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CAPITULO 2



Él mantenía su mirada fija en la luna con recuerdos que siempre llegaban a atormentarlo, pasaron bastantes años de lo sucedido pero aun así dolía tanto como una estaca en el corazón, no es podría sobrevivir a eso, pero el punto era que era lo peor que le pasaba en cada noche de luna llena al igual que ese día que perdió parte de su familia.

Ese día él con poca edad jugaba con su hermano menor, aun si su madre seguía siendo una simple mortal logró sobrellevar a esos pequeños tres monstruos como su padre solía decir con un tono de cariño. El balanceaba un collar que le quitó a su hermana sobre el bebé; quien reía de una manera bien aguda mostrando sus únicos dos dientes que había desarrollado. Su madre entró con una sonrisa y dejó un beso en su frente, detrás suyo su hermana apareció corriendo para empujarlo y subirse encima suyo con la intención de arrebatarle su collar. Se escuchó la risa de su mama sin saber que seria la ultima vez que la escucharían reir.

- Eli devuelve a tu hermana su collar. Es mejor que vayan a asustar a su padre lo vi bien distraído y algo amargado. -Dijo en broma sin saber que detrás suyo su marido hacía señas a los menores para que no hablaran.

- Este amargado te ama con todo su corazón. -Cubrió con sus brazos la cintura de su esposa y dejó un beso en su mejilla. Las risas entre ellos seguirán si no fuera porque un retumbar se escuchó por toda la casa después de eso un largo silencio.

- Niños vayan a esconderse yo y papá iremos a ver que sucede. -No muy seguros ambos se fueron, la madre cargó a la pequeña criatura entre sus manos para calmar su llanto, salió de la habitación junto a su pareja a medida que bajaban podían notar humo por el lugar y el aumento de la temperatura.

Eli seguía con su hermana en su habitación; ocultos en el armario, hasta que nuevamente se escuchó una horrible explosión. Salieron inmediatamente por la preocupación de que algo les haya pasado a sus padres o incluso a su hermano. El humo ya había llegado hasta esa parte de la casa y su hermana no paraba de toser al sentirse asfixiada. Abrieron la puerta pero unas brasas impidieron su salida. Con lágrimas en sus ojos cargo a su hermana en su espalda y salió por la ventana corriendo al llegar al suelo.

No debía mirar hacia atrás pero no tuvo otra opción por su curiosidad. Tres hombres parados frente a su casa ardiendo, estaba lejos de ellos pero su mente le hacía imaginar sus voces o las risas de haber matado a su familia. Miro hacia adelante alejándose del lugar.

Había perdido a su familia y lo único que le quedaba era su hermana, él era el mayor y tenía que protegerla. Pero haber madurado desde tan temprana edad jamás quitaría el dolor que sentía aun si no expresaba ya nada de emociones en la actualidad por el duro pensamiento de ser más fuerte ante cualquier persona. No daría su confianza con facilidad. Sin darse cuenta había comenzado a llorar y él sentía que nadie podía verle en ese estado; seco sus lágrimas y dio un largo suspiro. Aun perdido entre las imágenes del pasado reconoció a su hermana corriendo hacia él podía ver la mirada asustada que tenía; eso lo puso alerta, caminó rápidamente hacia ella y la tomó de los hombros.

- ¿Qué haces aquí? -Alzó la voz alguien podría confundirlo por molestia o enojo pero en realidad solo estaba preocupado.

- Después de verte así no. -Quito las manos del contrario de sus hombros por la presión que hizo sobre estas- Pero no vine por ti.

- ¡Sabrina te pedí que dejaras de espiarme o preocuparte por mi! -Frunció su ceño y miró a otro lado.- Y tampoco vayas a espiar a mis compañeros.

Su hermana cruzó sus brazos y no le gustaba para nada recibir gritos por parte de su hermano ya no eran los niños de antes para dejarse manejar por órdenes suyas.

- No importa. -Dijo ella- Solo vine a informarte que hay unos hechiceros en busca de la hija del rey del trueno o la verdad no se y no es mucho de mi interés.

