yo... creí que...

―Bueno, me tengo que ir ―anunció el más alto de los tres al ver por su reloj en la muñeca la hora―. Deberías conocer a Lily, es una artista nata como tú. Podría traerla la siguiente vez que vuelva a PLI

―Estaría más que encantado.

Asintió y cuando pasó a lado de HyungWon lo miró con intensidad. El omega sintió un poco de esa aura elegante e imponente en aquel hombre. Tanía que reconocerlo, hay humanos que podían hacerlo sentir pequeño, unos de una manera impresionante y otros que le aterraban, KyungIl entraba en la primera categoría, viendo a través de sus ojos sabía que ese hombre era bueno.

―Oye chiquillo ―llamó al leviatán omega―. Cuida bien a WonHo, así como él te cuida a ti.

El botánico sonrió, hasta ese momento, la mayoría del tiempo estaba salvando a WonHo de situaciones bastante peligrosas. El hombre no esperó respuesta, pues la mirada decidida de HyungWon le aseguraron que esos dos se cuidarían las espaldas, algo que agradeció en silencio. KyungIl se subió a su auto negro, en cuanto la puerta del vehículo fue cerrada, escucharon una conmoción de alguien.

Ambos miraron y por la ventana estaban el tío y los padres de WonHo mirando la escena; ni qué decir de los traviesos perros que saltaban detrás de ellos, haciendo fiesta sin entender que el casi desmayo de MinHyuk no era algo para celebrar.

― ¡¿Qué hacen ahí?! ―preguntó WonHo a su familia, los tres se miraron intentando echarse la culpa sobre el genio malévolo detrás de la idea de espiarlos.

―Supongo que tenemos familias muy curiosas ―dijo HyungWon y el heredero sólo pudo concederle aquello.

― ¿Por qué no lo invitas a pasar, cariño? ―sugirió ChangKyun, quien estaba muy apenado de haber sido atrapado con las manos en la masa.

WonHo le indicó con un gesto de la cabeza que iría enseguida adentro, así, los tres adultos se ocultaron tras la enorme cortina café. Tenía la pequeña esperanza de que no estuvieran en la mansión por un largo rato, ahora, tal parece que ha llegado el momento de presentarlo ante su familia.






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1. Arpía: Era un monstruo femenino en forma de un ave con cara humana. Roban comida de sus víctimas mientras comen y se llevan a los malhechores, especialmente aquellos que han matado a su familia... Según los humanos. Los cambiaformas los conocen como espectros se engendraron tras la Gran Guerra. Hechas de barro proveniente de tumbas de niños neonatos o muertos a los pocos días de nacer. Son pequeños cuerpos deformes con protuberancias en la base del cuello por el que salen sus alas de hueso y viento. Usan magia de xarma (encanto, habilidad) muy poderosa para atraer a sus enemigos para después arrancarles el corazón y el pulmón derecho. Son esclavos de aquellos que conjuran haciendo un intercambio de sangre, todo este ritual fue prohibido por los Alfas Líderes después del ocultamiento y es altamente penado si se usan para motivos bélicos o sin permiso del Consejos de los Seis Clanes.

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Hola de nuevos, mis queridos/as Eileanmaiden.

Primero que nada, quiero seguir felicitando a PerlaSL9 por haber ganado el reto de nombrar a nuestro pequeño fandom, sip, de ahora en adelante nos llamaremos Eileanmaiden. Espero que hayas disfrutado de la lectura adelantada [Sólo mostré el capítulo 21 XD]. Si pueden, denle amor a su novela: Interestelar, para mayor info pueden preguntar.

Bueno, no me quería ir después de tanto tiempo sin recordarles que a parte de esto, estoy sacando otras obras al mismo tiempo y sería un honor para mí que se pasaran por 

NOT A DUFF! [Comedia, se van a reír, lo prometo]

La guía a nuestro querido universo de Beautiful Monster junto al test para saber de qué clan son, espero su respuesta.

The Drift [Pacific Rim Au, versión HyungWonHo; pronto estaré publicando la primera parte]

Mi libro de recomendaciones [Sabrán mis gustos hasta datos de su servidora]

Bueno, eso es todo por ahora, que emoción que ya vamos a la mitad del libro, espero que sigamos juntos a pesar de que actualizo muy lento. Pero lo hago por amor, me encanta esta saga como no tienen idea.

Sin mucho que decir, los veré a la próxima.

Los ama:

━𝕬𝖗𝖎

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