◇| 10 |♤
El tiempo se había perdido.
Yoongi había perdido el reloj qué el conejo le había dado para no perder la noción de los días y poderlas contar.
Frustrado, Yoongi simplemente decidió dejar aquello de lado y continuar en el castillo, aunque realmente no tenía mucha opción.
Igual, el Rey de Corazones lo tenia secuestrado.
Decidió dar un paseo por todo el castillo aunque ya tenia mes y medio, no se había tomado la molestia de recorrerlo pero ahora simplemente quería salir de la habitación.
En su exploración encontró lo que parecía ser la sala de piano. Las paredes eran negras y los detalles eran rojas, el aroma a rosas rojas inundaba el lugar y cuando miro hacia el gran ventanal, el piano en color negro parecía ser alumbrado por los rayos del sol.
Hipnotizado, camino hasta el lugar, quito la tapa de las teclas y apretó una de color blanco.
- ¿Te gusta?
Escucho la voz del Rey y rápidamente volteo asustado. El rey sonrió y camino hasta llegar a lado del rubio, tomo asiento alado de él y sonrió.
- ¿Sabes tocarlo?
-Si.
-Adelante.
El rubio trago saliva y miro a los ojos del rey.
Por un momento quedo admirado de los ojos marrones del Rey, parecían tan delicados pero a la vez tan transparentes.
Parecía que aun guardaba la inocencia que parecía haber perdido. Ojos de cervantillo eran realmente.
Jungkook se sintió cohibido por la mirada azulada tan intensa que le daba el rubio, carraspeo levemente y señaló el teclado, esperando a que tocara.
Yoongi bajo la mirada de nuevo al piano y cerró los ojos, recordó todo lo que últimamente había vivido en el Submundo, Humaland y ahora, en la prisión en la que lo tenía ahora aquel tirano estando en Locolandia.
Recordó la pequeña fiesta de jardín en la que las flores lo habían invitado cuando llegó al Submundo y cuando por travieso... habia caído en la madriguera.
Cuando camino hacia Locolandia y el Rey en su litera con aires de supeoridad, cuando lo miro y cuando lo secuestro.
Cuando conoció al Rey Blanco y el Sombrerero tratando de rescatarlo. Y hasta la fecha... cuando recibió las rojas pintadas de rojo.
El Rey igualmente comenzó a recordar su vida desde que nació, cuando Jimin comenzó a hacerlo menos y trataba de cumplir con las expectativas de su madre.
Cuando el Rey desaparecía en algunas ocasiones... y cuando conoció a aquel hombre que se besaba con su padre en la biblioteca del castillo.
Cuando por capricho pedía a Taehyung y su padre, para comprar su silencio le consiguió la mano de Taehyung...
Los golpes y aquella quemadura en el brazo izquierdo...
Parecía que Yoongi había dado justo en el clavo con aquella canción.
El rubio seguía tocando en piano y cuando llegó a la nota final, regreso la mirada al rey. Jungkook con la mirada un poco perdida simplemente se levantó del asiento y miro a Yoongi.
-Puedes seguir explicando el lugar.
Y dejando a Yoongi con las palabras en la boca, salió.
》♣️《
Jimin había llegado al palacio de los sueños, se sorprendió realmente del lugar. Los atardeceres ahora eran rojos, en el jardín del lugar había esculturas con tallos de rosales y las flores abundaba.
Los guardias ahora eran cartas de poker y custodiaban la puerta de la entrada al palacio.
En cada picó había un rubi qué era iluminado por la luz del sol y en las alturas parecía que volaba un águila.
El rey del Marmoreo suspiro y continuo su paso, pero al llegar a la entrada los guardias lo detuvieron.
-Identifíquese.
-Park Jimin... Rey del Marmoreo.
-Tiene estrictamente prohibido su paso.
El rey se sorprendió ante tal orden que había impuesto su hermano menor, desconcertado bajo de su caballo y canino decidido hacia la entrada de nuevo, pero fue detenido hasta que a lo lejos pudo ver a su hermano salir.
- ¡Jungkook! ¡Jungkook déjame pasar?
Jungkook volteo y arqueo una ceja ¿Que había allí?
Inmediatamente hizo que los guardias lo dejaran pasar y suspiro ya cansado.
- ¿Que es lo que quieres?
-Yo... yo quiero que platiquemos por favor, se que he sido un hermano cruel para ti pero quiero que juntos...
