ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀɪᴅᴏꜱ
Yoongi abrió los ojos al sentir como alguien tocaba su cara con algo puntiagudo —¿Qué ocurre, Hoseok?— le preguntó a su amigo en voz baja al verlo parado frente a él, Jimin estaba durmiendo apoyado en su hombro y el pelinegro no quería despertarlo.
—Estamos por llegar a la zona norte de Seúl, Taehyung me dio un teléfono encriptado para que hablaras con Seokjin hyung— Hoseok mostró el aparato cuadrado y bastante anticuado que tenía en su mano, la antena larga y fina que sobresalía por la cima le indicaba que era eso lo que había estado chocando contra su rostro. —Yo me encargaré de la entrada a la ciudad de los demás vehículos, tu tendrás que ver como entrar el tráiler.
—Entrará por la fábrica que conecta con la base por el subterráneo— tomó el teléfono entre sus manos y le dio las gracias a su amigo. Lo observó por unos segundos, deseando que cuando llamara, fuera Namjoon quien atendiera, pero sabiendo perfectamente que eso no sería posible. Hoseok le palmeó el hombro y luego se levantó para ir a coordinar la distribución y entrada de los autos, no podían llegar a la ciudad como si fueran una formación de guerra, tendrían a todas las autoridades encima en menos de dos minutos.
Movió el cuerpo de Jimin con cuidado y lo dejó recostado en el suelo del tráiler, cubierto por una manta de lana y una almohada en forma de delfín. Caminó hacia una abertura que tenía la pared de ese gran camión y miró por ella, viendo la imponente ciudad de Seúl a unos cuantos kilómetros de distancia, habían estado a tan solo segundos de llegar a Corea del Norte, territorio totalmente desconocido para ellos, y en el que perderían toda posibilidad de rescatar a Jimin.
Suspirando, presionó con su pulgar el número del otro teléfono que estaba en manos de Jin, y cuando sintió el leve pitido se lo llevó al oído. —Seokjin hyung ¿me oyes?
—Sí, estaba esperando tu llamado ¿cómo están?
Yoongi sonrió, imaginándose a su mayor casi clavado en la silla con la que monitoreaba los paneles de las cámaras y los GPS incrustados en cada brazo de sus hombres —Todo salió según el plan, vamos camino se la base— se tocó el mentón, pensativo, analizando en silencio la estrategia de distribución que estaba usando Hoseok con los autos —Taehyung tiene la orden de reforzar la seguridad en el cuartel principal, así que no te preocupes si ves movimientos de nuestros hombres, pero en caso de que todo se salga de las manos, ya sabes por donde evacuar a los niños y al personal del orfanato.
—Sí, ellos estarán a salvo si algo llega a pasar.
Yoongi asintió, sabiendo que Seokjin no podía verlo —Si nada ocurre, necesito que prepares una sala de reunión para seis personas, el tráiler entrará por la fábrica al rededor de una hora, probablemente los demás vehículos lleguen primero.
—De acuerdo. Enfermería también estará lista para recibir a los heridos— hubo unos segundos de silencio donde el pelinegro no dijo nada, sabiendo que su mayor quería continuar hablando —Jimin...¿necesitará algo? ¿Cómo está él?
Yoongi se volteó, mirando con tristeza el cuerpo de su menor que estaba enrollado buscando refugio en la manta, sabía que Jin muchas veces culpó a Jimin de que Namjoon llegara al estado de coma, el pelinegro intentaba no ejercer ningún tipo de represalias sobre el chico pelirosa, únicamente porque era hijo adoptivo de Robert, pero su sangre burbujeaba como lava en su interior cada vez que lo oía maldecir al menor, si alguien tenía la culpa, ese alguien era Yoongi, pero Jin estaba cegado en que era responsabilidad de Jimin. Aquellos meses fueron días y semanas completas de mucha tensión en el cuartel, casi nadie se soportaba, todos parecían estar irritados por alguna razón.
—Él está...como se espera que una persona esté después de un secuestro— Taehyung llegó a su lado y le mostró él cronómetro que tenía en su muñeca, llevaba hablando aproximadamente 15 segundos con Jin, si bien era un teléfono encriptado imposible de rastrear, nadie quería correr riesgos innescesarios —Jimin no es una persona a la que le guste ser atendida, solo preparen mi habitación, él sabrá que hacer estando ahí.
Se despidió de su mayor y colgó dos segundos antes de que el cronómetro marcara los treinta segundos —Supe que estaba usando el teléfono cuando comenzó la cuenta regresiva, perdón por interrumpirlo, pero la regla de los treinta segundos es sagrada— se disculpó el castaño, Yoongi solamente le restó importancia con un asentimiento de cabeza.
Con Taehyung se sentía completamente vigilado, no podía creer que haya conectado el teléfono a su cronómetro de muñeca, ni mucho menos que lo haya obligado a usar un GPS para no perder su ubicación en esta persecución, siendo que en la vida cotidiana él siempre se negó a llevar uno.
Después de meses bañándose con baldes de agua fría, las pequeñas gotas que caían en su cabello y bajaban hasta su lacerada espalda se sentían como el verdadero paraíso. Pasó la esponja cubierta de jabón por toda la extensión de su cuerpo, notando como sus costillas se marcaban más de lo normal en su piel, sintiendo lo delgado que estaba por primera vez. Podría recuperar peso, podría bañarse infinitas veces y quitarse toda la suciedad visible de su cuerpo, pero lo que le hicieron jamás se borraría de su mente, ni aunque Dywen prontamente esté enterrado tres metros bajo tierra.
Luego de quitarse el jabón, cortó el flujo de agua y abrió la puerta corredera que tenía la ducha para poder alcanzar la toalla que estaba colgada en la pared, se envolvió en ella y salió en completo silencio, recorriendo con sus ojos la habitación en la que muchas veces durmió, jugó y se acostó con Yoongi. En el pequeño mueble que estaba al lado de la cama ahora había una lámpara de media luna muy hermosa, reflejando su luz incluso cuando todo el cuartel dormía. Abrió el clóset y se sorprendió al ver que su ropa no había salido de ahí, estaba igual a como la recordaba, pasó sus dedos por una vieja camisa que le dio su madre hace muchos años atrás, hace mucho tiempo que no la veía ni hablaba con ella, ya era hora de ir a darse una vuelta al otro lado del mundo.
De repente sintió la puerta de la habitación abrirse y él pegó un leve salto, afirmando la toalla a su cuerpo lo más que podía —Hyung...— susurró al reconocerlo —Me asustó.
Yoongi sonrió mínimamente —Perdón, no sabía que habías despertado...— lo miró por unos segundos, y al notar que Jimin se colocaba nervioso desvió la vista, ya no era la misma persona dulce y atrevida que había salido del cuartel, ahora estaba retraído y temeroso —Si quieres puedo irme y regresar cuando termines de vestirte— le surgirió él pelinegro, haciendo que Jimin se diera cuenta de lo que estaba sucediendo. Si no se detenía ahora, inconscientemente comenzaría a alejar a su mayor producto del miedo que le generó Dywen y sus hombres.
—No...— se acercó a él y levantó su mano hasta tocar la suave mejilla de Yoongi, ambos estaban tristes, solo era cosa de mirar sus ojos y comprender el dolor humano —Es usted...¿cómo se va a ir? Ya conoce lo que soy y en lo que me convertí— tomó las manos de Yoongi con cariño, sin dejar caer la toalla, e hizo que rodeara su cintura con ellas —Por favor no se aleje.
El pelinegro juntó sus cuerpos aún más y los fundió a ambos en un tierno abrazo —Jamás me voy a alejar, pequeño— el cabello mojado de Jimin chocó contra su mandíbula, y las pequeñas manos del menor se aferraron a su espalda —Sé que vas a necesitar tiempo para volver a ser tú, sé que vas a temer hasta del mínimo movimiento. Pero nunca olvides que soy yo, jamás te tocaría sin tu consentimiento.
Y al oír esas calidas palabras en medio de una habitación que ya reconocía como propia, Jimin dejó escapar pequeñas lágrimas que seguían acumuladas en sus ojos, esperando el momento preciso para huir del dolor de su corazón. Las manos que ahora lo rodeaban como si él fuera el mundo entero, le daban toda la seguridad que necesitaba, el hombro en el que estaba apoyado nunca lo dejaría caer, ni siquiera en la peor de las tormentas.
Tenía que recuperarse, encontrar su felicidad otra vez, volver a ser él, lleno de energía y curiosidad. Tenía que sanar para volver a amar, aunque lo que sentía por su mayor no había cambiado ni en lo más mínimo.
—Gracias...
Dentro de la semana intentaré subir otro cap :D ❤
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