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¡Hora de tomar el té!

El hombre que antiguamente era conocido como el legendario "Nari Bashira" se encontraba en una habitación cuyo suelo estaba recubierto de Tatami y cuyas paredes intentaban emular el estilo de una habitación japonesa tradicional.

Frunció el ceño provocando que su arrugada frente bajara un poco. Su bigote pronunciado se movió un poco debido a la confusión. 

—¿Dónde estoy? 

Intentaba recordar, pero solo pudo rememorar la petición de uno de sus alumnos. 

Hace un tiempo considerable fue traído junto a sus alumnos a un lugar donde ellos podrían ver en cierta parte el futuro. Aun lo recuerda, sabe perfectamente como fue que acabo en ese lugar, en el caso de sus alumnos aun desconoce como fueron atrapados, pero en su caso, fue un caso sin lugar excepcional.

Él se encontraba haciendo un pequeño almuerzo para sus alumnos en recompensa por el gran esfuerzo que dieron en el entrenamiento de hoy. A pesar de los muchos intentos de Zenitsu por escaparse, y por la actitud cruel y violenta de Kaigaku, el día de hoy pudieron avanzar mucho en la dominación de sus posturas correspondientes.

Estos chicos... —suspiraba cansadamente, a veces piensa que si sus dos alumnos se llevaran un poco mejor todo avanzaría más rápido.

Sus alumnos sin lugar a dudas son bastante problemáticos y diferentes entre sí, a pesar de que ambos son huérfanos sus personalidades no podrían ser más diferentes, aunque esa razón es una de las razones por las que quiere que ambos le sucedan.

La verdad es que Zenitsu tiene un gran potencial, solo que no se ha dado cuenta de la fuerza que tiene, a pesar de que tiene todo para ser formidable, este parece ser que no lo entiende. Siempre busca respuestas donde no las hay. Y es que Zenitsu poco a poco y dentro de poco, podrá decir que domina a la perfección la primera postura de la respiración del rayo.

Puede que no haya aprendido a realizar las otras posturas, pero si puede dominarla al máximo, las posibilidades que tiene para convertirse en un gran cazador son increíbles. 

Kaigaku por otro lado, vaya, el potencial de ese chico es increíble, llegó a aprender tantas posturas en menos tiempo de lo que pudo hacer él en un inicio, su habilidad se adapta a cualquier entrenamiento que le solicita, además de que su personalidad testaruda siempre hace que nunca deje de entrenar, sin lugar a dudas se convertirá en un espadachín muy poderoso.

Sin embargo, hay un problema, dos de hecho. Kaigaku no aprendió a realizar la primera forma, la base de todas las demás, de hecho, aun está sorprendido de que pueda realizar todas las posturas menos esa, esa postura es la base de las otras, lo normal hubiera sido aprender esa primero y luego las otras, pero el caso de Kaigaku es uno raro, no puede realizar la base, pero si las que vinieron después. Ese problema es uno complicado, para dominar al completo todas las posturas debes dominar a la perfección la primera, y si no es capaz de realizarla, tiene un problema.

El segundo problema es uno más de terquedad y repulsión, Kaigaku al no poder realizar la primera postura, se propuso a entrenar hasta aprenderla, y como no lo ha logrado, ha tomado cierta repulsión a esta última, ha llegado al punto en que pone su espada de entrenamiento en su espalda. Tener la espada en su espalda es una representación de "No necesito velocidad, solo poder"

Normalmente los cazadores tienen la espada en su cintura, en los usuarios de la respiración del rayo es aun más importante tenerla en esa posición, esto debido a que si se requiere desenfundar la espada y realizar una postura rápida, preferentemente la primera, se pueda lograr en una velocidad extremadamente rápida, cosa que con una espada en la espalda, no se puede lograr.

Tal vez si le cambió el entrenamiento... —meditaba mientras formaba el onigiri.

Si le cambia el entrenamiento a Kaigaku para que intente aprender la postura de otra forma, o al menos una alternativa, este pueda realizarla, o hasta una versión inferior le sirve.

De repente, sintió una presencia, a pesar de ser un hombre de 60 años aun conserva alguna que otra habilidad de cuando era cazador de demonios. Y una de estas es la de detectar presencias. Rápidamente fue al salón de su casa y busco en un baúl con el símbolo de un rugido que emitía una especie de rayo.

Mi espada Nichirin —se equipaba con su antigua compañera, casi hasta sentía ganas de entrar al cuerpo de cazadores otra vez.  

Fue a la entrada de su salón y pudo ver al individuo que producía la extraña presencia mirándolo fijamente. Era un chico pelinegro cuyos ojos eran como de una coloración roji-naranja. Era bastante alto para los estándares, le podía estimar más de 1 metro con más de 70 centímetros. Su vestimenta era rara, bastante rara, no había visto nada similar. De lo que si estaba seguro era que no es un demonio.

—¿Quién eres? —exigía una respuesta.

El individuo ignoro su pregunta, pero si dio comienzo a una especie de conversación.

—Kuwajima Jigoro —nombraba —. Le pido amablemente que me acompañe sin mostrar resistencia alguna.

Frunció el ceño.

¿Él? ¿Acaso no sabe con quien está hablando? ¿Por qué quiere que lo acompañe? ¿Y sus alumnos donde están?

—Si se pregunta en donde están sus alumnos, no se preocupe —respondía con una especie de sonrisa corta —. Mi acompañante ya se debe estar ocupando de ellos.

Abrió los ojos con sorpresa, y en parte con miedo.

¿Alguien se está "encargando" de sus alumnos? ¿Por qué alguien querría hacerles daño? El hombre que estaba en frente suyo no era un demonio, de eso estaba seguro, pero estaba actuando como uno.

—Nadie toca a mis alumnos y sale impune —amenazaba mientras sostenía su espada. 

El hombre solo sonreía mientras soltaba una pequeña carcajada —Oh, vamos. Eres un anciano ¿Qué vas a poder hacer?

Antes de siquiera notarlo, la espada del anciano dejo de estar desenfundada. La posición del hombre ahora era diferente. Si antes estaba en la entrada de su salón, ahora estaba en la esquina.

—Kaminari no kokyū; Ichi no kata: Hekireki Issen —el hombre mayor nombraba. Al voltearse se encontró al chico tocando su cuello, al parecer había fallado por poco.

