
🌺 05
ShuHua trataba de mantener su compostura amena y segura delante de sus alumnos y compañeros de trabajo. De alguna manera debía despejar ese cruel pensamiento que no hacía más que herirla emocionalmente.
Tenía en claro que, SeungMin todavía conservaba sentimientos por quién en el pasado, fue su novia.
Le dolía demasiado saberlo, pues, en algún momento llegó a pensar que estaba haciendo las cosas bien con su esposo y que poco a poco empezaba a abrirle su corazón pero, se equivocó.
¿Qué debería hacer? Si bien su plan de enamorarlo quedó completamente aplastado por el regreso de esa chica, ¿acaso era momento de darse por vencida?. Ni siquiera había jugado su última carta, sin embargo, ¿de qué serviría?. Él no la quiere de esa manera, tampoco puede obligarlo a amarla ni ella obligarse a seguir sufriendo tan míseramente.
Soltó un suspiro, estando sola en la sala de profesores, miró detenidamente su anillo de casada, ese mismo que terminó por enamorarla del que ahora, es su esposo.
¿Sería propio seguir atando a SeungMin a una vida sin amor de por medio?.
Se sentía patética, perdió la guerra sin siquiera darle el tiempo de devolver el ataque. Como odiaba eso, perder sin dar batalla.
Por unos momentos deseó ser Tzuyu.
—¿A quién engaño? Jamás seré como ella, ni por más que lo intente, el corazón de SeungMin le sigue perteneciendo a Tzuyu.
Derramó unas cuántas lágrimas involuntariamente.
—ShuHua te estaba buscando, hay que-...—su compañero de cátedra guardó silencio al verla limpiarse esas escasas pero saladas gotas en su rostro—. Lo siento, no quise interrumpir...
—N-no, tranquilo—responde recomponiendo su postura—. ¿Qué es lo que querías decirme, SeongHwa?.—sonríe intentando no mostrarse afectada.
SeongHwa suelta un suspiro, tomando asiento frente suyo, le enseña un par de carpetas que debían revisar juntos. Ambos compartían comisiones, por ende, debían ir a la par en el plan de estudio que se les fue asignado.
—Quizá no seamos colegas íntimos de vida pero, sabes qué cuentas conmigo para cualquier cosa que necesites. Ya sea para un consejo o un hombro dónde llorar, aquí estoy.
—Gracias, de verdad.—contesta sincera.
—Bien, entonces dejemos a un lado las amarguras y pongámonos al corriente con nuestros alumnos. Sé que no es lo más entretenido del mundo, sin embargo, creo que ayuda a mantener tu mente ocupada.
ShuHua estando de acuerdo, extiende una mano. SeongHwa tarda en captar hasta que, se da cuenta que debía entregarle una de las carpetas, cosa que hizo a la rubia reír.
Ah, seria una mañana ajetreada para el par de profesores.
SeungMin llevaba tiempo esperando a que ShuHua llegara, eran casi las ocho de la noche y su esposa no daba rastros de vida. No quiso llamarla, creyó impropio hacerlo suponiendo que se encontrara trabajando.
Su conversación con JeongIn, por alguna razón, le sirvió para poder aclarar un poco sus pensamientos. En sus bolsillos, tenía los regalos que, anteriormente planeó entregárselos en la cena de anoche. Quería disculparse, quería aclararle que no fue su intención lastimarla de esa forma y que, estaba completamente arrepentido.
Salió de su trance apenas oyó el conocido ruido del auto de su esposa, estacionarse fuera.
Los nervios subieron a flote en él cuando vió a ShuHua ingresar.
—Oh, SeungMin—espetó ella sorprendida de encontrarlo en medio del pasillo principal—. Lamento si tardé, estuve ocupada revisando algunos asuntos en la universidad. ¿Ya cenaste?.
SeungMin no respondió, sólo se acercó a ella y sin siquiera pensarlo mucho, la abrazó. ShuHua absorta no supo qué hacer ante esa repentina acción del pelirrojo.
—Lo lamento...—susurró.
—SeungMin... No tienes porqué-...
—Sí, tengo que. Eres mi esposa y mínimo te mereces una disculpa—pronunció aún abrazandola—. No fue mi intención llegar en ese estado, tampoco quise faltar a la cena contigo ni pronunciarte esas palabras que seguramente te hirieron—dijo haciendo referencia a Tzuyu—. Disculpame por fallarte anoche, por ser un tonto y por no poder decirte lo mucho que me importas.
El corazón de ShuHua latió ferozmente ante lo último dicho. ¿De verdad lo está escuchando? ¿En serio le importa a SeungMin?... pero... ¿Y Tzuyu?.
—Ella forma parte de mi pasado, mi presente eres tú al igual que mi futuro.—mencionó animandose a verla.
—¿Lo dices de verdad?—su voz sonó un poco más animada al igual que sus labios formaron una sonrisa, dejando ver aquellos ojitos brillosos por las recientes lágrimas—. Vaya, no sé cómo reaccionar... C-creí que-...
—No creas nada, podré haber dicho esas cosas pero no es lo que mi corazón realmente quiere. Yo a tí te quiero mucho, ShuHua.—confesó.
Sonriendo emocionada, con atrevimiento rodea el cuello de SeungMin con sus brazos. Estaba en puntillas debido a la diferencia de altura.
Él correspondió a su abrazo, sujetando su cintura. Quedaron allí un par de minutos hasta que, SeungMin decidió romper el silencioso pero cómodo momento.
—No sé si esto valdrá ahora, sin embargo, quisiera reinvitarte a cenar. MinHo-hyung aún nos conserva la reservación de anoche. S-sólo si te apetece claro.—dijo rascando su nuca.
—Bueno, si todavía tengo tiempo, me gustaría cambiarme de vestimenta—sonríe, SeungMin iba a objetar pero ShuHua lo detuvo, elevando su mano—. Lo haré, prometo no tardar. Enseguida bajo.
Con ello, subió rápidamente hacía arriba, dejando a su esposo en espera.
La taiwanesa tardó aproximadamente diez minutos en arreglarse, poniéndose el vestido rojo y los tacones negros junto a un abrigo del mismo color del vestido. Tomó su cartera de mano, en la cual, guardó el pequeño obsequio que preparó para SeungMin.
Una vez lista, regresó junto al pelirrojo, quién, quedó estúpidamente hipnotizado por la radiante y natural belleza de ShuHua.
—Ahora sí, ¿vamos?.
—Claro, sí. Andando.—ofreció su mano, cosa que la rubia aceptó para así, salir juntos de su hogar.
ShuHua no dejaría que Tzuyu le quitara a SeungMin, lucharía por él y por su felicidad.
Al cabo de la velada, tanto SeungMin como ShuHua disfrutaron plenamente estando a solas. Increíblemente Kim le comentó sobre algunos temas triviales que antes ni siquiera decía, como por ejemplo, su amor hacía el béisbol. A la rubia le gustaba escucharlo, su esposo conversaba hasta por los codos y eso era realmente lindo de presenciar.
—Si en algún momento te animas a jugar, yo gustosa iría a verte—sonrió—. De hecho, me encantaría que lo hicieras. Olvidarte un poco de los negocios, distraerte con otras cosas sería bueno.
—JeongIn también me insinuó eso—alude—. Quizá considere hacerlo, a tí, ¿te gustaría irte de vacaciones conmigo? Aunque sea unos días estar los dos solos, sin nadie que nos moleste...—propone.
¿Escuchó bien? ¿SeungMin quiere viajar con ella?.
—Quiero hacer bien las cosas, te he descuidado mucho... Si quieres pensarlo y darme una respuesta después, no tengo problema en-...
—Acepto—dijo sin más—. Pediré licencia en la universidad, me agrada esa idea de vacacionar los dos solos.—expresa entusiasmada.
—Bien, entonces en estos días reservaré dos boletos de avión. ¿Dónde te apetece ir?.
—Europa, estaría bueno hacer un mini tour por algunas de las ciudades reconocidas.
SeungMin asintió, si ShuHua quería recorrer Europa entera, él con gusto la consentiría.
—Dejando a un lado el tema, ayer no tuve oportunidad de entregarte estos regalos que tenía preparado para tí. Espero te gusten.—sacó de su bolsillo, dos estuches color azul marino, uno de chanel y el otro de cartier.
ShuHua parpadeó seguido, SeungMin le hizo entrega de estos y ella cual niña ansiosa, los abrió. El perteneciente a chanel, contenía un hermoso collar bañado en oro blanco con piedras brillantes incrustadas en todo su alrededor mientras que en el de cartier, podía contemplarse una preciosa pulsera dorada con sus iniciales grabadas. Juraba que, algunas lágrimas se le escaparon pero a diferencia de las anteriores, estas expresaban felicidad.
—Oh, están preciosos—vocifera encantada—. Muchas gracias SeungMin...—dice colocándose ambas joyas—. Yo también te tengo un regalo.—de su bolso agarró un estuche rojizo correspondiente a rolex.
—Woah!.
—Es de la última colección de relojes, les dije tu medida de muñeca y me dieron a escoger el modelo que más se acoplara a tu estilo—sonrió—. Pienso que el day-date 40 es ideal para tí.
—Pienso que una vez más, acertaste en tu elección—mencionó admirando el detalle del reloj, también pensó en las iniciales—. ¿Me ayudas a ponermelo?.
ShuHua así lo hizo.
Por primera vez, pudieron sentirse como lo que son, un matrimonio.
Nueva actualización, espero les guste mucho el capítulo.<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro