|25| El Dios del Vino
Lo unico que se podia escuchar en la enorme y solitaria residencia, eran los gritos de dolor y quejidos de aquella criatura mitologica encerrada en las camaras del subsuelo de la gran edificacion, gritando, como un animal salvaje.
Se escuchaba como el metal hirviendo se impactaba contra su piel, dejando una gran marca al rojo vivo de dolor. O como tambien se podia oir los latigazos con una punta filosa chocar contra su piel de seelie.
Habian estado las ultimas veinticuatro horas encerrados en aquel sotano de tortura, uno de los tantos calabozos que tenia la residencia Bloodmane, intentando sacarle informacion a aquella mujer sobre lo que estaba pasando en el mundo, pero, la mujer reia con una sadica voz y un tono muy sarcastico. Probaron todo metodo de tortura, pero al parecer, a los seelies le gusta el dolor.
La mujer se encontraba en el medio de la gran habitacion, de rodillas sobre el frio y duro suelo de piedra, encadenada de pies y muñecas a los extremos de la habitacion, con una cadena alrededor de su cuello de la cual se sujetaba al suelo, para que este completamente inmovil.
Prosiguiendo con la escena: Aquel metal fue retirado del pecho de la mujer luego de diez segundos, dejando una marca que a los segundos, comenzo a sanar sola. Como un vampiro. La Menade volvio a reirse en la cara de los cinco hermanos, con la mirada sobre el suelo y todos los pelos encima de su cara.
-Maldita hada... -sisareo Seraphina con asco, arrojando el metal de vuelta al fuego. ¿Estaba indignada? claro que lo estaba, no habia podido sacarle ningun dato desde que comenzo la tortura- Voy a matarla...
Seraphina prosiguio a agarrar una gran daga de veinte centimetros de largo. Una daga que era la debilidad de todo seelie, el arma tenia una propiedad que quemaba al seelie atacado y le inyectaba algo de veneno a su sangre que lo mataba en unos minutos.
La pelirroja se acerco con furia con el fin de abrirle la yugular de lado a lado, pero antes que lo haga, una mano sujeto su muñeca bruscamente y detuvo el vaiven del movimiento. Los tres restantes miraron la escena tensos, pero no reaccionaron.
-No pierdas la cabeza, Sepaphina -le dijo la persona que la detuvo, con una voz gruesa y bastante fria.
Seraphina tenso su mandibula, con enojo.
-Maldita seas, Lorcan -Seraphina se solto rapidamente y tambien bruscamente de la mano de su hermano, suspirando mientras mira a la menade sobre sus pies- Hemos estado horas, y no hemos conseguido nada...
-Tal vez no lo intentamos todo -opino Astrid, apoyada sobre una mesa de madera con sus brazos cruzados, queriendo tener algo de esperanza en la situacion.
-¿Bromeas? -le pregunto su hermana menor de forma cinica- Quemarla, magia, latigos, hipnotizarla. sangre, cuchillos y veneno de rapiñador -y enumero con sus dedos- Ya no se que metodos meter, Astrid...
-Suficiente las dos -Alaistar detuvo la pelea que estaba por formarse en medio de las dos hermanas, ganando la atencion de todos- Astrid tiene razon, recurramos a otros metodos que no estamos acostumbrados...
Y cuando iban a preguntar que clase de metodos, los cinco hermanos giraron sus cabezas cuando una sexta voz comenzo a reir con pocas fuerzas, como si los tratara de estupidos.
-Tipico de shadowhunters... -hablo por fin, con una voz tetrica- Subestiman a los subterraneos...
Los hermanos se mantuvieron en silencio, cuando aquella mujer levanto su cabeza y corrio todos los pelos de su rostro para que la vean. Veian sus venas verdes resaltar de su rostro, con sus ojos verdozos.
-La Realeza se cree superior a los subterraneos, pero fuimos nosotros lo que abrimos las puertas del infierno y trajimos a los principes... -continuo, mirando a uno por uno- Ellos nos alejaron de ustedes... los que no cazaban...
-Las Menades actuaban en contra de nosotros, ustedes querian matarnos -le recordo Lorcan con frialdad, rebajandola con la mirada- Ustedes crearon la profecia hace mil años... del...
-AntiNephilim... -la mujer lo interrumpio, con sus pupilas dilatadas- Si.. porque sabiamos que Ananel acabaria con ustedes... en especial, con su sucio apellido Bloodmane...
-¡Cierra la boca! -grito Seraphina con odio, la joven intento ir a ella pero Alaistar la sujeto bruscamente de la cintura y la tironeo lejos de la menade junto a el, para que no haga nada estupido.
-Los Bloodmane evitamos esa profecia hace mil años, volveremos a hacerlo -hablo por primera vez Leonor, teniendo confianza en sus palabras.
Como respuesta a ese comentario, la menade comenzo a reir como loca.
-La profecia ya empezo... -le dijo, luego de reir- Y nadie puede evitarla, Ananel renacera en el cuerpo del brujo milenario que hoy... camina entre ustedes... y jamas se dieron cuenta de el... -aseguro, dejando en shock a los cinco hermanos- Y que Capucha Roja... conoce muy bien...
Y con eso ultimo, miro a Leonor Bloodmane. Y no solo ella, sino que sus cuatro hermanos menores tambien voltearon a verlo con confusion y extrañez.
[...]
Tan pronto como tuvieron esa pequeña informacion, los cinco subieron a los niveles de arriba de su hogar para informarselo a su padre, que se encontraba en su viejo estudio revisando unos diarios.
-¿Solo eso dijo?
Los cinco asintieron en silencio, logrando que su padre cierre el libro con amargura y suspire.
-Las menades eran caracterizadas por saber esconder la verdad, con el paso de los años, sabian la forma de mentir -mientras le recordaba aquel dato, se levanto de su asiento y coloco las manos detras de la espalda- No me extrañaria que lo este haciendo ahora... -y rodeo su escritorio para comenzar a caminar por todo el despacho, con cinco pares de ojos siguiendolo con la mirada.
-Padre, no creo que este mintiendo... -le dijo Alaistar, mientras su padre le dio la espalda para leer unos titulos de una estanteria- La menade dijo que la profecia ya empezo, y esta aqui.
-¿Cual profecia, Alaistar? -le pregunto su mismo padre, sin mirarlo, para seguir caminando por el despacho con lentitud.
-La profecia del AntiNephilim, la que los Bloodmane detuvieron hace mil años... -esta vez, la que tomo la palabra fue Astrid.
Astrid logro que su padre se detenga, y voltee a ver a sus cinco hijos, que estaban algo preocupados y tensos por el momento.
-Eso es imposible -les reclamo Antonio, en especial mirando a su hija rubia de ojos azules- Ananel fue asesinado hace mil años en aquel ritual para ascender, sin Ananel no hay profecia.
Pero, el silencio reino en todo el lugar. Las miradas decian mas que las palabras, habia cierto temor.
-Eso es lo que dicen los libros... -todos miraron a Lorcan, que estaba entre medio de Leonor y de Astrid- Pero al parecer, el fue transladado a otro cuerpo... antes de morir.
Antonio se quedo sin palabras, mirando a su hijo sin saber que contestarle, eso lo habia dejado sin palabras por completo.
-¿Como?
-Aquel ritual hace mil años fallo, porque los shadowhunter lo interrumpimos, si... -empezo a explicarle Leonor, comprensivo- Pero una menade habia quedado viva en la masacre y huyo, para seguir el ritual. Resulta que antes de morir, la menade translado el alma de Ananel a un recien nacido que nacio aquel dia, para que algun dia... la profecia pueda volver a realizarse por completo.
-El niño que nacio era hijo de brujos, para que pudiera caminar por siempre en la tierra, mezclandose entre los mundanos -continuo Astrid, abrazandose a si misma con algo de temor- El cuerpo fisico del Ananel original murio en la masacre, pero su alma fue transladada a un nuevo recipiente para que la profecia pueda volver a hacerse.
El padre de familia se quedo sorprendido, eso era un dato que no tenia en su sistema.
-¿Como encontraron esa informacion?
-Luna nos lo dijo -le respondio Seraphina esta vez- Ella es milenaria, dijo que ella en aquel entonces era una niña bruja en Grecia que habia visto el ritual. Ella ahora teme por Nale...
-¿Donde esta Luna ahora? -pregunto Antonio, ya que queria hablar con ella de inmediato para que le cuente mas de aquel dia hace mil años.
-Ella y Nale estan cuidando de Hope en el Aureum -respondio Leonor, ya que por orden de el, la bruja y el niño cuidaban de su nieta hasta que un familiar pueda ir a hacerlo.
-Traiganla, ahora -ordeno con una voz gruesa, a lo que Lorcan asintio y salio directo del despacho acompañado de su hermana Astrid, ya que ellos se encargarian de ir a buscarla- Ella sabe a lo que nos enfrentamos seguramente, sabe como detenerlo.
Todo dependia de Luna y sus recuerdos.
-Padre, la menade dijo algo mas -interrumpio Alaistar y su padre volteo a verlo- Ese bebe sigue vivo, con mil años de vida... y que camina entre nosotros...
Lenta y disimuladamente, Alaistar miro a Leonor, ya que decidio no contar que su hija Evie tenia datos del brujo al que estaban buscando, pero no iba a contarlo por respeto a lo que hizo la ultima vez.
-El Aureum debera poner una alerta, no hay muchos brujos milenarios vivos -acordo Antonio- Seran menos de diez en el area... pero deberan buscar los que nacieron en Grecia aquel dia de la masacre.
[...]
Evie entro casi corriendo a la clinica especial de Idris, dirigiendose a la habitacion de su esposo para darle el veredicto final sobre que hacer con Alec.
Habia estado ausente de todos los problemas del Aureum, solamente para venir a ver a Alexander y decidir salvarlo.
Sus hijos le habian mandando mensajes de fuego y de texto para que responda de forma urgente, pero ella ignoro todos los llamados porque esta vez, iba a estar para la familia que hace años la acogio y salvo del peligro.
Continuando con la escena: la pelirroja abrio bruscamente la puerta de la habitacion de Alec, donde se encontraban toda la familia Lightwood junto al hermano silencio Mikaias, y el nuevo Consul que la Clave tenia.
Al verla, tanto el Consul y el hermano silencio la recibieron con una pequeña reverencia, que a Evie no le importo mucho.
-Señorita Bloodmane, llega justo a tiempo -le dijo el Inquisidor, mientras ella se adentraba en la habitacion- Pensamos que no vendria.
-Estamos hablando de mi esposo -le recalco Evie sin mucha paciencia, le causaba dolor ver a su esposo tumbado sobre la camilla con varios cables y tubos conectados a su piel.
-Si... su esposo -repitio el Inquisidor de nombre Russell Endigton, rodeando la camilla para ir a Evie- El esposo que hace dos meses esta aqui entubado y usted, nunca aparecio para visitarlo -se detuvo frente a ella.
Evie parpadeo reiterada veces, para tomar aire y evitar armar un conflicto ahi mismo.
La realidad era que, Evie y Russell jamas se llevaron bien desde que el asumio el poder de Inquisidor, ya que era parecido al ex consul Malachi, pero con la diferencia que Russell no se dejaba gobernar ni recibir ordenes por el Consejo Real. Por eso intentaba separar a Idris del Aureum, como habia sido siempre.
-Estuve ausente para proteger al mundo que conocemos de la amenaza, animal -le respondio crudamente Evie, mirando la ofendida cara de Russell- Y a mi hija.
Ambos quedaron enfrentados.
-¿Que clase de amenaza dice usted, señorita Bloodmane? -le pregunto de forma provocativa, para hacerla enojar mas- ¿Una amenaza que ustedes mismos trajeron? ¿Los de su clase, los que tanto se creen superiores a los que vivimos y servimos a Idris?
Evie tenso su mandibula, mordiendose la lengua para evitar armar un desastre ahi mismo.
-No estamos aqui para discutir, Inquisidor Russell -Isabelle se metio en medio de la pelea, logrando la mirada de los dos enfrentados- Mi hermano depende de un hilo... ESO es lo que importa.
Nadie respondio, pero Russell miro a Evie, rebajandola de arriba a abajo para luego volver a su antigua posicion junto al hermano silencioso.
-Tiene razon, señorita Lightwood -asintio Russell al ver a la directora del instituto de Nueva York- El Consul Alexander esta en estado vegetal, no sabemos si tiene posibilidad de abrir los ojos ya que no responde a las señales del hermano Mikaias -explico el hombre de traje blanco y camisa rosada- Y tampoco podemos dejar que sea un vegetal para siempre.
-¿Y que sugiere que haga? -pregunto Evie impaciente, colocandose a los pies de la camilla viendo a su esposo y los pocos latidos que recibia.
-Desconectarlo. Si prefiere el termino tecnico -dijo sin vueltas e Evie lo miro en desacuerdo.
-No voy a dormir a mi esposo, jamas lo hare -dijo sin pensarlo, frunciendo sus cejas en desacuerdo de las palabras del inquisidor- El sigue vivo.
Russell la miro con curiosidad, volviendo a caminar hacia ella.
-Mirelo, Nomas. Mire a su esposo -le implico y lo señalo sin dejar de ver a Evie- Es un vegetal, no tiene oportunidad de vivir. Hace dos meses que ha estado aqui y no reacciona, señorita Bloodmane -le dijo, viendo la expresion de dolor que mostraba Evie en su cara porque asi la hacia sentir su runa del matrimonio sobre su pecho- Llego aqui casi muerto... nadie sabe porque o que le hizo esas cosas, pero ademas de tortura le aplicaron hechizos en su cabeza. -ahora Evie volteo a verlo con los ojos lleno de lagrima, sintiendose culpable- O bueno, al menos nosotros no sabemos que le sucedio.
Evie lo miro sorprendida, negando lentamente de lado a lado.
-¿Insinua que yo tengo algo que ver?
-Isabelle dijo que usted llamo de emergencia para que vengan a hospitalizarlo -se defendio el inquisidor jugando un poco con sus hombros- Y pienso que usted pudo haber visto la escena con detalles y a sus torturadores.
-¡Eso es una estupidez! -exclamo Evie y se alejo de Russell, limpiandose rapidamente las lagrimas- Jamas le haria daño a mi esposo.
-Recuerdo que usted menciono que su hija esta en el similar estado, ¿no? -continuo Russell, mientras todos son presentes de esa escena- Hope, ¿asi se llama, no? -Evie no respondio- Tengo entendido que su otro hijo Antonio, tiene tu misma sangre... pero Hope tiene la de tu esposo... ¿eso tiene algo que ver con ellos? ¿Hope sufre lo mismo que su esposo? Y si es asi, ¿por que no la trajo aqui? ¿donde esta su hija?
Evie no queria responder, no debia hacerlo.
-No meta a mis hijos en esto... -le recalco, comenzando a enojarse. Pero eso solamente alimentaba mas el ego de Russell.
-¿Los mismos que le hicieron esto a Alexander le hicieron lo mismo a Hope? ¿Es asi? -prosiguio, caminando a una Evie que retrocedia- Usted no nos esta diciendo algo, señorita Bloodmane...
Ahora todos miraron a Evie, esperando que responda.
Russell logro poner a todos en contra de Evie, ella ya no tenia nadie en ese momento que la defienda y eso la estaba haciendo entrar en panico.
En ese momento y como una pequeña salvacion, el telefono de Evie volvio a vibrar por una llamada y ella suspiro, no era el momento ni el lugar para interrumpirla y ella se los habia dicho. Evie cogio el telefono y atendio la llamada de inmediato.
-Antonio, te dije que no me llamen y...
-¿Estas con Hope? -su hijo la interrumpio con un tono asustado y de panico, ya que ella no le habia dicho adonde iba a ir ni cuando volveria- ¿En el Aureum?
-Estoy en Idris... -Evie prosiguio a salir rapido de la sala directo al pasillo- Luna estaba con tu hermana.
-Luna esta en con el abuelo Antonio, aqui mismo -la interrumpio nuevamente, mas preocupado- Recibi un mensaje de fuego tuyo, diciendo que ibas en reemplazo de Luna para cuidarla.
Evie fruncio sus cejas y torcio un poco su cabeza, jamas le habia enviado un mensaje de fuego como respuesta, solamente ignoro todos los mensajes por igual.
-Yo jamas te envie un mensaje de fuego, Antonio...
Y el silencio reino en la linea.
Todo habia sido una trampa, una distraccion.
-Carajo...
Dijo el joven, con miedo.
[...]
Previamente a la llamada entre madre e hijo, Antonio y Rhaegal estaban en la residencia buscando mas informacion de la profecia del Antinephilim.
-Segun el registro del Aureum, solamente hay dos brujos milenarios con vida -dijo Antonio leyendo los datos de su tableta- Ademas de Luna, es el sheriff Dionisio del Area Cinco.
-He mandado soldados a investigarlo, pero dicen que hace dias no esta en su club Ilussion, y tampoco saben donde esta actualmente -informo Rhaegal sin verlo, ya que tenia los ojos clavados en las camaras del exterior que vigilaban el club anteriormente nombrado- Ni el, ni su mano derecha.
Los hermanos suspiraron, sin tener una salida con respuestas.
-La profecia dice que Ananel necesitaba de sangre de subterraneos y shadowhunters con sangre real para poder despertar, pero que en especial... necesita la sangre de un hibrido: un shadowhunter con sangre real y no-real -sigue explicando Rhaegal de acuerdo a lo que decian los libros- Con la sangre del hibrido, el despertaria.
-Las menades y las ninfas recolectaban esa sangre por el, ya que ellas se hacian cargo del ritual -añadio Antonio- Y que sacrificaban al hibrido para usarlo como un ultimo ingrediente.
-Si ese es el caso... necesitamos buscar al hibrido -concluyo Rhaegal abriendo sus brazos, como diciendo que eso era pan comido- Y asi encontraremos el nuevo recipiente de Ananel.. o tambien conocido como Dionisio, el Dios el Vino.
Y fue ahi, en ese exacto momento que ellos vieron a Luna pasar con Antonio por delante de la biblioteca, causando extrañez en los hermanos. Y cuando le preguntaron que hacia ahi, Antonio recibio el mensaje de fuego que supuestamente Evie estaba cuidando a Hope.
-Un momento... -dijo Rhaegal- Nuestra hermana, Hope. Ella es un hibrido... Ella es el hibrido.
-¿Que? ¿A que te refieres? -pregunto Antonio y Rhaegal comenzo a mover sus manos, intentando explicarse.
-La runa de la realeza... a ella no le quedo como una runa normal, sino de color rojo, ¿no? -Antonio asintio ante aquel dato- Ella fallo en los juegos de la realeza conocidos como Ludum Regales, cuando nosotros -y los señalo- Los pasamos porque tenemos sangre real. Ella entro en un coma magico cuando fueron a buscar a Dionisio... y se volvio una bomba de tiempo por las pruebas del Ludum Regales, volviendo a estar en aquel coma magico... los viejos diarios decian que Astrid predijo a un Bloodmane con esos dones, como el Don de la Vision del Angel...
-¿Adonde quieres llegar, Rhaegal? -lo detuvo Antonio impaciente.
-Ananel la quiere... El quiere a nuestra hermana, ella es el ingrediente final para el ascenso -dijo sin vueltas y Antonio se quedo sin palabras.
Ahora todo se entendia: El hibrido, la desaparicion del sheriff, las palabras de la menade. Todo.
Fue en ese entonces que Antonio llamo a su madre desesperado y recibio aquella respuesta, dejandolo mas en shock.
-Carajo...
A continuacion, Antonio salio corriendo directo a la oficina de Antonio, donde se encontraba hablando con Luna pero que ambos se callaron cuando las puertas se azotaron:
-Luna, debemos ir al Aureum, ¡ya!
La peliplateado se altero que se levanto de golpe y en un chasquido abrio un portal, para que los tres crucen directo al lugar indicado. Y cuando salieron del portal, podian asegurar que pisaron un infierno.
El Aureum, la Ciudad de los Angeles, que tanto conocian. Habia cambiado.
Todo esta destruido, los edificios estaban destruidos como los parques, habia cuerpos de shadowhunters y subterraneos que tenian como protectores muertos y/o a punto de morir sobre todos lados. Fuego y sangre. Las barreras magicas que protegian el lugar habian caido.
-Por el angel... -susurro Rhaegal shockeado.
-Las barreras... cayeron.. -le siguio Antonio, habia penetrado la unica seguridad que tenian del Club de los Muertos y las amenazas grandes. Y no sabian como.
-Dios... Nale... -Luna salio corriendo en direccion al edificio de medicina donde habia dejado a su polluelo antes de venir a la residencia junto a Lorcan y Astrid. Tenia el corazon en la boca y los nervios a flor de piel.
Luna dejo a Nale con Hope, ya que el pequeño prometio cuidarla y aparte porque supuestamente, Evie estaria cuidando de el tambien.
Pero todo habia sido una farsa.
Los muchachos sacaron sus armas y salieron tras Luna, entrando en el enorme edificio de medicina: todo parecia salido de una pelicula de horror, las luces titilaban y todo estaba destrozado, algunas luces colgaban del techo y habia sangre por cada rincon, acompañado de varios cuerpos de medicos subterraneos y shadowhunters que intentaron luchar pero fracasaron.
-¡¿Nale?! -comenzo a gritar la madre, en busca de su hijo. Pero no recibia respuesta.
-¿Que mierda paso aqui? -le dijo Rhaegal a Antonio, pero ni su hermano menor sabia la respuesta con exactitud.
El trio subio al piso en el que Hope y Nale deberian estar, azotando la puerta de la habitacion con brusquedad. De donde salia el camino de cuerpos y sangre, que parecian defender con su vida a la hija de la Directora, pero murieron en el intento.
Cuando abrieron la puerta, se encontraron con una sorpresa: El cuerpo de Hope no estaba sobre la camilla y ademas, Nale no estaba ahi mismo.
Antonio y Rhaegal bajaron las armas lentamente, teniendo el corazon en la boca como Luna, al no ver a su hijo ni a su hermana menor.
Habian llegado tarde.
⚜
"El infierno llego a la tierra"
Comenzo el Principio del Fin
Comenta y MeGusta
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