El chico estaba tocándose con su mano derecha el cuello, el cual tenia un pequeño corte, sus ojos estaban abiertos de la sorpresa. Poco después gruñía del enfado para mirar a Jigoro.

—Mira anciano de pacotilla —observaba con ira en sus ojos —. A mi... ¡Nadie me lleva la contraria! —de repente la velocidad del chico aumentaba.

Trasladándose al lado del anciano  con intención de tocarlo acerco su mano derecha mientras la izquierda se encontraba emitiendo un brillo de color verde mientras tocaba su cuello.

Jigoro al ver esto retrocedía un poco y con su espada intento propinar 5 ataques en lo que muchos considerarían un instante.

—Kaminari no kokyū; Ni no kata: Inadama —nombraba con rapidez.

El chico había logrado eludir tres de los ataques de forma instintiva, pero dos de los ataques acertaron y lo empujaron a la pared.

—Dime quien eres y que intenciones tienes conmigo y mis alumnos.

El chico tocaba sus heridas horrorizado, le estaba ganando un jodido viejo, y encima este viejo tenia una jodida pierna, no tenia dos, tenia una, le estaba ganando un puto cojo.

—Tengo la misión de llevarte, pero la realidad —hacía una pausa —Me importas una mierda y tus alumnos otras dos más —insultaba mientras se levantaba con esfuerzo.

El chico emitió un brillo azul de su mano formando una especie de tirador con un diseño de lunas. Jigoro comparo esa habilidad con la de los demonios, una habilidad de crear armas de su carne y sangre.

—Eres extranjero, chico.

El chico solo gruño y apunto. La verdad quería matar a ese viejo, además, igualmente se iba a suicidar, mucho cambió no habría. Luego recordó que su misión era llevarlo sano y salvo, por lo que decidió cambiar de estrategia, hizo desaparecer su pistola.

El era horrible para las actividades físicas, hasta un niño de 10 años tendría más fuerza que él, su resistencia era deplorable, en cuanto a velocidad, bueno, tiene una promedio para su edad, y no sabía absolutamente ninguna técnica de autodefensa. 

Ciertamente al haberse convertido parcialmente en un "vigilante" había obtenido una fuerza excepcional, una resistencia inmensa, una velocidad enorme, y alguna que otra base en pelea a puño limpio, pero esa fuerza aumento en base a sus habilidades humanas, por lo que, si los comparas con un viejo considerado el Hashira más grande de su tiempo, como que sigue estando en desventaja, no porque él fuera mejor en eso, si no porque le faltaba experiencia.

Maldice a todos los que se burlaron de él por su deplorable estado físico, los maldice porque ahora ve que en parte tenían razón para burlarse.

Pronto recordó que no solo se le fueron traspasadas habilidades físicas, que en su caso no le sirven de mucho, también se le dieron algunas otras habilidades extra que puede usar a su favor.

—Veo que no me responderás —el viejo balanceaba un poco su espada.

—¿Por qué no te mides con alguien de tu tamaño? —tosía un poco.

—Chico, soy más bajo que tú...

El chico sonreía de forma sombría —No me refería a eso.

De repente del chico comenzó a brotar una especie de oscuridad que tiño parte del suelo de color negro. De esa oscuridad comenzaron a formarse una especie de canes, que Jigoro reconoció como lobos. Esos lobos tenían una altura bastante parecida a la suya. 

¡Técnica de sangre! —no sabe como un humano es capaz de realizar una, pero debe ser una técnica de sangre.

Los lobos saltaron hacia Jigoro con las mandíbulas abiertas para morder.

—Kaminari no kokyū; San no kata: Shūbun Seirai —realizando un ataque giratorio corto a los lobos.

Las partes divididas de los lobos comenzaron a regenerarse. Por cada parte cortada, un lobo apareció, por lo que ahora había el doble.

El ex hashira miraba a los lobos con enojo, al parecer por cada vez que los cortaba, más aparecían, y si lo sigue haciendo, en algún momento habrá más de los que pueda manejar.

Los lobos habían rodeado al antiguo pilar rugiente, provocando que este se tensara un poco.

—Veo que tienes un problema, viejo —el chico acariciaba a uno de sus lobos —. Te presento a una de las muchas formas de usar la umbrakinesis.

Umbrakinesis, esa era la habilidad o la técnica de sangre de un demonio llamado Hairō, antigua luna inferior dos, derrotado por Kyōjurō Rengoku en su época como Kinoe. Una de las muchas formas en las que las uso fue para crear lobos, los lobos eran resistentes de por sí, Mitsuri no pudo cortarlos hasta que dejo de controlar su fuerza. Pero le añadió el extra de que pudieran dividirse al ser cortados.

No es para menos, si no puedes contra alguien fuerte, simplemente debes conseguir aliados, ya que él era alguien débil que dependía normalmente de su hermano para lograr algo, el poder crear aliados para superar en número a alguien es de lo más útil.

En un principio pensó en la posibilidad de utilizar las técnicas de sangre de las lunas superiores, pero luego lo descarto, cada una de esas habilidades tiene un contra para él. Él no sabe usar guadañas como para usar la de Gyūtarō. No sabría manejar del todo la habilidad de Obi de Daki. La habilidad de Gyokko, aunque útil, de nada le sirve si ese viejo es casi tan rápido como él. No quería arriesgarse a usar la de Hantengu, capaz le da trastorno de identidad disociativo debido a los clones de diferentes personalidades. La habilidad de Nakime está rota, pero capaz y al acceder a esa fortaleza se la encuentra a ella y a Muzan y se jodio. En el caso de la habilidad de Akaza, sencillo, él no era de dar golpes. La habilidad de Dōma también está rota, pero también le haría daño a él, él no es inmune al viento gélido, si la usa saldrá con sus órganos congelados.

En resumen, no sabe usarlas, y si las usa, solo podría usar una versión inferior de estos, y usar técnicas de sangre por usarlas, le parece arriesgado, por ahora se ceñirá a técnicas básicas, pero útiles. 

Jigoro miraba al chico con una mirada sería. Estaba planeando algo que tal vez pueda asegurarle la victoria.

—Duerm- —el chico iba a extender su mano para realizar algo parecido a la técnica de Enmu.

—Kaminari no kokyū; San no kata: Shūbun Seirai —realizando un ataque giratorio corto nuevamente a los lobos. Luego de esto se lanzó hacia adelante y corto el cuello del chico —Kaminari no kokyū; Ichi no kata: Hekireki Issen.

El cuerpo del chico pronto cayó al piso y comenzó a hundirse en la oscuridad que aun teñía el piso.

—¿Qué? —abría un poco los ojos al ver hundirse el cuerpo.

Los lobos ya se había regenerado y duplicado. Su plan había fallado, creía que si mataba al origen de la habilidad, todos desaparecerían, pero ahora no sabe si está vivo o de si quiera si estaba realmente en ese lugar hasta ahora.

Sin embargo, pronto vio que todos los lobos comenzaban a hundirse en el piso, desapareciendo por completo y dejando solo el lugar.  

—M-m-me... Me cortaste el cuello —el chico surgía del suelo con la cabeza de nuevo en su lugar —¿Cómo te atreves? —la ira se podía notar en sus ojos —Yo... Yo fui criado para ganar —decía de forma sombría —. Y tú para morir —la voz del chico dijo con autoridad.

Jigoro abría los ojos con intensidad, había escuchado una voz masculina y autoritaria, pero, a pesar de eso, sentía un sentimiento cálido en su corazón, como si se tratara de una mujer que con cariño intenta reprender a sus hijos, aunque sea con palabras crueles. Miraba su espada nichirin, tenía un inmenso deseo de hacerse el sepukku.

—Técnica de control —negaba rápidamente, debía ignorar esa orden. Usando su espada para cortarse parte de su mano, sintió un poco de dolor.

El chico miraba con descaro al anciano, había superado la técnica de control de Ubume, la antigua luna inferior uno. Ese maldito anciano es un malagradecido.

Anciano mal agradecido ¿Cómo te atreves a desobedecer a tu madre? —pensaba con fervor —¡¿Qué acabo de pensar?! —abría los ojos alterado, la habilidad estaba tomando control de él.

El anciano miraba con el ceño fruncido al chico, definitivamente tenia algo que ver con los demonios, era humano, pero tenia habilidades excepcionales y para su sorpresa, varías técnicas de sangre.

—Kaminari no kokyū; Shi no kata: Enrai —lanzaba un ataque a larga distancia, parecía similar a lo que sería un trueno distante. 

Rápidamente esquivo el ataque, al parecer era verdad de que cuando el ser humano se enfrenta a una situación extrema de vida o muerte sus capacidades físicas aumentan de repente. El chico junta sus manos para crear cierto hilo que se asemejaba a la tela de una araña.

Hagane ito —pensaba al lanzar hacia adelante el hijo —. Desempeñas mal tu papel como abuelo, mereces un castigo —fruncía el ceño.

El anciano corto con fuerza el hilo con esfuerzo, era resistente, era como cortar acero, definitivamente en su pasado como cazador hacer eso sería sencillo, pero ahora que era viejo era demasiado forzoso.

—Yo no soy un mal abuelo.

—No queria hacer esto —el chico admitía —. No me considero una mala persona, a veces solo me paso de molesto, pero no soy una mala persona —explicaba —. Pero en tu caso...

El chico emitía un brillo en su mano derecha, una espada con un diseño lleno de lunas crecientes aparecía en aquella mano. Empuño la espada de forma anormal para luego mirar al anciano.

Esa postura... —el antiguo pilar rugiente observaba la postura del chico con extrañeza.

Era una postura que solo un inexperto podría atreverse a hacer, eso o un niño que jugaba a las espaditas, pero ese chico ya parecía mayor, definitivamente nunca había empuñado una espada en su vida.

El chico se lanzo hacia el anciano y ataco al antiguo pilar. Sus espadas chocaron produciendo un pequeño sonido. El chico retrocedió e intento lanzar cinco estocadas, pero fueron esquivadas por el antiguo pilar.

Ese ataque...

Jigoro se había percatado, ese ataque era una mera versión barata o una imitación burda de la segunda postura de su respiración, Inadama.

—Demasiado lento. Puedo ver tus movimientos, chico —como si de un maestro se tratara daba una lección. De repente sintió un choque. Se fijo un poco mejor y se percato que la espada del chico había generado cierta energía eléctrica.

—¡No quiero que me pongas en tu mismo nivel, anciano suicida! —gruñía mientras volvía a intentar atacar.

—¿No sabes que decirle suicida a un pobre anciano es malo? ¿Acaso no sabes lo que está bien y está mal?—preguntaba de forma sarcástica mientras volvía a eludir sus ataques.

—Claro que sé lo que está bien y está mal —decía con ira —. Aquellos que me apoyen están bien y los que no... ¡Están mal! —logro chocar sus espadas por segunda vez y volvía a generar electricidad.

Debía apurarse o la personalidad del portador original de esa habilidad tomaría más control de él. Aunque eso no le estaba pareciendo tan malo. La personalidad de Kaigaku es bastante buena para una pelea como está, una personalidad cruel a la que no le importa para nada su oponente.

—Chico, tu creencia es un poco retorcida —el anciano admite —. Aunque me recuerdas a alguien.

—¡Cállate, anciano! —lanzaba un ataque cortante con la intención de quemarle su piel.

Kaminari no kokyū; Go no kata: Netsu Kairai —Jigoro reconoció ese ataque, o bueno, a lo que trato emular ese ataque, era obvio que ese chico no sabía usar su respiración —Muchacho, no trates de emular nuestra respiración como si de un chiste se tratara —reprochaba.

—De acuerdo —de repente la ira del chico desaparecía —¡Juguemos, abuelito! —una bola rara aparecía en su mano y uso la espada para batearla.

El anciano esquivo la esfera Temari.

—¿Cuántas habilidades tiene este chico? —se preguntaba.

—¡Es tan divertido verte huir tan confundido! —esbozaba una sonrisa divertida —Aunque has hecho que  levantáramos mucho el polvo, maldito humano asqueroso —comenzó a fruncir el ceño.

Este tipo tiene problemas de cambios de humor —el viejo pensó y en parte dudo de la sanidad mental del chico. De repente sintió como una flecha iba hacía él. La esquivo con relativa facilidad —. Voy a acabar con esto ya —pensó.

De repente lanzó contra su oponente con una velocidad extrema una serie simultanea de ataques con la fuerza suficiente como para romper su cuerpo.

—Kaminari no kokyū; Sichi no kata: Dengō Raigō

El chico pronto cayó al piso con heridas sangrantes. Le había cortado sus dos brazos. Había ganado.

—Aun tengo el toque —sonreía nostálgico.

El chico estaba tirado en el piso, estaba más herido de lo que imaginaba.

