CAPÍTULO 12
E
li sostenía la mano de Angelica mientras combinaban por los pasillos, escucharon unos murmullos y decidieron que lo mejor era esconderse dentro de una habitación, era algo estrecha, quedaron frente a frente, entre risas comenzaron a besarse olvidando que afuera estaba por comenzar un caos. Encerrados en aquella burbuja de amor olvidaron incluso el porqué estaban ahí.
— Todo esto me da mala espina y no me gusta para nada, tengo un mal presentimiento. —Murmuró la chica mientras dejaba caricias en la nuca de su compañero.
— No quiero que nada te pase, te pediría que nos fuéramos; sería muy egoísta de nuestra parte. —Dijo antes de volver a besar los labios de la contraria.
Angelica tomó la mano del chico y sonrió dejando un beso en sus nudillos.
— Vamos a buscar a nuestros amigos.
Haruki se mantuvo cerca del rostro de Akiko, hace unos segundos todo quedó en un silencio, un silencio que no era abrumador, ni incómodo. La mano de del rizado seguía dejando caricias en la mejilla de la muchacha, si amar por primera vez lo hacía sentir esa intensidad de querer mandar todo al infierno y solo besar unos atractivos labios, proteger a la dueña de aquellos bellos ojos; destruir todo aquello que lastime a esa chica que en ese momento mantenía sus latidos a gran velocidad. Entonces Haruki estaba enamorado de ella.
— Dime que hacer para que no rechaces mi amor. —Confesó bajando la mirada y alejando sus manos de aquel rostro.
Akiko sabía que no era el momento, estaban en una situación peligrosa y por su mente no estaba el amor, no quería poner a nadie en riesgo. Pero su compañero no estaba ayudando a pensar bien la situación.
— No me gustas.
Esas tres palabras fueron una gran mentira, claro que le gustaba aquel chico, pero ella mantuvo la cabeza fría ¿Realmente necesitaba ayuda? En esos segundos Akiko comenzó a creer que lo mejor era hacer todo sola.
La puerta fue abierta con fuerza, Haruki se puso delante de Akiko para protegerla provocando que el corazón de la chica se fracture un poco más.
— Los tengo. —Una risa algo escalofriante se escuchó en la habitación y sin darles tiempo de reaccionar Yamato comenzó a lanzar bolas de fuego, que eran evitadas por el muchacho para que su compañera no tuviera ningun rasguño. En cambio Akiko se encargaba de atacar a su contrincante con algunos destellos de trueno. Una sonrisa apareció en el rostro de Akiko cuando hirió la mejilla del enemigo.
— Maldita.
Mason apareció detrás suyo y lanzó un hechizo que empujó a ambos contra la pared, esta se desmoronó y Haruki solo se encargó de abrazar a la chica para que en la caída no saliera herida.
— ¡Chicos!
Se escuchó el grito de Sabrina a lo lejos y una esfera transparente detuvo su caída, llegaron al suelo con calma y Akiko reaccionó de inmediato para alejarse de Haruki. Se sentía nerviosa, mirando a su alrededor, todos sus amigos estaban ya presentes rodeandolos, se sentía mas pequeña y presionada.
— ¿Están bien? —preguntó Angelica apoyando su mano en el hombro de Akiko.
Pero para ella todo estaba lejano, su respiración se agitaba más. ¿Dónde estaba su padre?
— No quiero ponerlos en riesgo.
— Akiko, no estas poniendo a nadie en riesgo, esto fue algo que cada uno decidió.
Haruki se dio cuenta que Mason estaba detrás de ellos y su varita apuntaba a Akiko, Se paró frente a ella y la abrazó sin advertirle a nadie.
— kardiá chuyan, tóra, kardiá saqra...
Aquel hechizo, fue como un susurro, para los demás lejano pero Haruki podía oírlo con intensidad en su mente, como si alguien gritara en su cabeza sin cesar aquellas palabras.
— Déjame protegerte. —Fue lo último que dijo antes de caer al suelo inconsciente.
Después de eso todo pareció un sueño, sucedió demasiado rápido para que ella pueda procesarlo, los demás del clan los tenían casi rodeados, su padre no aparecía y Sabrina la jalaba alejándola de Haruki. Nuevamente estaban dejando atrás a alguien. Nuevamente estaban huyendo. Cubrió su boca para callar unos sollozos y trató de no mirar atrás para seguir corriendo con sus amigos.
Al estar frente de su cabaña Akiko empujó a Sabrina y la miró molesta.
— Hubiéramos luchado, ustedes solo piensan en escapar sin enfrentar nada. —Grito reprimiendo sus lágrimas. Es mejor que se alejen de mí, no quisiera también perderlos.
— No vas a perdernos. —dijo Eli y los demás se acercaron a abrazar a Akiko. — Saldremos de esta como las demás veces.
— Yo regresaré, no me conviene estar lejos de mi padre ahora que tiene prisioneros en sus manos. Ahora estaré más pendiente de ellos. —Black beso la mejilla de Sabrina y le sonrió.
En esa noche ninguna de las chicas logró dormir, para evitar sospechas ellas igual tenían que continuar con sus clases, justificar sus ausencias, fingir que no sabían nada. Pero ¿Acaso sería fácil aquello?
Ya era de madrugada y las tres yacían en el sillón de la sala durmiendo. Eli las cubrió con una manta y preparó un desayuno, salió temprano para justificar la falta de hoy para las chicas, solo por ese día él quería que ellas olviden todo y descansaran un poco de la situación.
Akiko despertó mirando a su alrededor, a su lado estaba Sabrina con los ojos un poco hinchados. Escuchó unos ruidos en la cocina y sin despertar a su compañera fue a ver que sucedía.
— Despertaste... Akiko deja de culparte de esta situación, aun si tu no estuvieras implicada esto es algo destinado a suceder, ese clan hará de todo por lograr lo que quiere. No es algo de solo nosotros. Todos estamos en riesgo y todos seremos responsables de lo que falta por suceder.
Nota de autor/ra:
Este es uno de los capítulos mas cortos, pero así como algunos son largos otros serán cortos. No se cuanto tiempo me perdí pero la universidad si me quito bastante tiempo. Gracias por seguir pendientes de esta historia.
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