-Silencio, pasa adentro y no quiero que camines a ningún lado hasta llegar al salón principal, ya conoces el camino así que adelante.
Jimin asintió y entro al palacio, miró a sus guardias haciendo una seña qué Inmediatamente atendieron y comenzó el movimiento.
Cuando entraron, Jungkook dio un par de palmadas para que un mono con asiento entrará al salón, Jimin negó y Jungkook tomo asiento, un cerdito rápidamente entró al salón y el Rey puso sus pies encima del estómago del cerdito.
-Muy bien Jimin ¿Que era lo que necesitas de mi?
-Venía a pedirte al joven pianista que tienes preso aquí.
Jungkook miro de golpe a Jimin, ¿Como era que sabia que Yoongi estaba aquí en Locolandia? Y recordó al Sombrerero y los demás tipos que estaban con él en el día de su captura.
- ¿El joven pianista?
-No te hagas el loco, se que esta aquí y que lo secuestraste con tus bestias, en una emboscada.
-Oh... creo que ya se quien te lo dijo.
Jimin volteo a mirar al rey y suspiro.
-Por favor, debes soltarlos ellos... son humanos.
Jungkook bajo los pies e inmediatamente se levantó de su trono.
-Yo soy el Rey aquí y por lo tanto, no dejaré que tipos como tu vengan a imponer su voluntad.- y se acercó a pasos lentos. -Yo no tengo aquí a ningún joven y mucho menos pianista ¿Quieres buscar? Adelante, a mi no me importa.
El Rey Blanco trago saliva y suspiro.
-Parece que asi es lo que dices, así que supongo que no debo buscar.
Jungkook asintió y tomo asiento de nuevo en el trono, sonrió y suspiro al ver a su hermano.
-Muy bien hermanito, pero de algo si me vas a servir.
Dio un chasquido con sus dedos e inmediatamente, las cartas negras tomaron preso a Jimin. El Rey se sorprendió al verse detenido.
- ¿Jungkook?
El Rey de Corazones sonrió y pidió que acercaran a su hermano, dejo un beso sobre su frente y cacheteo levemente su mejilla.
-No te preocupes, Taehyung seguramente vendrá a rescatarte, y entonces es aquí donde yo cobraré mi venganza, ¡Llévenlo al calabozo!
Sin poner mucha resistencia, Jimin simplemente camino.
》🃏《
Yoongi seguía caminando por todos los pasillos del castillo, encontró salas de juegos, habitaciones y hasta un jardín interno donde crecían gardenias con diamantes y rosas de rubies.
Rápidamente tomo el lugar como su rincón favorito y pensó en esconderse en ese lugar cuando no quisiera platicar con Jungkook.
- ¿Que haces aquí?
El rubio volteo hacia lo que parecía ser una cascada artificial, sonrió al ver a una joven de cabello azul y cola de... ¿Sirena?
-Hola, yo soy Yoongi ¿Tu como te llamas?
La sirena salio del agua y tomo asiento a la orilla, suspiro y desató la trenza azul de su cabello.
-Red ¿Una sorpresa no? Llamarme rojo cuando soy azul, el Rey así me llamo.
Yoongi tomo asiento cerca de la muchacha, dispuesto a comenzar a atacar con preguntas que esperaba respuestas.
- ¿Que haces aquí? ¿Siquiera Jungkook sabe de tu existencia?
La chica sonrió y asintió.
-De hecho, él me rescato en alguno de sus viajes, estaba casi muerta y él me rescato, me trajo aquí y me nombro guardiana de este jardín.
Yoongi sonrió y asintió. -Que bonito.
Red asintió.
- ¿Eres la pareja del Rey?
Yoongi comenzó a toser y la sirena río.
-No, ni siquiera... hemos hablado.
-Yoongi, yo se que puede dar miedo pero no es un rey tan malo como lo han pintado muchos, él solo busca amor y odia la soledad.
-No parece, es un rey prepotente y tirano ¿Sabes que manda a co...
- ¿Cortar cabezas? Lo sabía, Cheshire es quien le da ideas.
- ¿Quien es cheshire?
La sirena sonrió y creando un circulo con sus manos hizo una burbuja en forma de gato.
- Seguramente no lo conoces porque es un gato escurridizo, él es cheshire, y ese gato vive desde que el Rey Jungkook tenía solo cinco años.