¿Después de tantos años todo acaba aquí? —se preguntaba aterrado —No...

Él no puede morir en ese lugar, a penas iba a comenzar a vivir de verdad. Toda su infancia se la paso encerrado estudiando, su adolescencia más de lo mismo, ahora que estaba en la universidad esperaba cambiar algo.

Nunca fue alguien que pensara en disfrutar del presente, siempre se quedaba estancado en mirar el pasado y prever el futuro. Hace poco su hermano y él habían aceptado cubrir el lugar de dos vigilantes que querían unas vacaciones, él creyó que era fácil, pero no lo era.

Este viejo es el primer personaje que debe trasportar y ni pudo con él.

Ni aun usando los poderes de Susamaru, Yahaba, Rui, Hairō, Ubume, Enmu y Kaigaku había logrado vencer.

Todos esos eran demonios con técnicas de sangre excepcionales que bien usadas y combinadas podrían compensar su "pésimo" estado físico, pero entonces... ¡¿Por qué fue derrotado por un viejo?! 

Un viejo...

Un puto viejo al que le hace falta una pierna...

Un jodido viejo cojo que está retirado...

¡¿Cómo puede tener tal fuerza?!

¡¿Si así es esta maldita calaca como será el Gary Stu de Yorīchi?! 

Él no puede perder...

¡Él está destinado a la grandeza desde que nació!

Eso le dijeron sus padres... Por eso siempre fue al que le dieron todo lo necesario para ser glorioso, a su hermano a penas y le prestaron atención.

No puede, no puede... ¡No puede!

De repente sus brazos comenzaron a regenerarse, aunque le dolía mucho el hacerlo. Los brazos que fueron cortados también empezaron a regenerar con cuerpos aparte. Al estar completo tomo su espada y se corto su brazo. Esa brazo se regenero en otro cuerpo y el suyo volvió a crecer. Nuevamente lo corto.

Él no quería hacer eso, no solo porque le doliera como el infierno, si no porque no sabe las consecuencias de generar clones que representan sus emociones, en primera, no sabe si serán las mismas emociones que Hantengu, todo puede pasar aquí.

Ahora somos cinco... —El chico pensaba mientras veía a 4 copias de su persona, pero cuando era niño, claro, los clones en parte rejuvenecen.

¡Es un demonio! —Jigoro concluía, es imposible que un humano se regenere así, menos que pueda generar alguna especie de clones —¿Entonces por qué sus ojos no son los de un demonio? —se preguntaba extrañado.  

—No puedo creer que un viejo suicida haya costado tanto como para usar la puta habilidad de los clones —una versión infantil del chico decía con el ceño fruncido mientras creaba dos guadañas de pequeño tamaño que generaban un poco de electricidad.

—Relájate hermano —el clon a su lado se estiraba un poco generando unos obi con diseños de peces —Nosotros somos los mejores, pero...

—¡Eso no nos hace presumidos! —una voz alegre decía con entusiasmo mientras se preparaba para pelear a puño limpio.

—Kuwajima Jigoro —una voz melancólica nombraba —. El que me hayas derrotado es deprimente y para nada glorioso. Así que ven con nosotros a menos que quieras estar muerto —unos abanicos con pequeñas lunas crecientes aparecían en sus manos.

El cuerpo original retrocedía para emitir una energía verde con sus dos manos mientras se tocaba, estaba curándose, lentamente, pero curándose de heridas superficiales que su regeneración de partes no había regenerado del todo.

Comenzó a analizar a sus versiones infantiles, parecían niños de poco más de 10 años, cada uno con una expresión diferente. Las emociones que representaban claramente eran las mismas que Hantengu. Sekido como la ira, Karaku como la relajación, Urogui como la alegría o el deleite y Aizetsu como la tristeza o el sufrimiento. Supone que él representa a... ¡Maldita sea! Él representa al miedo. Ahora entiende porque está temblando como perro durante espectáculos de fuegos artificiales.

Sin embargo claramente los clones no eran iguales a los de Hantengu, en primera instancia, sus armas son diferentes. Sekkido usaba una especie de bastón que podía generar electricidad. Su clon representativo de la ira tiene unas guadañas las cuales generaban un poco de electricidad. La versión original de Karaku tenía un abanico en forma de hoja que podía controlar ráfagas de viento. Su versión parece que combina la técnica de sangre de Daki de alguna forma con la extraña temática de Gyokko. El Urogui original era una especie de águila, tenía gritos que producían ondas de sonido letales. Su versión al parecer era de pelear a puño limpio, como Akaza, cosa rara, él odia pelear a puño limpio, y nunca lo ha hecho. La versión original de Aizetsu tenía una especie de lanza. Su versión tenía un abanico con un diseño de lunas crecientes.

Mi deseo de sobrevivir y ganar es tan grande que hice lo que en un principio descarte —pensaba mientras un poco de sudor bajaba por su frente —Usar las técnicas de sangre de las lunas superiores. Técnicas que no sé usar y que encima son más débiles de lo normal... —trago en seco, esperaba que todo acabara bien para él. 

El antiguo pilar rugiente abría los ojos de la sorpresa, el original había retrocedido mientras cuatro versiones infantiles con personalidades bastante extrañas habían aparecido. Cada versión parecía tener un modo de atacar diferente.

Sin lugar a dudas se trataba de un demonio extraño, uno que es más parecido a un humano físicamente que a un demonio, pero seguramente si era un demonio.

Preparándose para volver a luchar, el viejo sujeto la empuñadura de su espada con fuerza.

La versión infantil con el ceño fruncido ataco rápidamente con su guadaña. El antiguo pilar esquivo el ataque velozmente. 

—Nada mal —el niño refunfuñaba —. Esquivaste mi ataque con intención de matar —en parte felicitaba, pero de mala gana —Oh, viejo... Quiero que sepas que no me arrepiento de haberte traicionado —la guadaña genero un poco de electricidad.

Ignorando ese comentario sin sentido, se propuso a atacar —Kaminari no kokyū; Ni no kata: Inadama —el antiguo pilar nombraba con rapidez mientras propinaba 5 ataques al niño de ceño fruncido. Antes de acertar un obi se había metido en el medio recibiendo el ataque en lugar del niño.

—Qué pena me das... Pues al final de todo —el niño de ceño fruncido iba a declarar.

—¡Nosotros dos somos como uno solo! —el niño de expresión relajada declaraba.

Esos dos trabajan juntos... —el antiguo pilar se percata.

—Dime, pilar rugiente ¿Te gustan mis jarrones? —el niño de expresión relajada creaba dos jarrones —. Que sepas que son mi orgullo, mis hijas. Mi arte ¿No te fijas?

El hombre de mayor edad miraba extrañado, eran vasijas, pero a diferencia del obi que tenía un diseño de peces, tenía un diseño floral que se podría decir que artísticamente era hermoso. Como si de una hermosa señorita se tratase.

—Son lindas, a diferencia del artista —opinaba de forma seca —. Pero unas obras de arte no te ayudaran a pelear.

—¿En serio debemos pelear? —preguntaba le preguntaba a su hermano de ceño fruncido —Me caes bien, abuelito. Sabes apreciar mi arte.

—Karakú. Cuidado —el niño de ceño fruncido avisaba rápidamente.

—Me temo que sí —el antiguo pilar intento atacar con su espada al niño de expresión relajada.

El ataque fue interceptado por el brazo del niño de expresión alegre —Linda espada. Anciano —su brazo fue cortado —Pero ya eres un viejo —ondas de sonido de pequeña intensidad salieron de su boca.

El anciano cayó al piso inconsciente.

—Bien hecho, mis deprimentes amigos —el niño de voz melancólica esbozaba un gesto triste, pero el abanico de lunas crecientes ocultaba su expresión —. Fuiste un buen oponente. Pero no lo suficientemente bueno para que mi intervención fuera necesaria —negaba con una mirada decepcionada en sus ojos. 

El niño de expresión deprimente se dirigió al cuerpo tirado en el piso y lo toco. Fue trasportado a la sala de reacción. Este suspiraba con decepción.

Era decepcionante, no pudo usar la técnica de sangre de Dōma y Kokushibō. La criokinesis y la generación de lunas crecientes filosas no fue usada, pero es entendible, el grito de Hantengu emoción alegría es muy potente, si tuviera tanto poder como Hantengu, le hubiera destrozado el cuerpo de un grito, pero ya que es una versión más débil, solo lo dejo fuera de combate. 

Los niños se veían entre sí para luego mirar a su versión mayor con lastima, le habían ganado, y lo peor de todo es que fue un viejo cojo. 

—Fuiste derrotado por un anciano que además de faltarle una pierna, estaba retirado —una voz melancólica comenzó a escucharse —. Este recuerdo no es para nada glorioso. Como viste era bastante sencillo dejarlo casi muerto.

—Te paso por prepotente y por confiarte demasiado —una voz llena de ira continuo la conversación —. Espero que esto te haya hecho aprender qué siempre debes ver a tu oponente cómo si fuera más fuerte que tú, no importa si no es así. El peor error de una persona inteligente como nosotros es subestimar a alguien débil. 

—Te pasaste de pendejo, amigo —el niño de expresión relajada comenzaba a estirarse —. Si hubieras usado algo más poderoso contra el viejito todo hubiera sido más rápido.

El niño de expresión alegre soltaba una carcajada —Te gano un anciano con tendencias suicidas —comenzaba a reír —Si hubieras usado habilidades de otros mundos sería más sencillo. Pudiste usar habilidades de otros mundos con una escala de poder más alta que este.

Los clones desaparecían poco a poco convirtiéndose en cenizas después de dar esas palabras..

Badir miraba a sus clones desaparecer con cierta pena, tenían razón, puede que haya obtenido la victoria, pero en verdad perdió contra el hombre que subestimo solo por tener una edad avanzada. El chico solo se retorcía mientras se curaba, ahora que no estaba dividido el efecto era más rápido.  

No puedo dejar que Elián me vea así... —fue lo último que pensó.

El antiguo pilar rugiente dejaba de recordar su anterior batalla con el que ahora sabe, es uno de los anfitriones que les dieron la oportunidad de ver el futuro y alguna que otra cosa más. Y aunque las palabras que dijo al final, la de que él solo existía para morir, le llamaran un poco la atención, había otra cosa que lo aquejaba.

Kaigaku... —recordaba el nombre de su alumno.

Recordaba porque estaba aquí. Su alumno más joven, Zenitsu, había solicitado que lo dejaran descansar, por lo que el anfitrión de turno lo trajo a este lugar desconocido. Pero esa solicitud tenia un motivo. Estaba mal.

Uno de sus alumnos, el mayor, aquel alumno que a pesar de muchos intentos no ha podido aprender la base de la respiración del rayo, en un futuro se había vuelto un demonio, y no cualquier demonio, es la nueva luna superior 6, es uno de los demonios más poderosos que forma parte del grupo que le sirve de forma directa a Muzan.

En que me equivoque... —negaba tristemente y con cierta aura de melancolía.

Si bien es cierto que aun no ha pasado, no lograba comprender por que había pasado eso. En parte comprende que su alumno tuvo miedo, se acobardo al ver a una luna superior, y no es para menos, fue la primera, el hermano gemelo del respirador original, pero, ser demonio no era la manera, no quería que Kaigaku se entregara a la oscuridad, si se entrega a los demonios no solo estaría deshonrando a los cazadores, también estaría abandonando todo.

De repente unas luces aparecieron y poco a poco dos individuos aparecieron de repente. Nada más aparecer en la habitación, uno de ellos comenzó a ahorcar al otro.

—¡¿Cómo te atreves a decir eso, malnacido?! —un pelinegro ahorcaba a un peli amarrillo.

La razón de esto fue que antes de ser trasportados, el de pelo amarillo dijo.

"¡Si tengo que elegir entre recordarte como el hermano que apreció y que estés muerto, a que estés vivo como demonio y enemigo. Sí, te prefiero muerto!"

—¡Mure escoria! —Kaigaku aumentaba su fuerza al notar que Zenitsu trataba de liberarse.

—¡Suficiente! —con su bastón golpeaba el suelo con la suficiente fuerza para llamarles la atención.

—Tch —el pelinegro liberaba al peli amarillo.

El de pelo amarillo solo pudo tocarse adolorido el cuello, y respirar rápidamente para recuperar aire.

—Abu-abuelito —Zenitsu dijo con esfuerzo mientras recuperaba aire.

—¿Se puede saber porque lo quieres matar? —Jigoro le preguntaba de forma exigente al pelinegro.

—¡Me dijo que me prefería muerto! —Kaigaku señalaba de forma acusatoria.

—¡Solamente porque tú dijiste que el abuelo estaba de sensible contigo! —Zenitsu se defendía.

—¡¿Y a caso me equivoco?!

—¡No, pero es porque él te quiere, desgraciado!

—¡Me acabas de dar la puta razón! —decía enojado.

—¡No, solo digo que dejes de quejarte de que nuestro abuelo te ame!

—Corrección —Kaigaku cortaba la conversación —. Él es mi maestro, no mi abuelo.

—¡Es nuestro abuelo, te guste o no!

—No volveré a tener familia, tierra —decía molesto.

—Si yo soy tierra... ¡Entonces tú eres basura, pedazo de animal!

—¡¿Qué dijiste, maldita rata amarilla?! —formaba un puño con su mano derecha.

—¡Qué suficiente! —la voz del antiguo pilar hizo que sus dos alumnos se callaran.

En la habitación de al lado se pudo escuchar una especie de chillido. Jigoro se acerco a la puerta corrediza y la abrió. Se encontró con el anfitrión observando como una tetera estaba hirviendo en un extraño instrumento que al parecer producía fuego.

—Oh, hola —notaba la presencia de los tres en la cocina —. Esperen en la mesa, por favor.

Con una de sus manos apago la hornalla, y con un trapo, Elián cuido de no quemarse llevando el agua hervida a la pequeña mesa de la habitación. Luego de eso se sentó en el tatami y comenzó a servir de forma delicada las tazas de té.

—Disculpen, es la hora del té... Y me deje llevar —sonreía —¿Quieren acompañarme? —preguntaba con una sonrisa llena de pureza.

Jigoro sonreía un poco —Sí, por favor —respondía —. Un té me vendría genial.

Kaigaku y Zenitsu se miraron de reojo, tácitamente los dos hicieron un acuerdo de no interacción para que su maestro/abuelo se relaje bebiendo té.

—Ustedes también están invitados a tomar té relajante, chicos.

—Ya qué... —Kaigaku suspiraba rendido, a él ni le gusta el té.

—S-sí —Zenitsu decía un poco nervioso.

Los tres procedieron a sentarse al rededor de la mesa que se encontraba en la habitación que intentaba imitar el ambiente de una habitación japonesa tradicional.

—Dígame, ex pilar rugiente —sorbiendo un poco de su taza de té empezó la conversación.

—¿Sí? —respondía mientras sorbía un poco de la taza.

—¿Cómo fue su encuentro con mi hermano? —preguntaba un poco curioso.

Jigoro sonreía un poco, esa batalla realmente le recordó a sus buenos días como cazador.

—Una buena batalla. Un gran rival —respondía con una sonrisa que trasmitía nostalgia.

El anfitrión ladeaba un poco la cabeza —¿Una buena batalla? —preguntaba intrigado.

Eso no fue lo que le dijo su hermano, su hermano y él se dividieron los personajes, y él se encargo de Jigoro, su persona de sus alumnos, pero cuando le pregunto como le fue...

—¿Terminaste? —Preguntaba el hermano mayor que había regresado junto a su hermano al camino del tiempo.

—Fue difícil, pero lo logre —alzo su pulgar —¿Cómo te fue con el viejo? 

—Era un viejo —responde —mucho no pudo hacer —mentía.

Eso le dio a entender que en verdad no le había costado casi nada, y en parte no debería de haberle costado, literalmente le faltaba una pierna y tenia como que 60 años, a esa edad literalmente ya una persona debería de estar retirada.

—Aunque me sorprendió bastante tenga varías habilidades parecidas a una técnica de sangre —el anciano admite.

—¿Técnicas de sangre? —pregunto confundido.

—Sí —asentía —. Pudo crear lobos con sombras, una esfera temari, flechas, intentó controlar mi mente con una especie de autoridad maternal, y creo clones con habilidades particulares... —entrecerraba los ojos, ahora que recuerda mejor, puede encontrar similitudes entre esas habilidades y algunas lunas.

—Ya veo... ¿Tuvo piedad contigo? —preguntaba un poco incomodo, seguramente su hermano le pego la paliza de su vida a este viejo, y aun estaría controlándose pues todas esas habilidades son de demonios inferiores, menos el de los clones, ese es de Hantengu.

—Supongo que sí—supone —. Aunque antes de que se dividiera lo había decapitado, cortado los brazos y causado algunas heridas que seguramente causaron hemorragias tanto externas como internas.

—¿Qué? —fruncía el ceño, su hermano no le había dicho eso, es más, actuaba normalmente —Espero que se haya curado... —admite —Aunque... Badir... ¿Qué tan bajo has caído en tu  estado físico para que te gane un viejo?

—Sí. Aunque creo que también puede regenerarse y curarse —admite —Ustedes no son humanos ¿Verdad?

—Éramos humanos, pero ahora somos algo diferente —intentaba explicar —. Nuestras capacidades físicas aumentaron en base a nuestras capacidades humanas.

—Tu hermano era algo lento...

—Sí... Cuando era humano tenia una velocidad promedio...

—¿Y como fue tu encuentro con mis alumnos?

—Ni siquiera me vieron, ¿Verdad, muchachos?

—Fuiste muy rápido, ni Zenitsu pudo reaccionar a tiempo —Kaigaku respondía mientras sorbía de su taza, si alguien supera en velocidad a Zenitsu, es que ese alguien no es humano.

—Cierto... —Zenitsu asiente, aun recuerda cuando vio la figura de un individuo y para cuando se dio cuenta, ya había sido tocado junto con Kaigaku y trasportados a ese lugar.

—¿Pelearon con él? —preguntaba el maestro.

—Yo no lo llamaría pelea —el anfitrión sonreía —. Lo siento chicos, pero cuando era humano mi velocidad era más alta que el promedio, por lo que ahora ningún humano sin importar que tan rápido sea podrá superarme.

Esto claro está si es que seguimos cierto limite, obviamente si se va al mundo de Dragón Ball donde hay personajes que superan la velocidad de la luz, le parten la madre en más de un sentido.

—¿Y no tienes algo parecido a la técnica de sangre de tu hermano?

—Ehhhh —Elián se quedo en blanco, de poder puede, pero no lo ve necesario, no tuvo que pelear con nadie, es más ¿Cómo sabía su hermano que podía hacer eso? —. Debería poder, pero no sé.

—Ya veo...

—¿Y que les está apareciendo el té, muchachos? —preguntaba a los dos jóvenes.

