Continuación de la parte anterior.

Cuando abriste los ojos el dolor de cabeza era terrible, parpadeaste un par de veces, la luz en el cuarto era tenue parecía que sólo estaba prendida una lámpara y ya. Sentiste tu ropa y la comodidad de esta, cerraste los ojos apretandolos mientras te estirabas a lo largo de la cama, recordabas que Sanemi te llevó a su casa pero todo desde ahí es borroso con pequeños fragmentos, sin embargo de algo estás segura y es que no aucedió nada malo.

Agarraste su playera, una sonrisa apareció en tu cara, te levantaste de la cama y saliste de la habitación.

Las luces estaban prendidas por lo cual fue un golpe feo para tus ojos pero te acostumbraste rápido. Fuiste a la cocina donde viste a Sanemi haciendo hotcakes, la cabeza aún te dolía y de hecho fue tu quejido el que hizo que Shinazugawa volteara. Su rostro estaba tranquilo, tenía una expresión neutral sin nada de enojo o seriedad, se veía normal.

-¿Cómo te sientes? -preguntó volviendo a poner su atención en la comida.

-Creo que duele un poco pero estoy bien -respondiste con una risita. -¿Realmente no sucedió nada? Ah... Disculpame, no sé en que pensaba.

-Está bien -respondió. -¿Por qué no vas a sentarte? Vamos a desayunar.

"¿Vamos?..." Preguntaste en voz baja mientras ibas al comedor, en la mesa había un plato con varios hotcakes, escuchaste como Sanemi sacaba los últimos para después apagar el fuego. Los puso en un plato aparte y luego lo dejó frente tuyo. Sonreíste por su acción tierna, había decidido darte los más recientes a pesar de que los otros aún seguían calientes... Se sentó a un lado tuyo, había un plato en su mano y en la otra sujetaba un par de tenedores, te dio uno e indicó donde estaba la mermelada o la lechera para que les pusieras lo que gustarás.

-Cuando terminemos de desayunar, te iré a dejar a tu casa. Tengo cosas que hacer -te dijo empezando a comer.

-Por favor no seas tan serio -hablaste con voz suave imitando su acción. -Muchas gracias por lo de la noche y que me hayas cuidado, puede que no lo creas pero estoy realmente agradecida contigo.

-No hay razones -respondió.

-Claro, las hay -respondiste. -Quizás fueron solo dos meses y parece poco pero no fue así... Llegué a pasar pe aquí queriendo tocar la puerta para verte.

Tus palabras casi hacen que Sanemi se ahogue con el café que tomaba.

-Como te dije, no debe de haber razones para nada de eso -respondió. -¿No tenías novio?

-La historia con Inosuke es algo aparte... -respondiste suspirando. -Simplemente no iba a funcionar, él es algo impulsivo y aunque lindo, sigue siendo un niño. Cuando estaba con él era como si estuviera comiendo un dulce que a veces es dulce y ácido...

-Que analogía más extraña -respondió. -¿Básicamente tu problema fue que no era lo que esperabas?

-No, bueno sí. Algo parecido. -Respondiste al terminar de masticar -él es lindo pero debido a que es inexperto en relaciones hubieron unas veces en las que tuvimos problemas por ello... Aparte el sigue estudiando, ya está en último año por lo cual está más ocupado que yo.

-Era sólo un año menor que tú y no funcionó, ¿eh?... -Murmuró Sanemi mientras seguía comiendo. -¿Ya no lo has visto?

-Oh... Por Dios, disculpa -reíste. -No debería hablar de esto, cuentame de ti, Sanemi.

-No hay casi nada que contar -respondió. -¿Qué es lo que quieres saber?

-No sé... Mmm, ¿hay alguien más en tu vi-?

Sanemi te interrumpió, te tomó del rostro con cuidado y lo giró para que lo vieras a los ojos, tragaste saliva. Una sonrisita nerviosa apareció en tu cara al ver a el peliblanco tan cerca, tan cerca...

Sus labios se tocaron, no. Sólo fue un roce pero deseaste que fuera más.

-¿Tanto te importa que ya no esté interesado en ti? Pues no, no te preocupes que eres la única que sigue en mi cabeza. Ni Kocho, ni Kamado, sólo tú ________.

Te pusiste aún más nerviosa, estabas en tu propio mundo, tanto que no recordabas las preguntas que le habías hecho la noche anterior. Seguiste comiendo, te quedaste callada por el resto de tiempo que duró el desayuno y cuando por fin terminaron de comer te levantaste para ir por tus zapatos a la habitación de Sanemi, habías estado caminando descalza todo el tiempo. Mientras tanto el se quedó limpiando los platos y tazas pero escuchó el tono de tu celular, se puso nervioso y en su rostro se podía apreciar un leve sonrojo.

Debido a que estabas usando como tono un audio que llegó a grabar para ti.

Intentó ignorarlo por lo menos hasta que aparecieras y lo hiciste, apenada tomaste tu celular para responder la llamada.

"_______ aún es fin de semana, salgamos".

D

ebido a que respondiste rápido para que el tono de llamada dejara de sonar, mo habías leído el nombre del contacto que te llamó. Tragaste saliva al escuchar la voz de Inosuke, miraste de reojo Sanemi quien aún seguía en lo suyo pero no sabías que responder.

-¿Quién es? -preguntó curioso el de orbes amatista pero después se dio cuenta de sus palabras. -Olvidalo, no me importa.

Mintió.

Y claro, ¿cómo no? Inosuke lo escuchó.

"¿Estás con alguien más? ¡Estoy seguro de conocer esa voz!... ¡Gompanchiro!"

Escuchaste que alejó el celular pero aún así sus gritos se escucharon fuertes, seguías sin decir nada y comenzaste a preocupar a Sanemi. De fondo en la llamada podías escuchar a Inosuke hablando con Tanjiro y la voz nerviosa de este último, ¿tan temprano y ya estaban juntos? Suspiraste alejando el celular de tu oreja pero tu ex volvió a hablar.

"¡Iré a verte a tu departamento! Esperame".

Te dijo para después colgar abruptamente.

-¿Estás bien? -preguntó Sanemi con clara preocupación.

-¿Dijiste que estabas ocupado?... ¿No puedes hacer un poco más de tiempo para mí?

-Necesitas volver a casa, _________.

Tragaste saliva.

-Sólo una hora más...

-Irás a casa.

El tono demandante de el ojimorado te hizo parar de hablar.

• • •

T

u suerte debería ser inexistente si Sanemi e Inosuke se llegaban a encontrar o quizás también tendrías una gran fortuna de que no se encuentren, más que nada por Hashibira quien podría llegar a malpensar todo y pues... Como se verán en el colegio tus planes se arruinarían... No, si Inosuke no ve a Sanemi contigo todo va a estar bien, ninguno de los dos estará incómodo.

-No puedo creer que te hayas mudado tan rápido -dijo Sanemi parando frente a tu hogar.

-Las cosas con mi familia empeoraron estos dos meses -reíste. -Gracias por todo Nemi, permiteme llamarte egoístamente de nuevo por ese apodo.

El de ojos amatista llevó una mano a tu cabeza y devolvió tu cabello, había una sonrisa en su rostro.

-Yo también quiero algo -dijo acercándose más a ti. -Desde ayer me quedé con las ganas de esto...

Te tomó del rostro y besó tus labios, correspondiste claro, ¿por qué no? Cuando se separó dejó otro beso pero ahora en tu mejilla.

-Espera mi mensaje, vuelve a guardar mi número, ¿sí? Salgamos alguna vez.

Te dijo despidiéndose.

Sanemi cambió de humor de una manera muy rápida. Te quedaste ahí parada viendo como se iba, una voz a tus espaldas hizo que dieras un brinco del susto.

-¿Por qué estás afuera a esta hora y vestida así?

Tragaste saliva mientras dabas media vuelta y le sonreías nerviosamente a Inosuke.

-Buenos días, Ino-kun... ~

Necesitaba escribir esto y ahora siento que necesito escribir una historia HelP.

Buenas noches/días/ tardes... Las amo. 💕

Ya duermanse q a esta hora empiezo a actualizar muchO. ♡'･ᴗ･'♡