Yoongi recordó haber visto la cola de un gato color morado.
- ¿Es un gato púrpura?
- ¿Y con manchas azules y una sonrisa de miedo? Si, ese gato es una joya de animal, ha venido a visitarme para tomar el té, pero simplemente no congeniamos, comos un caos.
Yoongi asintió.
-Es un gato manipulador y es como si fuera la conciencia del Rey, solo eso.
-Red... ¿Que pasa si... escapo de aquí?
La sirena volteo a ver una rosa negra, con su magia de princesa del océano hizo que aquella rosa conectara con el corazón de Jungkook.
- ¿Vez aquella rosa negra? - Yoongi asintió. -Yo conecte su corazón con ella, y dije que si se llega a tornar a rojo, es porque alguien muy importante llegaba a su vida, si se torna rosa es porque se enamoro y si es blanco... El muere.
El pianista recordó las palabras de Hoseok acerca de la boda del rey con el plebeyo, pero miro atentamente la flor y no estaba de ningún color más que negra.
- Pero él está casado.
- ¿Taehyung? Para nada, ese plebeyo solo fue un capricho de mocoso adolescente, nada de que preocuparse. Contestando a tu pregunta, puedo notar que poco a poco te estas ganando al rey, puede que te suelte, pero te buscaba por cielo, mar y tierra.
Yoongi trago saliva, no quería que su vida se viera atada a la del rey, tenía que salir de aquí.
-No quiero.
-Es cosa del destino, nosotros no podemos cambiarlo.
El rubio se levantó de la piedra donde había tomado asiento y negó.
-Debo irme.
-Espera Yoongi- y tomo la mano del chico, sonrió y la solto. -No es nada, solo... visitame la próxima vez, me siento sola aquí.
Yoongi asintió y salió de la sala, Red llevo la chispa de Yoongi a una rosa blanca y sonrió.
-Verás que pronto caerás.
》♠️《
Jungkook corrió hacia Yoongi al verlo salir de uno de los pasillos.
El rubio miro al rey y recordó las palabras de la sirena de aquel jardín, no sabia como ver ahora a aquel ser que estaba viéndolo con ojos de preocupación. ¿Que debía de hacer? Se sintió un poco cohibido ahora de solo pensarlo.
-Amm... estaba un poco preocupado, no conoces el castillo y no te he llevado a recorrerlo.
-No se preocupe majestad, solo... me perdí un poco pero al fin me encontró.
Jungkook sonrió y suspiro levemente.
- ¿Quieres tomar té y comer tartaletas conmigo?
Yoongi asintió y caminaron juntos al balcón, ambos tomaron asiento y comenzaron a servir el té y el postre.
El té parecía ser de cerezas y las tartaletas de fresas, el rubio tomo la taza y bebido de ella, inmediatamente sonrió al saber el sabor del líquido y miro disimuladamente al joven rey que estaba a su frente.
Pero escucho un ronroneo y al bajar la mirada, observo al gato del que hablaba Red, Cheshire.
-No te he presentado al gato, creo que lo viste cuando entraste a la habitación.
Asintió.
-Solo que no se como se llama.
Jungkook tomo en brazos al gato y sonrió.
-Se llama Cheshire, lo tengo desde que soy un niño.
- ¿Que edad tiene majestad?
Jungkook bajo el gato y sonrió al ver al rubio.
-Veintitrés ¿Y tú?
-Veinticinco.
El rey de sorprendió al escuchar la edad de su prisionero, y al escuchar que era mayor que él aquello le fascinó, se levantó de su asiento y sonrió.
-Mayor que yo... eso me gusta.
Y tomando su mentón, sonrió y se acercó peligrosamente, Yoongi trago saliva y bajo la mirada a los labios rojos del rey.
¿Porque carajo ahora quería besarlo?
-Así que... visitaste a Red.
- ¿Como lo supo?
-Un caballito del diablo me lo contó, además de que el sota de Corazones andaba por allí, no te preocupes, no es nada malo.
El rubio suspiro, y entre más Jungkook se acercaba sus labios, más tenso era el ambiente. Yoongi no se movía y simplemente Jungkook estaba jugando con su cordura.
El rey finalmente se alejo y río levemente.
-No te enamores Yoongi, o perderás tu cabeza.
Y tomando su gato, entro de nuevo.
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