- ¿Jungkook? -Dijo la mujer con sorpresa y al parecer felicidad-

Bueno, al parecer no nos habíamos metido al apartamento equivocado.

Jungkook no respondió, miraba a las dos personas como si fueran fantasmas, como si lo último que se esperara fuera encontrarlas frente a él.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó el hombre con hostilidad y la mujer lo miró con reproche-

-Nada, no hago nada, ya me voy.

- ¿A esta hora? Hijo puede ser peligroso -Dice la mujer y es entonces cuando entiendo-

En realidad, su padre no se parece a él, pero su madre si, tiene sus ojos y su nariz, su padre se parece a Haerin.

-Es más peligroso que me quede aquí -Dice con aburrimiento en su voz- Y tu sin duda lo sabes.

Entonces solo toma su chaqueta, camina hacia la salida mientras se la coloca y abandona el apartamento, corrección, me abandona a mí con dos completos desconocidos y en este momento no quiero hablar con desconocidos, menos si son sus padres, menos si me recuerdan a los míos.

Inmediatamente después de que la puerta se cerrará sus padres se giraron a verme.

- ¿Y tú quién eres? -Dijo la mujer, ya no había ni un poco de la dulzura con la que le habló a Jungkook-

-Yo soy...

-Sé que no eres su novia, Chae lo es así que pregunto otra vez ¿Tú quién eres? -Me aclaro la garganta intentando que no me tiemble la voz-

-Soy Yunsoo, una amiga de Haerin -Eso no era del todo mentira- Me estoy quedando en su apartamento por un tiempo.

- ¿Y por qué no nos había comentado eso a nosotros? -Preguntó su padre ¿Y yo como iba a saberlo? - Esa niña está enloqueciendo, le dije que no quería que volviera a verlo y mira -Dijo esta vez mirando a su esposa- Lo primero que vemos cuando llegamos es a él.

Fruncí el ceño eso se escuchaba como algo que dijo mi padre al enterarse que veía a Sunwoo a escondidas de nuevo.

- ¡E incluso trae prostitutas a su apartamento! -Dice elevando sus manos y yo abro la boca de la impresión porque sé que se está refiriendo a mi-

-Que sorpresa -Dije sin poder controlarlo- Es solo otro hombre al cual el dinero no le cambia la horrible personalidad -Esta vez es el quien abre la boca impresionado- Déjeme decirle algo, debería reflexionar sobre su comportamiento porque ni siquiera porque tenga todo el dinero del mundo va a poder evitar quedarse solo, es un consejo -Dije sonriendo falsamente-

Tomé mi pequeño bolso del sofá y mis tacones del suelo y salí del departamento con ellos en la mano.

Estaba loca.

¡Acababa de enfrentar al padre de Jungkook! ¿Qué me sucedía? Nunca había hecho nada así ni siquiera cuando mi padre intentó cambiarme de escuela con tal de que no viera a Sunwoo. Pero ese hombre había sacado mi carácter a pocos minutos de conocerlo, eso era increíble porque yo era muy paciente y aguantaba las cosas que las personas normalmente no aguantarían.

¿Cómo se atrevía prohibirle a Haerin ver a su propio hermano? ¡Era un monstruo! Ni siquiera mi padre había sido capaz de hacer algo así, de hecho, hasta ahora me doy cuenta que me dolió más eso que me hubiera llamado prostituta, sinceramente ¿Trataba de que eso fuera un insulto? Eso era muy del siglo pasado y claramente explicaba muchas cosas.

Mi problema más grande luego de eso era que ahora no encontraba a Jungkook, no estaba en el lobby ni en la calle y me pregunté si de verdad se había ido, volví al lobby y vi al portero.

-Disculpe -El hombre se giró a verme con atención- El chico con el que entre hace rato... No lo vio salir ¿O sí?

-Oh si, se fue hace un rato en el primer taxi que vio y parecía algo enojado -Dijo lo último mirándome sugerentemente como si esperara que le contara la razón de su enojo-

Asentí, le agradecí y luego salí del edificio.

Ahora, esto era difícil porque había arreglado conmigo misma él no estar sola en la calle a altas horas de la noche y en menos de cuarenta y ocho horas estaba aquí de nuevo, aunque esta vez era por una buena causa, eso sin duda.

Me pregunte cual era el mejor lugar para buscar a Jungkook y me lamente de no conocerlo lo suficiente y de no tener teléfono, ahora no tenía forma de hacerle saber a Haerin lo sucedido porque probablemente todo esto también sea un problema para ella con sus padres.

Entonces solo tenía una opción y aunque no era la más segura, inteligente y apropiada era la única que podía tomar ya que volver al apartamento de Haerin mientras sus padres estuvieran ahí era más descarado de lo que había intentado ser hace un rato.

Busque un taxi y di la única dirección que me sabía de Seúl, en serio no podía creer que estuviera volviendo, pero bueno dicen que mejor temprano que tarde ¿No? En realidad, nadie dice eso. Estuve nerviosa todo el camino, no quería encontrarme a Sunwoo y tener que explicarle que no me encontraba ahí por él y no quería no encontrar a Jungkook en su apartamento porque entonces no sabría donde más buscarlo.

El taxi se tardó mucho más de lo que recordaba, quiero echarle la culpa al tráfico y a que es fin de semana, pero en realidad el hombre no parecía tener un gran entusiasmo conduciendo. Pagué la carrera y me baje del taxi, tal vez si actuaba como si esto no me estuviera costando me lo creería al final de cuentas.

Subí las escaleras lentamente, primero por los nervios y segundo por los tacones, me encontré con un par de vecinos en las escaleras, los mismos que ignoraban mi presencia en la ventana hace unas semanas, los mismo que hoy me miraban como si fuera un fantasma. Supongo que lo único que esperaban de mi era verme tirada en el asfalto luego de haber caído del alfeizar. Pero no había pasado así que supongo que tenían razones para estar asombrados.

Cuando llegué a mi antiguo piso suspire, no debería ser posible tenerle miedo a un lugar, ya había estado aquí y era casi la misma hora la última vez, tal vez la angustia de la situación no me hacía sentir este momento tan frio y exasperante como lo estaba sintiendo ahora, pero no creo que este agradecida por ello.

Estar entre las dos puertas era algo irónico, ciertamente nunca pensé salir del apartamento de verdad y mucho menos pensé que si lo haría volvería aquí, al menos no sin mis problemas solucionados. Que-lo-cu-ra.

Golpeé la puerta de Jungkook esperando oír algún movimiento ya que las paredes eran delgadas, pero no hubo nada ni siquiera después del tercer intento. Mi suspiro se vio interrumpido.

-Vaya, no sé porque no me sorprende encontrarte aquí -Me gire a ver a la dueña de la voz con el ceño fruncido-

La chica alta, esbelta de pelo corto me miraba como si mi existencia fuera insignificante y no me gustaba su vibra de "Voy a aplastarte" Porque probablemente podría aplastarme con sus tacones si lo intentara. No dije nada como era de esperarse.

-Pensé que Jungkook te lo diría -Continuó ella- Me lo prometió hace unos días, dijo que te haría saber que solo eres un pasatiempo y que en realidad no le interesas en nada, solo está aburrido y quiere entretenerse un rato -No pude evitar reírme con ironía-

-Te gusta mentir para salirte con la tuya ¿No? Ya he lidiado con gente como tú y créeme tus tácticas son demasiado simples para mí.

-Vaya, pero si puedes hablar -dijo cruzándose de brazos-

-Si y no me parece sorprendente que eso sea lo único que tu cerebro haya captado.

No sabía que enfrentarme a una sola persona encendería la llama que no sabía que tenía, pero bien por mí.

La chica estaba ofendida, no había que ser muy observador para darse cuenta y no sé si debí percibir el peligro, pero por supuesto no lo hice.

-Escúchame bien maldita zorra -Dijo con rabia- No importa quien seas ni cuanto conozcas a Jungkook él se casará conmigo así que diviértete mientras puedas porque cuando tenga que volver conmigo ni siquiera te va a recordar.

- ¿Te das cuenta de lo que dices? -Dije en un tono más tranquilo de lo que estaba- Si Jungkook fuera contigo lo haría por obligación no porque quiera hacerlo, no sé porque piensas que eso es mejor a que no te quiera.

Creo que lo siguiente que paso fue infundado y sin sentido, ni siquiera creí que mis palabras fueran tan hirientes pero la chica me abofeteó.

Su mano chocando con mi mejilla resonó por todo el pasillo, el montón de recuerdos que me trajo ese golpe me hicieron sentir pequeña y vulnerable, el ardor se hizo presente, pero yo no me moví.

-Eres una ingenua ¿En qué mundo Jungkook te preferiría a ti por sobre mí? -Dijo señalándome- ¿Cómo es que ni siquiera te das cuenta? -Intentó acercarse de nuevo a mí, pero esta vez alguien la detuvo-

-Chae ¿Qué demonios haces? -Dijo Jungkook sosteniéndola y mirándola-

- ¿Voy a matar a esta mosquita muerta! -Dijo histérica y yo solo era capaz de observar la situación casi como si mi cuerpo no me perteneciera-

-Yunsoo entra -Dijo Jungkook estirando las llaves en mi dirección las observe, pero no podía tomarlas- ¡Yunsoo entra ahora! -Gritó y para que negarlo me hizo sentir asustada, como si volviera a tener quince-

Tomé las llaves con manos temblorosas y abrí la puerta de su apartamento, entre cerrando la puerta tras de mi sin seguro y sentándome en el sofá.

Probablemente ellos estaban hablando afuera pero solo era capaz de determinar la sombra de sus voces, estaba en un trance, me preguntaba como en solo unos minutos había vuelto a ser una persona más asustadiza y menos capaz de lo que era hace unas horas. Imaginaba a mi hermana entrando en la habitación y acariciando mi mejilla, diciéndome que todo estaría bien, que seguro papá había tenido un mal día y que no le contestara la próxima vez.

El golpe me había lastimado la cara, pero me había lastimado más el corazón. La única forma en la que parecí poder volver al presente fue al sentir como la puerta se cerraba con fuerza.

Escuche a Jungkook maldecir entre dientes, una horrible situación que realmente no imagine ver, Jungkook estaba furioso y como nunca había presenciado su furia no sabía cómo tenía que reaccionar, con mi padre sabía que tenía que quedarme callada por mi bien, pero con Sunwoo siempre lo calmó hablar, esperaba que eso también sirviera para Jungkook porque era lo que iba a hacer.

-No sé si el que estés enojado tiene que ver con esa chica, pero...

-Yunsoo no -Lo mire confundida ¿A qué se refería con no? - No lo intentes, si me fui del apartamento de Haerin es porque no quiero hablar sobre esto.

-Claro y te pareció una grandiosa idea dejarme allí con dos personas que no conozco y que aparentemente juzgan a las personas por como lucen, aunque tengo la esperanza de no lucir como una prostituta -Dije levantándome y señalando mi atuendo-

- ¿Te llamaron prostituta? -Preguntó con tono furioso mirándome por fin, la furia desapareció cuando lo hizo- Oh por dios, mira como te dejo Chae el rostro -Dijo intentando tocarme, pero lo aparte-

- ¡Ese no es el punto Jungkook! Entiendo que tienes problemas, todos los tenemos y quiero ayudarte, pero no puedo hacerlo si vas a esconderte -Dije, era lo más firme que iba a ser al respecto-

-Yunsoo es que no lo entiendes.

- ¡Quiero hacerlo! Pero no puedo entender si no me lo cuentas -El silencio duró mucho, suficiente como para que diera una respuesta si quisiera- ¿No confías en mí?

-Lo siento Yunsoo, pero no voy a confiar mi vida a alguien que no puede manejar la suya.

Aunque estaba lejos de él esa distancia no me pareció suficiente y si antes dije que el golpe me había herido el corazón me había equivocado, esto había sido el verdadero golpe. No parecía arrepentido y eso probablemente fue lo que más me dolió porque yo siempre podía perdonar los errores mientras hubiera arrepentimiento.

No iba a llorar y lo sabía porque en estas situaciones mis lagrimas eran inexistentes, había aprendido a no llorar porque eso enojaba a mis padres y porque sentía que me hacía ver débil.

Lo mire una última vez antes de tomar mi bolso y dirigirme a la puerta, cuando me llamó tuve la esperanza de que se disculpara.

-Yunsoo -Me gire tal vez más expectante de lo que debía- Por favor no vuelvas a este apartamento.

No dije nada, no creía poder hacerlo, abandone el apartamento justo como pensé que lo haría en mi plan, corriendo, con el corazón roto y esperando encontrar otra manera de avanzar.

Pero había caído, si alguna vez pensé que levantarse era fácil estaba equivocada, no tenía idea de nada, solo tenía una idea en mi cabeza. Una idea que podría ser tonta, incorrecta y equivocada para el momento, pero según recordaba era una de las únicas cosas que podían mantenerme la mente en otro lugar en el que no era necesario pensar.

Y mientras caminaba hacia mi destino me di cuenta de que todo era un triste deja vu, caminaba sola y triste, creyendo que no iba a encontrar ningún consuelo, que estaba en el fondo de nuevo y con una sola cosa en la cabeza: Quería dejar de sentirme yo misma otra vez.