;;🍎34;; ʀɪᴛᴜᴀʟ🍎;;
;;🍎Mientras que Lucifer y T/N se encontraban en la habitación de la última mencionada, en otro lugar, dos hermanos se hablaban y miraban con odio:
Seviathan.—Es que de verdad, estás loca, Helsa.
Helsa estaba en su cama después del ataque que recibió de T/N con vendas rodeadas en su estómago. Se encontraba débil en cuestiones de poderes, pero para seguir haciéndole el mal a los demás, para eso nunca se le iría la energía.
Helsa.—¿Ah? Mira quién habla. Cállate. Solo mira: ella ya no está con Lucifer. ¿No querías tú eso?
Seviathan frunció el ceño con odio y apretó sus colmillos.
Helsa.—Oh, no pongas esa carita.
Seviathan.—¿Piensas que soy un tipo de imbécil?
Las mejillas de Helsa se inflaron por la risa que quiso aguantar, pero no pudo y su risa prendía en ira a su hermano.
Helsa.—¡Y lo estás! Estás cien por ciento imbécil, ¡y más que eso! ¿Pensaste que ibas a estar con T/N? ¿Que yo te ayudaría para estar con ella? —decía con alta burla—. Pues déjame decirte que no. ¡Nunca busqué ayudarte! Solo quería que ella sufriera y ya. Y estoy feliz de ello.
Seviathan.—¿Aún después de que ella casi te matara? Estás loca. Realmente has cambiado y te has hecho más que solo una vengativa y orgullosa mimadita de mierda —murmuró con odio.
Helsa.—Tú eres un ignorante de primera e hipócrita —contraatacó y estiró su brazo hasta agarrar el cuello de la elegante camisa de su hermano y acercándolo a ella, diciendo:—. Ahora deja de quejarte, idiota. Sé agradecido de que no estás como yo en este mismo instante. Ahora ve afuera y disfruta tu noche. Quién sabe si mañana estarás vivo por el exterminio —dijo con una forzada sonrisa y burla, y soltó el cuello de su hermano con odio.
Seviathan.—Cállate, perdedora.
Helsa vio con odio a su hermano, tomando su forma demoníaca, pero de inmediato volvió a la normalidad al llevar su mano a su boca y empezó a toser, y desvío su mirada a su hermano:
Helsa.—Ahora vete o sírveme de algo.
Seviathan.—Ni que lo necesitara hacer —dijo sin interés, acomodando el cuello de su ropa frente a un espejo que había cerca—. Ahora, ten un lindo descanso como tú —mintió y se fue.
Helsa lo vio irse de su habitación y cerrar la puerta. Ella soltó un gruñido y agarró su celular y vio varios mensajes de Octavia y conocidos.
Ahora el siguiente día ya sería el exterminio anual. El Cielo se encontraba en un último entrenamiento de vuelo, puntería, etcétera... Ninguno de los ángeles esperaba lo que se vendría el día siguiente.
Mientras tanto.
Lucifer.—Entonces, ¿vamos? No quiero que Charlotte ni ese Bambi se den cuenta que estoy aquí.
T/N tenía una mirada desconfiada, no sabía si ir con él o no.
Lucifer.—No pasará nada malo —extendió su mano hacia ella.
T/N.—¿En serio?... —masculló y él asintió seriamente.
Lucifer sonrió levemente para que ella se tranquilizara al menos.
T/N.—Bien entonces...
Ella, con duda, agarró la mano de él.
🍎
Ambos se encontraban en un bar privado. El bartender estaba temblando literalmente, que el sonido de las copas que él agarraba temblaban hacian pequeños ruidos.
T/N y Lucifer hablaban tranquilamente, sin violencia, sin tocar el tema de los últimos días.
Lucifer.—Oye, tú —se dirigió al bartender y éste sólo miró al ángel caído con miedo—. Vete, hay cosas de las que necesito hablar privadamente —demandó.
El demonio se fue de inmediato.
T/N solo miraba las pequeños hielos de su bebida derritiéndose y se puso increíblemente tensa al ver que estaba sola con él.
Lucifer.—Por cierto, le había dicho a Al que te diera el collar de perlas, ¿acaso no lo...?
T/N.—No la acepté.
Él miró hacia un lado y decidió ir al grano:
Lucifer.—Como te dije anteriormente... Hay, hay cosas de las que quiero hablar. Cosas sobre ti. De verdad, ¿quieres irte?
La música de Jazz acompañaba al incómodo silencio hasta que ella respondió:
T/N.—Sí.
Lucifer iba a hablar, pero ella interrumpió:
T/N.—Ya me he hecho mucho daño aquí. Y tú también te has hecho daño y te lo he hecho también —dio un pequeño trago de su vino—. Así que... No hay vuelta atrás, Lucifer —miró a éste con determinación—. Yo ya no soporto estar aquí.
Lucifer la quedó viendo unos segundos.
Lucifer.—¿Piensas que yéndote de aquí resolverás todo? Te estás escapando de estos problemas.
T/N.—Pues me olvidaré de ellos una vez que esté allá arriba.
Lucifer.—¡NO! —exclamó con odio dando una sola manotada a la barra, haciendo que ella se alterara.
Él cerró sus ojos un momento y se tranquilizó.
T/N.—No pienso compartir mis problemas contigo y ni que tú lo hagas conmigo. Tú y yo... Simplemente ya no somos nada.
Lucifer agarró el brazo de ella.
Lucifer.—Y soy consciente de ello, solo que...
T/N.—Nada, Lucifer. Si tanto dices que mis lágrimas me limpian internamente, bien para mí —se levantó de dónde estaba—. Solo déjame sola. De verdad. Mañana será el exterminio. Será un día ocupado para ti.
Ella se alejó de él y cuando iba a abrir la puerta para salir de la sala VIP, la puerta agarró seguro de inmediato.
T/N.—¡Solo déjame ir! —rogó.
Lucifer.—T/N. Ven.
Ella respiró un poco agitada.
T/N.—Ya. De verdad.
Lucifer.—Solo. Ven —dijo, recalcando cada palabra.
T/N.—Solo quiero irme de aquí. Entiende —murmuró, cerrando sus puños—. Deja que me vaya. Esto no volverá a su normalidad, ¡nunca! Sea lo que quieras hacer ahora, no me hará cambiar de opinión.
Ella sólo siguió parada esperando en silencio.
Lucifer dio un trago y se levantó dirigiéndose a ella.
T/N dio varios pasos hacia atrás hasta llegar a la puerta, quedando acorralada en ella.
Lucifer estaba frente a ella. La altura no era gran diferencia honestamente. Sus rostros estaban algo cercanos gracias a Lucifer.
Lucifer.—Ni siquiera dejas que termine de hablar, por Dios.
T/N.—Dame espacio, Lucifer.
Lucifer.—No haré nada.
T/N sentía que todo le estaba desgarrando internamente. Sentía que solo la presencia de él, su mirada, considerada protectora y tentadora, la mataba lentamente. Y empezaba a odiar los minutos de silencio, donde a veces, la mirada de ella, se cruzaba con la de él, a veces apartaba su mirada después de unos segundos. Quizá no se sentía tan incómoda por la música de Jazz que había.
Varios escenarios pasaron por la mente de él: tenerla otra vez y deseando que posiblemente aquella verdad nunca hubiese salido a la luz, de no haber sido así, no estaría en ese lío con ella. No hubiesen habido tantas muertes en el reino de no haber sido de la gran ira que cegó a T/N. Las memorias de ella seguirían bien de no ser por sus lágrimas. Y en un impulso carnal agarró el mentón de ella casi uniendo sus labios con los de ella, pero de inmediato se separó molesto consigo mismo.
Ella parpadeó varias veces, atónita.
«¡No! ¿¡Pero qué haces!? ¡Imbécil! ¡Ya déjala ir!», se decía a sí mismo Lucifer.
T/N.—¿Qué...?
Lucifer.—¡Vete ya! No creo soportar más tu presencia aquí, T/N —exclamó, intentando controlarse.
Ella, sin desviar su mirada de él, llevó su mano a la perilla y la giró abriendo la puerta lentamente.
T/N.—Bi... bien... Adiós, Lucifer —susurró, dando varios pasos hacia atrás hasta salir lentamente del lugar.
Ella se quedó parada frente a la puerta unos segundos hasta que escuchó murmullos alrededor suyo y pudo notar que habían algunos demonios burlándose de ella, otros se iban con miedo. No le hizo caso a ello y desapareció del lugar para aparecer en su habitación, sentándose en su cama con molestia, ira, tristeza...
T/N.—Lo que hacía falta... —masculló, llevando sus manos a su rostro.
Varios minutos de silencio pasaron, pensando en la pérdida de tiempo con Lucifer en ese bar.
T/N.—Qué tonta fui al aceptar ir con él... —susurró—. Pero ya no hay de qué quejarse. Y ya sé cómo acabar esto ya —se levantó y abrió la puerta de su habitación, viendo un lado a otro, no había nadie, pero escuchaba las risas de Angel Dust cerca, aun así, salió de su habitación y caminó por el largo pasillo de ese piso y llegó a la biblioteca del hotel.
Lo siguiente, ella ya lo tenía en mente. Ya lo había leído hace poco en un libro.
Ella agarró el específico y se fue del hotel.
Mientras tanto, Lucifer se quedó en el bar pensativo y molesto bebiendo.
Estaba solo en el lugar hasta que una llamada le llegó. Él contestó. No era algo de importancia. No era algo más que sobre la reunión que se llevaría a cabo el día siguiente por el exterminio anual, nomás.
🍎
T/N estaba en un lugar algo lejano del reino. Ella llevaba varias cosas consigo. Y al llegar a un pequeño bosque, se sentó en el suelo.
T/N.—Después de todo, ella era humana, creo que este ritual debe funcionar a cambio de mi alma.
Un ritual de resurrección: eso planeaba ella para deshacerse de su alma de una vez por todas
T/N.—No es la manera que debería hacerlo, pero... —terminó el pentagrama— será la más rápida.
Ella chasqueó sus dedos prendiendo las velas de manera inmediata.
En un momento se empezó a arrepentir.
T/N.—No... Ésta no es la manera. Esto no va con mis principios... ¿Qué... Qué hago...? —susurró, leyendo el idioma latín en el libro.
«¿Pero es la más rápida, no?», se dijo a sí misma en sus pensamientos. «Después de todo, ¡te olvidarás de todo esto y tendrás un alma limpia! Volverás a ver a Rafael, Samael, Gabriel, Uriel, Raguel, Samiel y Remiel... Te extrañan y tú también».
T/N.—Cierto... —dijo, con seguridad y miró el punto blanco de su hogar que estaba en el cielo infernal—. Pronto estaré allá.
...🍎
¿Qué tal, gente? Creo que demoramos como ¿un mes? en actualizar, ¡pero aquí lo tienen! :D
¿Qué creen que pase 👀?... Que ya estamos como a dos o tres capítulos para el final, posiblemente.
Por cierto, le doy la mayoría de créditos a mi ayudante ya que ella me pasó el capítulo, ella me lo envió y solo me pidió que le corrigiera los errores ortográficos xD Como ya lo teníamos planeado, no se le hizo difícil xd
En fin...
4r4f4txxx0u0 y yo nos despedimos con este capítulo uwu
;;🍎¡Bye :3!🍎;;
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