დchαptєr 1დ
Mores, la portada y banner fueron realizadas por la hermosa mmonsweet muchísimas gracias por este arte ♡♡
Siempre estaba ese molestoso niño con una sonrisa perezosa.
Tanto que se había esforzado en no vincularse con ese ser y ahora tenía que ayudarlo en las tareas aparte, ir y venir con él a la escuela porque no sabía dónde quedaba, ni padres tenía.
Una señora que parecía como sirvienta era la única persona que se veía desde la ventana de su casa. No había gritos, ni risas, ni olor a comida recién hecha en esa casa.
Mayormente parecía una casa abandonada, si, era linda y una de las "más lujosas" del pueblo; pero, se veía vacía.
Hasta que ese día tocaron a la puerta y esa señora pidió el favor a mamá que le acompañara a las clases, eran nuevos en la zona.
A regañadientes Yoongi aceptó, tampoco era que se mandaba mucho teniendo 12 años.
No le gustaba vincularse con esos niños de apariencia frágil.
No le gustaban los niños con apariencia frágil, no podían acompañarlo a jugar porque temían romperse la ropa o la piel. Hacerse un raspón dolía y no dejaban de llorar.
Eso le molestaba mucho.
Pero ahí estaba. Acompañando a Jimin por los bosques para llegar más rápido a la escuela.
-Esto...
-¿Qué?
-¿No es peligroso? - repitió como por cuarta vez que iban de camino.
-¿Otra vez?
-Pudimos haber tomado el camino normal ¿sabes?
-Sí, pero llegaríamos mañana ¿sabes? - se volteó y quedó frente al niño más bajo que él, con su cabello castaño alborotado y sus mejillas sonrosadas por el trayecto - Además es tu culpa por demorar colocándote la dichosa corbata ridícula que llevas puesta.
Jimin hizo un mohín de molestia, quería caerle bien a su vecino pero por alguna razón, éste lo odiaba - Por lo menos yo si cumplo con el uniforme.
-Muévela antes de que sea tarde y te regañen por llegar tarde. Te estoy salvando el trasero, malagradecido.
-No digas groserías - le dijo Jimin.
-No digas groserías - replicó Yoongi en un tono más agudo. Se volteó y comenzó a caminar, estaba harto de eso.
Ya llevaban más de dos mes en ese plan.
Peleaban, discutían y Jimin lloraba, luego él se disculpaba, reían y nuevamente peleaban, se repetía el ciclo.
No le desagradaba el castaño, todo lo contrario, le caía muy bien. Era el único niño débil con el que socializaba y cuidaba.
Aunque Yoongi vociferaba que lo hacía por obligación y ciertamente a veces le molestaba, la verdad es que se había acostumbrado a eso. A estar con él "molestoso" y "débil" niño como él le llamaba usualmente.
Además de que algo en particular le llamaba la atención y era ese dulce aroma a melocotón que cargaba el menor. Se sentía que podía inhalarlo, tal vez era un perfume de niño rico, pero, a Yoongi le encantaba.
Llegaron ese día a la escuela vivos, pero, no sabían que no saldrían de la misma manera.
Durante las clases, Jimin se durmió como era costumbre. Había terminado de hacer sus deberes con mucha pereza. Abrió sus ojitos con pesadez y visualizó su alrededor, en eso, su mirada se posó en Yoongi, con su grupo de amigos lanzando pequeños papeles en la mochila de la niña de adelante, suspiró pero no alejó su mirada.
Yoongi era lindo, a primera vista te avisaba que debías alejarte, pero lo único que Jimin quería era ser su amigo. Eso no fue lo que pensó que pasaría cuando salió del reino. La Nana le explicó que existía ese tipo de gente en el mundo, no todos eran buenos y no todos querían hacer el bien.
Pero eso era parte de su aprendizaje, estar más cerca de los humanos para ser como ellos o por lo menos entender sus necesidades y no deshonrar a sus superiores.
Cada vez era más difícil observar su comportamiento.
Yoongi lo hacía todo complicado.
Sentía desprecio pero a la vez cariño.
Su corazón latía muy fuerte cuando él le defendía.
Pero después se comportaba como el mismísimo hijo de su madre y lo hacía llorar.