—Para ser un té... Es aceptable —Kaigaku admite con calma, por alguna razón este té lo calmo al instante, hasta tiene ganas de acariciarle el pelo a Zenitsu, ese té tiene que tener algo raro.

—Es un té bastante calmante... —Zenitsu admite estando en calma, ese té lo calmo nada más entro en su sistema, hasta tiene ganas de abrazar a Kaigaku y pedirle perdón por todo lo que dijo, ese té debe estar embrujado.

—¿A qué es mágico? —guiñaba el ojo —. ¿Ya están calmados?

—Sí...

—¿Qué tiene este té para que sea mágico? —preguntaba Kaigaku un poco intrigado, si era capaz de calmarlo a él y a Zenitsu estando en una habitación no es que sea mágico, es que es milagroso.

—Un corazón de cocodrilo —el anfitrión sonreía.

Cuando fue a ver la lista de té, se encontró con esta conveniente versión té de una pócima del universo de Harry Potter que servía para calmar al consumidor, sabe que a primera leída puede parecer asqueroso y hasta ganas de vomitar, pero si ignoras que ese ingrediente existe, pues es muy disfrutable.

Kaigaku en circunstancias normales habría querido vomitar, golpearía la mesa, y se pondría a insultar por hacerlo beber algo con esta estupidez, pero como está en extrema calma.

—Ya veo.... —el pelinegro respondía —. Es disfrutable...

—Y calmante —Zeitsu agregaba.

En circunstancias normales el gritaría del miedo debido a que pueda existir un té que contenga tal cosa, ¿Cómo le hicieron para conseguir un corazón de cocodrilo? ¿Mataron a uno y se lo sacaron?

—Es increíble que tal ingrediente pueda crear tal calmante... —Jigoro admite, nunca había visto un cocodrilo en persona, pero le parece increíble que su corazón sirva como calmante.

—También tiene plantas como lavanda y menta —añadía —. Y yo le agregue un poco de limón para darle un toque hogareño.

—¿Haces té a menudo? —preguntaba Jigoro para adentrarse un poco en la conversación.

—Antes si lo hacía —admite —. Como mi hermano siempre estaba ocupado estudiando, me toco jugar con algunas de mis primas a la casita. Y pues se me pego lo de la hora del té.

—¿Casita? —preguntaba sin entender.

—Algo nuestro —se limitaba a responder —, pero volviendo a la pregunta anterior. No. No suelo tomar té, prefiero una bebida que en el futuro llamamos gaseosa.

—¿Es como el café que tanto le gusta a tu hermano?

—No. El café me sabe como a una especie de cebada. Además que me da sueño. Yo soy más de otro tipos de bebidas más azucaradas.

—Ya veo...

—Por cierto, si mi hermano les pregunta. No les dije eso... —añadía, la última vez que le dije que el café sabía a una especie de cebada literalmente le dijo a sus padres que lo metieran a un psicólogo debido a que estaba enloqueciendo. Y como sus padres siempre le hacen caso a su hermano, sí fue a la terapia...

—De acuerdo...

—Ahora, ¿Qué tal si hablamos de otra cosa? —el anfitrión recomienda —En la sala están viendo la canción de Kokushibō

—Oh, él... —Kaigaku se encoge un poco, ese fue el maldito que hizo que se arrodillara y rogara por perdón hasta el punto de convertirse en demonio. Maldice su mala suerte.

—Sí —el anfitrión asentía —Tu superior Kokushibō —bromeaba un poco.

—Dime... ¿Su muerte fue patética? —preguntaba Zenitsu un poco enojado, estaba calmado, pero un atisbo de enojo se hizo presente.

—Desconozco —admite —. De su historia solo conozco hasta la parte de Dōma comiéndose a la pilar del insecto —decía un poco con tristeza —. Por eso no sé nada de lo que paso después. Ni siquiera contigo, que es la pelea que le sigue —le decía a Kaigaku. 

Kaigaku solo sorbía un poco de té en respuesta, como si tratara de no pensar en esa batalla.

Zenitsu hacía lo mismo, solo bebía té esperando que esa batalla no ocurra en su futuro.

—Pregunta... ¿Crees que se arrepintió? —Jigoro preguntaba —Sé que no sabes el resultado de su pelea, pero... ¿Crees que mi chico se arrepintió?

Kaigaku bebió un poco más de té, para él era obvio que no lo haría, él no era de las personas que se arrepentían, sobretodo si se trata de sobrevivir.

Zenitsu miraba de reojo a Kaigaku, esperaba que se hubiera arrepentido, sabe que eso no le quitara años de condena en el infierno, pero si hará que este en paz consigo mismo.

—Es... Complicado —el anfitrión admite —. Kaigaku sigue la ley de la supervivencia en su estado más puro. Y no lo culpo, cualquiera haría lo que sea para vivir un día más. Sin embargo, creo que hay un limite para eso. No sé si se arrepiente o no, y no creo que importe. Lo que te debe importar es que el Kaigaku que esta junto a ti se arrepiente.

—Pareces un sol amigable —Zenitsu admite con una sonrisa.

—Me lo dicen mucho —asiente un poco.

—Hmp —Kaigaku producía cierto sonido, le agradaba que digan que no es malo lo que hace, aunque eso de que hay un limite... La verdad no cree eso. Para él, las acciones que debe hacer para sobrevivir no tienen limite.

—Ya veo... Eso haré —Jigoro admite sacándose un peso de encima. Ciertamente ese Kaigaku no es el suyo, o bueno, sí lo es, pero con vivencias diferentes, tal vez pueda lograr que el suyo si se arrepienta.

—Ahora, quisiera darte un dato curioso, amigo —miraba a Kaigaku.

—Hm —sorbía un poco más de té.

—¿Sabes lo que es un político? —preguntaba el anfitrión.

—Una persona tramposa, cobarde y mentirosa —Kaigaku describía —¿Por qué?

—Bueno, digamos que ser político es tu mayor aspiración en el universo escolar que viste anteriormente. 

—¿Político? —preguntaba confundido.

—Sí —el anfitrión le comentaba a Kaigaku —¿Más té? —preguntaba.

Kaigaku estaba un tanto confundido, miro un momento al anfitrión —¿Por qué querría yo ser un político? —preguntaba extendiendo su taza.

—Ni idea —servía más té —Y pasando ahora contigo —miraba a Zenitsu —. Déjame decirte que tendrás cuatro bisnietos.

