Ya se estaba empezando a acostumbrar a esta nueva etapa de su vida.

Aunque le ubiera encantado pasar esa etapa junto con ese maldito azabache que lo dejó inconsciente debajo de la lluvia.

Ah. Como odiaba admitir que cada noche soltaba un par de lágrimas al recordarlo.

Y se odiaba a sí mismo por no haberle dicho nada al respecto cuando eran infantes.

- ¿te encuentras bien Naruto? - preguntó la pelirosada al verlo tan ensimismado -

El blondo le dedico una bella sonrisa para reconfortarla un poco, desde que volvió Sakura era la amiga que siempre había esperado en silencio.

- no me pasa nada Sakura-chan, solo tengo ganas de ramen-ttebayo - mintió olímpicamente -

Apesar de sus constantes regaños, a Naruto se le hacía mal mentirle a su compañera.

Pero era mejor a decirle algo como Oh nada Sakura-chan, solo extraño al cabeza hueca de Sasuke y lloro todas las noches por el a causa de ello.

- esta bien - musitó no tan convencida - cuando comas asegúrate de llegar para la misión

Misión.

Otra cosa que ahora detestaba el rubio era tener que lidiar con un nuevo compañero llamado Sai.

Arrugó su entrecejo al tener su imagen en la cabeza, simplemente no le agradaba aquel sujeto que trataba de reemplazar a Sasuke.

- ojalá Kakashi-sensei mejore pronto - suspiro al cielo -

En momentos como ese, el rubio se preguntaba que era lo que el azabache tanto pensaba y hacía con Orochimaru.

Quería volver a ver a su teme preferido.