No entendía esos cambios y tampoco quería entenderlos.
De sus pensamientos lo sacó un estremecimiento y un rugido.
Algo ese día irrumpió la escuela.
Algo feroz.
Los ojos de Jimin se abrieron en demasía, sorprendido y a la vez aterrorizado.
-Han escapado - susurró.
Los niños gritaban y corrían de un lado a otro, algunos lloraban muy fuerte abrazándose y llamando a sus padres.
Los ojos de la bestia era lo único que se veía por los agujeros de la escuela, rojos y grandes, el rugido era tenebroso. La piel verde llena de asquerosos huecos que desparramaban pus y un olor intenso a azufre. Las escamas adornaban alrededor de los ojos del monstruo, su rostro desfigurado y la mayor parte de su gran cuerpo lleno de estas ampollas botando babaza.
El estómago de Jimin se contrajo, era muy asqueroso ver a ese monstruo y con un olor putrefacto.
Se levantó de su silla apresuradamente y buscó una manera para que los niños escaparan. Si se quedaban allí iban a morir, eso era seguro.
Encontrando la puerta trasera agarró a unos niños y los lanzó.
-¡Corran a casa, rápido! - los niños con los mocos afuera salieron corriendo, otros muchos niños siguieron saliendo y corriendo como si su vida dependiera de ello.
Literalmente.
Yoongi estaba estupefacto, no podía reaccionar. Mucho menos cuando Jimin se levantó e indicó a cuantos podía que corrieran.
"No es cobarde" fue lo que pensó.
-¡Profesora! - Gritó Jimin - ¡Por aquí! - el monstruo buscaba destrozar la placa para llegar de lleno desde arriba y aplastarlos a todos. La profesora no se hizo de rogar, salió corriendo - ¿Y tú que rayos estás esperando? ¿Quieres que te maten?
-Jimin tú no eres valiente.
-¿Crees que es momento para hablar de mis defectos? - Le jaló por la camisa - ¡Idiota, muévete!
El movimiento terminó en un Yoongi en el suelo y Jimin sobre él, mirándose fijamente un tanto sorprendidos.
El rugido los espantó.
No era un monstruo, eran varios que estaban regados.
-¡Jimin! - Gritó Yoongi - Tenemos que correr.
-No pensaba ser la cena, muévete - echaron a correr sin parar, pero, para su mala suerte una bestia peluda y grasienta los vio y los siguió. Ni a esa velocidad podrían escapar, una zancada del monstruo eran como 20 de ellos.
Frenando en seco se dio la vuelta y corrió al encuentro del monstruo.
Yoongi notó que Jimin no corría a su lado y volteó para ver lo que hacía.
Pero...
-¡Jimin!
-¡No me sigas! ¡Vete!
-¡No!
-¡Hazme caso! ¡Vete por favor!
A este punto Jimin tenía más posibilidad de salvarse que Yoongi, pero, eso éste último no lo sabía por lo que hizo caso omiso y lo siguió.
El monstruo desvió su atención a Jimin, ese olor a melocotón lo reconocía, sería un buen alimento, una buena presa.
Jimin corría sin para, llegaría al portal y allí lo matarían, a esas alturas el Rey ya estaba allí.
Tropezó y cayó.
-¡Ah! - No era un aficionado al ejercicio físico, pero debido a los entrenamientos podía resistir un poco. Una fuerte ventisca podrida sintió a su espalda - Estoy muerto... - susurró.
Yoongi sintió pánico, miedo y terror.
Ese monstruo estaba a punto de clavar sus dientes en Jimin...
-¡No! - gritó y un dolor agudo sintió que lo hizo gritar, Jimin quedó estático al escuchar ese grito.
"Por favor que no sea lo que estoy pensando, por favor"
Crack.
Se escuchó en el vacío bosque.
Yoongi vio como los ojos de Jimin se desorbitaban, que abría su boca para soltar un grito que jamás pudo oír. El crack de los dientes en su piel se sentía como los mil demonios. Cuando su cuerpo cayó al piso no sintió el golpe y lo último que vio fue a un Jimin lleno de furor, lágrimas y en un frenesí que no entendió.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro