Tanjiro Kamado y Muzan Kibutsuji
Hay un spoiler, no aparece tanto pero creo que es muy importante.
Quizá no fue coincidencia o tal vez lo hizo el destino. Fue un gran logro que Muzan se encontrara contigo, una niña de 6 o 7 años aproximadamente, su próximo tesoro.
Cuando se juntó con tu madre, se aseguró de parecer la mejor persona, el hombre más caballeroso y claro, ¿por qué no? Fijó su mirada en ti. Un extra que podía ser agregado a su perfecto plan. Por lo cual se aseguró de que en ningún momento le vieras como una figura paternal, un "amigo" o alguien en quien confiar pero no tu padre, eso hizo que le tomaras mucha confianza pese a ser una niña pequeña, en definitiva empezaste a quererle más que a tu madre, Muzan por otro lado se sentía cada vez mejor, su plan iba como lo tenía planeado.
-¡Muzan! -dijiste corriendo hacía él mientras lo jalabas de la manga de su traje -¡demos un paseo afuera! Por favor, mi mamá no quiere llevarme... Desde hace tiempo quería pasear en la nocheee.
Una sonrisa "gentil" apareció en su cara, se agachó para acariciar tu cabeza.
-¿Qué pensará mamá si lo hago? -te preguntó.
-Tiene envidia porque te quiero más a ti... -le murmuraste.
Cuando viste que tu mamá se acercaba corriendo a ti, te colocaste detrás del azabache pero te tomó poniéndote a un lado suyo mientras te abrazaba por los hombros. Cuando tu madre llegó y te vio con Muzan, frunció el ceño, dejó de abrazarte y te tomó de la mano. Él se acercó a ella para acariciar su mejilla, dándole un casto beso. Sin embargo nunca soltó tu mano.
Cuando los viste notaste que le decía algo en voz baja no obstante, no pudiste escuchar nada.
-Sólo será media hora -dijo tu mamá también tomandote de la mano.
Sonreiste con alegría.
• • •
Hacer que empezaras a odiar a tu progenitora no fue difícil, te daba lo que ella te negaba, juguetes, atención, paseos. Deshacerse de ella tampoco costó mucho.
En algún lugar alejado de casa, algún día que es difícil de recordar... Muzan te dio la noticia del fallecimiento de tu madre, salió como él esperaba, no te importó. ¿Cuántos años eran? Supongo que tenías 9 o quizás 10 pero pese a saberlo no te importó para nada.
-¿Podré quedarme contigo? -preguntaste esperando una respuesta afirmativa de su parte.
-Siempre lo estarás, cariño -dijo mientras acariciaba su cabello.
Claro que lo ibas a hacer si te usaba en su plan...
No bastó más tiempo para que terminara contándote sus planes malvados, pero se aseguró desde un principio que estuvieras de acuerdo, hasta tal punto donde casi le ruegas convertirte en demonio. No, claro que se negó; te propuso algo mejor en su lugar. Esas personas... Demonios eran horrorosos, algunos se veían horrible y sus rostros daban miedo, otros parecían tan normales que te preguntabas porque estaban ahí pero había uno en particular; la luna superior uno, Kokushibo.
Aunque daba terror y era perturbador, estar al lazo de Muzan hacía que te sintieras protegida.
Ese mismo día en la noche fue que tu vida cambió, para bien o para mal pero sucedió un cambio importante. Muzan le pidió justamente a ese demonio enseñarte su aliento. Te sacó el sermón de los asesinos de demonios, lo que hacían y junto a Kokushibo te lavaron la cabeza de cosas horribles, malas sobre ellos, tú por obvias razones terminaste creyendo. Aunque eso no importa tanto, si no lo que sucede después de este acontecimiento importante.
Te pusiste a entrenar, Kokushibo era aterrador así que te esforzaste lo máximo para usar su respiración, era exigente, te pedía obediencia absoluta y podría jurar que si no fueras protegida de Muzan, no se habría pensado dos veces en acabar contigo.
Gracias a todas estas cosas fuertes y a todo el esfuerzo que pusiste pudiste aprender 10 posturas de su respiración que fue más que suficiente para ti y Muzan. El antes mencionado te dejó ir por el mundo, conociendo lugares nuevos y fue antes de que cumplieras 15 años que te enteraste de la selección final.
No obstante se lo ocultaste a el de ojos rubí quien no te preguntó nada, desapareciste por una semana, dos, tres, cuatro semanas y aunque no volvías el sabía que tu trabajo lo estabas haciendo perfectamente y aunque Muzan fuera un demonio, disfrutabas matando algunos de vez en cuando, al ir a misiones.
No fue hasta que conociste a aquel chico.
Te había tocado una misión junto ese chico; cabello color borgoña, ojos rojos pero lindos... Muy diferentes a los de Muzan, pendientes hanafuda y lo que conquistó tu corazón fue la sonrisa gentil que te dio.
No pudiste evitar compararla con la de Muzan.
-¡Hola! -te saludó mientras caminaban juntos por la calle de ese pueblo. -Es bueno conocer a mis compañeros. Me llamo Tanjiro Kamado, ¿y tú?
Querías mantener su semblante serio, no pudiste gracias a su gran vibra feliz pero... Después de tanto, de intensos y extremos entrenamientos con Kokushibo, de las palabras mentirosas de Muzan, te dabas cuenta pero seguías creyendo en él a pesar de lo que te dio.
-El demonio que cargas... ¿Es importante para ti? -preguntaste volteando a verlo. -¿Qué significan los demonios para ti?
Tu pregunta tan repentina hizo que su sonrisa desapareciera, una cara sorprendida tomó su lugar pero volvió a cambiar a esa sonrisa, ahora una gentil...
-No debería de decir esto pero hueles a amabilidad -sus palabras te dejaron confundida. -Un demonio mató a mi familia y convirtió a mi hermana en uno, intento buscar la cura para que vuelva a ser humana pero no creo que todos los demonios sean malos... Algunos deben de tener algún pasado triste o algo que los orillara a ese camino, puede que hasta hayan sido obligados pero no siento que todos sean malos.
Tragaste saliva, dejaste de mirarlo.
Empezaste a hacer ruiditos de sollozo, este se preocupó de inmediato. Tanjiro sin saber que hacer, te tocó el hombro y en una fracción de segundos ya te habías lanzado a abrazarlo.
-¿Señorita? -preguntó al no saber tu nombre, tu llanto comenzaba a preocuparle en verdad.
-_______ -soltaste a medio llanto. -Me llamo _______.
¿Cómo se le llama? Amor a primera vista. Tanjiro quien se había puesto tenso por culpa de la preocupación se relajó, seguías abrazándolo así que simplemente correspondió dándote un par de caricias en el cabello, empezaste a llorar aún más. Te recordaba a cuando eras pequeña y Muzan hacía eso, tu mamá también solía hacerlo junto a él. Ahora que Muzan se consiguió otra esposa humana y tiene una hija decidiste no acercarte tanto, no lo veías mucho y ahora es mucho menos, tus sentimientos confusos hacia él también jugaban en contra.
-¿______-san? -preguntó el ojirrojo al ver que te separabas y limpiabas tus lágrimas. -¿Por qué no terminamos esta misión rápido y me dejas invitarte algo de cenar?
Negaste.
-Yo invito -te soltaste de su agarre mientras seguías caminando. -Permiteme invitarte algo yo.
Tanjiro ante tu seriedad no pudo ofertar devuelta, aceptó sonriendo nuevamente.
Los dos caminaron hasta encontrar al demonio y después ir a cenar algo. Les costó encontrar un lugar donde vendieran comida pero al parecer en un pueblo cerca de donde se encontraban; había un puesto de ramen. Fueron corriendo a él.
-Dos tazones de ramen, por favor -pediste.
-Huelo muy rico... -murmuró Tanjiro emocionado.
-¿También debería pedir para tu hermana? -le preguntaste -¡qué sean tres, por favor!
El hombre que se encontraba preparándolos asintió, en el tiempo que tardaban en prepararlos te pusiste a platicar con Tanjiro, la confianza que te tuviste en tan poco tiempo... Era tremenda gracias a su aura de amabilidad, era tan educado y por fin en tanto tiempo encontraste a alguien de tu edad con quien pudiste platicar bien, pasar un largo y bonito rato junto a él.
Todo lo bueno tiene que acabar.
Una vez terminaron llegó la hora de separar sus caminos, pero habías aprendido algo de Muzan; a ser egoísta, antes de que Kamado empezara a caminar para irse, lo tomaste de la mano, tenías la mirada baja y no podías hablar por la pena. Él en cambio seguía tranquilo, pero se encontraba curioso de que sucedió y el porqué de tu acción tan aleatoria. Fue cuando soltaste las primeras palabras que entendió un poco mejor.
-Ir contigo... -fue lo único que pronunciaste.
-¿Ir conmigo? -preguntó mientras pensaba. -¿Quieres ir conmigo?
Asentiste.
-¡Claro sin problema _____-chan!... -se calló de inmediato. -Disculpa, ¿puedo decirte así?
Te soltaste a lágrimas nuevamente, lo único que pudo ver antes de que te lanzaras a abrazarlo fue una sonrisa en tu cara; una sonrisa de felicidad. Obvio, esta vez también volvió a corresponder el abrazo.
-Gracias...
Muzan había simulado para ti una vida que parecía perfecta, cuando terminó muriendo tu madre eso cambio y aunque seguías siendo su centro de atención; todo se volvió un infierno, parecía que estabas en un lúgubre infierno, rodeada de demonios.
Tanjiro fue ese rayo de sol que entró para iluminar tu oscuridad.
• • •
¿Cuánto había pasado? Puedo jurar que meses pero el tiempo no es exacto, la relación tuya y de Tanjiro creció hasta tal punto donde se volvieron pareja; ¿tan rápido? Sí y aunque se necesita de tiempo para conocerse, Kamado tenía otra forma de averiguarlo y no le bastaba más.
Después de tanto tiempo saliste a una misión, tú sola.
Terminó volviéndose una pesadilla.
Muzan, el demonio que no esperaste volver a ver o por lo menos hacerlo en mucho tiempo apareció.
-Querida -te dijo envolviendote en un abrazo.
Nada parecidos a los de Tanjiro.
-M-Muzan... -murmuraste su nombre haciendo que volteé a verte.
-¿Alguna novedad, cariño? -te preguntó tomandote del mentón mientras acercaba su cara.
Sus malditos ojos rubí no se alejaban de los tuyos, era incómodo porque tenía mucho que no te veía así. Querías separar la mirada pero eso sería mucho peor, decidiste aplicar lo que aprendiste a su lado; fingir.
Una sonrisita traviesa apareció en tu cara mientras negabas.
-Todos son tontos y débiles -le dijiste, claramente pensabas lo contrario.
-Eso me alegra, cariño -acarició tu cabeza revolviendo tu cabello. -Veo que aún lo usas.
Dijo refiriéndose al broche en tu cabello; era una hoja y estaba algo desgastado y viejo. Muzan lo quitó de tu cabello para observarlo un momento, lo volvió a colocar después dejó un besito sobre tus labios, no podías hacer microexpresiones o tu misma te delatarías así que simplemente fingiste sentirte a gusto, estirando tus brazos para que volviera a abrazarte, este lo hizo con gusto. Cargandote, volvió a darte un beso.
-Prometo comprarte otro, te lo daré la próxima vez que nos veamos.
Te dijo con ese tono elegante que solía tener, asentiste sin hablar, en tu cara había una sonrisa pero en tu corazón una herida.
Llegando le contarías todo a Tanjiro.
• • •
Te lavaste la boca con agua como 10 veces, no volviste con Tanjiro hasta que sentiste que todo estaba bien. Dabas vueltas y vueltas afuera de su habitación en la finca mariposa, él terminó saliendo para abrirte. Los dos entraron y se fueron a sentar a una esquinita lejos de Inosuke y Zenitsu.
-Tengo algo importante que contarte... -dijiste rápido mientras murmurabas. -Es realmente importante pero no quiero que te enojes conmigo ni pienses que-...
-¿Es sobre Muzan? -él preguntó.
Quedaste atónita.
-¿Cómo?
-_______-chan, hueles a él. Olías a él la primera vez que nos encontramos, es difícil olvidar el olor de alguien quien mató a mi familia pero... -te miró mientras tomaba tus manos, se puso de frente para verte. -No me importa, tú cuando nos vimos por primera vez olías a confusión pero sé que había algo de dulzura ahí.
Te soltó mientras volvía a acomodarse, tomó tu cabeza y esperó a que te acomodaras para acostarte en sus piernas.
-Me siento feliz si ______-chan me quiere, estoy feliz si sé que ella lo está -te dijo con esa sonrisa amable.
Esa maldita y tierna sonrisa.
-No me importa tu pasado -el tono tranquilo del ojirrojo entraba a tus oídos como una dulce melodía. -Está bien si ya no sientes lo mismo, está bien si ahora eres mejor.
Tus ojos comenzaban a ponerse llorosos y no tardaste nada en empezar a llorar.
-No llores, linda -dijo mientras limpiaba tus lágrimas, eso te hizo llorar aún más.
Te levantaste para poder abrazarlo como la primera vez. Tanjiro correspondió acariciando tu espalda con cuidado y luego dando pequeñas palmaditas, eso te tranquilizó.
-Te quiero mucho -dijo. -También te amo, no lo dejaré de hacer nunca, así que... ¡me tienes contigo, sonríe ______-chan!
Asentiste ante sus palabras, se separaron un poco y tú hiciste una pequeña sonrisa, Tanjiro también sonrió. No aguantaste más las ganas de besarlo, lo tomaste de las mejillas para después darle un beso en los labios, le causaste un gran rubor ya que no se lo esperaba, no tenía prevista esa acción pero como pudo correspondió.
Pero... ¿Qué hay de Muzan?
AAL FIN TERMINEEEÉ
IBA A ACTUALIZAR EN LA TARDE PERO ME DORMÍ COMO 4 HORAS ALV.
?Les gustó? Gracias al separador recordé que iba a escribir uno de Tanjiro como demonio uwu
Mañana quizás suba un pedido de Genya.
Sobre la actualización de ayer, es la segunda parte del one shot donde Sanemi es profesor, está la primera parte y seguido, luego luego está la segunda uwu
este os parece más de Tanjiro q de Muzan alv xD hoy si actualice a la hora wiiiii <333333
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro