Hoy no moriría.
CORRESPONDENCIA NO ENVIADA DE CADETE ARWEN CARDULO A BODHI DURRAN

SENTÍAN MI ESTÓMAGO querer devolver el poco y nada de desayuno que había comido, es más sentía que mi corazón saldría corriendo de mi pecho en cualquier momento. Era como si Malek se riera de cada vez que me sentía cómoda.
Delante de mí habían una larga fila de reclutas, pude ver algunas reliquias pero muchos otros sin ellas.

Había hablado con un muchacho alto llamado Ridoc, pero se había adelantado. Suspiré temblorosa, confiaba en mi entrenamiento pero no confiaba tanto en mí para asegurar que me iría bien cruzando el Parapeto.

Tomé mi cabello en un cola, mientras subía las escaleras, detrás de mi habían tres chicas igual de nerviosas que yo, me giré para darles una suave sonrisa,  ellas respondieron con la misma inquietud.

—Mierda, esto realmente es una mierda ¿No? —dijo la pelirroja más alta. La morena asintió mientras que la más pequeña de pelo plateado miraba mi cuello, traté de ocultar la marca inútilmente.

—Nombre —miré a la persona que estaba escribiendo, me devolvió la mirada como si hubiera visto al mismísimo Malek —. Mierda, lo había olvidado.

—Arwen Cardulo —respondo.
Xaden anotó con la mandíbula apretada, pareciera que en cualquier momento sus dientes se romperían, miró sobre mi hombro y su rostro flaqueó por un momento.

—No mueras. Sólo confía en tí y todo el entrenamiento—murmuró. Asentí apenas segura —. Detrás del Parapeto estará Garrick.

Me acerqué al lugar que tenía una tormenta horrible y que podría o ser el inicio de una vida o el final de la misma. Sin presiones.

— ¡Espera! —la plateada se agachó y se sacó una bota mientras se la entregaba a la morena —. Tu bota...

La poca y nada de seguridad que me había entregado Xaden se había esfumado en ese mismo instante. La pelirroja me miró.

—Toma — me entregó una bota. La mire tratando de negar —. Tómalo como una alianza. Soy Adhara.

Le entregué mi bota.

—Arwen.

—Bien Arwen, hoy no moriremos —dijo ella. Miro a las tres con seguridad —. Ninguna.

Tragué con dificultad apenas puse mi pie en el Parapeto. Quería correr devuelta a casa pero la marca de mi cuello quemó como si el mismísimo Malek me hubiera recordado el porque estaba ahí. La tormenta pareció intensificarse, uno de ellos cayó perdiéndose su grito entre las piedras. No quería mirar hacia delante porque eso significaría que mi ansiedad crecería.

Uno.

Dos.

Mi pierna flaqueó por un momento.

Tres.

Cuatro.

Otro grito detrás, rogué que no fuera ninguna de las chicas.

Cinco.

Seis.

Siete.

Caí de rodillas.

Hoy no moriría, tal vez mañana

— ¡Vamos!

No oí de dónde venía la voz.

Me levanté con un suspiro tembloroso o tal vez del frío. Tenía mi cabello pegado en el rostro.

Ocho.

Salté y caí sobre la gravilla.

— ¿Arwen?

Miré y reí al ver a Bodhi. Parecía una loca. Él me mostró una sonrisa suave. Él asintió antes de acariciar mi rostro.

—Lo crucé.

Garrick tomó mi brazo y me levantó. Acarició mi cabeza como cuando era niña, sonreí.

—Bienvenida cadete Cardulo.

Giré esperando que apareciera alguna, la morena fue la primera. Bodhi se apresuró a escribir su nombre: Rhiannon. La siguió Violet y Adhara fue la última. Me alejé de Garrick para acercarme a ellas, las cuatro nos miramos antes de reír y chocar los puños. Habíamos sobrevivido. Violet fue alejada por un hombre mientras Bodhi tomó mi brazo, aún mirandome como si no fuese real.

— ¿Imogen? E-esta...

—Ella está bien. Tranquila. Fórmate y ya después la veremos ¿Sí? —me sonrió con suavidad. Su mirada tenía un deje de orgullo. Mi corazón se calentó al notar que era por mí.

Asentí antes de acercarme a Rhiannon que esperaba justo a Adhara.

Rhiannon apretó mi hombro mientras veíamos el alrededor del lugar. Estaba lleno de personas igual de asombradas que nosotras, algunos parecían más asustados que otros. Imogen no se veía por ningún lado, una mano tomó mi hombro, Saoirse se encontraba ahí junto a mi hermana y una rubia que no conocía. Imogen me abrazó con fuerza, quería llorar y a la misma vez reír.

—Te extrañé —dije. Acerqué la mano a Saoirse y ella la aceptó con gusto. Se unió al abrazo igual que la rubia.

—Yo también te extrañé Wen —se alejó y acarició mi cabello, parecia que trataba de guardar todas mis fracciones. Sonreí al ver a mi hermana sana —. ¿Viste a los chicos?

Asentí.

—Xaden, Garrick y Bho —ella rió al escuchar el último. Compartió una mirada con las dos acompañantes. Me sonrojé —. ¿Liam?

—Debe estar por ahí... Los demás tuvieron que recibir a los iniciados.

—Ella es Rhiannon —presente a mi nueva amiga —. Y ellas son Adhara y Violet.

Imogen miró a las dos últimas sin mucha estima. Saoirse pareció atragantarse al oir el nombre de Adhara.

Violet parecía cohibida y mareada pero Adhara no alejaba la mirada de las marcas que adornaba el cuello de las chicas, me miró y pareció calzarle todo. Rhiannon hablaba con otra chica de pelo corto.

—Sus padres son famosos —murmuró Imogen. Saoirse la golpeó levemente.

—No hagan caso. Soy Saoirse Riorson. Cuarta Ala, sección llama, segundo escuadrón.

Adhara asintió, mientras que Violet saludó amablemente. Miré a mi hermana, su mandíbula se encontraba apretada.

—Descansen mientras llegan los demás candidatos.

Me dedicó una último apretón de manos antes de marcharse. Saoirse sonrió, y se marchó. Me voltee y conmigo sólo estaba Adhara viendo cómo Violet otra vez se alejaba con su amigo, me senté junto a ella. Me saqué la bota y se la entregué, ella me devolvió la mía.

—Conoces a varias personas...

Asentí.

—Son mi familia.

— ¿Eres familia de Riorson? Pensé que tú apellido era Cardulo...—reí.

—Ah, es que es una larga historia.

—Tienes tres años para contarme Arwen —sonrió con suavidad, retiró su cabello del rostro.