- Si no es de tu interés es obvio que menos del mío. -Respondió dando media vuelta para alejarse.

- Pero debería ya que la chica nueva parece ser la hija. -Dudo al hablar ya que ni ella estaba segura de lo que había averiguado. Frotó sus manos en su cuello algo nerviosa.- Así que estás en problemas si eso es cierto, leí el registro y así me entere el nombre de la chica vi el numero de tu cabaña me preocupe y por eso vine ...

- Te repetí varias veces que no deberías preocuparte por mi -Corto su hablar y siguió caminando ignorando la presencia de su hermana. Antes de que ella le reclamara por su actitud se escuchó un grito en la cabaña y ambos no dudaron de ir hacia dentro de esta.

El grito pertenecía a Akiko, al entrar encontraron a Black sujetando a la chica del cuello con una mano y en la otra una poción era obvio sus intenciones, pero Eli llego al limite con las actitudes de su compañero sus ojos brillaron de un fuerte color rojo y caminó hasta su compañero para depositar su puño en su rostro con fuerza su agarre se hizo suave liberan a la chica pero él cayendo al suelo pero en el momento que perdió el control Eli no controlo sus colmillos dejándolos expuestos a la mirada algo perdida de Akiko.

Acarició levemente su cuello y salió horrorizada de la cabaña, necesitaba pensar bien todo lo que había pasado porque eso realmente no había sido un sueño. Nada de eso era un sueño; era su realidad.

Akiko había logrado ver a Black Doon su habitación no había mucha diferencia a la suya más que los colores de la pared y dos estantes uno lleno de libros y otro con diferentes frascos algunos vacíos otros una extraña sustancia pero de una variedad de colores. Incluso los frascos grandes tenían alguna parte de un animal. Solo vio a su compañero tomar uno de esos y desaparecer. Al retroceder después de ver eso, unas manos cubrieron su boca acelerando sus latidos por el miedo.

- ¿Ves este bonito frasco? Me da curiosidad saber qué efecto tendrá en ti pequeña metiche. Se nota que jamás oíste la frase: La curiosidad mata al gato. - Akiko aprovecho mientras el reía en morder su mano por defensa propia.

Pero al parecer solo provocó que el se molestara en unos segundos ya sintió unas manos alrededor de su cuello y como única idea para escapar gritó con la esperanza que alguien le ayudara, aun quería creer que solo era un sueño pero todo se le hacía tan real que eso ya le dejó con más dudas en su cabeza. Podía ver el color azul brillante de su compañero y el frasco acercarse más a su boca, cerró los ojos con fuerza esperando lo peor pero solo cayó al suelo de manera brusca al ser liberada. Delante suyo Black se encontraba tirado en el suelo a un lado suyo estaba el otro chico que se suponía era compañero suyo y detrás suyo una chica de piel pálida y un largo cabello negro. Lo que más llamó su atención eran los ojos rojos de quien le había ayudado y sus dientes o colmillos, eso fue lo que la llevo al límite además del dolor en su cuello por el agarre. No dudo en salir corriendo hasta llegar un poco lejos de la cabaña

Sabrina miró de mala manera a ambos chicos.

- Realmente son estúpidos. -Salió detrás de la chica encontrándola parada en medio camino mirando el suelo y perdida en sus propios pensamientos.- ¿Akiko? Perdón que te enteres las cosas de esta manera. Me di cuenta que no pareces saber lo que sucede aquí. Primeramente me presento, soy Sabrina y soy la hermana del idiota dientón.

Ella ni siquiera tenía interés sobre cómo sabía su nombre, primero necesitaba respuestas a todo lo que sus ojos vieron. Inhalo profundo y levantó la mirada si de algo estaba segura era que ya no era una niña para escapar de cada problema que se le presentaba ni tenía a sus padres cerca para responder las millones de preguntas que tenía. Saco todo el aire de manera lenta y miro a los ojos a la chica de ojos negros frente suyo.

- ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué es este lugar? Juraba que todo esto era un sueño del que despertaría en cualquier momento pero con un golpe de sorpresas me voy dando cuenta que realmente estoy aquí en carne y hueso.

- Bueno yo y mi hermano somos vampiros, el otro idiota es un hechicero, hay alguien mas el bajito es poseedor de poderes al igual que tu supongo. Estos vienen a partir de los dieciséis años a mucho tardar diecinueve en tu caso si aún no los tienes -Explico sin problema alguno dejando a su contraria con más dudas y unas inmensas ganas de gritar.- A tu otra duda es un tema muy extenso realmente no se como explicártelo pero Akai Tsuki es el reino donde solemos vivir personas como nosotros al no ser cien por cien humanos. Son cinco reinos bueno seis con el principal quien guía a los demás. Nosotros nos encontramos en el séptimo continente donde solían habitar los excluidos y alguna especie salvaje de animales. Pero nosotros no podíamos seguir estudiando con los humanos sin ser descubiertos por eso es que construyeron aquí esta universidad hace unos cien años y en los otros continentes están diferentes reinos...

Su cabeza se había quedado en media explicación, no había comprendido nada, parecía una historia sacada de un libro de esos que había leído y se le hacia muy difícil creer lo que esa chica le estaba explicando. Una mentira eso tenia que ser todo eso.

- Dudo mucho de esto, yo estoy segura que yo y mis padres son humanos esto debe ser un error. -Sus manos cubrieron su rostro.- Si es una broma pueden detenerse no es para nada divertido secuestrar a alguien y mentirle con tanta fantasía. No se que logran con esto.

La risa de la otra muchacha hizo que Akiko descubriera su rostro para que la viese de mala manera pero con un poco de esperanza de que si fuese una broma.

- Tu padre tiene el poder del trueno además es o fue uno de los mejores alumnos en pociones y agilidad física en aquí. Lo siento que te enteres de esta manera pero por seguridad tuya es mejor que hables con él.

Apretó sus labios en una linea recta y tomó su celular alejándose de Sabrina, tenía que hablar con su padre y aclarar todo pero más que hablar con él tenía ganas de gritarle muchas cosas. El sonido de la llamada era estresante su padre solía responder sus llamadas de inmediato pero justo en ese momento parecía tardar una eternidad en tomar su celular y responder. Entre ella y su padre había mucha confianza según ella y al igual que su madre, pero se dio cuenta que ambos le habían ocultado muchas cosas.

- Hola mi niña ¿Qué sucede? -Al final respondió y saludo con el mismo cariño que siempre ella conocía cuando deseaba hablar con el.

- Es la misma pregunta que me estoy haciendo en estos momentos. Aunque no lo creas hay mucho que hablar y espero que en medio de esa conversación no pongas mentiras tuyas. -Alzo la voz y no sintió culpa de tratar de esa manera a su papá, había un pequeño silencio antes de seguir hablando.- Me siento tan perdida en estos momentos, estoy lejos de casa en un lugar que ni sabia que existía o ni que yo también pertenecía. Lo peor es saber que conociste a mama aquí y ni ella tuvo el valor de ser sincera conmigo.

- Todo tiene explicación cariño y prometo contarte todo sin ocultarte nada pero aun no es el momento indicado. - La llamada finalizo o su padre ya la había terminado.

Apretó el celular entre sus manos y regreso nuevamente a loa cabaña, ella por si misma iba a sacar respuestas, aun si eran gente extraña podía sacar algo de información de sus compañeros para al menos acostumbrarse a ese nuevo mundo.

Nota de Autor/ra: Nuevamente vengo con otro capitulo algo mas corto que el otro pero no todos serán largos o cortos siempre habrá una pequeña diferencia. Al editar el capitulo no pare de reírme de mi misma tenia un montón de errores y mi narración era mas corta. Sigue algo igual pero puedo decir que mejore bastante. Igualmente gracias a los que estén leyendo.

Por favor avisen cualquier error.

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