Un fuerte dolor recorría por mis piernas haciendo que fuese casi imposible moverlas, aún mantenía los ojos cerrados porque sabía que al abrirlos mi mundo se derrumbaría por completo. No quería hacerlo, no quería abrirlos pero algo me obligaba a hacerlo. Y cuando los abrí volví a perder todo.

El árbol, la ventana destruida, el olor a humo, los pájaros volando... Todo estaba ahí de nuevo. 

-¿Estás bien?

Todo era confuso de nuevo, ¿era real o no lo era?. Miré hacia atrás, el cuerpo de Millie no estaba ahí como lo recordaba. Esto era diferente... Cerré los ojos de nuevo, esta vez con más fuerza.

-Hola, ¿me escuchas?- Al abrirlos lo primero con lo que me topé fue con dos ojos cafés mirándome fijamente. -¿Será que es sorda y yo aquí hablando como tonta?- Susurró mirando a otro lado por un segundo. Volvió a mirarme con una sonrisa, seguido de ello comenzó a hacer un par de señas.

-No soy sorda, pero que buen detalle la lengua de señas...- Murmuré antes de que me diera un discurso con sus manos.

-Ah no es tan difícil en realidad. Pero lo importante aquí es, ¿estás bien?- Su mirada de preocupación me podía derretir el corazón en segundos.

-Estoy bien, muy bien en realidad, gracias.- Sonrió.

-Entonces llegué a tiempo.- Llegaste en el momento exacto. -Soy Millie, por cierto.- Lo sabía a la perfección.

-Es un gran gusto...- Sonreí como pude. Nunca estaré lista para aceptar que ya no es como antes y que ya no puede recordarme.

-¿Cuál es tu nombre?

-Si te lo digo podría morir.- Lo dije lo más seria posible. Su rostro se transformó de inmediato con ingenuidad.

-¿Eres una especie de agente encubierto?

Asentí manteniendo el semblante serio. Si bien era broma lo de morir y ser agente encubierto, no era mentira que probablemente medio mundo intente destruirme por hablarle de nuevo. Finn su mejor amigo, ya me ha dado ciertas amenazas; Louis su otro mejor amigo, me mira con advertencia pero nunca me dice nada al final. Supongo que todos quieren que sea cuidadosa con lo que digo o podría causarle algún tipo de daño cerebral si recuerda todo de golpe.

-¿Estás bromeando verdad?- Sonreí levemente.

-Sí, era una broma. Pero igual no te diré mi nombre.

-¿Por qué no? Acabo de ayudarte con esos dos idiotas, no pido nada a cambio más que saber tu nombre...- Se cruzó de brazos. Estaba logrando convencerme con absolutamente nada en sí.

-No te conviene saberlo.

-Si no me lo dices igual alguien me lo dirá por ahí.

-No muchos me conocen.

-Joseph y Jacob saben tu nombre, y aunque no me agradan seguramente me lo dirán.- El punto era que sin importar nada ella quiere saber mi nombre, no sabía si eso me gustaba o me asustaba.

-Bien tú ganas, me llamo Sadie.- Definitivamente estaba muerta ya.

-Es un lindo nombre...- Sonrió. -Bueno, para protegerte de lo que sea que te preocupe, fingiré que no sé tu nombre, ¿te sirve pelirroja?

Reí. Siempre fue mala con los apodos. -¿Qué tal zanahoria? Como no tienes mucha originalidad..- Hizo un gesto fingiendo estar ofendida. No podía creerme que estaba hablando con ella de nuevo.

-Te encontraré un apodo original, ya verás.- Reí de nuevo, tenía tiempo que no me reía así.

-Si tú lo dices, Millie.

No hablamos mucho más, solo se dedico a disculparse por sus estúpidos "ex novios". Nunca tuvo nada con ellos pero su familia y ellos le hicieron creer que si después del accidente, todo el fin de no mencionarme y sacarme de su vida. No los culpaba por hacerlo pero era doloroso.

Después de nuestra pequeña plática que podría llamarse "un reencuentro" me dediqué a volver a clases. No pensé que todo haría un cambio gigantesco cuando volviese a decirle algo más que hola. Pero al entrar a ese salón de clase todo cambió de nuevo.

-¿A dónde fuiste hoy? No llegaste a la cafetería como quedamos.- Dijo Sophia sentándose a mi lado. -Te estuvimos esperando todo el rato.

-Tuve un pequeño percance...- Miré hacia el frente topándome de nuevo con un par de ojos cafés mirándome. -Un lindo percance..- Susurré sonriendo un poco, Millie correspondió la sonrisa desde lejos.

-¿Te caíste y quedaste imbécil?- Preguntó colocando su mano en mi frente. -¿Tienes fiebre y por eso hablas como idiota?- Gruñí y aparté su mano.

-No tengo nada.

-Le sonreíste a Millie y ella a ti, algo debió pasarte porque tú nunca le hablarías por ti misma.- Tenía un buen punto.

-Ella me habló a mí, y sabes cómo es...- La miré. -Es una necia que sabe como convencerme.- Rió negando con la cabeza.

-Mejor dicho, tú eres una enamorada sin remedio que sede a todo lo que ella diga.- De nuevo tenía razón, pero tenía más orgullo como para aceptarlo.

-No puedes decirme eso si tú estás igual.- Frunció el ceño a lo que yo sonreí.

-Yo no estoy enamorada de nadie.

-Y yo soy hetero.

-No te atrevas a decir eso nunca más, eso es de Dios y nosotras no rezamos.- Reí.

-Te gusta Sofia, y es extraño que a Sophia le guste Sofia, ¿por qué tienen que llamarse igual?

-No me gusta nadie. Y somos el trío "S", ¿recuerdas?- Sonreí mirándola fijamente.

-Te gusta.

-No, ella es muy hetero.

-Y aún así te gusta.

-...- Me miró con una mueca. -¿Tan obvia puedo ser?

-Un poco.- Suspiró recargándose en mi hombro. Le di una pequeña palmadita de ánimo. -Si te sirve de algo, ha pasado más de un año después de lo de Millie y ni siquiera he intentado superarla.

-No me sirve tu pesimismo.- Reí. -Pero puedo compararte conmigo y sentirme mejor.

-Eso me hace sentir mal a mí.- Sonrió con amplitud.

-Me gusta eso.- La miré de nuevo.

Sophia había sido un pilar muy importante en mi vida desde antes del accidente. Fue mi mejor amiga por años y lo sigue siendo. Era increíble aunque pareciera que solo se dedica a molestar, sabe cuándo bromear y cuando no. La adoraba tanto que la consideraba más familia que mi propia familia.

-Sofia no se ve tan hetero en realidad... Diría que también le gustas.- Levantó la cabeza para mirarme mejor.

-Haré como que te creo.

Un poco después se nos unió Gaten que recién llegaba al salón. Caleb y Sofia no compartían esta clase con nosotros, que más que clase era una especie de taller para ganar puntos extras, y claramente ninguno de los dos lo necesitaban, tenían un promedio excelente a diferencia del mío y el de Sophia. Gaten usualmente tenía buenas notas, pero solía faltar ocasionalmente por sus citas médicas, eso hacía que necesitara puntos extra.

-¿Hablaste con Brown? No pensé tomaras mi consejo, ni mucho menos que lo hicieras en menos de dos horas.- Estaba más emocionado que yo.

-Ella me habló a mí.- Sonrió aún más emocionado.

-Es exactamente lo mismo, hablaron y eso es lo importante.

-No es tan importante...- Sophia rió. Si era muy importante, pero no iba a decirlo en voz alta.

-Cuando fuimos a esa fiesta...- Ay no. -Te pusiste muy ebria.- Ya sabía a donde iba esto.

Cubrí sus labios con mi mano. -No hace falta que lo digas, cállate.- Mordió mi mano y solté un chillido. -Maldita.

-Te ligaste a una chica muy linda pero luego le dijiste "Millie" así que la ahuyentaste de inmediato. Aún no la superas así que es obvio que es importante.- Aparté la mirada levemente sonrojada.

-Ustedes nunca me cuentan sus historias más interesantes.- Se quejó Gaten. -Ni siquiera me invitan a sus fiestas...

-Si te invitamos pero nunca quieres ir, maldito quejoso.

Y ahí empezaron una discusión de nuevo, no podían hablar de nada sin quejarse, aunque a la larga te acostumbrabas pero era tan seguido que dejaba de ser divertido. Sabía que ya no iban a callarse así que decidí ignorarlos y mirar a otro lado. 

Grande fue mi sorpresa al notar a la castaña mirándome sin disimulo. Cuando nuestros ojos conectaron algo dentro de mí explotó y solo podía escuchar una cosa en mi cabeza; tenía que recuperarla, sin lugar a duda.

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Hey!

Vamo poco a poco con paciencia to.

*LA CURSIVA EN LA NARRACIÓN PUEDEN SER RECUERDOS Y/O ALUCINACIONES*

R e c o m e n d a c i o n e s u w u

-ser geis asies

-sean dinosaurios lindxs

-coman frutas y verduras pa q crezcan grandes y fuertes ahre

-kitale lo aburrido ponle lo dibertidO

Sillie es real!

Y!

Sin más que decir: CHAO BYE!

By: Muffinisaurus_Rex8