—¿Cu-cuatro? —preguntaba un poco sorprendido, no esperaba que tuviera tanta descendencia.

—Sí, ¿Quieres más té relajante? —preguntaba.

—Sí, por favor.

El menor de los anfitriones servía el té.

—Y usted, ex pilar rugiente ¿Quiere saber un dato de su amistad con el pilar de agua de su generación? —alzaba un poco el recipiente del té para indirectamente preguntar si quería más té.

—Sí, por favor —asentía.

—Su reencarnación y la reencarnación del señor Urokodaki serán muy amigos. Los unió el Shogi —servía el té.

—Oh. Increíble —decía el anciano.

Una campana sonaba.

—Y ahora les voy a contar un secreto de "The upper moons React" —el anfitrión mencionaba en un tono educado —. Inadama Kaigaku en el universo del Gakuen, parece admirar bastante al secretario Kokushibō. Esto se puede ver cuando fue a él a quien informo de la competencia de globos y lo invito a participar —explicaba —Hasta la próxima —se inclinaba y volvía a sentarse en el tatami.

—¿Qué Kaigaku qué? —Jigoro preguntaba con el ceño un tanto fruncido.

—¿Inadama? —preguntaba Kaigaku —¿Tengo apellido? Espera... ¡¿Otra vez ese imbécil?! —el efecto del té había desaparecido parcialmente.

—¿Es en serio? —preguntaba Zenitsu ¿Hasta en el universo escolar Kaigaku estaba con ese tipo? ¿Y por qué una luna demoniaca sería un secretario?

—Perdonen chicos, es la curiosidad del final —se excusaba —. Ustedes no tenían porque saber eso todavía.

—¿Para quien es la curiosidad? —Zenitsu preguntaba —Somos los únicos aquí contigo...

—Oh, son para nuestros espectadores —respondía.

—¿Espectadores? —preguntaba Jigoro.

—Sí —asentía —. Ya que los incomode con la curiosidad, ¿Quieren una curiosidad de ellos para con ustedes?

—Ujum —Zenitsu asiente ¿Quiénes son esos espectadores y por qué tienen una curiosidad con ellos?

—Ellos son los que te emparejan con Zenitsu —le dice a Kaigaku

—¿Qué? —fruncía parcialmente el ceño, el té había hecho efecto de nuevo, por lo que no fue capaz de alterarse —¿Es que no tienen nada más importante que hacer? Saben ellos que Zenitsu es la persona más hetero de todos los presentes, ¿Verdad?

—Te emparejan con el pilar del sonido —le dijo a Zenitsu.

—¡¿Qué?! —casi tira su taza, no porque este alterado o enojado, es porque estaba sorprendido, ese hombre lo superaba en edad, tenía tres esposas, y... ¿Por qué lo emparejan con él? ¿Qué hizo él para ganarse eso? ¿Por qué no lo emparejan con Nezuko o con una chica al menos? ¿Por qué con un hombre?

—A usted lo quieren mucho don —le decía a Jigoro.

—¿Gracias? —respondía —. Pero... ¿Por qué hacen las otras dos cosas?

—Porqué les gusta —respondía con una sonrisa —. Las personas tienen diferentes gustos y hay que respetarlos. Y si te quieren emparejar con otra persona, tienes total derecho de hacerlo.

—Eh, no. Es mi vida con la que se están metiendo... —Kaigaku no compartía la opinión.

—Por supuesto que no. Están emparejándome con un hombre... ¡¿Sabes a cuantas mujeres he pretendido?!

—Creo que mis alumnos tienen el derecho de decidir a quien amar —Jigoro admite —.  Aunque creo que Kaigaku no está interesado en el romance...

—Lo emparejan con Kokushibō y Zenitsu —decía alegremente.

—Como que el emparejamiento con la peli blanca no me suena tan mal ahora... —Kaigaku admite, esa chica no le gusta, ni tampoco le atrae, pero si tiene que decidir entre ella, Zenitsu y Kokushibō, pues claramente la escoge a ella. En su vida elegiría al hombre que lo volvió demonio, ni tampoco a Zenitsu, eso sería más toxico que lo de la pilar del insecto con la segunda luna superior, y en cuanto a la chica, nunca la conoció y seguramente nunca lo haga, por lo que no le importa que lo hayan hecho en otros universos mientras lo mantengan protegido de los otros dos emparejamientos.

—¿Además del pilar del sonido con quien me emparejan?

—Con muchos, tanto hombres como mujeres, te sorprendería la cantidad —admite con una sonrisa.

—¿Al abuelito lo emparejan? —preguntaba Zenitsu.

—Ehhh... No apto para menores —decía con una sonrisa nerviosa recordando parcialmente un doujinshi hentai de Jigoro, Sakonji y Shinjurō.

—Mejor no saber —el anciano dijo —. A veces la ignorancia es la mejor de las bendiciones... 

—¿Ahora de que quieren hablar? —el anfitrión busca cambiar de tema.

Recuento de palabras: 7. 645

Publicado: 15/Junio/2022

Editado: ???

Hey, hey, hey, al trigésimo sexto capítulo de este Watching ha llegado y con él mis agradecimientos por tomarse la molestia de leerlo.

Para mi sorpresa quedo largo XD.

Sepan que mi intención era que quedara de unas 3000 palabras como máximo, pero "la pequeña batalla" me hizo centrar tanto que antes de que me diera cuenta ya había más de eso, perdonen si es muy largo este capitulo de medio relleno.

Ahora, la verdadera pregunta para hacer un capitulo de relleno es preguntar el orden de los que sigue. Voten por una de estas opciones, el orden se decidirá de acuerdo a como salgan los resultados. 

Fanarts de las lunas inferiores/ lunas superiores como cazadores de demonios (Algunas con Muzan)

Doujinshi de los demonios como cazadores de demonios

Distrito rojo Rap de Kballero

https://youtu.be/rJGNyDozFeU

Vete a la Versh (Canción eres horrible) modificada para que sean Douma y Akaza los protagonistas. 

https://youtu.be/t7gIutuQQLs

Analizando a la Rosa de Guadalupe PARTE 1! por MissaSinfonia. [No sé porque no me dejo ponerlo, pero el link es este] 

https://youtu.be/2iXfRr6-vks 

https://youtu.be/2iXfRr6-vks

Bien, me despido con estas imágenes de Jigoro y sus alumnos chibis.

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